Cambio en televisión: Maurizio Carlotti anuncia el fichaje por ANTENA 3 TV de María Teresa Campos Luque, la ‘reina de las mañanas de TELECINCO’

Me encanta la futura reina. Yo siempre he sido mucho de la futura reina. Me gusta el estilo que ha impuesto. Lleva su nombre. Sus tacones son ni altos ni bajos: como tienen que ser. Su cuello chimenea, un homenaje a nuestro tejido industrial. Me encanta su talante, ¿será por talante? Su modernidad. Es justamente lo que necesita España. Qué buena elección. Tenemos todos que felicitarnos por esa elección. Además, me encanta cómo, cuando hace falta, sabe plantarle cara a Jaime Peñafiel. «No te pases, periquito», le dice cuando se tercia. La futura reina es reina de corazones.Mujer apasionada por un amor que ha cambiado su vida. No se me caen los anillos por proclamarlo. No, no he pedido la excedencia en lo de ir por el plan antiguo ni he abjurado de ninguna convicción.Insisto en que me encanta la futura reina. Me refiero, claro está, a la futura reina de la mañana en Antena 3. Que es la reina de la mañana en Telecinco. Me refiero obviamente a María Teresa Campos.

Las profecías se han cumplido. No me refiero a la victoria electoral del pesoe, que ésa no estaba contemplada en la agenda de ningún profeta, sino a la boda del Príncipe (ahí han acertado muchos brujos: alguna vez tenía que ser), las lluvias torrenciales (la cara B del PHN) y la marcha de María Teresa Campos a Antena 3.

Soy amiga de Campos desde antes de la guerra de Cuba, pero no suelo escribir de ella por autoprescripción facultativa, pues cualquier cosa que diga puede interpretarse como un gesto interesado y baboso. A los jefes sólo les hago la pelota en privado: que lo diga Pedro J., a quien nunca he adulado en público teniendo motivos para hacerlo.

Por su condición de periodista televisiva, Campos tiene una dimensión pública muy abultada. No voy detrás de su paso a las procesiones populares, pero el hecho de participar en su programa me ha permitido ser testigo de las pasiones que suscita. Pasiones a favor y pasiones en contra. Casi siempre me he callado, pero alguna vez tenía que arrancarme y éste es el momento. Mi amiga, además de amiga, es una mujer rica y famosa. Una diva. Hoy quiero hablar de ella por varias razones. Una, porque se va a Antena 3 con el programa Día a día bajo el brazo. Dos, porque ha escrito un libro de memorias que ya es un éxito de la temporada. Y tres: porque me apetece decir lo que pienso y sacudirme los silencios de tanto tiempo. El silencio es una forma de negación y Campos puede pensar que yo niego nuestra amistad de muchos años.

Hoy hago uso de mis derechos para devolverle lo que le pertenece: el reconocimiento público. Campos (¿omitir el nombre de pila será también una forma de negarla?) es un monstruo sagrado. Nunca he conocido a nadie capaz de enfrentarse a los programas en directo con más talento profesional y personal.

No lo he dicho, pero en televisión yo soy una más de su coro de palmeros porque formo parte del equipo que le asiste (a veces inútilmente, pues acaba haciendo siempre lo que le sale del moño).Llamo palmeros al coro de tertulianos y comentaristas que participamos en su programa. Ahí todos tenemos un cometido más o menos tácito que hemos asumido sin necesidad de palabras. Gente como Isabel San Sebastián, Arturo González, Raúl del Pozo, Enric Sopena, César Vidal, María Antonia Iglesias. O Rosa Villacastín, Jesús Mariñas, Josemi, Ángel Antonio Herrera. O Peñafiel, el azote de Lady Leti. Gente que viene de lejos y gente que viene de cerca, gente que la quiere y gente que la adula, gente de bien y gente de regular.

Sin olvidar a algunos que se han perdido en el camino, sanguijuelas atraídas por el poderío de mi inmensa amiga. Yo vi cómo la jaleaban sin decoro. Todavía me parece estar escuchando el eco desesperado y cutre de sus palmas.