30 enero 1993

TVE hizo también un especial Alcasser ante el descubrimiento, desde el ayuntamiento, con Paco Lobatón

Asesinato de tres niñas en Alcasser: polémica cobertura de ANTENA 3 con Nieves Herrero en la plaza del pueblo

Hechos

La noche del 30.01.1993 las cadenas ANTENA 3 TV y TVE realizaron sendos especiales sobre el encuentro de los cadáveres de tres niñas asesinadas en Alcasser.

Lecturas

Los especiales de Antena 3 TV (con Nieves Herrero Cerezo y Olga Viza) y de TVE (con Francisco Lobatón Sánchez de Medina) son criticados por la prensa, con especial énfasis contra Nieves Herrero. Destacan los editoriales de El Mundo, Diario16, El Correo Español-El Pueblo Vasco, artículos de opinión de Carlos Sánchez Boyero (El Mundo) y María Penedo (Diario16). Nieves Herrero Cerezo manifestará entonces estar orgullosa de aquel programa en entrevistas en El Mundo y El Periódico. Posteriormente modificará su versión y asegurará que haber sido obligada a hacer aquel espacio.

El 29.01.1993 fueron encontrados los cadáveres de las niñas Míriam García Iborra (28 de julio de 1978) de 14 años, Antonia Gómez Rodríguez (25 de mayo de 1977), Toñi, de 15 años y María Deseada Hernández Folch (17 de febrero de 1978), Desirée, de 14 años. Las tres niñas de la ciudad valenciana de Alcasser habían desparecido el 13 de noviembre de 1992 cuando viajaban juntas a una fiesta en un pueblo vecino al que nunca llegaron. Durante noviembre y diciembre se incrementaron sin éxito labores de búsqueda de las tres niñas, con la esperanza de encontrarlas vivas. Pero estas esperanzas se esfumaron el día 29 de enero de 1993 al aparecer enterrados los cuerpos de las tres menores que habían sido asesinadas..

La cobertura mediático del caso se tradujo en que tanto TVE como ANTENA 3 TV interrumpieran su emisión para hacer especiales. La presentadora de ‘De Tú a Tú’ de ANTENA 3 TV se desplazó a Alcasser, a una plaza-teatro del pueblo, a la que asistió un gran número de habitantes de la ciudad, incluidos varios familiares de las víctimas. La Sra. Herrero fue conectando en directo con Dña. Olga Viza, de informativos, para que fuera informando de novedades del caso. En el programa se produjeron momentos polémicos, como el hecho de que la multitud de gente aplaudiera en el momento en el que se anunciaron detenciones, o que al tomar la palabra los habitantes del pueblo, algunos de ellos defendieran la pena de muerte contra los asesinos de las niñas.

FERNANDO GARCÍA, VÍCTIMA ‘ESTRELLA’ DEL CASO ALCASSER

Zap_FernandoGarciaEn aquel programa especial de ‘De Tú a Tú’ en el teatro-plaza de Alcasser el principal protagonista fue D. Fernando García, padre de una de las tres niñas asesinadas. En poco tiempo el Sr. García se convertiría en una figura popular en toda España al ejercer de ‘padre coraje’ que, supuestamente, trabajaba arduamente por averiguar la verdad de los responsables últimos del atroz crimen que, según insinuaba, pertenecían a la cúspide de los poderosos.

paco_lobaton

Por su parte, en TVE, D. Francisco ‘Paco’ Lobatón se desplazó al ayuntamiento de Alcasser donde hizo su propio especial del programa ‘Quién Sabe Dónde’ sobre la tragedia. ‘Quién Sabe Dónde’ quiso invitar a los padres de las niñas y, en concreto, al padre de Miriam, D. Fernando García, que era el que más parecía tener ganas de hablar ante los medios, pero este escogió ir al programa de Dña. Nieves Herrero.

En lo que se refiere al canal TELECINCO optó por no hacer ningún especial desplazándose a Alcasser y se limitó a hacer un breve telediario especial conducido por D. Luis Mariñas.

LA PRENSA ARREMETE CONTRA TVE Y ANTENA 3 TV

El 31.01.1993 DIARIO16 – dirigido por D. José Luis Gutiérrez – publicaba un editorial claro contra la cobertura mediática del crímen de Alcasser:

«La sociedad española se ha visto sorprendida por el rápido, feroz y desproporcionado despliegue tanto de TVE como de ANTENA 3. Pero maticemos. Tanto Paco Lobatón como Olga Viza intentaron, aunque por momentos no lo consiguieran no ser desbordados por los acontecimientos. O por las exigencias de los responsables de sus emisoras… Quien claudicó estrepitosamente fue Nieves Herrero, que en un sublime alarde de incapacidad profesional dio lugar a una de las más tristes páginas de la televisión en España».

01 Febrero 1993

Nieves Herrero: "No me arrepiento del programa de Alcasser porque he actuado con profesionalidad"

Entrevista de Francisco J. López

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"No me arrepiento del programa porque he actuado con profesionalidad. No he buscado el morbo ni los aspectos macabros. (...) Cuando me enteré de que habían encontrado los cadáveres de las chicas, lo único que me planteé fue irme los más rápido posible a Alcácer para estar con esas familias. Invité a todo el mundo al programa, pero nunca le dije a Fernando García que estuviera dos horas en directo con nosotros. El quiso estar y él quiso hablar. Y los vecinos también decidieron estar libremente en el plató".

Pregunta.- ¿Ha tenido la oportunidad de ver en vídeo el programa que dedicó el pasado jueves al asesinato de las tres jóvenes de Alcácer?

Respuesta.- Todavía no lo he visto. Llegué el viernes por la noche a Madrid muy cansada, ya que he estado 48 horas sin dormir. Sólo me ha dado tiempo a llevarme un disgusto muy gordo al leer y escuchar las críticas a mi labor. No las esperaba.

P.- Sin embargo, la coincidencia de los medios de comunicación a la hora de calificar su programa de macabro, entre otros adjetivos, ha sido unánime.

R.- Sí, se ha montado un juicio paralelo. Me molesta que se dude de nuestro trabajo. Y me molesta aún más que muchos de los profesionales de la radio que me han criticado hayan incluido en sus programas declaraciones de los familiares. He leído y escuchado cosas muchos más macabras que lo que apareció en pantalla. Los periodistas somos meros intermediarios. Que juzguen a los asesinos y no a mí.

P.- ¿Le parece periodísticamente correcto colocar en un escenario a los familiares de las víctimas de un cruel asesinato, con 200 personas aplaudiendo el dolor de esas personas, como si se tratara de un espectáculo de variedades?

R.- Quizá al otro lado de la barrera se pudo ver como un circo, pero no estaba en nuestro ánimo montar un espectáculo. Yo he realizado un trabajo con la mejor intención. Llegué a Alcácer y me encontré con que tenía que realizar el programa desde un bar. Los vecinos llenaron el local y los familiares quisieron quedarse en mi programa hasta el final.

P.- Entonces, ¿sigue pensado que no se ha equivocado con el «De tú a tú» del pasado jueves?

R.- No me arrepiento del programa porque he actuado con profesionalidad. No he buscado el morbo ni los aspectos macabros.

P.- Pues dio la sensación a través de la pequeña pantalla de todo lo contrario.

R.- No busqué el morbo, de verdad. Algunos de los invitados que asistieron al programa, como los colmeneros, tenían datos muy macabros. Les dije que no los dieran porque podían herir la sensibilidad de los familiares. Pero está claro que no puedo estar satisfecha con el resultado del espacio. Preferiría que le hubiera gustado a todo el mundo… Viendo lo que ha ocurrido, las críticas que he recibido, creo que lo mejor hubiera sido no hacer el programa desde Alcácer.

P.- Pero usted ha afirmado antes que no se arrepiente, que considera que actuó con profesionalidad.

R.- Y así es. Nadie ha agradecido nuestro esfuerzo humano, excepto los responsables de Antena 3 TV, que nos apoyaron en todo momento.

P.- El director de la cadena, Manuel Campo Vidal, ¿también?

R.- Con él no he tenido todavía la oportunidad de hablar. Pero, en todo momento, conté con el apoyo de todos los profesionales de Antena 3 TV. El jueves por la noche me felicitó todo el mundo, incluidos los familiares y amigos de las niñas.

P.- No le parece que la competencia tan atroz entre las televisiones está motivando que se recurra a todo, sin tener en cuenta ni siquiera los sentimientos humanos.

R.- Todas las cadenas intentan conseguir la mayor audiencia posible, al igual que los periódicos el mayor número de lectores. Paco Lobatón y Luis Mariñas, a los que admiro, dedicaron su tiempo a este mismo tema e intentaron hacerlo lo mejor posible. Los padres de Miriam decidieron quedarse en mi programa, aunque también fueron invitados a ¿Quién sabe dónde?

P.- Si ahora ocurriera un suceso similar al asesinato de las tres niñas de Alcácer ¿volvería a hacer un programa como el del pasado jueves?

R.- Ahora, me lo pensaría dos veces. Quizá es posible que me equivocara en algunas cosas. Quizá hubiera sido mejor hacerlo sin público, no tener tanto tiempo a los familiares ante las cámaras. Pero esto lo pienso ahora. El jueves, cuando acabé el programa, tenía la sensación de haber ayudado a esas familias. Ellos también lo creían así.

P.- La ayuda en el dolor se produce habitualmente en la intimidad.

R.- Yo he respetado el dolor de los familiares. Mi relación con Fernando García, el padre de Miriam, iba más allá de lo estrictamente profesional. Antes de que encontraran a las niñas hablaba con él casi a diario. He sufrido con él. Por eso, cuando me enteré de que habían encontrado los cadáveres de las chicas, lo único que me planteé fue irme los más rápido posible a Alcácer para estar con esas familias. Invité a todo el mundo al programa, pero nunca le dije a Fernando García que estuviera dos horas en directo con nosotros. El quiso estar y él quiso hablar. Y los vecinos también decidieron estar libremente en el plató.

02 Febrero 1998

Nieves Herrero: "Nunca utilicé el morbo"

Entrevista de Miguel A. Royo

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Me parece muy injusto. Todo era espontáneo, no había nada ficticio.  Hice lo que tenía que hacer como periodista, realizar el programa donde estaba la noticia. ¿Quién es el morboso? Los asesinos son los morbosos. En ningún caso utilicé el morbo. Si hubiera querido hubiera podido dar más detalles sobre las niñas. Intenté ser lo más honesta posible. Si algo hice fue que la gente allí congregada no se pasase con detalles morbosos. Hubo cortes de publicidad que fueron horribles, todo el mundo llorando. Quizás visto en casa sea desgarrador, pero había que estar allí.

El miércoles yo tenía el programa preparado con Ortega Cano, el concejal Matanzo, Los Morancos, Jordy, el nuevo prodigio de la música. Cuando me enteré que habían aparecido tres cadáveres y ya pensé que podían ser ellas. Cuando se confirmó acudí a los directivos de la cadena para decirles que no podía hacer el programa que había preparado y que quería hacerlo desde el lugar de la noticia.

Con Fernando García, el padre de Miriam, tenía relación desde la desaparición. Habí estado cuatro o cinco veces en el programa y todas las semanas le llamaba, al margen del trabajo para saber cómo iba la música.

Inmediatamente salió parte del equipo hacia Valencia para ir preparando el programa. Los demás nos quedamos en Madrid para avisar a los invitados previstos al principio y para trabajar el lema. Estuvimos toda la noche sin dormir y como no había avión hasta la tarde, salimos para Valencia.  Me encontré con un local muy grande, al lado del bar, y todo el pueblo estaba allí, no podía decirles que se fueran.

01 Febrero 1993

EL 'SHOW' DE LA MUERTE

Carlos Boyero

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Me falta sentido del humor y astuta sutileza para comentar el alarde pornográfico (porno de los sentimientos, porro abyecto) de Nieves Herrero en su intolerable «mise en scene» del horror de Alcácer. Si lo hiciera, el honor de la atildada y cursi «pititona» que ha descu bierto la vendible fórmula morbo-audiencia no tendría más remedio que querellarse en un Tribunal contra este alucinado y asqueado cronista.

Me falta sentido del humor y astuta sutileza para comentar el alarde pornográfico (porno de los sentimientos, porro abyecto) de Nieves Herrero en su intolerable «mise en scene» del horror de Alcácer. Si lo hiciera, el honor de la atildada y cursi «pititona» que ha descu bierto la vendible fórmula morbo-audiencia no tendría más remedio que querellarse en un Tribunal contra este alucinado y asqueado cronista. De cualquier forma, prometo no olvidarme jamás de sus dotes de plañidera y de su veneración por el juez Lynch, de la briosa entrada en plano de la excelente actriz secundaria Olga Viza anunciando la captura del diablo (con Nieves Herrero no existe posibilidad de decepción, con la sonriente y modélica comunicadora Olguita, sí), del nerviosismo del estratega Campo Vidal cuando percibe que su mimada kamikaze se está pasando un pelín en su reivindicación fuenteovejunera y corta su siniestro momento estelar en el informativo de las 20.30 h. Mi enhorabuena a ANTENA 3 TV por su privilegiado olfato para captar, indignar y emocionar a la solidaria España. ¿Cuántos kilos pillaron esa noche en «spots» publicitarios, en cuántos puntos aumentó su anterior índice de audiencia? Todavía resuena en mis castigados oídos el tarareo de la deliciosa melodia «de tú a… tú, de tú a … tú» mientras que la Fallacci del pueblo llano le pregunta a una gente rota por el dolor, a una desesperación cercana al autismo: «¿qué se siente al perder a un hijo?». Faltaron a la repugnante cita audiovisual los padres de una de las víctimas. Lo que debería ser lógico adquiere carácter de excepcionalidad. ¿Cómo pudieron liar a las familias y a los amigos de las muertas para que colaboraran en el macabro y despiadado circo de Nieves Herrero? El narrador de El corazón de las tinieblas asegura que las últimas palabras de Kurtz fueron: «Horror, horror». Era suficiente. Nada más gráfico que ese conceptual lamento. El cultivado y exquisito Duque consorte de Alba, autor de la impagable revelación: «Los Alba siempre hemos padecido jaquecas», le desvela a la tímida Lola Flores y a los atónitos espectadores la armonía sexual que se establece entre él y su esposa: «En el poro y en la temperatura se nota que nos llevamos muy bien sexualmente». También nos informa del sentido práctico y comercial de la ilustre dama al ocuparse del estado de sus rentas, alquileres y del precio de las naranjas, aunque «lo que a ella en realidad le interesa es el arte». Qué terribles y heroicas las servidumbres terrenales de espíritus tan nobles y líricos. Tela marinera la que presagia la promocionada serie Para Elisa. El primer capítulo era patético pero comprendo la ira del sublime autor ante la mutilación que ha realizado TVE de su obra magna, con esos diálogos tan profundos, con esos publicitarios tan reales y complejos. Seguiremos informando de su apasionante zoo de cristal.

Carlos Boyero

01 Febrero 1993

NIEVES Y EL TELEMORBO

María Penedo

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Con los cadáveres de las tres adolescentes de Alcácer aún en la mesa del forense, las televisiones, de modo muy especial ANTENA 3 TV organizarón un montaje lacrimógeno en la plaza del Ayuntamiento de Alcácer que conmocionó la conciencia de los espectadores, pero no en el sentido de lágrima fácil que Nieves Herrero perseguía, sino por el bochorno y vergüenza ajena que el show provocó.

Será difícil encontrar en la memoria colectiva de este país una jornada tan denigrante para la televisión como la del pasado jueves. Con los cadáveres de las tres adolescentes de Alcácer aún en la mesa del forense, las televisiones, de modo muy especial ANTENA 3 TV organizarón un montaje lacrimógeno en la plaza del Ayuntamiento de Alcácer que conmocionó la conciencia de los espectadores, pero no en el sentido de lágrima fácil que Nieves Herrero perseguía, sino por el bochorno y vergüenza ajena que el show provocó.

El frustrado embrión de estrella – que en los momentos de máxima inspiración deja pequeña a la mismísima Encarna Sánchez – obvió desde el principio cualquier debate en torno a por qué suceden estas cosas, cuáles deben ser las vías de prevención o la necesidad de una reforma del Código Penal en los delitos contra la libertad sexual (indispensables en un programa que quiera abordar en profundidad tan trágico suceso).

Por el contrario, Herrero eligió el camino más fácil, tenebroso y peligroso. Se dotó de un semblante duro, oportunamente apenado, y comenzó la representación. La consigna estaba clara: se trataba de regodease en los detalles más escabrosos del suceso de Alcácer, con un minucioso retrato de los familiares y amigos de las víctimas que, empujados por la pertinaz insistencia de tan excelsa periodista, desnudaron sus sentimientos más íntimos y mostraron sus mejores llantos ante las cámaras. No faltaron las peticiones de venganza y pena de muerte para los asesinos e, incluso, el testimonio del empleado de la funeraria que sacó los cadáveres del lodo de la presa del Tous ‘muy impresionado’ decía. En definitiva, todo un espectáculo televisivo que cumplió a la perfección sus objetivos: contribuir decisivamente a propalar la psicosis que invade los hogares donde habitan adolescentes (un tema que, como se ha visto, da mucho juego en televisión) y acumular audiencias millonarias a cualquier precio.

Precisamente, el elevado número de espectadores que a buen seguro siguieron tan escabrosa puesta en escena servirá a los altos jerarcas de las televisiones para justificar lo injustificable: la superación de los límites que la ética televisiva impone respecto a la comercialización de los sentimientos y la dignidad de las personas.

Ya ayer se alzaron las primeras voces en la radio (bien es cierto que apagadas por las protestas de la mayoría) recordando el denostado principio de ‘dar lo que la gente pide’ para justificar el comportamiento de la renombrada periodista. Todo vale si tiene audiencia, dicen los hipócritas defensores del modus operandi de Herrero.

Un fenómeno importado

Si tendencia tan norteamericana triunfa en España, el show no ha hecho más que empezar: ayer hemos visto provocar la lágrima de un pueblo enrabietado, hoy veremos un asesinato en directo (o recreado, si las cámaras no llegaron a tiempo) y mañana, la ejecución de los asesinos-actores. Todo muy ejemplificador y, sobre todo, con récords de audiencia asegurados.

El pasado jueves asistimos a la más excelsa representación de lo que se nos viene encima si el ‘telemorbo’ instala sus reales en España. Estamos ante un nuevo fenómeno televisivo que no ha hecho más que empezar y que a buen seguro nos hará sentir nostalgiade los tiempos de la ‘teleteta’, tan denostados pero tan inocuos si lo comparamos con los efectos demoledores de lo que se avecina.

En el decálogo del telemorbo ocupa lugar preferente la lágrima del entrevistado y la congoja por lo relatado; el dinero juega también un papel importante para hacerse con la versión más escabrosa de lo sucedido, aunque ello lleve a los padres de las víctimas a hacer de bolos en las distintas cadenas; la entrevistadora tiene que identificarse plenamente con la tragedia de turno; las imágenes deben obligar a torcer la mirada por su dureza; y, ante todo es preciso que haya una reiterada descripción de lo sucedido, con profusión de detalles, sin indagar en las causas y consecuencias. El éxito estará entonces asegurado, aunque en su defecto hay que señalar una cierta angustia vital y los elevados índices de saturación que provoca.

Tras la exhibición del jueves negro, en los próximos meses asistiremos a una lucha descarnada entre la teleteta, territorio donde se mueve con soltura TELECINCO y el telemorbo, en el que mantiene posiciones adelantadas ANTENA 3 TV. Quién se imponga a quién dependerá sólo de lo que dicte Ecotel, cuyos datos de audiencia gobiernan las cadenas. Todo apunta, sin embargo a que tras dos años de profusión de culos y tetas se imponga ahora a la lágrima y la tragedia.

De nada servirán protestas de asociaciones, periodistas, políticos y público en general si la inmensa mayoría no se rebela contra la nueva agresión procedente de las 625 líneas, si no asume que el derecho a la intimidad está consagrado en la Constitución, que no se puede comerciar con la desgracia y que el del jueves debe ser el último caso de pornografía sentimental que brinda la televisión.

María Penedo

31 Enero 1993

Inhumano, demasiado inhumano

José Javier Esparza

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Uno de los lugares comunes cuando se critica a los periodistas es el reproche de sensacionalismo. Se diría que los periodistas son una extraña e innoble casta de gentes perversas, frías, sin sentimientos: unos mercaderes de estímulos primitivos obsesionados por vender más periódicos o por obtener más audiencia a costa de lo que sea, aunque sea a costa de la difamación, a costa del dolor ajeno, a costa de la indignidad. Los periodistas decimos que no, que no es verdad, que no se pueden hacer juicios generalizados a partir de casos particulares, que lo que a nosotros nos interesa es hablar de aquello que preocupa a la gente, y que un garbanzo negro no hace ciento. Y, generalmente, tenemos razón. Pero me pregunto si este espectáculo abominable que nos han dado las televisiones con motivo del asesinato de las niñas de Valencia no viene a confirmar la sospecha de la gente.

Todas las televisiones se han comportado como mercaderes de vísceras de la peor especie. Lo de Nieves Herrero fue el ejemplo más extremo, pero la torpeza a la hora de tratar el dolor ajeno ha sido moneda de uso común. Hablemos con claridad: se ha hecho espectáculo con la tragedia, se ha hecho exhibicionismo  con la desgracia, se ha hecho  sensacionalismo con la desdicha. ¿Por qué? Porque lo que todos estos programas – desde Lobatón hasta Nieves Herrero, insisto – han intentado no ha sido hacer información, sino apelar a los sentimientos primarios de la audiencia. ¿Y con qué finalidad? ¿Acaso para mostrar solidaridad con los familiares, con los vecinos, con la opinión pública? No, por cierto. La única finalidad de todos estos programas ha sido obtener más audiencia, es decir, más publicidad, es decir, más dinero, en esta guerra sucia de las cadenas de televisión.

La guerra de la audiencia, que es una guerra fría e inhumana, una guerra de papel (de papel moneda), arrasa cuando toca, también el dolor de la gente, también los cadáveres de tres pobres chiquillas. Aquí el factor humano no existe salvo como instrumento ocasional de ingresos económicos. Esta guerra absurda da asco. Es una guerra inhumana. Demasiado inhumana.

José Javier Esparza

03 Febrero 1993

Permisos y presos

EL PAÍS (Director: Joaquín Estefanía)

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S TAL el horror social que puede generar un suceso como el asesinato de las niñas de Alcàsser que no es extraño que a su rebufo flaqueen las convicciones y se produzcan reacciones sólo explicables en el contexto de la gran emotividad del momento. En esas circunstancias no es fácil contenerlos sentimientos que impulsan a la venganza, o no invocar a la justicia en su más expeditiva e irrevocable dimensión -la pena de muerte- e, incluso, no estar tentados por algo tan injusto como segregar socialmente a quienes están vinculados por algún tipo de relación familiar o vecinal con los presuntos asesinos. Pero lo normal es que este tipo de reacciones, espontáneas e hijas de la rabia e impotencia del momento, desaparezcan al tiempo que el clima emocional que las provoca.Igualmente, sólo en ese contexto son explicables algunas reacciones de responsables públicos que pretenden cumplir su deber de tranquilizar a la sociedad con argumentos capciosos o ajenos a los problemas que plantea la situación. Son, por ejemplo, las que han tenido los ministros de Justicia e Interior ante la circunstancia de que en el asesinato de las niñas de Alcàsser haya participado un recluso huido desde hace casi un año de la cárcel Modelo de Valencia, cuando disfrutaba un permiso penitenciario. La crítica social que este tipo de hechos proyecta inevitable mente sobre el sistema penal y penitenciario no puede ser aquietada con incoherencias legales -sustraer la concesión de los beneficios penitenciarios de la jurisdicción del juez y suspender sus decisiones en caso de recurso del fiscal, como quiere el ministro de Justicia- o echando sobre otros responsabilidades que son propias. Cuando los ministros de Justicia e Interior imputan a los jueces la exclusiva responsabilidad de los fallos del sistema penitenciario olvidan las de sus departamentos respectivos. ¿O es que los equipos de observación y tratamiento de las cárceles aciertan siempre en el diagnóstico previo a la concesión de los permisos y las fuerzas de seguridad actúan en todos los casos con la diligencia debida en la busca y captura del recluso fugado?

El impacto social que ha provocado el triple crimen de Alcàsser ha tenido la virtud de crear, por primera vez, una opinión unánime respecto de la necesidad de abordar algún tipo de reforma de los mecanismos de tratamiento penitenciario. Una reforma que evite los fallos observados a lo largo de los 14 años de vigencia de la Ley General Penitenciaria y que haga compatible el objetivo de reinserción del delincuente con los derechos de la víctima y la seguridad colectiva. La cuestión es cómo y en qué aspectos.

El caso concreto del presunto asesino de las niñas de AIcásser pone de manifiesto la impredecibilidad de determinadas conductas, criminales y, por ello, la dificultad de prevenirlas por los criminólogos, psicólogos, pedagogos, psiquiatras y sociólogos que integran los equipos de observación y tratamiento penitenciarios. El fugado no cumplía condena por delito sexual, pero ello no habría impedido que cometiese el horrendo del que ahora se le acusa. ¿Debe ser éste un antecedente a tener en cuenta en una futura reforma y restringir también la concesión de los permisos y demás beneficios penitenciarios a la generalidad de los reclusos? Este caso ha evidenciado de igual modo un defecto del sistema: la descoordinación de las administraciones. Cuando un recluso no vuelve a la cárcel después de un permiso, lo normal es que campe por sus respetos, salvo que tenga la mala suerte de toparse con la policía o que -es el caso del presunto asesino de las niñas de Alcàsser- vuelva a cometer un crimen que la ponga tras él. Con este agujero policial en el sistema cualquier permiso penitenciario es un riesgo.

En todo caso, y al margen de los fallos de funcionamiento, es evidente que existen delitos de máxima gravedad en los que el fin rehabilitador de la pena no puede anular en modo alguno su función intimidatoria, segregadora y preventiva. Si es difícil predecir cualquier conducta, más lo es cuando se trata de determinadas conductas delictivas -cierto tipo de homicidas, violadores y, en general, delitos que tienen como sujeto pasivo a menores- que, además de objeto de la ley penal, pueden ser en mayor medida un problema de la medicina. No parece que se pueda aplicar sin más a este tipo de delincuentes el sistema general penitenciario, sino otro más especializado, vinculado a la naturaleza del delito. Y, desde luego, el juez de vigilancia penitenciaria, al que corresponde decidir en última instancia, tiene la obligación en estos casos de asesorarse debidamente con los correspondientes informes técnicos. Su decisión, además de acorde con la legalidad, debe serlo también con el diagnóstico científico si se quiere prevenir en lo posible el tremendo riesgo que corre la sociedad cada vez que un peligroso delincuente queda suelto.

13 Febrero 1993

Nieves Herrero: "Mis directivos me felicitaron por el programa, Campo Vidal dijo que nuestro trabajo fue intachable"

Entrevista a SÚPER TELE

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Nieves Herrero: “Lloré de rabia cuando me llamaron morbosa” (13-02-1993)

Nieves Herrero, directora y presentadora del magazine ‘De tú a tú’ de ANTENA 3 está preocupada y resentida por la polémica que ha suscitado el monográfico sobre el crimen de Alcácer, emitido el 28 de enero, y por las críticas destructivas que ha hecho sobre su persona.

Tanto los espectadores como la prensa han acusado a la periodista de actuar utilizando la fórmula morbo-audiencia, y algunos incluso la han llegado a tachar de ‘terrorista de la información’. Además, definieron su programa como ‘circo macabro’ y ‘show de la muerte’.

Ahora lo único que Nieves Herrero desea es que no le cuelguen el sambenito de morbosa.

Súper Tele – ¿Está satisfecha con el programa de Alcácer?

Nieves Herrero – Tengo la conciencia tranquila porque hice todo lo que pude y más. Creo que me he portado como una profesional y no herí la sensibilidad de nadie. Al contrario, me lo agradecieron.

Súper Tele – ¿Qué opina de la reacción de los medios de comunicación?

Nieves Herrero – He llorado de rabia porque me preocupan las barbaridades que han dicho de mí, como si yo fuera un monstruo. Lo único que he hecho ha sido dar la cara e informar. Hago un periodismo de tipo humano.

Súper Tele – Se hablo de una lucha descarnada entre Paco Lobatón y usted.

Nieves Herrero – Paco es una excelente persona y un gran profesional. No entiendo que se hable de lucha cuando cada uno intentó hacer bien su trabajo. Y yo lo hice dignamente.

Súper Tele – ¿Le costó mucho esfuerzo hacer ese monográfico?

Nieves Herrero – Tenía mi programa montado el 27 de enero y, ese mismo día, Manuel Campo Vidal confirmó el hallazgo de los tres cadáveres. Llamé a mi equipo y envié una persona a Alcácer. Al día siguiente, sin dormir, viajé con mi gente a Valencia y fui a buscar a Fernando García, el padre de Míriam.

Súper Tele – ¿Por qué en el aeropuerto los guardias sólo le dejaron pasar a usted y no a los otros periodistas?

Nieves Herrero – Desde que desaparecieron las niñas, yo había hablado con Fernando casi a diario y mantenía una relación muy especial con su familia, porque a veces los periodistas tenemos corazón. Antes de ir a Valencia le llamé a Londres y me dijo que nadie podía ir a buscarle al aeropuerto. Por eso fuimos Patricia Murray, la periodistas inglesa, y yo.

Súper Tele – Se comentó que había dinero de por medio.

Nieves Herrero – Yo nunca he ido con el dinero por delante. Pero lo peor es lo que han sufrido las familias de las niñas al decir que comerciamos con ellas.

Súper Tele – ¿No le daba pena hacer ese tipo de preguntas a los familiares y amigos de las víctimas?

Nieves Herrero – A mí me daba pena todo. Si lo llego a saber no hubiese hecho ese ‘De Tú a Tú’.

Súper Tele – ¿Por qué citó a todo Alcácer en el teatro?

Nieves Herrero – Estuve buscando a los colmeneros. Al llegar al teatro estaba todo el pueblo congregado y no podía echarlos. Paco Lobatón había hecho su programa allí había hecho su programa allí hacía más de un mes y no tuvo al pueblo con él. Es algo que nunca entenderé.

Súper Tele – ¿Cree que practicó el telemorbo como dicen?

Nieves Herrero – Todos lloramos desconsoladamente y no estábamos fingiendo. Yo puse un espejo a la realidad y no inventé nada. Podía haber hecho telemorbo si hubiera querido, pero me limité a compartir el dolor.

Súper Tele – ¿Teme que a partir de ahora la califiquen de morbosa?

Nieves Herrero – Espero y deseo que todo se olvide y que no me cuelguen el sambenito.

Súper Tele – ¿Qué les diría a los periodistas que la han criticado públicamente?

Nieves Herrero – Que midan sus conciencias y que piensen qué hubieran hecho en mi caso.

Súper Tele – ¿Le ha felicitado alguien?

Nieves Herrero – Sí, mis directivos y compañeros.

Súper Tele – ¿Qué le dijo a Manuel Campo Vidal?

Nieves Herrero – Animó a todo el equipo y aseguró que había sido un trabajo intachable profesionalmente.

Súper Tele – ¿Qué pediría para los asesinos de las tres jóvenes?

Nieves Herrero – Soy enemiga de la pena de muerte y nunca aplicaría la Ley del Talión. Creo en la justicia y pienso que el peor castigo es que una persona viva con la conciencia sucia.

Olga García Gonzalo

16 Noviembre 2001

Nieves Herrero: "Yo no quería estar en ese programa en directo, fueron los peores momentos de mi vida"

Encuentro digital en EL MUNDO

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¿Le perjudicó en su carrera aquel famoso programa sobre el crimen de Alcasser? Gracias y un saludo

Me perjudicó más a nivel personal que profesional. Yo seguí trabajando ininterrumpidamente en mi carrera pero en el fondo de mi corazón había una herida que todavía no ha cicatrizado del todo. Creo que las personas que tomaron la decisión de enviarme a hacer el programa allí, después me dejaron sola ante las críticas y nadie fue capaz de decir la verdad. Esa verdad que vivieron cien personas entre técnicos y periodistas allí trasladados. A los diez minutos de empezar pedí al control central de Madrid que recogiera la señal y que emitieran un programa de esos enlatados que hay en todas las televisiones. Yo no quería seguir pero alguien, y todavía no se quien fue, tomó la decisión de que yo siguiera en antena. Fueron los peores momentos vividos en mi profesión. Estaba en directo cuando no quería estar.

El Análisis

¿EL DÍA QUE NACIÓ LA TELEBASURA? ¡EL DÍA QUE NACIÓ LA HIPOCRESÍA!

JF Lamata

Existe el dicho de que con el especial de Dña. Nieves Herrero sobre Alcasser ‘nació la ‘telebasura’ y que aquel programa fue el prototipo del morbo. Le podría dar la razón si en el programa hubieran enseñado fotos de los cadáveres, o cosas así (eso lo haría otro programa años después, dicho sea de paso).

No, lo que sí hizo el programa de Alcasser en sacar a los familiares llorando, en especial los padres de Miriam y a ciudadanos indignados, pidiendo justicia, gritando a al cielo contra los asesinos y cosas semejantes. Y, sinceramente, he visto eso tantas veces en televisión… cada vez que había un accidente de avión, cada vez que había un atentado terrorista.

Pero pongamos datos y ejemplos. ¿Cómo se comportaron los medios con el accidente del monte Oiz? ¿Con el accidente de Spanair? ¿Cómo se comportó TVE con el atentado del Puente de Vallecas en 1995? (No se me borra la imagen del hombre que clama al aire aquel célebre ‘¡Son unos hijos de puta!’ con el rostro desencajado). ¿Y el asesinato de D. Miguel Ángel Blanco de Ermua? ¿Cuántas lágrimas de familiares vimos antes las cámaras de todos los canales de televisión aquel día y en otras cuantas ocasiones?

Pero ante esos casos la prensa no dijo nada, ni lanzó acusaciones de morbo contra todos esos sucesos, ni tampoco cuando los propios periódicos han publicado, sin tapujos fotos de cadáveres mutilados (también hay un porrón de casos, empezando por el atentado a Dña Irene Villa o el del concejal D. Manuel Zamarreño). Ahí no hubo acusaciones de prensa-morbo, la mala era, únicamente, Dña. Nieves Herrero en la tele. Pues vale. ¡Hipócritas!

J. F. Lamata