13 octubre 2017

Pifia de EL CONFIDENCIAL, EL MUNDO y EXPANSIÓN por dar por hecho en sus medios que el nombramiento ya era un hecho

Fracasa el intento de nombrar a Javier Monzón como presidente de PRISA en la Comisión de Nombramientos del 13 de octubre de 2017

Hechos

El 10.10.2017 el digital EL CONFIDENCIAL en un artículo firmado por su director, anunció el relevo en la presidencia del Grupo PRISA.

Lecturas

En el verano de 2017, PRISA puso en marcha el proceso de sucesión en la presidencia que, aunque Juan Luis Cebrián solo era presidente desde 2012. Es cierto que antes había sido el principal ejecutivo de la compañía, concretamente desde 1988 (en el período 1988-2007 en tándem con Jesús Polanco Gutiérrez y en los diez años siguientes en solitario). El 13 octubre de 2018, se celebró la reunión del Comité de Nombramientos del Grupo PRISA en el que se debía designar la propuesta de nuevo presidente. Puesto para el que se sondeaban nombres como Javier Monzón de Cáceres o Jaime Carvajal Hoyos (llegó a publicarse en Vanity Fair una entrevista en la que el propio Cebrián apuntaba a que había acuerdo para traspasar el cargo a Carvajal). Coincidiendo con la celebración de ese Comité de Nombramientos del 13 de octubre los periódicos de Unidad Editorial Expansión y El Mundo publicaron como hecho la elección de Javier Monzón en aquella sesión con títulos como “Prisa ultima la sustitución de Cebrián por Javier Monzón”2826 y “Cebrián y González respaldan a Monzón”2827, pero los hechos de aquel Consejo desmintieron a Expansión y El Mundo, ya que no hubo acuerdo por la negativa de los consejeros independientes a aceptar la propuesta de relevo realizada por Cebrián, que incluía entre otros puntos, que mantuviera funciones ejecutivas en El País; Manteniendo, por tanto, la Presidencia de Diario El País S.L. que ocupaba desde abril de 2011 y dejando la de PRISA como una presidencia no ejecutiva, frente a la visión de los consejeros. Gregorio Marañón proponía que Javier Carvajal Hoyos fuera presidente no ejecutivo, que las funciones ejecutivas se concentraran en Manuel Mirat como CEO y que Juan Luis Cebrián se mantuviera como presidente del Consejo Editorial y de una fundación creada para velar por la independencia del periódico; pero Cebrián Echarri declinó la propuesta insistiendo en retener la Presidencia de El País, para que fuera desde allí donde velara por esa independencia.

Los consejeros independientes impusieron que la discusión se trasladara a la Junta General de Accionistas convocada para el 15 de noviembre de 2017, en lugar de presentar en la Junta un plan de sucesión ya cerrado, como era deseo del presidente saliente, en el que ya figurara que mantendría funciones ejecutivas.

MONZÓN Y CARVAJAL, DOS CANDIDATURAS ‘CONGELADAS’

El 13 de octubre de 2017 estaba convocada la Comisión de Nombramientos del Grupo PRISA para hacer una propuesta ante el plan de sucesión de D. Juan Luis Cebrián como presidente ejecutivo de la compañía. Diversos medios informaron de que a D. Javier Monzón, ex presidente de Indra, se le había ofrecido la presidencia del Grupo PRISA, pero que este la rechazó en el último momento. Otros medios señalaban como candidato a D. Jaime Carvajal.

La reunión de la Comisión de Nombramientos del Grupo PRISA en la que debía aprobarse el nombre del sucesor de D. Juan Luis Cebrián Echarri de la presidencia queda anulado por el rechazo de los consejeros independientes a aceptar un modelo de plan según el cuál D. Juan Luis Cebrián Echarri mantendría la presidencia del diario El País con funciones ejecutivas para garantizar la independencia editorial quedando la presidencia de PRISA sin funciones ejecutivas ya fuera D. Javier Carvajal o D. Javier Monzón de Cáceres. Los consejeros independientes piden que la decisión sobre el modelo de sucesión se traslade a la Junta de Accionistas convocada en noviembre en vez de presentarse allí ya con un plan de sucesión acordado como pretendía Cebrián Echarri.

El principal diario de PRISA, el periódico EL PAÍS, se limitó a informar de que D. Juan Luis Cebrián había puesto en marcha un plan de sucesión pero que de momento no había ningún candidato para sucederle al frente de la empresa de comunicación.

10 Octubre 2017

Javier Monzón sustituirá a Juan Luis Cebrián como presidente de PRISA

Nacho Cardero

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El conocido periodista, máximo emblema del grupo de medios junto a la familia Polanco, abandonará sus funciones ejecutivas quedándose con la presidencia honorífica de EL PAÍS

El consejo de administración de Prisa que se reúne este viernes activará, salvo sorpresa de última hora, el plan de sucesión al frente de Prisa, nombrando como nuevo presidente a Javier Monzón en sustitución de Juan Luis Cebrián. El conocido periodista, máximo emblema del grupo de medios junto a la familia Polanco, abandonará sus funciones ejecutivas quedándose con la presidencia honorífica de El País, diario del que fue fundador y director durante más de una década (1976-1988).
Monzón, expresidente de Indra y consejero de Santander, entre otras compañías, habría sido promovido por los accionistas del grupo de entre una terna de candidatos. Su nombramiento contaría con el visto bueno de Telefónica (13%), Santander (4%), Caixa (3,83%) y HSBC (9%), que luego de un tiempo puestos de perfil, se habrían decidido finalmente por dar un paso al frente, cambiar la gestión de la compañía y salvar financieramente al grupo de comunicación. Es la segunda vez en la historia de Prisa que los gigantes del Ibex salen en su rescate. El fondo Amber (19%) está al corriente de la operación y también habría dado su aprobación.

El cambio en la presidencia ejecutiva del grupo se presentaba como condición sine qua non para que los accionistas, con pérdidas millonarias desde la entrada en el capital, aceptaran participar en el proceso de reestructuración financiera del grupo editor de El País. En el último año, Cebrián había perdido la confianza de los principales socios y de buena parte del Consejo, incluida la familia Polanco y el mexicano Alcántara, dos de sus aliados más estrechos.

Prisa ampliará capital

Dentro de este plan de reestructuración y en paralelo a la sustitución del conocido periodista, el Consejo de Prisa aprobará también una ampliación de capital por más de 400 millones de euros. Este aumento de fondos propios, más la venta de la filial portuguesa Media Capital, se consideran medidas suficientes para solventar los problemas de deuda del grupo.

Actualmente, la capitalización bursátil de Prisa ronda los 280 millones de euros, de forma que la ampliación sería del 150% de las acciones actualmente en circulación. Pese a las reticencias iniciales y tras mucho caer en bolsa, está previsto que los principales accionistas acudan a la ampliación, de forma que no se produzca una concentración de capital sino que se reparta en una proporción similar a la actual. Además de Amber y el fondo de Qatar (10%), también los bancos y la operadora española acudirán a la misma. Se espera lo mismo de los Polanco.

Esta llamada a participar en la ‘operación de salvamento’ del Grupo Prisa -después de que la mayoría de los accionistas hubieran mostrado su rechazo a participar de la misma- se interpreta en el mercado, en estos momentos, como una ‘operación de país’ para sacar a flote al buque insignia de los medios de comunicación en un momento político crítico por mor de la crisis catalana, así como para mantener la españolidad de Santillana, editorial líder en libros de texto y material didáctica en España y Latinoamérica.

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El nuevo plan financiero impulsado por los accionistas y que Monzón debería implementar desde la presidencia ejecutiva, no incluye la venta de Santillana, tal y como sí pretendía en un principio Juan Luis Cebrián. El último intento por hacer caja con la filial de libros devino en fracaso después de que Rhône Capital, el fondo estadounidense con el que el grupo de comunicación negociaba la desinversión, presentara una oferta que no llegaba siquiera a los 1.200 millones. El apoyo institucional recibido ahora con el cambio de presidencia evita desprenderse de un activo que genera el 70% del beneficio del Grupo Prisa.

Tanto el nombramiento de Javier Monzón en sustitución de Juan Luis Cebrián al frente del Grupo Prisa como la ampliación de capital serán aprobados en el consejo de administración de este viernes y posteriormente ratificados en Junta General Extraordinaria.

El grupo editor de El País había acordado la convocatoria de dicha junta para el próximo 30 de octubre, pero la inclusión de estos dos nuevos puntos obligará a retrasarla al mes de noviembre. También se votarán el nombramiento como consejero de Manuel Mirat, consejero delegado del grupo, y la venta de Media Capital a Altive, operación que todavía está pendiente del visto bueno de los reguladores portugueses.

De Cebrián a Monzón

Juan Luis Cebrián (1944), periodista y miembro de la Real Academia de la Lengua, fue el elegido por el editor Jesús Polanco para que dirigiera El País desde la fundación de este diario en 1976 hasta 1988. Ese año pasó a ser consejero delegado de Prisa para ya en el año 2012, y tras el fallecimiento de Polanco, alcanzar la presidencia ejecutiva del grupo. Las luces de su trayectoria profesional han sido opacadas en los últimos años por la crisis económica, el elevado endeudamiento de la compañía tras la compra de Sogecable y el desplome de la acción.

Por su lado, Javier Monzón ha sido presidente de la tecnológica Indra durante más de dos décadas, desde 1992, fecha de su fundación, hasta enero de 2015. Ese ejercicio tuvo que abandonar la compañía a instancias de la pública Sepi, accionista de referencia de Indra con un 18,75% del capital. Luego encontró acomodo en Banco Santander, primero como consejero de la filial española y luego en Openbank, donde iba a ser nombrado presidente en próximas fechas. Monzón es una persona que cuenta con la confianza de José María Álvarez-Pallete y Ana Botín, presidentes de Telefónica y Santander, respectivamente. También está entre el círculo de amistades más estrecho de Don Juan Carlos, el rey emérito.

11 Octubre 2017

CARRERA LARGA, BRILLANTE Y POLÉMICA

Víctor de la Serna Arenillas

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Cuando un chaval de 20 años empezó a escribir a principios de 1968 una modesta columna deportiva en el vespertino madrileño INFORMACIONES, se puso a las órdenes de un todopoderoso redactor jefe –en aquellos tiempos los cargos eran pocos en los periódicos: un director, un subdirector, un redactor jefe– que apenas le superaba en edad: Juan Luis Cebrián, que acababa de cumplir los 23. Era ya, sin embargo, todo un veterano porque llevaba un lustro con ese título, primero en PUEBLO, el diario de los sindicatos verticales dirigido por Emilio Romero, y luego en Informaciones, donde le llevó su nuevo director, Jesús de la Serna. Así que, de confirmarse este viernes el relevo de Cebrián a la cabeza del grupo PRISA, se habrá cerrado una carrera de 54 años en la prensa española, desde la época del desarrollismo franquista, y siempre con altos cargos directivos desde el día mismo en que obtuvo su título en la Escuela Oficial de Periodismo.

Desde 1968 –yo fui aquel chaval de 20 años– hasta 1988 trabajé con frecuencia a las órdenes de Cebrián: en Informaciones, en la sección española del Instituto Internacional de Prensa, muy activa en la Transición y también en la pugna contra el amenazante y liberticida nuevo orden mundial de la información que llegó a impulsar la Unesco, y finalmente en EL PAÍS. Justamente en 1988 dejó Cebrián la dirección del principal periódico español y pasó a sus altos órganos gerenciales, como consejero delegado y luego presidente: su recorrido puramente periodístico sólo duró un cuarto de siglo.

Brillante alumno del Colegio del Pilar madrileño y de la EOP, hijo de uno de los máximos responsables de la Prensa del Movimiento, Vicente Cebrián, y protegido de Romero, que lo nombró redactor jefe a los 19 años, Juan Luis lo tuvo todo a favor, talento propio y apoyo externo, para esa carrera fulgurante. Pero pronto demostró que no lo debía todo al enchufe y brilló como editorialista, como cronista político y parlamentario, y como líder de la pequeña pero dinámica Redacción de Informaciones. Un tanto lejano y sardónico, más aficionado a aislarse en su despacho que a confraternizar con sus redactores, se relacionó siempre bien con los poderes que controlaban los medios para los que trabajó.

Su breve paso por la cabeza de los servicios informativos de TVE en 1974, cuando el Régimen jugueteó con una aparente liberalización, ha alimentado las críticas a Cebrián por franquista. En realidad, ya entonces se le sabía bastante más a la izquierda que su padre o que Romero, en Informaciones propulsó una línea liberal con ribetes izquierdistas, y lo confirmó con lo que hizo tras fundar, junto a Jesús de Polanco, El País, dándole justo el tono moderno y progresista adecuado a aquella Transición. Fue un éxito editorial y de imagen formidable. Eso sí, entre su amistad con Felipe González y el trance del 23-F, el periódico quedó inextricablemente confundido con los designios y las estrategias del PSOE. O viceversa, como a veces se sospechaba.

Incluso la Academia lo acogió y protegido por el poder se expandió por el mundo y por la televisión a través de PRISA… hasta que la crisis del modelo mismo de la comunicación golpeó a ese grupo como a todos. Posiblemente más que a muchos, porque su ambición fue más devoradora y con demasiada pólvora del rey. Pero, finalmente, quien mejor parado sale de todo ello es él.