5 noviembre 2008

La operadora de televisión por cable, que ha afrontado un ERE, busca recuperar la rentabilidad

Cambio en ONO: Los Fondos de Inversión echan a Eugenio Galdón de la presidencia del grupo y lo reemplazan por José María Castellano

Hechos

El 5.11.2008 se hizo público el relevo de D. Eugenio Galdón como presidente de ONO siendo reemplazado por D. José María Castellano.

Lecturas

Los fondos de inversión que controlan la mayoría de capital de ONO acuerdan relevar a D. Eugenio Galdón Brugarolas, fundador de la compañía de televisión por cable en el Consejo de Administración celebrado el 4 de noviembre de 2008.

 D. José María Castellano, ex consejero delegado de Inditex, es la persona elegida por los accionistas mayoritarios de ONO, operador de televisión por cable en España, por intentar recuperar la rentabilidad.

La ONO del Sr. Galdón logró un gran éxito en su día al absorber a su rival, AUNA CABLE, pero aquella operación ha supuesto un endeudamiento con el que no han podido responder.

Para el diario EXPANSIÓN la cáida del Sr. Galdón es la consecuencia de contar con inversores no estables en el accionariado en épocas de restricción de liquidez como la actual.

20 Marzo 2014

Castellano cumple su misión

John Müller

Leer

La adquisición de Ono por Vodafone agranda la leyenda, el prestigio y la fortuna de José María Castellano (La Coruña, 1947), quizá uno de los mejores gestores españoles de todos los tiempos. Castellano sustituyó en 2008 a Eugenio Galdón al frente de Ono con el objetivo de pacificar el accionariado y darle satisfacción a los fondos que querían materializar la rentabilidad que esperaban por su inversión. En el trading bursátil se suele decir que «un inversor a largo es un inversor a corto que se ha equivocado» y esa era la sensación de algunos accionistas de la compañía de cable cuando apoyaron el relevo de Galdón inmediatamente después del hundimiento de Lehman Brothers.

En 2011 se fijó, además, un incentivo muy fuerte para que se produjera un «evento de liquidez», es decir, la venta o salida a Bolsa de Ono. En mayo de ese año, los fondos propietarios acordaron que Castellano y Rosalía Portela, la consejera delegada, junto a otras personas de su equipo recibirían un suculento bono consistente en un 3% del capital de grupo (unos 200 millones de euros) si conseguían vender la compañía antes de 2017.

Castellano empleó la posibilidad de sacar la compañía a Bolsa para hacer palanca en la negociación con Vodafone, conocedor de que la operadora de cable se había vuelto estratégica para la empresa que preside Francisco Román. Finalmente la operación se cerró por un importe de 7.200 millones. Vodafone afirma que se producirán sinergias por valor de 3.000 millones. Los analistas creen que es una cifra excesiva. Sin embargo, nadie niega el carácter estratégico de la jugada que sitúa a Vodafone como la única operadora capaz de amenazar el liderazgo de Telefónica.

El brillo de la operación quizá puede opacar el duro y silencioso trabajo desarrollado estos años por Caste, que es como apodan sus conocidos a Castellano, y su equipo. Cuando cogió Ono la propiedad estaba dividida y colérica, y los trabajadores, desmotivados. Caste recorrió uno a uno todos los centros de trabajo para mantener reuniones con grupos de 10 o 15 trabajadores. Creó una intranet donde se recibían recomendaciones y consejos que si se quería podían ser anónimos. Estos pequeños detalles ilustran hasta qué punto se arremangó para hacer su tarea. Al final, Ono encajó como un guante en la mano de Vodafone.

La venta de Ono compensa a Castellano el confuso sabor de boca con que se zanjó su salida de Novagalicia tras la venta a un banquero venezolano. Muy apreciado por sus alumnos, su faceta como gestor es admirada en las escuelas de negocios donde el caso Zara, que no es una firma de modas sino una empresa logística asociada a una inmobiliaria propiedad personal de Amancio Ortega, aún es considerado como su mayor logro.