21 julio 2018

Coloca como presidente a David Bonvehí y dejará fuera de las listas en futuras elecciones a los parlamentarios Campuzano, Bel y Xucla, partidarios de un diálogo con el PSOE.

Puigdemont Casamajó toma el control de la dirección del PDeCAT desde Bélgica al forzar la dimisión de Marta Pascal Capdevila como coordinadora

Hechos

El 21.07.2018 Dña. Marta Pascal comunicó su dimisión como coordinadora del PDeCAT justificando que había constatado que no tenía la confianza de D. Carles Puigdemont.

Lecturas

El PDeCAT, la nueva denominación de CDC después de su refundación de julio de 2016, estaba dirigida con D. Artur Mas como presidente y Dña. Marta Pascal como coordinadora, no está logrando tomar el mando efectivo del espacio independentista catalán, que sigue liderado por D. Carles Puigdemont, fugado de España desde el 30 de octubre de 2017.

El debate interno en el partido independentista PDeCAT (la antigua Convergencia) sobre si deben tratar de llegar a acuerdos con el Gobierno de D. Pedro Sánchez Pérez-Castejón o deben mantener una postura radical unilateral frente a cualquier gobierno español como defiende el prófugo D. Carles Puigdemont Casamajó desde su residencia en Bélgica se dalda con una victoria de este último.

En el congreso del PDeCAT del 21 de julio de 2018 Dña. Marta Pascal Capdevila se ve forzada a anunciar su dimisión como coordinadora del PDeCAT en rueda de prensa denunciando que ‘no cuenta con la confianza’ de D. Carles Puigdemont, que llegó a amenazar con abandonar el partido si esta seguía al frente.

La Sra. Pascal Capdevila, persona de confianza de D. Artur Mas Gavarró, estaba al frente del partido desde que adoptó el nombre de PDeCAT sustituyendo su antigua denominación de ‘Convergencia Democrática de Catalunya’.

En la votación para la elección de presidente se obtiene el siguiente resultado:

  • David Bonvehí Torra – 65,27% de los votos.
  • David Torrents – 28,90% de los votos.
  • Blancos – 5,65% de los votos.
  • Nulos – 0,18% de los votos.

D. David Bonvehí Torra, será el nuevo Presidente del PDeCAT (cargo que estaba bacante desde la dimisión de D. Artur Mas Gavarro en enero) con la misión de intentar mantener para el partido la mayor autonomía posible frente al Sr. Puigdemont, que ha colocado a una ficha de confinaza, Dña. Miriam Nogueras Camero, como vicepresidente y mantiene su disposición a crear su propio partido usando la marca Crida o la marca Junts si el PDeCAT no mantiene la línea que él marque.

MIRIAM NOGUERAS CAMERO, VICEPRESIDENTA DEL PDeCAT.

Dña. Miriam Nogueras será la nueva Vicepresidenta del PDeCAT, fiel a D. Carles Puigdemont, asumiendo así las funciones que hasta ahora tenía Dña. Marta Pascal como coordinadora. Mientras que D. David Bonvehí, será el Presidente (Cargo que estaba bacante desde la dimisión de D. Artur Mas en enero). En el momento de producirse la ruptura final del Sr. Puigdemont con el PDeCAT, la Sra. Nogueras se irá con el Sr. Puigdemont.

¿QUIÉN TIENE EL PODER DE LAS LISTAS?

El auténtico poder de un espacio político se traduce en quién tiene el poder de configurar las listas de Junts, la marca electoral que usa la antigua convergencia, primero como coalición del PDeCAT con ERC y, luego, marca limitada al PDeCAT  y su órbita.

En las elecciones generales de 2019 D. Carlos Puigdemont impondrá un veto a que en esas listas figuren Dña. Marta Pascal, D. Carles Campuzano y D. Jordi Xuclá. La dirección del PDeCAT deberá transigir evidenciando quién lidera este espacio político.

 

23 Julio 2018

La radicalidad se impone

Jordi Juan

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Carles Puigdemont ha vuelto a ganar. Los asistentes a la primera asamblea del PDECat han certificado su disolución a manos de la neonata Crida Nacional per la República y para que este tránsito se haga sin problemas el expresident ha impuesto la salida de la coordinadora general Marta Pascal, que ya no estará en los órganos de dirección. Puigdemont no ha perdonado a Pascal el apoyo de los diputados del PDECat a la moción de censura que derrotó a Mariano Rajoy en contra de su voluntad. En la estrategia de confrontación con el Estado, a Puigdemont le convenía más el inmovilismo y la dureza del PP que las nuevas formas favorables al diálogo que ofrece el PSOE. Seguramente el PP y Ciudadanos seguirán alimentado al independentismo con discursos muy radicalizados, pero no es lo mismo hacerlo desde la oposición que desde el Gobierno. Puigdemont tiene ahora vía libre para construir su futura formación sin que le perturbe el ruido que se pueda hacer desde el partido heredero de CDC. La operación Montecristo de recuperar al expresident va a toda vela. El único escollo que le queda por superar, que no es poco, es el de ERC, que no acepta el abrazo del oso amigo para integrarse en la Crida y mantiene una política mucho más pragmática para intentar ocupar el espacio central de catalanismo moderado que antes llenaba CDC. Pero mientras haya dirigentes soberanistas presos u obligados a vivir en el extranjero para no ser encarcelados, el mensaje radical de Puigdemont se puede abrir camino con más facilidad que los discursos posibilistas de los republicanos o los moderados del PDECat. No son tiempos para la lírica. La caída de Pascal es una prueba de ello y también una mala noticia para los defensores del diálogo con Madrid. La radicalidad se impone.

Puigdemont se ha beneficiado además de la errática actuación de la justicia española que le ha brindado la posibilidad de publicitar mejor su discurso rupturista en la opinión pública internacional y ganar adeptos a su causa en Catalunya, aunque ciertamente las encuestas no parecen decir lo mismo. La asamblea del PDECat era una prueba del algodón para comprobar hasta qué punto Puigdemont dominaba la situación. Bastó solamente su amenaza de que él y otros 500 cuadros se darían de baja del partido si Pascal seguía, para que se acabara el debate.

No obstante, el voto de castigo que sufrió la candidatura de Bonvehí con un 29% de voto en contra es un elemento que no debe pasarse por alto. La salida de Pascal con su acusación directa de haber perdido la confianza del todopoderoso Puigdemont es un dardo que puede pasarle factura y debería ser tenida en cuenta.

La celebración del juicio contra los dirigentes soberanistas en otoño será también una mala foto para el diálogo y en cambio va a suministrar más argumentos a la línea dura defendida por Puigdemont. A partir de ese momento, en sus manos estará la opción de convocar o no elecciones. Aunque algunos partidarios suyos creen que sería una buena opción para crecer electoralmente con el impacto que tendrá la vista judicial, los dirigentes más próximos a su núcleo duro creen que Puigdemont se decantará por agotar la legislatura. ¿Y Quim Torra? Bueno, el presidente de la Generalitat sigue ejerciendo perfectamente su papel de suplente a la espera de que venga el titular. En teoría tenía que haber intervenido el viernes en la apertura de la asamblea del PDECat pero como Pascal seguía en sus trece, se decidió que no participaría en la inauguración. Finalmente ayer, con todo decidido, sí que pronunció un discurso. Torra ha estado totalmente ausente de la batalla de esta semana a diferencia de otros dirigentes de JxC como Jordi Sànchez, que sí que ha tenido un papel activo.

Donde sí está ejerciendo Torra un trabajo importante es en mantener los puentes de diálogo abiertos con Esquerra en el Govern. La relación con el partido republicano es el único de los puntos que la estrategia de Puigdemont no controla al cien por cien y puede ser la única causa de que se provoque un adelanto electoral. Nadie lo quiere, pero…

El control del dinero

Una de las batallas soterradas estos días para cerrar el acuerdo de la lista única es quién se quedará con los derechos electorales de la marca del PDECat en caso de disolución y la llave de la caja contable. El equipo de Pascal ve perdida ya la subvención del grupo del Parlament que está ya en manos de JxC, pero confían en mantener la financiación del Congreso, y sobre todo el control contable de la formación. En su día, el equipo Pascal-Bonvehí cambió los responsables del área y pusieron a personas de su absoluta confianza con la pretensión de evitar que se produjeran nuevos problemas como los relacionados con el famoso 3%.

Artur Mas se queda al margen

Es difícil saber qué hubiera pasado si Artur Mas hubiera ejercido un papel más activo a favor de Marta Pascal, la dirigente que él puso al frente del PDECat en el convulso congreso fundacional del partido. Mas ha intentado ser neutral pero esta no beligerancia ha acabado volviéndose en contra de Pascal ya que Puigdemont no ha cedido un ápice. Otros dirigentes históricos de CDC que están alejados intencionadamente de la política sí que se han mojado esta semana a favor de la ex coordinadora general y han intentado tender puentes con el núcleo de Puigdemont para evitar la defenestración de Pascal pero finalmente no lo lograron.

23 Julio 2018

La OPA De Puigdemont

Marius Carol

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Oriol Junqueras soltó una frase en RAC1 en enero de 2017 como si quisiera hacer de la estrategia política un espacio de encuentro emocional: «El junquerismo es amor». La declaración triunfó en las redes sociales y un avispado emprendedor fabricó camisetas con ella, que alcanzaron notables ventas. Como contrapunto, Carles Puigdemont es en esta hora cesarismo, lo que no tiene nada que ver con el amor, sino con la mano dura para conseguir la hegemonía del independentismo con arreglo a su autoridad suprema, resultado de su capacidad personal, adornada con la pátina heroica del exiliado resistente. La asamblea del PDECat ha reducido a la organización a poco más que una fuerza testimonial subsumida en el movimiento que Puigdemont se ha sacado de la chistera: la Crida Nacional per la República. Esta iniciativa, con toda su carga emocional, ideológicamente difuminada para que pueda resultar transversal, pero claramente rupturista, se inspira en el Scottish National Party. Además incorpora el factor prisa, sin escuchar a Alex Salmond, que se ha cansado de aconsejar que la impaciencia es un error y que los escoceses tardaron más de medio siglo en logar una consulta pactada.

Puigdemont ha sometido al PDECat y ha decapitado a su coordinadora general, Marta Pascal, por considerarla demasiado pragmática. No le gustó el apoyo del grupo parlamentario a la moción de censura. Sin ganas, dio el brazo a torcer, aunque el ex president sabía que con Rajoy el independentismo radical vivía mejor. Como tampoco vio con buenos ojos la distendida relación entre Pedro Sánchez y Quim Torra, hasta el punto de que este tuvo que hacer unas declaaraciones en la radio pública al día siguiente para poner distancia. Con su Crida Nacional per la República se consuma la OPA (hostil) al independentismo, especialmente a ERC, y complica el papel del PDECat en el Congreso. Braveheart espera con ansia la batalla del otoño.