5 noviembre 1986

Desmantelada un importante depósito de armas y abundante documentación de la dirección etarra y de su sistema de extorsión mediante el cobro de lo que llaman 'impuesto revolucionario'

Caso Sokoa: Primer gran golpe policial-judicial al ‘corazón’ de ETA al desmantelar su tapadera en una cooperativa de muebles

Hechos

El 5 de noviembre de 1986 se produjo una redada policial en la cooperativa Sokoa, donde se encontró abundante documentación de la organización ETA y su almacén de armas.

Lecturas

Paesa D. Francisco Paesa fue el encargado de hacerse pasar por traficante de armas y venderles unos misiles a ETA donde había integrado un microchip, para que pudiera ser localizado el lugar donde guardaban las armas y la documentación, que resultó ser la cooperativa Sokoa, supuesto negocio de venta de muebles, que resultó ser una tapadera de la organización.

juez_bueren El juez de la Audiencia Nacional, D. Carlos Bueren, fue el encargado de Instruir el ‘caso Sokoa’.

PRINCIPALES CONDENADOS:

antxon_10 Eugenio Etxebeste ‘Antxon’ fue condenado a 10 años por su participación en el caso Sokoa.

macario_7 El asesino Ignacio Aracama ‘Macario’ fue condenado a 7 años de cárcel en el juicio del caso Sokoa.

El 6 de noviembre Francia entrega a la policía española a seis presuntos miembros del aparato de finanzas de ETA Militar, tras la operación policial el día anterior en la cooperativa Sokoa, de Hendaya. Se trató, según el Ministerio del Interior, del golpe más duro asestado a la organización en los últimos tiempos, dada la alta cualificación de los miembros de la organización entregados. Los expulsados en esta ocasión fueron: José Manuel Sarabe Elkorivide; Ramón Sagarzazu, quien no pidió nunca asilo político en Francia para evitar el control policial, lo que le permitió actuar de enlace entre los miembros de la organización, según la policía española; José Antonio Gogorza Zugarramurdi, uno de los dirigentes históricos de ETA, a quien la policía considera uno de los máximos responsables en el cobro del impuesto revolucionario: Miguel Urbistondo, de 55 años; José Lizarríbar Lopetegui, miembro significado de ETA y responsable administrativo, según la policía, y José Luis Zabaleta Elósegui. Este último es hermano de José Javier Zabaleta, a quien Interior considera responsable del aparato legal de ETA. La policía sospecha que José Luis Zabaleta actuaba de enlace entre su hermano y el aparato legal. A todos ellos, ingresados en Alcalá-Meco, se les están instruyendo diligencias, según el abogado Íñigo Iruin.

30 Marzo 1984

Las empresas controladas por ETA, cobertura legal de los terroristas

ABC

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Al amparo de cualquier contrato laboral, los terroristas de ETA logran lo que por otros medios les resultaría imposible: la autorización para residir en el suroeste francés. La lección hace tiempo que fue aprendida, y no resulta extraño, en consecuencia, que la banda terrorista haya «invertido» buena parte de sus finanzas —fruto de atracos, secuestros e «impuestos»— en levantar varias empresas, reconocidas con todas las bendiciones legales. Como ya adelantó ABC y amplía la revista «Tiempo» en su último número, citando informe de los servicios de inteligencia, varios comercios y empresas —Sokoa, Elkar, Ibaifoto, Herrikoa, etcétera, cuentan entre sus directivos a miembros activos de ETA. Por la «gatera» de estas industrias se cuelan sin ninguna dificultad los etarras, de tat suerte que en cuestión de horas pasan de ser pistoleros a «pacíficos trabajadores» residentes en Francia. Pero además son esas mismas empresas las que se encargan de «blanquear»
el dinero sucio conseguido por ETA.

06 Noviembre 1986

La policía francesa descubre en Hendaya el más importante arsenal capturado a ETA

José Luis Barbería

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La policía francesa descubrió ayer en el subsuelo de la empresa cooperativa Sokoa de Hendaya un verdadero arsenal de ETA Militar que incluye dos lanzamisiles con sus correspondientes proyectiles, tres lanzagranadas, 21 pistolas, abundante Goma 2 y una enorme cantidad de munición. La operación policial francesa, sin duda la de mayor envergadura realizada contra la organización terrorista ETA, culminó con la detención de 11 personas, siete de ellas presuntos activistas de ETA Militar exiliados en Francia. El resto, entre los que figura el director de la empresa, Patxi Noblia, son ciudadanos vascos franceses.

Entre el material incautado figuran documentos internos de ETA Militar que prueban la intención de atentar contra objetivos situados en Madrid y Barcelona; un millón y medio de francos (cerca de 30 millones de pesetas), una cantidad indeterminada de dólares, dos zamarras y boinas rojas que pertenecen a uniformes de la Ertzantza, chalecos antibalas, esposas y decenas de impresos de carnés de identidad.El comisario Catalá, responsable de la Policía del Aire y de las Fronteras (PAF), cuerpo que ha dirigido la operación de registro y la posterior redada, indicó en la tarde de ayer en Hendaya, a la vista del arsenal incautado, que la acción constituye indudablemente uno de los golpes más duros sufridos por ETA en la historia.

Con la excepción, quizá, de Miguel Urbistondo y Romuntxo Sagarzazu, que al parecer residen habitualmente en Irún, los detenidos trabajaban en la empresa Sakoa, una cooperativa dedicada a la fabricación de muebles que en repetidas ocasiones ha sido señalada por la policía española como una de las tapaderas de las actividades de ETA Militar y uno de los canales utilizados, por esa organización para blanquear el dinero.

Los directivos de Sokoa detenidos son Patxi Noblia, director gerente; Agustín Duperau, director comercial; José Antonio Coin y una cuarta persona cuya identidad no ha sido facilitada. La relación de detenidos se completa con los exiliados presuntos activistas de ETA Militar y empleados en la empresa. Se trata de José Luis Arrieta y Josu Zarabe, naturales de Éibar; José Luis Zabaleta, nacido en Hernani, y Antonio Cogorza.

Además, la policía francesa descubrió ayer en el sótano de la fábrica, situada al borde de la carretera que discurre paralela con el río Bidasoa entre los puestos fronterizos de Santiago y Behobia, otro zulo, habilitado para albergar a dos personas. La operación policial fue preparada con minuciosidad y parece ser el resultado de una larga. investigación dirigida por el juzgado de Bayona, que ha contado con la colaboración de la policía española. El origen de esta operación también puede estar en posibles informaciones facilitadas por empresarios que pagaban el impuesto revolucionario a ETA.

El responsable de la PAF, el comisario Catalá, señaló en la tarde de ayer que la acción contó con la participación de un total de 150 policías, 100 de ellos uniformados, pertenecientes a la casi totalidad de los cuerpos policiales de la costa vasca francesa. A las 7.45 de ayer, policías uniformados cercaron el edificio de la fábrica Sokoa, en el que están también instaladas otras dos empresas, mientras otros policías penetraban en la fábrica exhibiendo el mandamiento judicial que les autorizaba a registrarla. Todos los empleados de la empresa Sokoa, algo más de una veintena, fueron retenidos inicialmente, pero luego los trabajadores de ciudadanía francesa quedaron en libertad, con la excepción de las personas que ocupan cargos directivos.

Bonos de la campaña de HB

En el mismo zulo abierto en el subsuelo de la fábrica, la policía encontró tampones con el sello de ETA Militar, medallas de color dorado que llevan inscrito el anagrama de la organización terrorista y su lema, Bietan Jarrai, numerosas pegatinas y propaganda de Herri Batasuna; y bonos por importe de 200 pesetas que fueron utilizados por este partido para recaudar fondos en la campaña electoral del pasado mes de junio.El director de Sokoa, Patxi Noblia, es un empresario vasco francés ampliamente conocido por sus simpatías nacionalistas y sus estrechas relaciones con el mundo de los exiliados de ETA.

La ubicación del arsenal en una empresa tan señalada como Sokoa sugiere obviamente la idea de que ETAm ha visto reducido el abanico de posibilidades que anteriormente le permitió situar su infraestructura clandestina en propiedades de ciudadaricos franceses considerados fuera de toda sospecha.

Los detenidos permanecian en la tarde de ayer en dependencias policiales francesas a la espera de ser conducidos ante el juez Smith Brelie, el titular del juzgado de Bayona, que ha dirigido las investigaciones.

Sokoa, una cooperativa bajo sospecha

Los servicios policiales de información españoles y franceses han señalado a Sokoa, desde su fundación -en 1971-, como una empresa utilizada por ETA para cobijar a militantes y colaboradores y para blanquear el dinero cobrado a los empresarios vascos como impuesto revolucionario o el proveniente del pago de rescate de familiares de secuestrados por la organización terrorista.

Entre los fundadores de esta empresa se encuentra Benito del Valle, fundador de ETA. El resto del accionariado se desglosa de la siguiente manera: un 23% del capital, en poder de habitantes del País Vasco sur, y otro 39 % en manos de habitantes del País Vasco norte, según consta en los documentos correspondientes al ejercicio económico de la entidad correspondiente a 1983. Ese año obtuvo 30 millones de pesetas de beneficios declarados.

El director de la empresa Sokoa es el médico francés François Noblia, uno de los fundadores de la revista Enbata, de tendencia abertzale radical, de quien la policía española sospecha sea uno de los habituales proveedores de armas de ETA. Entre los trabajadores de la empresa hay un importante número de militantes o simpatizantes de ETAm. Entre ellos se, encuentra Eloy Uriarte Díaz de Guereño, jefe de la oficina de prensa de la organización terrorista.

En esta empresa trabaja Segundo Marey, secuestrado el 4 de diciembre de 19,83 por los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL), al confundirle con Uriarte.

Un ‘holding’

Sokoa es fundadorade una serie de empresas situadas; en el País Vasco francés, en las; que se ha advertido la presencia de etarras. En Iraty, por ejemplo, el director es Benito del Valle; en Collectivité Service trabajó Miguel Lujúa Gorostiola, y uno de los miembros de la empresa fue detenido por la policía francesa cuando se disponía a cambiar por dinero limpio 20 millones de pesetas; obtenidos por ETA en distintas acciones.

Otras empresas pertenecientes al holding de Sokoa son Elkar, dedicada a la edición y venta de libros y discos vascos; Ibaifoto, empresa de fotografía que trabaja para la revista Enbata; Suny Cuisine, dedicada a la importación de electrodomésticos; Sei, Sonim, Smes y Herrikoa, cuya principal actividad es la creación de nuevas empresasy puestos de trabajo. En el consejo de administración de esta última einpresa, que cuenta con cerca de 700 accionistas, se encuentra François Noblia.

Herrikoa tiene, a su vez, está ligada asimismo a una serie de empresas, entre ellas una Muebles DAK. Esta empresa se dedica a la importación y exportación con España de muebles de oficina.

08 Noviembre 1986

El Asunto Sokoa

ABC (Director: Luis María Anson)

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EL día 8 de noviembre de 1984 el editor de ABC era condenado por el Tribunal de Primera Instancia de Bayona al pago de una multa de mil francos franceses como responsable de un delito de difamación contra la empresa Sokoa. Esa sociedad y la compañía Herrikoa, igualmente domiciliada en Hendaya, habían interpuesto demanda judicial contra el editor de ABC. Nuestro diario, en efecto, denunció en una crónica de su corresponsal en París, y en otras informaciones, la posibilidad de que dichas empresas formaran parte de «la infraestructura económica de ETA que sirve de cobertura legal a los terroristas». ABC acaba de instar ante los Tribunales franceses la revisión del proceso, tan pronto como la Policía francesa ha descubierto, en la sede ñenday esa de la empresa Sokoa, el más voluminoso acopio de armas tomado hasta ahora a la organización terrorista, así como centenares de millones de pesetas y de divisas francesas, belgas y canadienses. El armamento hallado es impresionante y resulta ridículo escribir a toda plana, como se ha hecho en Madrid, que no era lo suficientemente moderno. ¿Querían encontrar acaso un arsenal de misiles «Pershing-2»? La cantidad y
la calidad de bajo la tapadera hendayesa de ETA son más que sobradas para una acción terrorista de gran nivel, especialmente en lo que toca a los cohetes «Sam-7», capaces no sólo de abatir helicópteros, incluso militares, como de derribar un avión de pasajeros siempre que se encuentre en vuelo de baja cota. Si la operación de la Policía francesa supone un golpe demoledor en la infraestructura de ETA, por sus repercusiones en los apoyos logísticos y por el quebrantamiento económico que significa la incautación de sus reservas, implica también todo ello que la política francesa contra el terrorismo etarra ha saltado de escala. En efecto, de las acciones limitadas a la detención y entrega de los activistas que se encontraban irregularmente en territorio galo se ha pasado al desmontaje de toda la «industria del terror».

En este sentido es de señalar la insistencia del primer ministro francés, al afirmar en Madrid, con nobleza que le honra, «prefiero no hablar del pasado». Ese pasado permitió un género de implantación de los terroristas sin el cual no hubieran podido posiblemente mantener sus niveles de actividad durante los últimos quince años. Sobre el cambio operado no sería correcto decir que se debe del todo a las excelentes relaciones existentes entre España y Francia; más bien habría que apuntarlo a la cuenta de la relación normal entre dos naciones libres; entre dos democracias occidentales y aliadas. Nada hay de extraordinario en lo que hacemos hoy -repitió Chirac-, como para subrayar lo anómalo que fue lo hecho anteriormente por Francia.

Parece que ahora sólo falta ya que un acuerdo político en las fuerzas del arco parlamentario permitiera llegar a este lado de los Pirineos, contra ETA, a parecido salto de escala que el realizado por el Gobierno francés.