29 noviembre 1987

En medio del intento del Banco Bilbao por 'devorarlo'

Crisis en el banco Banesto: López de Letona dimite como Vicepresidente, siendo reemplazado por Mario Conde, que será quien asuma la presidencia

Hechos

El 29 de noviembre de 1987 el Sr. López de Letona dimitió como Vicepresidente y Consejero Delegado del Banco Banesto.

Lecturas

Desde su nombramiento como consejero delegado y vicepresidente del Banco Banesto en marzo de 1986 estaba previsto que D. José María López de Letona asumiera la presidencia del banco ante la inminente retirada del anciano D. Pablo Garnica. La presentación del a OPA hostil del Banco Bilbao para absorber al Banesto ha reventado toda aquella planificación. La decisión del Sr. López de Letona de dimitir de sus dos cargos (vicepresidente y consejero delegado) supone retirarse como sucesor del Sr. Garnica y dejar descabezado al banco en un momento en el que hay una oferta de compra de cara a los accionistas, lo que puede entenderse como un gesto a favor del Banco Bilbao.

D. Mario Conde pasa a ser el ‘hombre fuerte’ del Banco Banesto en lugar del Sr. López de Letona.

29 Noviembre 1987

López de Letona

ABC (Director: Luis María Anson)

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José María López de Letona, al que las complejidades de la situación creada por las recientes tensiones habidas entre el Bilbao y el Banesto, le han obligado a dimitir de la vicepresidencia y del puesto de consejero delegado de este Banco, es una de las personalidades profesionales más señeras de la vida nacional. Fue un excelente ministro de Industria, hizo una magnífica labor en el Banco de España y ha sido capaz, durante el tiempo en que ha permanecido en el Banesto de resolver con brillantez cierta, cuestiones tan graves en unos casos como en otros. Es justo señalar todo esto cuando el peso de las circunstancias y las situaciones sobrevenidas le obligaron a tomar una decisión que ayer le fue aceptada. De López de Letona se pueden esperar en el futuro nuevos y brillantes servicios a la empresa y a la economía españolas.

01 Diciembre 1987

Mario Conde, nuevo presidente del Banco Español de Crédito, con todas las facultades ejecutivas

Jesús Cacho

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El Consejo de Administración del Banco Español de Crédito, en la sesión celebrada en la mañana de ayer, nombró a Mario Conde Conde nuevo presidente de la entidad. El nombramiento se produjo por unanimidad y a propuesta del hasta ahora presidente, Pablo Garnica Mansi, que abandonará el cargo el próximo 16 de diciembre. Por otro lado, fuentes bien informadas señalaron que el consejo de administración también acordó ayer convocar de forma inmediata una junta general extraordinaria de accionistas «para adoptar las decisiones pertinentes ante la presentación de la OPA hostil del Banco de Bilbao».

Mario Conde y Pablo Garnica fueron recibidos ayer por la tarde, a partir de las siete, por el ministro do Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, después que se hiciera público el nombramiento de Conde como nuevo presiente.Un comunicado difundido ayer por la tarde por Banesto señalaba que han quedado delegadas en la persona de Mario Cone «todas las facultades ejecutivas que corresponden al consejo de administración y que hará efectivas formalmente, a partir de la reunión que el consejo celebrará el próximo dia 16 de diciembre». El consejo adoptó también ayer el acuerdo de nombrar presidente de honor vitalicio de Banesto a Pablo Garnica Mansi. Igualmente, designó consejero a Arturo Romaní Biescas para cubrir la vacante dejada por José María López de Letona.

Al margen del nombramiento de Mario Conde, que el citado 16 de diciembre debía asumir la vicepresidencia del banco con poderes ejecutivos para el área industrial, de acuerdo con lo establecido en la reunión del consejo el 28 de octubre pasado, y que a causa de los acontecimientos ha protagonizado una meteórica carrera dentro de la veterana entidad, la medida de mayor trascendencia adoptada ayer es la convocatoria de la junta general extraordinaria de accionistas, una asamblea que, en el previsible clima emocional en que tendrá lugar, debe marcar el rumbo de la actuaciones inmediatas de Banesto. Se desconoce la fecha exacta de la misma, aunque la ley indica que entre la convocatoria de la junta y su celebración debe mediar un plazo de 15 días.

El consejo de Banesto se reunió ayer a partir de las nueve de mañana, para esperar la reacción del Banco de Bilbao, claramente inclinado hacia la OPA hostil tras la negativa reacción provocada por la carta memorándum que el domingo había dirigido Mario Conde a José Ángel Sánchez Asiaín. A las 10.30, el consejo de Banesto tuvo constancia oficial de la presentación de dicha OPA, tras lo que continuó su reunión hasta pasadas las tres de la tarde. Sobre las siete Pablo Garnica y Mario Conde se encaminaron hacia el Ministerio de Economía y Hacienda donde presentaron al ministro Carlos Solchaga los acuerdos adoptados.

Convocatoria a los directores

Por otro lado, los directores de zona y personal cualificado del banco han sido convocados para una reunión que tendrá hoy lugar en la sede de La Unión y el Fénix Español. Se trata, al parecer, de un encuentro destinado a «motivar y tranquilizar» a los cuadros medios y altos de la entidad ante los acontecimientos en curso. Pablo Garnica ha dirigido una carta a los mismos directores de zona y personal cualificado en la que explica el proceso que ha llevado a la OPA del Bilbao y renueva la decisión de la entidad de «defender la marca, a sus clientes, accionistas y trabajadores».Tras conocer la presentación de la OPA del Bilbao, el consejo del Banesto emitió un duro comunicado en el que afirma haberse visto sorprendido «por el hecho de que otra importante institución financiera, con la que históricamente mantiene relaciones de cordialidad, de manera unilateral y apremiante formule una OPA de carácter hostil». Para la entidad de Castellana, 7, «en ningún otro país de la Comunidad Económica Europea una institución bancaria de tal importancia ha formulado una OPA hostil sobre otra institución de rango y nivel superiores».

El documento sigue señalando que Banesto no se opone a la posibilidad de acuerdos de asociación o fusión con otras entidades, siempre que ello sea conveniente para las entidades afectadas y para el fortalecimiento del sector bancario, pero reclama «poder elegir por sí mismo y, consiguientemente ofrecer su colaboración a aquella o aquellas entidades que considere conveniente».

Para la entidad bancaria, todo proyecto de fusión o asociación debe ir precedido de «un examen detenido y exhaustivo de las condiciones económicas y financieras de las entidades correspondientes, así como del impacto laboral e, incluso, de las posibles implicaciones jurídicas y fiscales que ello pudiera comportar».

El comunicado del Banesto asegura que ello no puede llevarse a afecto «existiendo la amenaza de una OPA hostil», por lo que la entidad propuso al Bilbao «la retirada de la amenaza de la OPA hostil; el restablecimiento de la cotización de las acciones de Banesto y la creación de una comisión de trabajo con la extructura más adecuada».

Tras señalar que tales condiciones no hansido admitidas por el Banco de Bilbao, Banesto manifiesta «que está dispuesto a defender por todos los medios a su alcance los intereses de sus clientes, trabajadores y accionistas».

El banco termina su comunicado asegurando que «el rigor y la prudencia exigidas en la actividad bancaria hacen aconsejable que nuestros accionistas no tomen en consideración la OPA hostil, ni atiendan la propuesta en ella contenida».

18 Enero 1994

La primera crisis de Banesto

José María López de Letona

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Es preciso dejar transcurrir el tiempo para que se puedan enjuiciar, los hechos acaecidos en cierto momento con la necesaria objetividad. En el momento de producirse el hecho en sí, la espesa trama de los intereses creados, las filtraciones partidistas y hasta las posiciones políticas del comentarista de turno influyen en presentar lo sucedido con un sesgo determinado. Finalmente, el hecho histórico se va componiendo como un puzzle gigantesco en el que el tiempo va colocando cada pieza en el lugar que le corresponde. Cuanto más tiempo ha transcurrido se ve mejor y con más nitidez el dibujo que el puzzle histórico representa.La crisis de Banesto -un suceso realmente importante- es un buen ejemplo de lo que acabo de afirmar. Los análisis a que la misma ha dado lugar han hecho referencia al origen de los problemas del banco y a su evolución en los últimos años. El paso del tiempo me permite precisar ahora algunos puntos que pueden contribuir a que la opinión pública y los accionistas de Banesto puedan formarse una imagen más fiel de lo sucedido.

Durante algo más de seis años no he hecho el menor comentario en los medios de comunicación sobre la situación de Banesto. Sin embargo, no han, dejado de existir comentaristas en los últimos tiempos que han criticado severamente la gestión del equipo anterior y han aludido a los problemas que suponían «la herencia de un banco erizado de dificultades», Ia caótica situación heredada de los anteriores administradores», o, simplemente, han llegado a afirmar, como lo hizo la señora Violy de Harper, directora-senior -vicepresidenta- de J. P. Morgan, que «Banesto se encontraba en 1988 técnicamente quebrado» (Expansión, 12 de mayo de 1993).

En defensa de la gestión intensa y apasionada que llevé a cabo en 1986 y 1987 para sanear la institución y como reconocimiento al grupo de excelentes profesionales que la hizo posible, me creo obligado a recordar lo siguiente:

1. Los problemas del Banco Español de Crédito arrancan, fundamentalmente, de la decisión de absorber al Banco Coca tomada a finales de 1977; siguen con la adquisición de un importante paquete accionarial del Banco de Madrid que convierte a Banesto en su principal accionista y culmina con la crisis del Banco Garriga Nogués (BGN), un banco filial al ciento por ciento, cuyas primeras dificultades serias se conocen en 1984. Los quebrantos que sólo estos tres asuntos ocasionarían a Banesto fueron del orden de los 250.000 millones de pesetas.

2. A propuesta de don José María Aguirre Gonzalo, presidente de Banesto, se me nombra primero consejero (junio de 1979) y un ano más tarde presidente del Banco de Madrid, un banco que, junto con su filial, Banco Catalán de Desarrollo, se vio fuertemente afectado por la gran, crisis bancaria de los últimos años setenta y cuyo saneamiento se me encomienda y queda prácticamente terminado en 1985.

3. A finales de este último año, el Banco de España ha confirmado ya la grave situación de BGN y el progresivo deterioro de la calidad de los beneficios de Banesto, cuyos ratios dentro del grupo de los siete grandes empeoran sin cesar. Esta situación provoca reuniones del gobernador con el presidente de Banesto y alguno de sus consejeros más representativos, a quienes hace saber la necesidad de llevar a cabo un cambio radical en la gestión del banco para enderezar el rumbo perdido. Como consecuencia de estas conversaciones, el presidente propuso mi incorporación al consejo del banco en su reunión del mes de enero de 1986.4. El 12 de febrero, la inspección del Banco de España termina su informe sobre los problemas de Banesto, que el gobernador traslada a su presidente con fecha 17 del mismo mes con la indicación de que debe darlo a conocer a su consejo, lo que se lleva a cabo en la primera reunión que éste celebra. 5. La conmoción que sufre el consejo al conocer la carta del gobernador es grande. Tiene lugar una serie de reuniones entre diferentes grupos de consejeros y, finalmente, el presidente propone mi nombramiento como vicepresidente y consejero delegado en el consejo celebrado el 19 de marzo, dada mi condición de ex, gobernador, mi buena relación con la autoridad monetaria y el reconocimiento de mi trabajo en el grupo durante lo s últimos siete años (1979-1986), reflotando con éxito el Banco de Madrid.6. En el mes de octubre envío al Banco de España mi primera estimación de los ajustes pendientes, que propongo realizar en cuatro ejercicios (1986, 1987, 1988 y 1989) y que presentan las siguientes diferencias con los que el Banco de España estima necesarios en el informe de la inspección de 12 de febrero (cuadro 1):

7. De acuerdo con mi propuesta, aceptada por el Banco de España, el. ejercicio de 1986 se cierra con beneficio cero. La totalidad e los recursos generados, 84.868 millones de pesetas, se dedica a cancelar parte de los riesgos pendientes (en particular, la totalidad de los que afectan al BGN). Se autoriza por el Ministerio de Economía y Hacienda el reparto de un dividendo con cargo a reservas, igual al del ejercicio anterior, una vez que afirmo y mantengo el compromiso de que antes del 31 de diciembre de 1987 se habrá restablecido el nivel de las reservas existentes antes del reparto de dividendo.8. A lo largo de 1987 se van conociendo nuevos hechos y se profundiza más en determinadas situaciones, lo que lleva a incrementar la cifra de saneamientos estimados en un principio (125.000 millones de pesetas) hasta los 150.000 millones de pesetas (25.000 millones adicionales). En este ejercicio se inicia la mejora en los ratios de resultados del banco, como se observa en elseguimiento trimestral de dos índices muy significativos sobre activos totales medios (cuadro 2):9. El 14 de octubre de 1987 facilito en rueda de prensa (Expansión, 15 de octubre) un avance de los resultados que preveo al cierre del ejercicio, que se exponen a continuación en la habitual cascada junto con los resultados reales que son presentados ya por el nuevo equipo gestor. Los recursos generados mejoran incluso un 1,6% sobre la estimación realiza da tres meses antes del cierre (cuadro 3):10. La suma de los recursos generados en los dos años 1986 y 1987 es de 174.245 millones de pesetas. Al decidir dar un beneficio en 1987 de 30.178 millones de pesetas, la suma disponible para dotaciones y amortizaciones se reduce a 144.067, cifra a la que habría que añadir los 19.1.57 millones de pesetas de la prima de emisión correspondiente a un canje de obligaciones convertibles realizado en 1987 que fue destinado también a saneamientos. Estas cifras indican claramente que a 31 de diciembre de 1987 la situación estaba absolutamente bajo control, Según nuestros datos, los flecos pendientes podrían ascender a unos 25.000 millones de pesetas, al nivel de las exigencias que en aquel momento señalaba el Banco de España. Esta cifra sería seguramente algo mayor en las estimaciones de la autoridad monetaria por la tradicional discrepancia que siempre existía en el cálculo, por ambas partes de las dotaciones necesarias. Pero si se recuerda que Banesto generaba entonces recursos por encima de los 90.000 millones de pesetas, parece claro que en 1988 podrían quedar definitivamente resueltos los problemas atrasados. Por tanto, puede afirmarse con toda seguridad que el banco estaba ya básicamente saneado a 31 de diciembre de 1987.

11. A finales de 1985, las deficiencias en la organización del banco eran notorias, y el nuevo equipo gestor se enfrentó con ellas desde el primer momento. La comisión ejecutiva del banco aprobó el 18 de noviembre de 1986 la resolución del concurso convocado para la contratación de los servicios de identificación corporativa y publicidad (del que surgió el nuevo logotipo), al que se presentaron 17 propuestas, y que incluía también la modernización de sucursales, y el 24 de diciembre aprobó también la inversión para actualizar el sistema informático por un importe de 16.729 millones de pesetas. La necesidad de modernizar las sucursales y poner al día el equipo infórmático no le nos había pasado por alto.

12. A lo largo de 1988, el Banco de España endurece sus exigencias en lo que se refiere a la dotación del fondo de pensiones para el personal activo, a la cancelación total del riesgo-país y establece una provisión genérica del 1% sobre el total de la inversión crediticia, medidas todas ellas que obligan a efectuar mayores provisiones. En la memoria de Banesto correspondiente a este ejercicio, el importe total destinado a dotaciones y amortizaciones asciende a 76.034 millones de pesetas, con lo que los viejos flecos que procedían de situaciones anteriores a 31 de diciembre de 1985 (25.000 millones de pesetas) debieron quedar definitivamente saldados.

Finalmente, quiero afirmar con la mayor rotundidad que por mi parte no quiero entrar en polémicas ni participo en ningún contraataque, ni tengo la menor relación con las familias Garnica ni Herrera. Mi único interés es precisar la situación de Banesto en el momento del cambio de la gestión de la entidad y ésta es la única responsabilidad que acepto con mi firma.