31 diciembre 2017

La víctima llevaba desaparecida desde el 22 de agosto de 2016

El asesino de Diana Quer, José Enrique Abuín ‘El Chicle’, confiesa su crimen tras ser detenido después de intentar secuestrar a otra

Hechos

El 31.12.2017 José Enrique Abuín Gey llevó a la policía al lugar donde estaban los restos humanos de Diana Quer.

Lecturas

Dña. Diana Quer López López-Pinel desaparece el 22 de agosto de 2016 en un caso que fue muy mediático por la situación desestructurada que existía en su familia.

El 29 de diciembre de 2017 se hizo pública la detención de D. José Enrique Abuin Gey, un vecino de Outeiro, como responsable del asesinato de Dña. Diana Quer López-Pinel.

El Sr. Abuin Gey ya había sido investigado como sospechoso del crimen, pero contaba con la coartada de miembros de su familia. El 26 de diciembre de 2017 D. José Enrique Abuin Gey trató de secuestra a otra mujer, que logró escapar y denunciar los hechos y, tras una nueva investigación, las coartadas de Abuin Gey se desmoronaron y se encontraron los restos de la joven desaparecida el 31 de diciembre de 2017, confirmándose de que había sido asesinada por este.

El Sr. Abuin Gey apodado por la prensa como ‘El Chicle’ será condenado a prisión permanente. .

01 Enero 2018

Fin a 500 días de calvario

EL MUNDO (Director: Francisco Rosell)

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Con la confesión de José Enrique Abuín Gey, El Chicle, y el hallazgo del cadáver deDiana Quer se pone fin a casi 500 días de angustiosa búsqueda de la joven madrileña desparecida en A Pobra do Caramiñal el 22 de agosto de 2016. Si bien ha sido un hecho fortuito el que ha conducido hasta el culpable (cuyas declaraciones reconociendo su responsabilidad en el despreciable asesinato merecen que sobre él caiga todo el peso de la justicia), lo cierto es que gracias a la persistencia de los efectivos de la Guardia Civil, que nunca abandonaron la investigación y tenían a El Chicle en la lista de sospechosos, se ha podido dilucidar lo ocurrido. Nada podrá ya devolver la vida a Diana Quer, pero el hecho de que se haya podido encontrar al culpable de su asesinato, hace albergar esperanzas para tantos otros crímenes similares aún sin resolver, como el de Marta del Castillo, cuyo cuerpo, pese a los esfuerzos de la Policía, no ha podido ser encontrado.

Aunque con menos repercusión mediática, en España hay más de 4.000 desaparecidos, lo que indica la dificultad de averiguar cuántos de esos casos están relacionados con actuaciones delictivas. La especialización de algunas unidades de la Policía y la Guardia Civil es la mejor garantía sobre nuestra seguridad que tenemos los españoles. Por eso, aunque nos repugnen asesinatos como éste, no es el momento ni de pedir modificaciones en el Código Penal, ni de acusar a nadie de ineficacia.

04 Febrero 2018

Todos somos Juan Carlos Quer

Eduardo Inda

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El buenismo patrio, acentuado hasta la caricatura en la era Zapatero, impidió durante 30 años que España fuera penalmente como las naciones de nuestro entorno. Como las mejores de las mejores. Como Alemania, Francia o Reino Unido. Los tres contemplan en su legislación la cadena perpetua revisable, que viene a ser lo mismo que la prisión permanente (revisable a los 25 años), que es como llamamos aquí a esa figura normativa por aquello de los mieditos que provoca la corrección política. Rajoy tuvo el coraje de alumbrar esta ley en 2015 para casos especialmente terribles: tipos que asesinan a niños después de violarlos o terroristas multiasesinos. Se intentaba paliar la injusticia sideral que supone, por ejemplo, que Miguel Carcaño, el asesino convicto de Marta del Castillo, sea excarcelado en 2021 ó 2022 tras cumplir 12 ó 13 años de pena. Y, lo que es más indignante, ¡sin que Antonio y Eva hayan podido enterrar a su hija porque ni él ni sus compinches han confesado dónde está! Qué barata le saldrá a este hijo de Satanás tanta crueldad. El único condenado hasta ahora a prisión permanente es David Oubel, que asesinó a sus hijas de cuatro y nueve años con una sierra radial. ¿Se puede curar un psicópata así y quedar en libertad dentro de un cuarto de siglo? ¿O debe pudrirse entre rejas? Un servidor opina que son seres irrecuperables. Como El Chicle, la alimaña que mató y seguramente violó a Diana Quer. O como el violador del estilete, el del portal y el del ascensor. Los pusieron de patitas en la calle tras la derogación de la maravillosa Doctrina Parot y volvieron a hacer lo único que saben hacer. La cadena perpetua a la española llegó tarde no sólo para Carcaño sino también para José Bretón, que incineró los cuerpos de sus vástagos tras quitarles la vida. Ahora el PSOE quiere cargarse la ley. Ciudadanos, depende del día. E Iglesias afirma, con su canallesco estilo habitual, que la prisión permanente «es venganza». A Sánchez y Rivera les pregunto si les gustaría que cualquiera de estos individuos pululase por su barrio. Y a Iglesias si dejaría a un familiar suyo menor de edad al cuidado de El Chicle dentro de 25 años si los expertos concluyen que está curado. Entre tanta indignidad, siempre nos quedará el ejemplo moral de Juan Carlos Quer, con los 2 millones de firmas recogidas para mantener el statu quo. Todos somos Juan Carlos. Por solidaridad y por sano egoísmo.