13 agosto 1985

Tanto Clement como su hermano Gilbert habían sido señalados como los responsables, junto a Jean Pierre Cherid, del atentado del bar Hendaya

El ‘comando Argala’ de Parot asesina a Clement Perret (ETA), a quien la prensa había vinculado a ‘la guerra sucia contra’

Hechos

El 16.08.1985 fue asesinado D. Clement Perret y herido D. Gilber Perret al ser tiroteados en un restaurante de Castellón.

Lecturas

Hechos: El 16 de Agosto de 1985, dos terroristas entraron en un bar de Castellón y acribillaron a tiros al empresario francés Clement Perret hasta rematarle en el suelo, e hirieron gravemente a su hermano Gilbert y a un camarero. Se da la circunstancia que diversas revistas nacionalistas habían señalado a Clement Perret como miembro de los GAL (banda defensora del “ojo por ojo” con el terrorismo), de esta manera Perret siguió los mismos pasos que Joseph Couchot. Tras su muerte, el hermano, Gilbert dirigió un comunicado en el que aseguró que la prensa era responsable de la muerte de su hermano.

Víctimas Mortales:

Clement Perret

parot_esnal Henri Parot y Jacques Esnal, los asesinos del ‘comando Argala’ fueron los responsables del asesinato de Perret.

11 Abril 1985

Un supuesto mercenario anti ETA

Fernando Orgambides

Leer

El francés Gilbert Perret, cuyo nombre, y el de su hermano Clement, han sido relacionados con el comando de mercenarios que atravesó violentamente la frontera franco-española tras el atentado contra el bar Hendayais -en el que se produjeron dos muertos y 10 heridos- y con un caso de guerra sucia -la justicia francesa tiene pruebas sumariales de que su nombre figuraba en las anotaciones de los asesinos del etarra Justo Elizarán-, ingresó recientemente en una prisión de Valencia acusado de un supuesto delito de incendio y estafa. El mismo consistió en la quema intencionada de una fábrica de calzados por la que el seguro abonó 90 millones de pesetas a su propietario, que posteriormente repartió con sus cómplices.

Fuentes policiales de absoluta solvencia indicaron que la detención de esta persona, cuyo nombre completo es Gilbert Emili Perret Benain, de 50 años y natural de Aix-en-Provence (Francia), aunque residente en Benicasim (Castellón), se produjo a finales del pasado mes de febrero, en el curso de una amplia operación policial realizada por funcionarios del Grupo de Policía Judicial de la comisaría de Torrente, en Valencia.En la redada fueron detenidas ocho personas, todas residentes en la Comunidad Valenciana, que han sido acusadas, indistintamente, de robo, intimidación, incendio y estafa, todo ello en dos casos de delito realizados en un intervalo de año y medio.

Los hechos por los que fue detenido Gilbert Perret ocurrieron a finales de junio de 1983 en una fábrica de calzados de Torrente, situada en la carretera de la Masía del Juez. La industria se dedicaba a la fabricación de calzados para el consumo interior y la exportación y al almacenaje de derivados de cuero. El incendio fue de gran magnitud, según las fuentes consultadas, y se extendió a los alrededores, creando un frente de varios kilómetros.

La policía de Torrente que conoce el historial de Perret y también las supuestas relaciones de éste con algunos policías que pertenecieron años atrás a unidades antiterroristas, sospechó desde el primer momento de la intencionalidad del incendio e inició las investigaciones.

Las sospechas policiales llegaron a conocimiento de los autores de los hechos, aunque se desconoce la forma, y encargaron a un grupo de delincuentes un trabajo sucio contra la única persona que podía revelar datos que pudieran. conducir al esclarecimiento de lo ocurrido, la propietaria de una tienda de calzados, proveedora de la fábrica incendiada. El trabajo sucio consistió en un atraco camuflado a la citada zapatería, a través del cual obtuvieron 60.000 pesetas -la recaudación del día-, recibiendo al mismo tiempo la propietaria una fuerte paliza. Estos hechos ocurrieron año y medio después del incendio de la fábrica, y sus autores, en total cuatro personas, obtuvieron por el atraco y la paliza 500.000 pesetas.

Los detenidos en Torrente, además de Perret, son José Antonio Gómez, Manuel Antonio Alamar, Pascual Silla, Vicente Pascual, Juan Vicente Pascual, José Dasi y Carlos García, con edades que oscilan entre los 54 y los 27 años. Los sup . uestos autores del trabajo sucio fueron Alamar, Dasi y Silla.

La policía, en esta redada, no encontró armas de fuego, aunque sí un revólver y dos pistolas simuladas, además de 300.000 pesetas. Perret ingresó el pasado 1 de marzo, en situación de prisión incondicional, en el centro de detención de hombres de Valencia, por orden del titular del Juzgado de Instrucción número 13 de Valencia, que ha abierto diligencias previas sobre este asunto con el número 2.090/85.

Un local en Benicasim

Gilbert Perret está casado con Francisca Ortells Salas, que regentaba un establecimiento de Benicasim denominado Patisserie Français. Tanto el apellido Perret como el de Ortells fueron encontrados en poder del mercenario Maxime Szoneck, cuando la policía francesa le detuvo en relación con el asesinato del etarra Justo Elizarán, ocurrida el 13 de septiembre de 1979. Esta prueba consta en el sumario del juez de Pau (Francia) encargado del caso y que condenó a Szoeneck a 15 años de prisión.

Al igual que su hermano Clement, Gilbert Perret es muy conocido en la provincia de Castellón, especialmente en Benicasim, donde se les vincula a sectores de extrema derecha, y se les ha visto pasear con policías, uno de ellos el inspector actualmente en excendencia Juan Antonio González Pacheco, Billy el Niño, que suele pasar desde hace algún tiempo temporadas veraniegas en dicha población.

«Un asunto muy delicado»

La policía española jamás ha relacionado a los hermanos Gilbert y Clement Perret con la guerra sucia contra ETA, sino que más bien les ha exculpado en toda ocasión de supuestas vinculaciones a actividades de este tipo. No obstante, cuando ocurren casos en torno a ambos hermanos -uno ahora en prisión y otro expulsado hace años de España por proxenetismo (aunque regresó)-, en las comisarías y reuniones de funcionarios habitualmente se ha preferido omitir cualquier comentario sobre ellos. La frase generalizada ha sido siempre: «El asunto de los Perret es un tema muy delicado».A raíz del atentado del bar Hendayais, sectores de la propia policía y de la judicatura barajaron, siempre como hipótesis, la posibilidad de que los Perret fueran dos de los tres mercenarios -el tercero fue identificado por Herri Batasuna hace unos meses como el fallecido Jean Pierre Chérid, miembro de los GAL -que atravesaron violentamente la frontera hacia España, momentos después de que resultaran asesinadas dos personas y heridas otras tres en un atentado indiscriminado contra la clientela de un bar de Hendaya, ocurrido en noviembre de 1980.

Aquellos sucesos, el atentado y el posterior paso de la frontera -que la propia policía española siempre diferenció a pesar de ocurrir ambos en un período corto de minutos-, motivaron, además de la investigación judicial, otra del Ministerio del Interior español, que se encomendó al comisario José Luis Fernández Dopico, antes de que tuviera acceso a la Dirección General de la Policía. Fernández Dopico ostentó este cargo desde los sucesos del 23-F hasta la llegada de los socialistas al Gobierno, siempre bajo el mandato del ministro de UCI) Juan José Rosón.

Fernández Dopico desmintió la supuesta participación de los hermanos Perret en el atentado de Hendaya, en base a las declaraciones de éstos y como resultado de las diligencias de reconocimiento practicadas entre los funcionarios que se encontraban de servicio en la comisaría de Irún. También salía en defensa del policía Juan Antonio González Pacheco, Billy el Niño, considerado amigo de los Perret, al que situaba como «artífice principal del éxito de numerosos servicios» antiterroristas.

Los hermanos Perret, a los que se vincula, como al fallecido Chérid, a la OAS, organización secreta contraria a la independencia de Argelia, trabajaron, al parecer, como informadores para la policía española en la etapa en que el comisario Roberto Conesa estuvo al frente de los servicios antiterroristas. El hombre de confianza de Conesa era en aquella época, según todas las fuentes consultadas, el policía Billy el Niño.

Sin embargo, el nombre de los Perret aparece por primera vez relacionado con un caso de guerra sucia contra ETA en el sumario instruido por la Corte de Apelación de Pau contra el también mercenario Maxime Szonek, condenado en octubre de 1980 junto con otras tres personas más por el asesinato del etarra Justo Elizarán, el 13 de septiembre de 1979 en Biarritz.

Según consta en el folio 12 de la sentencia, con número 10 1/80, a Szoneck se le intervinieron unas anotaciones con un teléfono de Castellón y los apellidos Perret Ortells -el primero corresponde a Gilbert y el segundo a su mujer-, sobre el que la justicia, según consta en el documento de la Corte de Pau, no pudo «recoger más información». El escrito judicial añade que «curiosamente este nombre aparecía a la vez» entre los papeles de Elizarán, el etarra asesinado, y los de Szoneck y Jean Claude Ruiz, otro de los mercenarios condenados.