21 noviembre 1934

La radicalización política alcanza a las redacciones de los periódicos

El crítico de cine, Carlos Fernández Cuenca, rompe con EL SOL, por discrepar del apoyo del diario a la ‘Revolución de Asturias’

Hechos

El 21.11.1934 se hizo pública la carta con la que D. Carlos Fernández Cuenca abandonaba el periódico EL SOL.

Lecturas

D. Carlos Fernández Cuenca anuncia que rompe como con la redacción de El Sol por considerar que este medio dirigido por D. Paulino Masip Roca está manteniendo una línea afín al comunismo revolucionario. La ruptura es aireada por el periódico ABC.

CARTA DE DIMISIÓN DE CARLOS FERNÁNDEZ CUENCA:

(21.11.1934)

Señor D. Paulino Masip, director de EL SOL:

Mi querido amigo: Ha llegado el momento en que la disparidad entre mi ideología política y la representada por EL SOL Se hace de todo punto incompatible. Durante mi permanencia en esa casa, como crítico de cine, del todo ajeno a la orientación de artículos y editoriales, pude desempeñar mi cometido sin claudicaciones, con lealtad y entusiasmo; si no hice más en mi sección, con ánimo de convertirla en guía indispensable de los aficionados al cine, no fué por falta de decisión y propósitos, sino por las trabas impuestas al vuelo de mis iniciativas.

Pero ya no es posible conllevar esta situación. Vuelvo de recorrer Asturias; he visto a cada paso las huellas abrumadores del criminal movimiento marxista; he recogido testimonios de seriedad indudable; he sentido pruebas de la obra de odio, perversidad y delincuencia perpetrada por socialistas y comunistas al amparo de las izquierdas republicanas.He comprobado todo eso y he comprobado también, la traición que a España y a la justicia realiza EL SOL con su campaña impunista

El solo hecho de poner mi firma – modesta, pero libre de toda mácula – en las columnas de EL SOL, sería complicidad en una campaña que repugna mi patriotismo, a mi catolicismo y a mi amor a la justicia y al orden imprescindibles para la convivencia entre seres civilizados.

Escritor y periodista de derechas fuí siempre, sin más patrimonio que mi pluma. Abandono un sueldo y una tribuna, imprescindibles ambos para la vida material y espiritual del hombre de letras, pero quedo satisfecho por haber cumplido mi deber de español.

Le saluda con todo afecta personal su seguro s. q. e. s. m.

Carlos Fernández Cuenca.