18 febrero 1996

En un artículo en el diario AS le calificaba como 'cotorra' y 'asno'

El Deportivo de la Coruña veta a los reporteros de la SER por los insultos de Alfonso Azuara contra el presidente del club, Lendoiro

Hechos

El 18.02.1996 el diario AS publicó un artículo del Sr. Azuara, subdirector de ‘El Larguero’ de la Cadena SER, que causó que este medio no fuera invitado al siguiente partido de fútbol en el Estado del Club Deportivo de la Coruña.

Lecturas

DE LA MORENA SE DESMARCA DE AZUARA

morena_larguero D. José Ramón de la Morena, Director de ‘El Larguero’ de la Cadena SER, se desmarcó de los adjetivos utilizados por su compañero y Subdirector del programa, D. Alfonso Azuara al día siguiente.

Programa ‘El Larguero’ (Cadena SER) del 18.02.1996

En un programa posterior el Sr. De la Morena conectó con el propio Sr. Lendoiro y le pidió disculpas en antena a cambio de que este retirara el veto a la Cadena SER.

18 Febrero 1996

Lendoiro, con Ronzal de Oro

Alfonso Azuara

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La fauna que forman algunos presidentes del fútbol español ha convertido el concilio toledano del fin de semana en una reserva del Icona. ¡Qué animaladas hemos oído y leído!

En Toledo se dieron cieta ejemplares como el cernícalo de Paco Roig, la cotorra de Lendoiro, el mono de Caneda, y el burro de Lopera, sólo por citar a quienes los periodistas eligieron apra el top de los más impresentables. Que burradas no habrán protagonizado estos angelitos para desbancar del ranking de los cafres a Jesús Gil, a quien por cierto, un fiscal pide cuatro años de cárcel por presunta estafa.

El papa Antonio Baró y el camarlengo Jesús Samper al ver el espectáculo exclamaron como Romanones, ‘¡vaya tropa!’.

Estos son los bueyes con los que debe arar el fútbol español y, aunque dentro del bestiario también hay categorías, el jurado no dudó en premiar a Lendoiro con un imaginario ronzal de oro, pues sabido es que quien no se provee de razón hay que proveerlo de un ronzal.

Con el merecido oropel don Augusto exhibió su ignorancia y exigió que la Liga repartiese su patrimonio entre los clubes. El estudiante más pardillo de la Facultad de Derecho podría haber dicho que hasta no acordarse la disolución societaria es improcedente la adjudicación alícuota, pero él esforzado en demostrar que debajo de la capa de letrado puede haber un asno disfrazado, continuó inasequible al desaliento. El deportivista alcalde de La Coruña, don Francisco Vázquez, enterado del ridículo del Poulidor coruñés pensó en regalarle el manual de ‘como perder tres elecciones y merecerlo’.

Mientras Paco Roig leía las preguntas que el bufón radiofónico le había enviado y Caneda decía que no le televisan partidos por ser amigo del butano – son el dúo Pimpinela – y Lendoiro recordaba que los sex shop cotizan el 7% de IVA y el fútbol un 16, Antonio Baró, el mismo que aguanta las efusiones de Ángel Villar cuando le llama ‘castrón’ y le palmea la pierna cerca de la ingle, cerró el cónclave con media lagartijera: no entiendo como el entrenador del Deportivo dice que a su equipo le ‘faltan dos cabrones’. Todos miraron en la misma dirección pero nadie habló. Sólo el presidente, conocedor de los machos cabríos, susurró: “Casi me dan ganas de regalarle un espejo a Lendoiro para que Toshack encuentre lo que falta”.

Alfonso Azuara