10 julio 1994

El diario catalán asegura que Vidal Quadras se ha sometido al argumentario del antinacionalista Federico Jiménez Losantos, columnista de ABC y comentarista en la COPE

El AVUI desvela que Jiménez Losantos asesora al PP de Catalunya de Vidal Quadras para criminalizar al nacionalismo catalán

Hechos

  • El 27.02.1994 el diario AVUÍ publicó que Vidal-Quadras trabajaba con Federico Jiménez Losantos.
  • El 10.07.1994 el diario AVUI publicó ‘Vidal-Quadras compara CiU amb el nazisme’ y reprodujo el documento ‘El Ocaso del Nacionalismo’ que causó que el político se querellara contra el periódico.

Lecturas

¿JIMÉNEZ LOSANTOS ASESOR DE VIDAL-QUADRAS?

losantos_linternaVidal_Quadras_1995 De acuerdo a lo publicado por el diario AVUI el diseñador de la estrategia de comparar a los nacionalistas catalanes de CiU con los nazis sería D. Federico Jiménez Losantos, columnista del diario ABC y comentarista de la Cadena COPE, que actuaría como un asesor del presidente del PP catalán, D. Aleix Vidal-Quadras.

12 Julio 1994

VIDAL QUADRAS Y LA PRESUNCIÓN DE INOCENCIA

Francisco Marhuenda

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Una de las características más acusadas de la visión provinciana que mantienen algunos periodistas catalanes sobre la situación de los medios de comunicación en España, es establecer diferencias entre la Prensa de Madrid y la de Barcelona, en beneficio, por supuesto, de la segunda. Esta actitud displicente no esconde más que una serie de complejos que se traducen en un servilismo abominable con respecto al poder político, un pactismo que raya la mezquindad y, sobre todo, un tedio que no sucede al lector. Se trata de un periodismo gris y anodino, porque pretende quedar bien con todos e impedir la llamada, ya sea al director o al propio autor, del capitoste político de turno.

Es cierto que está generalizado no se puede extender a todo el mundo, pero no lo es menos que sí a una buena parte. Por ello, se habla del estilo de Madrid o se afirma que allí sólo saben que criticar o son menos rigurosos a una retaila de inexactitudes propias de esta autocomplacencia, por cierto, en algunos casos cómodamente asentada en la gratitud del estómago que come de los pesebres de la Generalitat o del Ayuntamiento de Barcelona.

El incuestionable auge del PP en las europeas y que repite el de las generales ha provocado una evidente desazón de la dirección de CiU. Las acusaciones de que el partido de Aznar es anticatalán o lerrouxista no han sido tenidas en cuenta, por lo visto, por esos más de seiscientos mil catalanes. Claro que algún nacionalista podrá decir que son malos catalanes, pero sólo provocarían hilaridad.

Cualquier declaración o actuación que ponga en peligro la convivencia debe ser rechazada de plano, provenga de donde provenga y es evidente que insistir en la mentira de que existe una confabulación contra Cataluña articulada por el PP con la colaboración de periódicos, revistas y emisoras de radio no ayuda, precisamente, a que la actividad política se desarrolle en un clima de normalidad. El diario controlado por CDC, el AVUÍ, tuvo un comportamiento deplorable al publicar, con grandes alardes tipográficos, un aberrante documento, que adjudicaba al presidente regional del PP, Aleix Vidal-Quadras, sin molestarse en llamar por teléfono para confirmar esa autoría. Esto no es, precisamente, un modelo de periodismo riguroso.

Es evidente que el AVUÍ, donde hay magníficos profesionales, ha tenido un comportamiento que conculca el espíritu de ese código de conducta aprobado por nuestro Colegio de Periodistas. Ese documento atribuido a Vidal Quadras, con quien el lector sabe que he mantenido respetuosas diferencias en el pasado que me permite ahora escribir desde una relativa objetividad, decía cosas tan graves como que el nacionalismo catalán mantiene similitudes con el nazismo de Hitler.

Ayer escuché a un destacado miembro de la cúpula de CDC, abogado para más señas y reputado constitucionalista, reclamar que Vidal-Quadras demuestre que no es el autor, cosa que significa un disparate porque crearía una indefensión aberrante para cualquier político que estaría al albur de que le adjudicarán la elaboración de un texto y debería defenderse sin aceptarse la presunción de inocencia. El único que debe demostrar algo es la dirección del AVUÍ, porque el autor de esa muestra de estulticia es un cretino indigno y tenemos el legítimo derecho a saber quién ha sido.

Francisco Marhuenda