26 octubre 1997

El editor del periódico oculta su propia participación en la difusión del video contra el director del diario EL MUNDO

Difusión de un vídeo sexual de Pedro J. Ramírez y Exuperancia: el diario YA de Rodríguez Menéndez publica sus fotogramas

Hechos

El 26 de octubre de 1997 el periódico YA – propiedad de D. Emilio José Rodríguez Menéndez – publicó fotogramas del video sexual en el que se veía al director de EL MUNDO, D. Pedro J. Ramírez, con la Sra. Exuperancia Rapú.

Lecturas

ACABA LA TEORÍA DEL VÍDEO TRUCADO

Videos_trucados_9 El diario de D. Pedro J. Ramírez, había llegado a publicar en portada que los rumores de un vídeo sexual sobre él y la Sra. Expuerancia Rapú se debían a la difusión de ‘un vídeo trucado’.

El 2 de octubre de 1997 el diario EL MUNDO denunciaba en su portada que se preparaban ‘vídeos trucados’ contra D. Pedro J. Ramírez para desprestigiarle. De esta manera el Sr. Ramírez se estaba adelantado a sus atacantes, dado que al Sr. Ramírez le habían chivado lo que se estaba montando contra él. Pero el titular era desafortunado, porque el Sr. Ramírez sabía perfectamente que el vídeo no era ningún ‘vídeo trucado’ sino un vídeo real que le habían grabado con cámara oculta con otra mujer, Dña. Exuperancia Rapú, con la que mantenía una relación al margen de su novia Dña. Ágata Ruiz de la Prada, y realizando una serie de prácticas sexuales, corpiño rojo incluido, que darían pie a no pocos comentarios.

El responsable de la grabación Sr. Sánchez Cantalejo (escondido en un armario con la cámara mientras la Sra. Rapú y el Sr. Ramírez, negoció la venta del vídeo con los directivos del Grupo Zeta D, Agustín Valladolid y el comisario D. Joaquín Domingo Martorell sin llegar a acuerdo. El Sr. Valladolid le puso entonces en contacto con dirigentes del PSOE, D. José Ramón Goñi Tirapu, D. Ángel Patón (y, probablemente, también D. Rafael Vera) estos pagaron 50 millones de pesetas al Sr. Sánchez Cantalejo por el vídeo y, con ayuda del abogado y empresario D. Emilio Rodríguez Menéndez, realizaron copias masivas del vídeo para que fueran repartidas por toda España. Entre otros, mandaron copias del vídeo a la familia de Dña. Ágata Ruiz de la Prada y a la Conferencia Episcopal (D. Pedro J. Ramírez era tertuliano en la COPE, la cadena de radio de la Iglesia).

En su libro ‘El Desquite’ el Sr. Ramírez detalla de manera admirablemente concreta como vivió ese proceso y también como vsionó el vídeo lo hizo su pareja Dña. Ágata Ruiz de la Prada. (Eso sí, en su relato no hace referencia al titular falso en el que intentó asegurar que aquello era ‘un vídeo trucado’ y también lanzaba la tan innecesaria como poco creíble aseveración de sólo mantuvo relaciones con la Sra. Exuperancia Rapú ese día. La Sra. Rapú daría su propia y diferente versión de los hechos en una larga entrevista concedida a D. David Rojo para PERIODISTA DIGITAL en 2004.

En octubre del diario YA – cuyo director era D. Javier Bleda y su presidente editor el mencionado Sr. Rodríguez Menéndez – comenzó a publicar fotogramas del vídeo porno.

El 27 de octubre de 1997 desde la revista ÉPOCA D. Jaime Campmany trataba de echarle un capote a su colega poniendo en duda que fuera él: “Acabo de visionar el vídeo del supuesto Pedrojota Ramírez con una negra llamada Expuperancia. Quien reconozca a Pedrojota en el susodicho es que le conoce por el culo”.

Y, ciertamente, la imagen era de una calidad pésima y se veía de espaldas. Acaso lo que más le delataba era su calva en la nuca y su característica voz aguda.

Aunque periodísticamente el Sr. Ramírez fue respaldado de manera clara y rotunda por todos los periodistas que estaban en su nómina o asociados (como la Cadena COPE a destacar por D. Antonio Herrero y el tertuliano D. Pablo Sebastián). Así como por los comentaristas de ONDA CERO y RNE.

Políticamente no se puede decir que el Sr. Ramírez contara con demasiados apoyos en ese momento. El Partido Popular no tenía ninguna gana en mojarse en esa historia al menos con demasiado entusiasmo, una actitud que copió su clon mediático: el ABC de D. Francisco Giménez Aelmán.

Y de la actitud del PSOE ni hablar, su entonces Secretario General y líder D. Joaquín Almunia, no sólo no le apoyó sino que se apresuró a asegurar que “El Sr. Ramírez ha violado la intimidad de muchísimas personas”, sólo le faltó decir que ‘se merecía todo lo que le pasase”. Es verdad que el Sr. Ramírez había aireado en 1992 las infidelidades del propio Jefe del Estado, y autor de la célebre cita: “La vida íntima de los personajes públicos es de interés público” y arrastraba una condena por haber aireado un supuesto affaire amoroso de D. José María Ruiz Mateos en 1985. Pero las informaciones sobre el Rey o el Sr. Ruiz Mateos eran un juego de niños comparado con lo que ahora le habían hecho a él.

Entre los socialistas que más zurraron al Sr. Ramírez por ‘degenerado’ se destacaron D. Rafael Vera, en declaraciones reproducidas por ANTENA 3 y TELECINCO y, en especial D. José Ramón Goñi Tirapu que en una larga entrevista a D. Javier Sardá en ‘Crónicas Marcianas’ dejó claro lo muy despreciable que le parecía el Sr. Ramírez. Lo más llamativo del tema es que los Sres. Vera y Goñi Tirapu ocultaban que estaban directamente implicados en la difusión de la cinta de vídeo.

LA ACTITUD DEL PRINCIPAL COMPETIDOR, EL GRUPO PRISA. 

Durante los dos meses que duró aquella polémica el diario YA publicó casi a diario artículos del Sr. Rodríguez Menéndez y, sobretodo, del Sr. Bleda insultando al Sr. Ramírez de la manera más soez que a este se le ocurriría: “Pedro-Ojete, “sádico culero espartanto… etc”. El director adjunto del YA en aquella época, D. Gustavo Morales, aseguraría a J. F. Lamata en una entrevista su convencimiento de que el YA en aquel momento estaba siendo utilizado por el Grupo PRISA para hacer la parte sucia y que ellos luego simplemente tuvieran que hacerse eco de lo publicado por YA para difundir ataques al Sr. Ramírez.

¿Pero qué hizo el Grupo PRISA? A lo largo de los años desde periodistas de la SER hasta de EL PAÍS han presumido que nunca hicieron leña del Sr. Ramírez por aquel escándalo. Si se refieren a que podrían haber sido peores, seguramente. No publicaron fotogramas como hizo el YA. Pero tampoco se puede decir que su actitud fuera precisamente solidaria echando mano a la hemeroteca. EL PAÍS también atacaría al Sr. Ramírez por el tema del vídeo de manera editorial, aunque sólo a partir de la judicialización del caso en noviembre.

 

26 Octubre 1997

CRÓNICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA

Javier Bleda

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Ha sido una de las decisiones más difíciles de mi vida y como director, estoy dispuesto a asumir todas las consecuencias que de ella se puedan derivar, no sin antes aclarar que mi editor no ha utilizado su influencia para obligarme a nada. Publicar las fotografías del presunto vídeo sexual de Pedro J. Ramírez puede parecer, a primer vista, una intromisión ilegítima en su intimidad, pero para ello se tienen que dar varias circunstancias, como por ejemplo, que sea él quien realmente aparece en ellas o que no exista ninguna causa de fuerza mayor que justifique su publicación. Soy consciente de los límites del derecho a la información, pero también soy consciente de que no se puede acusar a un medio de comunicación de realizar un ‘falso’ montaje cuando nada hemos tenido que ver en la filmación de ese vídeo ni en su distribución. Si se trata de Pedo J. Ramírez es algo que ustedes, lectores, tendrán que valorar en la medida de lo posible, porque las fotografías no son muy nítidas, pero si llega a la conclusión de que él es el protagonista, nos encontraremos ante un evidente delito de calumnias contra el diario YA por parte de EL MUNDO y su director.

Pero me gustaría ir un poco más allá para alcanzar el concepto de las obligaciones con la Patria que marca la propia Constitución. De todo el mundo es sabida la influencia de Pedro J. Ramírez en el Gobierno y el alcance que pueden llegar a tener sus consejos. Por eso quiero, aunque para ello tenga que dar con mis huesos en la cárcel, que se aparte del mando, si es que se demuestra, a un degenerado sexual que pisotea la mora, el honor y la dignidad del pueblo español y que tiene en sus manos interesadas el delito de la nación.

Un ex articulista de EL MUNDO, Álvaro Pombo, escribía este mismo mes en la revista ‘Que leer’: ‘Me preocupaba su orientación política. Se estaban liando. Pero no me fui por eso, sino porque no se puede perseguir a la gente hasta el catre, muchas veces sin pruebas…” Eso es lo que quería hacer Pedro J. Ramírez con nosotros, llevarnos a su catre, y por eso publicamos estas fotografías en evidente acción de autodefensa ante un gigante de la comunicación. Esto puede ser la crónica de una muerte anunciada, y no lo digo por él, sino por mí a nivel profesional, pero no me importa si con esa acción de David contra Goliat cumplo con mi deber patriótico. Que sea lo que tenga que ser.

Javier Bleda

26 Octubre 1997

HONOR Y DESHONOR DE LOS PODEROSOS

Emilio Rodríguez Menéndez

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No detentar ninguna parcela de poder le da a uno una cierta tranquilidad de ánimo porque no tienes que andar sopesando lo que dices y por qué lo dices, porque la fidelidad es para con uno mismo, de tal manera que cuando no se es poderoso siempre puedes expresarte con absoluta autonomía.

Pero hay conceptos que tienen y deberían tener el mismo significado para todos. El honor es uno de ellos. Qué poco nos cuesta referirnos al honor propio y al ajeno, y siempre con tal vehemencia, cuando el honor es algo tan íntimo como la propia dignidad, y la honra muchas veces es de quitar y poner según en boca de quién te encuentres.

En los medios de comunicación, el tema resulta más dramático, pues los poderosos honran y deshonran a quien les viene en gana.

Por eso los grandes: COPE, ONDA CERO, ANTENA 3, TELECINCO, EL MUNDO, ABC, se permiten machacar ‘ex cátedra’, aunque sea sin pruebas, el honor de ciudadanos honorables, reservándoles cualquier tipo de epítetos como el de ratas. Al mismo tiempo, estos mismos medios protegen y pretenden salvaguardar la honra de quien, representando a la derecha confesional y católica se asoma a un balcón el día del Corpus, con nuestros entonces recién elegidos presidente del Gobierno y ministro de Economía, para después mancillar su propia dignidad con actitudes innobles e impensables en una persona como él, quien se erigió en perseguidor de personajes que forman parte de la Historia española más reciente, calumniándoles sin escrúpulos y atentando contra su honor, muchas veces con bellacas mentiras. Ese honorable que se deshonra a sí mismo es defendido por los medios poderosos, que cierran filas inexplicablemente ante el tótem de la democracia.

Nos referimos, naturalmente, a Pedro J., que se deja sodomizar y humillar en su vida sexual y que nos ha permitido hacer una radiografía mucho más aproximada a la realidad de este personajillo de pacotilla. Que pequeño te quedas ante nuestros ojos y, sin embargo, aún cuentas con la protección de los poderosos, otrora o no se sabe cuándo, defensores de la democracia y las buenas costumbres.

Ahora mismo no sabemos muy bien lo que defienden los medios poderosos, porque, por ejemplo, han establecido la censura vetando cualquier referencia a tu ya famoso vídeo sexual. Y, evidentemente, no es cuestión de pudor, que es algo que ya no existe en nuestra vida pública, sino un desmedido afán de protección y cobijo a determinada persona. Si, como muchas veces se ha dicho, el dictador Franco levantara la cabeza, se asombraría de la dureza extrema de los medios actuales. La censura, hoy, poco tiene que envidiar a la franquista o a la de Mussollini o a la de las repúblicas bananeras. Está visto que no se puede hablar de lo que se quiera y, en todo caso, no se puede hablar del video sexual del Buda de la democracia y adalid de nuestro querido presidente. Algo de sagrado debe tener en su coronilla D. Pedro J. para que sea tan intocable y le perdonen sus comportamientos hasta los sectores del Opus Dei en el gobierno. Francamente, no lo entendemos, porque, como dice la Biblia, por sus actos los conoceréis, y la actitud ante la vida en los comportamientos más íntimos dice mucho o todo de la persona. Creemos, sin escandalizarnos, ni escandalizar a nadie, que Pedro J. lo ha perdido todo cuando hemos visto y conocido a qué juega. Respetamos su intimidad y la de cualquiera pero, ojo, él es más que un personaje público y todos sabemos que, ante la opinión, tiene que pasar todos los filtros y todos los exámenes y, Pedro J., tú has suspendido y la has palmado. La verdad es que hace tiempo que no nos gustabas, tanta bondad en ti nos resultaba increíble y nunca nos has convencido.

Pero ¿por qué te tapan los poderosos? ¿por qué se cubren unos a otros? ¿Quizás por miedo a escándalos futuros? ¿Habrá más videos de otros? ¿Es que todos ponen a remojar sus barbas al ver cortar la de Pero J.?

Rotundamente debemos decir que no queda prensa independiente en nuestro país. Sólo EL PAÍS y nosotros, y no lo decimos a bombo, sino como una realidad llana y evidente. Las persecuciones y las descalificaciones hacia los que no nos rendimos son continuas, enormes y evidentes.

Y ya no hablamos de nosotros, denostados a diario, sino por ejemplo, del grupo que preside D. Jesús de Polanco. Menos mal que se ha admitido la recusación del juez estrella loco, que se estrella con frecuencia, porque si no, el Sr. Polanco y los suyos habrían terminado con sus huesos en Alcalá Meco.

Y, en nuestro periódico, nuestro director y su editor deben ser muy importantes cuando los ‘defensores de la libertad’ nos dedican horas en la radio y artículos en los periódicos, o se molestan en ordenar que nuestro periódico no se distribuya en Iberia y Aviaco, por poner un ejemplo.

Estamos pagando el precio de nuestra independencia y nuestra denuncia a uno de los personajes más canallescos de la Historia española, como siempre, hará justicia y te presentará justamente como uno de los mayores canallas de nuestro siglo, que perdió su falsa honra cuando su país descubrió que no tenía honor ni dignidad.

Emilio Rodríguez Menéndez.

18 Noviembre 1997

A propósito del vídeo

Graciano Palomo

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Sólo con la intención profesional de comentar los asuntos más candentes, actuales y del máximo interés general, me apresto a dar mi opinión escrita, libre y sin ataduras. No he escrito ni escribiré jamás en ese periódico acerca del vídeo (contra) Pedro J. Ramírez que asimismo ha dado carta de naturaleza al publicar en EL MUNDO durante este fin de semana la trama que lo organizó, y cuando el propio videografiado ha comenzado una cruzada en defensa de su honor y de su libertad.

Hay que escribir y escribo que detesto y denuncio cualquier operación irregular y alegal en la investigación de las vidas privadas de los ciudadanos, sean estos lecheros o altos responsables de cualquier cosa. Nadie puede atreverse a poner en marcha operaciones destinadas a revelar asuntos íntimos de cada cual. Esto como principio.

Dicho lo dicho, también tengo que aplicar el mismo baremo de medir para todos, aunque algunos dispongan de armas modernas destinadas a segar vidas y haciendas, esto es, medios de comunicación apuntando directamente a la sien, sin importar lo más mínimo el destino de sus fusilados hayan cometido o no delito. De ello tengo, incluso personalmente, algunas pruebas fehacientes del modo de hacer de J.

S en periodismo, al final, lo que vale es la verdad – la denuncia Agamenon o su porquero – y si esa verdad derriba carreras, cuentas corrientes y altos cargos da lo mismo, ese criterio, en buena ley democrática, también debería servir a toras esferas de la actividad y de la vida de otros actores, aunque ellos no cobren directamente del erario público.

Un montaje es aquella operación destinada a sacar de mentira verdad, pero si de la verdad se saca verdad no hay montaje. Cosa bien distinta son las interpretaciones que cada uno quiera hacer de los datos absolutamente incontestables.

Lo que digo y mantengo es que si hay un dirigente político, por ejemplo, al que se le manda a su casa por hechos abyectos demostrados (independientemente del método elegido para la consecución de las pruebas), resulta meridiano que en otros estadios hay que aplicar la misma norma, siempre y cuando los hechos objeto de denuncia se hayan demostrado reales e incontestables. Ello resulta especialmente cierto cuando los individuos en cuestión gozan de situaciones de gran privilegio social.

El resto no me interesa para nada. Naturalmente que los implicados en los GAL han ido buscando las cosquillas al protagonista del famoso vídeo. ¡Faltaría más! Ya sabíamos que eran ellos los que han manejado a la negrita Exuperancia.

¿Qué es lo que han querido demostrar con esa cintita, la más vista, deseada y difundida clandestinamente de toda la Historia de España? Pues que no hay nadie que escape a la condición humana y que una cosa es predicar y otra bien distinta dar trigo.

¡Para ese viaje no se necesitaban vídeos! ¡Dioses, no!

Graciano Palomo

El Análisis

LA MUERTE DEL CARDENAL HERRERA ORIA

JF Lamata

Ya hacía muchos años que el Cardenal Herrera Oria, el fundador de la Editorial Católica y la histórica cabecera del diario YA había fallecido. Pero que justo el periódico que se suponía que era diario de los valores cristianos se convirtiera en el difusor de material íntimo para dañar la imagen de un periodista era como escupir a su tumba. Si todo hubiera sido una maniobra de un enloquecido editor dispuesto a cualquier cosa por vender y a un director de periódico que, pese a su radicalidad ideológica (falangista), parecía mostrarse dócil a su jefe, la cosa se hubiera quedado en eso, una bajeza que ni merecía respuesta (sólo el columnista de EL MUNDO, Sr. Martín Prieto, replicó al YA).

Pero EL MUNDO, a pesar de que inicialmente cometió el traspiés de decir que el video era ‘trucado’, acabó siendo el beneficiado del tema al demostrarse que figuras vinculadas al Gobierno del PSOE habían participado en la difusión del vídeo. Los asuntos de cama del Sr. Ramírez (que no eran delito) y los trapicheos del Sr. Rodríguez Menéndez (que sí lo eran), se quedaban pequeños ante el bochorno que suponía que figuras como D. Ángel Patón, D. Rafael Vera o el Sr. Goñi Tirapu estuvieran implicados en aquello.

J. F. Lamata