25 marzo 2003

El Estado español terminará siendo condenado por haberse negarse a verificar si había o no fundamento en las acusaciones del periodista filoetarra

El director del clausurado EGUNKARIA denuncia haber sido torturado

Hechos

En marzo de 2003 el director del clausurado diario EGUNKARIA, Sr. Martxelo Otamendi (encarcelado) denunció que había sufrido torturas.

Lecturas

D. José María Calleja (‘Protagonistas’, ONDA CERO), Dña. Encarnación Valenzuela (‘Buenos Días’, RNE), D. Manuel Antonio Rico (’24 Horas’, RNE), D. Federico Jiménez Losantos y D José Luis Balbín (‘La Linterna’, COPE) hablando sobre la denuncia de torturas del Sr. Otamendi.

PASQÜAL MARAGALL (PSC): «TENGO LA IMPRESIÓN DOMINANTE DE QUE OTAMENDI DICE LA VERDAD»

Maragall_2003

Aunque la mayoría de tertulianos de ámbito nacional se posicionaron a favor de que Otamendi mentía, hubo quienes sí le creyeron como el presidente del Partido de los Socialistas Catalanes (PSC), referente del PSOE en Catalunya, que expresó su ‘impresión dominante’ a que las denuncias de Otamendi eran verdad.

05 Marzo 2003

La impresión dominante

Alfonso Ussía

Leer
Para mi, Maragall a secas es Joan Maragall, el gran poeta catalán. Mi afición a la bibliofilia y al fetichismo me recompensó, hace pocos meses, con una joya que guardo con devoción. En la Librería del Prado de Madrid, la que regenta con su callada sabiduría José Blas Vega -extraordinario su trabajo en el que demuestra la ignorancia de Sender en el flamenco-, me encontré con un precioso volumen encuadernado por Camacho de poesías de Joan Maragall. Una edición de 101 ejemplares publicada en 1891 con motivo de la boda de Maragall con la «senyoreta donya Clara Noble». La edición fue costeada por trece amigos, y mi ejemplar, el número 11, está dedicado por Maragall a uno de los promotores, el «estimat amich Joan Gubern». Este libro, muy valorado en el Palau, no contiene su célebre y magnífica «Oda a Espanya», pero sí otros poemas sublimes y sus traducciones de Goethe. Creo que a Maragall, como a Espriú, como a tantos grandes poetas catalanas, hay que leerlos en su idioma materno, que es también nuestro, y superar las dificultades. El idioma catalán, leído con tiempo y delicia, es sugerente y bellísimo, ese prodigio de agua clara que tanto saciaba la sed de José María Pemán.
Maragall el nieto, Pascual, poco tiene que ver con el abuelo, cosa por otra parte, absolutamente lógica, legítima y respetable. El problema de Pascual Maragall es que nada tiene de sugerente, y muy poco de agua clara, como el idioma que tejía su abuelo para la Poesía. De un tiempo a esta parte, a Pascual Maragall le está asaltando la campechanía de la mala intención, y ello le lleva a sus «impresiones dominantes», que no son otra cosa que falacias. Rodeado de su corte, formada por los jubilados de la «Gauche Divine» barcelonesa, se ha abrazado al más radical e intolerante nacionalismo. Inventor del federalismo asimétrico, que nadie entiende excepto él y su corte de bufones y polichinelas, no tiene reparos en aplaudir los contactos con la ETA de sus socios de «Esquerra Republicana», ni para criticar el pacto antiterrorista firmado por su partido, el PSOE, con el Popular. Para Maragall lo fundamental en Las Vascongadas es llegar a acuerdos con los nacionalistas vascos. Y ese amor por los nacionalistas le coloca, en ocasiones, en precipicios peligrosos y salidas inaceptables por su indecencia ciudadana.
Ahora se ha puesto del lado de los falsos torturadores proetarras. Y en una conferencia ofrecida en la Universidad de Barcelona ha reconocido que las denuncias de tortura -posteriormente retiradas- de Marcelo Otamendi, director de «Egunkaria» le parecieron «sinceras», y que «tuvo la impresión muy dominante de que Otamendi decía la verdad».
Maragall, Elorza y el de Galicia -perdonen, pero no recuerdo su nombre y me da mucha pereza consultar el dato- forman el trío calaveras del socialismo. Maragall disfruta de la compañía de «Esquerra Republicana», el partido independentista catalán. Elorza es más del PNV que Javier Arzallus y el gallego es socio de Beiras y su Bloque Nacionalista Gallego. El PSOE es un lío. Y Zapatero no encuentra tiempo para poner orden en el caos por culpa de su afición a las pancartas. Pero esa inclinación admitida por el propio Maragall a creer más a los terroristas y a sus amigos que al Ministerio del Interior se me antoja repugnante, miserable, antigua y putrefacta. Desde que dejó de gobernar el partido de Maragall, las torturas, los atentados y los asesinatos gubernativos han pasado, por fortuna, al peor rincón de nuestra reciente Historia.
Pero ese es su problema. El mío, lo solvento con poca imaginación y mucha rapidez. A una estupidez de Pascual Maragall yo respondo abriendo el libro de poemas de su abuelo, y leo «las mimvas del janer» y recupero en mi ánimo el respeto por su apellido.

01 Marzo 2003

Cómplices

Isabel San Sebastián

Leer

No he oído al lehendakari Ibarretxe exigir a su consejero de Interior una investigación a fondo sobre las graves negligencias en materia de seguridad denunciadas por la familia Pagazaurtundua tras el asesinato de Joseba.

No he visto que ofreciera ayudas a la viuda o a los huérfanos de ese funcionario vasco abatido por un pistolero etarra en Andoain, localidad en la que sus superiores le obligaban a vivir y trabajar a pesar de conocer las graves amenazas que pesaban sobre su persona.

No he leído que pronunciara alegato democrático alguno referido al primero y fundamental de los derechos inalienables que asisten al ciudadano: el sagrado derecho a la vida. No. En el caso de la última víctima mortal de ETA, tanto el Gobierno vasco como el PNV se han limitado a mentir y proferir calumnias, llegando incluso al esperpento escrito de Juan Mari Atutxa, quien, en una carta dirigida a algunos dirigentes socialistas, venía a imputar al muerto la responsabilidad de su atentado por regresar «voluntariamente» -decía él- al pueblo del que se había visto obligado a huir.

Y es que de todos es sabido que la gente como Joseba, su hermana Maite, Fernando Savater, Vidal de Nicolás, Carlos Iturgaiz, María Sangil, José Mari Calleja, Iñaki Ezkerra y demás luchadores por las libertades no necesitan la protección de las autoridades.Ellos no sufren persecución y tortura. Ellos campan a sus anchas por la Euskadi feliz y segura que han construido los seguidores de Arzalluz, en la que únicamente los patriotas como Martxelo Otamendi o Pello Zubiría requieren el amparo de Ajuria-Enea, porque sufren el acoso sistemático de ese pérfido Estado-represor que abomina de los vascos (impagable aportación de Anasagasti), del euskara, y de quienes lo utilizan. Como si Maite, María, Carlos o el propio Joseba fueran de origen australiano y se expresaran en serbocroata…

Lo cierto es que Zubiría y Otamendi han denunciado torturas , e inmediatamente Ibarretxe ha puesto el grito en el cielo y ha invocado la Declaración Universal de los Derechos Humanos; esa hermosa piedra angular de la literatura política, que se convierte en papel mojado cuando se trata de aplicarla a los renegados que rechazamos abrazar el credo nacionalista.

«¡Que les saquen de la cárcel!», «¡Que reabran el periódico!», ha clamado el lehendakari, jaleado por los habituales tontos útiles y compañeros de viaje -e inmediatamente han salido de la caja de los aguinaldos 1.700.000 euros (más de 300 millones de pesetas) para subvencionar el clausurado panfleto terrorista-.

Panfleto terrorista, sí, que no medio de comunicación, porque, según el auto del juez Juan del Olmo, Egunkaria forma parte nuclear del entramado de ETA, y así lo demuestran al menos ocho documentos incautados a dirigentes de la organización en los que se discute abiertamente su financiación y dirección, a la vez que se plantea y expone al detalle su utilidad dentro del aparato político de la banda.

Esos documentos están a la disposición de quien quiera tomarse la molestia de leerlos, y resultan de una elocuencia inequívoca.De manera que sólo desde la ignorancia irresponsable o desde la complicidad interesada puede mantenerse la tesis de la represión ideológica de un órgano de opinión legítimo y respetable. Y yo me inclino por esta segunda hipótesis.

Inspirado por la coincidencia de fines con los del hacha y la serpiente e instigado por el deseo de hacerse con los votos batasunos en las urnas municipales, el PNV se acerca a la banda y coloca a sus miembros bajo el ala protectora de su Gobierno… digamos que presuntamente; con la misma presunción de inocencia con la que el juez vincula a la dirección de Egunkaria con ETA y ordena cerrarlo. Porque es verdad que los rotativos no delinquen, pero tampoco lo hacen las pistolas, si alguien no aprieta el gatillo, ni los coches bomba, a menos que una persona accione el mando a distancia. Lo cual no obsta para que unos y otras sean armas peligrosas al servicio del terrorismo.

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LA LLAMADA

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Encuestas sobre Madrid

Sorpresa ‘popular’. Los teléfonos de los cuarteles de campaña de Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz-Gallardón han echado humo esta semana al conocerse el resultado de una encuesta del PSOE que da vencedores a sus candidatos, Rafael Simancas y Trinidad Jiménez, tanto en la Comunidad como en la Alcaldía. Los sondeos del PP pronosticaban una posible derrota de Aguirre, pero no de Gallardón, a quien la incorporación de Ana Botella habría perjudicado, según los datos socialistas. Una derrota doble sería, dicen en el PP, «desastrosa y prácticamente irreversible».

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EL PERSONAJE

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Alierta, jubilado en verano

Fin del encargo. En medios políticos y financieros se da prácticamente por seguro que el actual presidente de Telefónica, César Alierta, dejará su cargo en verano, una vez cerrada la fusión de las plataformas digitales y cumplido el encargo gubernamental de vender el Grupo Admira, que incluye Antena 3 y Onda Cero. Las gestiones para esa venta se han multiplicado en los últimos meses, y en fuentes cercanas al Gobierno se considera muy probable que la operación, pendiente de un acuerdo sobre el precio, se consume después de las elecciones.

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LA NOTICIA

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Tres navarras valientes

Contra el terror. En la localidad navarra de Areso, a tres kilómetros de Leiza y escenario de varios atentados de ETA, se está librando una batalla contra el terror. Allí ganó las últimas elecciones una candidatura independiente frente a la lista Batasuna por sólo dos votos de diferencia: 118 a 116, y ahora los representantes de la banda quieren empadronar a 50 simpatizantes en el pueblo para asegurarse la victoria en las urnas. Pero la alcaldesa (cocinera con escolta) y dos de sus concejalas resisten a las presiones: tres mujeres que hacen honor a Navarra.