7 febrero 1992

El juez acusa al letrado de ser dirigente de la banda y de haber gestionado el cobro de la extorsión a la banda asesina

El juez de Instrucción Nº1 de la Audiencia Nacional, Carlos Bueren, acusa al abogado Íñigo Iruín de ser un dirigente de ETA

Hechos

En febrero de 1992 el juez de Instrucción de la Audiencia Nacional, Carlos Bueren, remitió al Tribunal Supremo sobre su investigación al abogado Íñigo Iruin, senador de Herri Batasuna, por su colaboración con ETA.

Lecturas

alvaro_iruin_abogados Álvaro Reizábal e Íñigo Iruín, abogados vinculados a Herri Batasuna están acusados de actuar de intermediarios al servicio de ETA para el cobro del impuesto revolucionario.

HERRI BATASUNA AMENAZA PERSONALMENTE AL JUEZ BUEREN

HB_BuerenZabaleta_Idigoras_Erquicia Los portavoces de Herri Batasuna, Patxi Zabaleta, Jon Idigoras y el sacerdote Tasio Erquicia.

Los representantes de Herri Batasuna (HB) amenazaron al juez D. Carlos Bueren asegurando que si él ‘los atacaba’, ellos ‘se defenderían’ y aseguraron que si la Ertzaina colaboraba con la justicia española serían vistos a partir de ellos como ‘agentes’ de España.

07 Febrero 1992

Bueren apunta a la máxima dirección de HB

EL MUNDO (Director: Pedro J. Ramírez)

Leer

El juez de la Audiencia Nacional Carlos Bueren, que investiga la trama de cobro del «impuesto revolucionario» de ETA, se ha dirigido al Tribunal Supremo para que esclarezca la presunta participación del abogado y líder de HB Iñigo Iruin en actividades de extorsión al servicio del grupo terrorista, de cara a su posible procesamiento. Es al Supremo al que corresponde decidir sobre ello, dado el carácter de aforado de Iruin, en tanto que senador. Del mismo modo que ayer sostuvimos que la ilegalización de Herri Batasuna sería tan difícil de argumentar desde el punto de vista jurídico como improductiva y perjudicial desde el punto de vista político -con argumentos idénticos a los que también ayer expresó el presidente del Tribunal Constitucional, Tomás y Valiente, somos partidarios de que se vaya hasta el final en el esclarecimiento de las actividades presuntamente delictivas en que hayan podido incurrir unos u otros miembros de HB, por importantes que éstos sean en la organización abertzale radical. Los dos criterios, como Tomás y Valiente subrayó acertadamente, no sólo no se contradicen, sino que se complementan.