12 febrero 1994

Los directores de ABC y EL MUNDO, Anson y Ramírez, protestan a la Asociación de la Prensa por sus carteles (publicados en sus periódicos, así como también en DIARIO16 y EL PAÍS)

‘El Larguero’ de José Ramón de la Morena Pozuelo (SER) se promociona con carteles que comparan a José María García Pérez (COPE) con Hitler

Hechos

  • El 12/03/1994 los Directores de los diarios ABC, D. Luis María Anson, y EL MUNDO, D. Pedro J. Ramírez, remitieron una carta al presidente de la Asociación de la Prensa, D. Jesús de la Serna, protestando por los carteles publicitarios del programa ‘El Larguero’ de la Cadena SER.

Lecturas

El 25 de febrero de 1994 la Cadena SER insertará en la prensa anuncios de promoción del programa ‘El Larguero’ de D. José Ramón de la Morena Pozuelo presentando a su principal competidor como un nazi en aparente referencia a D. José María García Pérez, de la Cadena COPE. Los directores de los periódicos ABC, El Mundo y Diario16 formularán una protesta a la Asociación de la Prensa por ese anuncio, aunque sus periódicos también lo recogieron. D. Federico Jiménez Losantos publicará en ABC el 26 de febrero el artículo ‘el fasciopolanquismo’ responsabilizando a D. Jesús Polanco Gutiérrez de esa campaña publicitaria.

El anuncio de la ‘Cadena SER’ en la que se presentaba al programa ‘SúperGarcía’ como ‘fanatismo o espectáculo’, sacando como ‘fanatismo’ a D. José María García de la COPE, y como espectáculo ‘El Larguero’.  Los directores de EL MUNDO y ABC, D. Pedro J. Ramírez y D. Luis María Anson, dirigieron una carta a D. Jesús de la Serna, presidente de la Asociación de la Prensa, en que manifiestan su «alarma» ante la publicidad de la Cadena SER que utiliza un símil de Adolfo Hitler para referirse al periodista José María García. «Esperamos que comprendas la gravedad del caso -dice la carta-, las razones de nuestra preocupación y la necesidad de evitar las indeseables consecuencias que de este hecho se derivan no sólo para el mundo periodístico sino para la vida pública en general».

DE LA MORENA VUELVE A COMPARA A JOSÉ MARÍA GARCÍA CON FRANCO Y HITLER EN EL PERIÓDICO

morena_garcia A pesar de que la Asociación de la Prensa reprochara a D. José Ramón de la Morena su actitud, el periodista del Grupo PRISA, D. José Ramón de la Morena, director de ‘El Larguero’ de la SER volvió a comparar a D. José María García con Hitler y, además, con Franco y con Fernando VII en una entrevista en EL PERIÓDICO de Catalunya publicada el 11.11.1994.

26 Febrero 1994

EL FASCIOPOLANQUISMO

Federico Jiménez Losantos

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No han tenido mejor ocurrencia el superdemócrata y tecnomoderno señor Delkader, el prestigioso literato señor Cebrián y, naturalmente, don Jesús del Gran Poder, el incomparable Ciudadano Polanko, que disfrazar a García de Hitler, sí, sí, de Hitler

Cuando ayer comenté amablemente la última petición de Cebrián para la concentración de medios audiovisuales que le permita mantener sus negocios, no había visto cierto anuncia que la SER, la cadena cebrianita y polanquiana, ha puesto en los periódicos para defender su decaída y fracasada programación. A decir verdad, ha puesto dos, que osn dos exaltaciones del fascismo cutre, dos formas de gritar “muera la inteligencia”: en uno, se contrapone toda la Prensa a Iñaki Gabilondo; o sea, que en vez del espíritu crítico que secularmente representa la prensa escrita, se ofrece la imagen de un telecomunicador. Está muy bien como expresión de los valores de Cebrián en lo que a cultura se refiere y en lo que los países civilizados consideran función crítica necesaria de los medios de comunicación. Pero, en fin, todavía puede escudarse ese anuncio oscurantista en el dicho célebre de que una imagen vale más que mil palabras. Es una idiotez, pero de uso común.

En cambio, el otro anuncio, el que intenta promocionar al espacio deportivo de la SER, que compite a medianoche con el de José María García en la COPE, representa un auténtico salto adelante en la propaganda fascistoide del señor Cebrián y su imperio, una demostración gráfica de lo que, sin exageración, podemos llamar el ‘fasciopolanquismo’, una prueba que deben estudiar en España y en el extranjero cuantos se dediquen a esto de la comunicación para darse cuenta de los extremos de dictadura informativa, o de pretensión dictatorial, a que estamos llegando en la España de Felipe González y Jesús de Polanco, tanto monta, monta tanto.

Yo no sé si hay alguna asociación de la prensa, o como se llame, con o sin código deontológico, que entienda que estos asuntos. Quiero decir una asociación de la prensa que no esté controlada por el imperio de Polanco, Cebrián y compañía. Supongo que no. De existir ya habría llmado la atención sobre ese anuncio, en el que contraponen lo que llaman el ‘espectáculo’ de un tal De la Morena y un mediocre futbolista y simpático presentador, en la línea de Dña Croqueta, que se llama Michael Robinson, con lo que llaman ‘Fanatismo’ y que , evidentemente, a esa hora, y por la competencia directa que existe en materia y programa, no puede ser otro que José María García.

Como el espectáculo de esta pareja no consigue convencer a los oyentes, que prefieren largamente a García, no han tenido mejor ocurrencia el superdemócrata y tecnomoderno señor Delkader, el prestigioso literato señor Cebrián y, naturalmente, don Jesús del Gran Poder, el incomparable Ciudadano Polanko, que disfrazar a García de Hitler, sí, sí, de Hitler, como si la COPE, ese quebradero de cabeza que le ha salido el régimen, ofreciera a esa hora, frente al espectacular programa de Robinson y Del a Morena, un programa de exaltación nazi.

Yo no conozco un caso similar de manipulación y de injuria contra otro programa rival en la publicidad de ningún país del mundo, pero tal vez será porque viajo poco. En México, sobre todo en la zona de Chiapas, y en Venezuela sobre todo en los barrios donde Carlos Andrés Pérez masacraba de seiscientos en seiscientos, a lo mejor se hace publicidad de ese género. Es posible. Si Cebrián y Polanco se han inspirado en tan nobles regímenes para el futuro audiovisual español, tal vez hayan copiado también estas técnicas, puramente totalitarias, nazis o soviéticas, lo mismo da, de satanización del adversario. En España, hasta ahora, no se había visto nada igual.

A mi juicio, ese anuncio, que no conseguirá aumentar el nivel de audiencia de la SER ni destronar a García, eso seguro, demuestra, sin embargo, los extremos de totalitarismo, coacción y desvergüenza de que es capaz el fasciopolanquismo, que no merece otro nombre. Ahora bien, cuando se llega a ese extremo, cuando se considera que vale todo, no cabe rendirse. Contra la publicidad totalitaria habrá que emplear la publicidad subversiva. En el caso del imperio Polanco, simplemente explicativa.

Federico Jiménez Losantos

18 Marzo 1994

Hitler

Jaime Campmany

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A José María García, alfa y cabeza de la radio deportiva, han querido convertirle en un Hitler de astracanada los enanitos de la competencia. Ese anuncio que saca la SER en televisión no puede tener otra interpretación. Ese Hitler ridículo, toscamente charlotesco, que tumba al micrófono a gritos y que vocifera con un ataque de histeria es un muñeco cinematográfico que, sin duda, intenta caricaturizar a José María García, y si no es así, que me aspen y me den masculillo. O yo me chupo el dedo, o ese hitlerito, hitlerillo, hitleruelo, en la intención de los que se anuncian, está pensado para que el telespectador sea conducido arteramente hacia la imagen de José María García.

No quiero yo decir con esto que García tenga algo que ver con Hitler, o que su modo informativo sea hitleriano o nazista, o que haya algún parecido físico entre el Führer y el Butanito. Ésa es una infame y degradante caricatura del estilo trepidante, crítico sin concesiones insobornable y en ocasiones agresivo de José María García. Los informadores y comentaristas deportivos de la SER se ven superados ampliamente todos los días del año en la audiencia radiofónica por el programa de José María García en la COPE, y con estas armas negras, artilugios sucios e hilerillos de opereta intentan desprestigiar a quien les vence y adelanta en el ejercicio de su profesión a todas horas. No iban a gastarse el dinero de la campaña en ridiculizar a los que no les hacen sombra. Intentan ridiculizar al gran adversario, al único enemigo que les vence y les humilla.

Sí, sí, ya sé, ahora saldrá alguien diciendo que si el señor García se da por aludido al ver ese hitlerito allá él, y que eso es como una confesión de parte. Y pondrán el clásico ejemplo del tipo que entra en cualquier sala pública, llena de gente, y grita: “Aquí hay algún hijo de zorra”, y en seguida se levanta un señor y exclama: “Oiga, no le permito a usted que me insulte”. Pues, no, señor. No es ése el caso. En la radio deportiva la lucha profesional por la audiencia se establece, principalmente, entre la COPE con José María García y el cuasi monopolio radiofónico de don Jesús Polanco con la SER a la cabeza. O ese hitlerillo quiere representar a García, o se extiende esa insultante y descalificadora comparación a todos los programas deportivos de la radio española.

Si se invita al destinatario del anuncio a elegir entre una información deportiva excitada, agresiva o histérica y otra, la propia, serena, bienhumorada y apacible, es señal de que los anunciantes califican insultantemente a la competencia. No a la competencia en general, sino a aquella más relevante, cuya imagen pueda adivinarse al través de los rasgos caricaturizados con ensañamiento. En el anuncio de marras no se trata de realizar una predicación para elogiar un modo de informar concreto (el de la SER) sobre otro modo de informar abstracto (el de nadie), sino que intenta llevar al oyente de un programa concreto a otro programa concreto. Y de llevarlo de la peor manera y con el estilo más detestable en un anuncio: descalificando con una comparación repugnante a la competencia, sin citarla, aunque dando las pistas suficientes para estimular la imaginación del telespectador y llevarle hacia el destinatario. Real. O sea, con el procedimiento de mayor cobardía en la pelea por la clientela, procedimiento de vieja utilización y truco tan conocido como desprestigiado. Es un truco de listillos aliados con la vileza.

En el mundo de los medios de comunicación y de la empresas editoriales han penetrado algunos falsos periodistas y algún desahogado empresario que intentan imponer el juego sucio, el golpe bajo y la guerra bacteriológica, y que prodigan la dentellada y la puñalada trapera en unas aguas turbias de tiburones y estimulado por el poder político deseoso de acabar con él buen éxito y la influencia de los pocos medios de comunicación que conservan la dignidad de su independencia. ¡Socorro!, porque Hitler son ellos.

Jaime Campmany

El Análisis

EL ÉXITO DE SER ENEMIGO DE UN GRANDE

JF Lamata

Restituir a D. José Ramón de la Morena al frente de las noches de la Cadena SER era apostar por una estrategia clara: atacar al Sr. García para levantar la audiencia del programa.

El Sr. García había forjado como líder durante años un estilo personalista-justiciero mediático, un estilo que le había hecho ser líder con muchos admiradores, pero que también, a la fuerza, tendría que haberse ganado muchos detractores. El objetivo, por tanto, de ‘El Larguero’ al ‘vender’ la imagen de que era el enemigo del Sr. García, para que muchos detractores de este, pasaran a ser oyentes de la SER.

Llamarle ‘Hitler’ y ‘Butano’ hasta en los carteles publicitarios era la mejor forma de demostrar que el Sr. De la Morena no se andaba con chiquitas, aquella era ‘guerra total’. Y, además el Sr. De la Morena tenía dos vaca a su favor, la edad, eran más jóvenes y por tanto era más fácil atraer al nuevo público joven que se iba incorporando, y por otro tenían grandes dosis de humor, algo que estaba menos presente en ‘SúperGarcía’. Ell hasta entonces líder Indiscutible de las noches evitó responder a aquellos ataques para no dar publicidad a sus enemigos y que pasaran desapercibidos, pero cuando vio que eso era imposible, cambió de estrategia y entró en el terreno de las Demandas .

J. F. Lamata