19 junio 1917

Está considerado como la firma más prestigiosa del momento

El mítico columnista Mariano de Cavia, rompe con EL IMPARCIAL para no verse involucrado en el pleito de Urgoiti-Gasset

Hechos

  • El 21.06.1917 varios medios, entre ellos LA VANGUARDIA, reprodujeron una breve carta de D. Mariano de Cavia anunciando que dejaba EL IMPARCIAL

Lecturas

CARTA DE MARIANO DE CAVIA:

Mi firma no aparece en este periódico mientras no recobre la normalidad de su vida de un modo absolutamente legal e indiscutible.

A mí no me van ni me vienen estas cosas; pero mi libertad y tranquilidad de conciencia y la seriedad de mis relaciones con el público no pueden estar a merced de estas actitudes privadas y no políticas.

Mariano de Cavia

19 Junio 1917

Carta al director de EL IMPARCIAL

Mariano de Cávia

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Señor don Félix Lorenzo

Mi muy estimado compañero y amigo: Al alma me llega (y en horas nada gratas para la salud corporal) y en el alma me hiere gravemente lo que está ocurriendo en EL IMPARCIAL, donde he dejado veintidós años de mi amor a la profesión periodística, a la cultura general, al buen humor y a esta adorada patria española, donde los más obligados a rehacerla y enaltecerla son ‘piedra de escándalo’, según dijo Jesús ante los propios como ante los extraños.

En la humilde, más para mí importante parte que me toca, pues en ella pongo mis cuarenta y dos años de ejercicio periodístico y la tranquilidad de mi vejez, he dicho, acerca de estas lamentables trapisondas, cuanto tenía que decir, dentro de la sobriedad, cuanto tenía que decir, dentro de la sobriedad y también del a amistad, al señor don Rafael Gasset, por haber sido el primer director de EL IMPARCIAL y cuando este diario me abrió generosamente sus columnas veintidós años ha. El señor Gasset es dueño de esta carta y nada tengo que decirle usted acerca de ella, sino asegurarle (como último director que ha sido de EL IMPARCIAL) que mi firma no aparecerá en este periódico mientras no recobre la normalidad de su vida de un modo absolutamente legal e indiscutible. A mi nada me va ni me viene en estas trapisondas; pero mi libertad de escritor, la tranquilidad de mi ánimo y la formalidad de mis relaciones con el público no pueden estar a merced de estos embates privados y políticos, a los cuales soy completamente ajeno.

Por lo que atañe al caso de usted, ¿qué he de decirle? Tengo entendido que se ha intentado arrojar contra usted el gremio periodístico presentándole como un hombre entregado a no sé qué intereses ajenos a la Prensa. Yo, que conozco a usted desde sus primeros pasos en nuestra ingrata profesión, no he sabido si echarme a llorar o echarme a reír ante tales acusaciones. He preferido ponerme serio, y con toda seriedad decir a usted: “Me duele en el alma todo lo que sucede, y, a serme posible, hubiese dado algo de mi cuerpo por evitarlo; pero puesto yo en el caso que usted ha padecido, hubiera hecho lo mismo, lo mismo exactamente”.

Si alguna vez le conviene puede usted hacer uso público de estas líneas, expresión sincera de un afecto merecido y prueba del respeto que siempre debemos tenernos a nosotros mismos y a las palabras que damos o que se nos dan honradamente.

Esperando que Dios nos mejore estas horas amargas, mande usted cuanto guste a su invariable amigo y compañero.

Mariano de Cavia