1 diciembre 2013

Ana Rosa desmintió en antena que fuera a entrevistar al criminal de Alcasser y reprocha a EL MUNDO su actitud

EL MUNDO asegura que el asesino liberado Miguel Ricart será entrevistado por ‘El Programa de Ana Rosa’ o ‘Espejo Público’

Hechos

El 1.12.2013 el diario EL MUNDO publicó el reportaje ‘El criminal Ricart, carne de plató’.

Lecturas

Con la puesta en libertad del único condenado por el asesinato de las niñas de Alcasser, Miguel Ricart, el periódico El Mundo asegura el 1 de diciembre que los espacios ‘El Programa de Ana Rosa’ de Mediaset y ‘Espejo Público’ de Atresmedia están negociando entrevistarle, preparándose en redes sociales un boicot contra estas cadenas en caso de que esta situación se dé, imitando lo ocurrido contra ‘La Noria’ tras la entrevista a la madre del Cuco.

En ‘El programa de Ana Rosa’ del día 2 de diciembre de 2013 la presentadora y directora del espacio, Dña. Ana Rosa Quintana Hortal, desmiente la información en presencia de un periodista de El Mundo, D. Eduardo Inda Arriaga, asegurando que ni en Mediaset, ni Atresmedia tienen previsto entrevista alguna a Ricart.

01 Diciembre 2013

El asesino de las niñas de Alcàsser camino del plató

Juan Nieto

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Las familias de las niñas de Alcàsser violadas, torturadas y asesinadas según la sentencia judicial por Antonio Anglés y Miguel Ricart, reviven la tragedia. Temen el espectáculo que se vislumbra tras la liberación de El Rubio. «Espero que las televisiones tengan ahora más dignidad y no lleven a Ricart a un plató», ruega Rosa Folch, madre de Desiré. Pero sus peores augurios van camino de cumplirse.

Miguel Ricart todavía no ha pisado ningún estudio, pero ayer ya se difundieron sus primeras imágenes, conseguidas por una cámara del programa Espejo Público.

El valenciano está desde la madrugada del sábado en Madrid. Llegó acompañado de dos reporteras de Cuarzo, la productora de Ana Rosa Quintana, que se hizo cargo del criminal durante sus primeras horas en libertad y se encargó de su traslado desde Linares.

Fuentes de la productora confirmaron ayer que el triple violador viajó con dos de sus empleadas, pero porque Ricart estaba desorientado y no sabía adónde ir. «Nunca hemos pagado nada ni lo haremos, porque no vamos a cruzar esa línea» insistieron estas fuentes, que sí reconocieron que durante el trayecto las periodistas ofrecieron al ex presidiario la posibilidad de acudir a la televisión.

Cuarzo, mientras los informativos de Antena 3 reproducían parte del contenido de la grabación en sus informativos de la noche, no aclaró si el lunes el programa de Ana Rosa reproduciría los detalles del desplazamiento y atribuyó a una casualidad que Miguel Ricart eligiera a sus reporteras para llegar a Madrid dos horas después de salir de la cárcel. «Es una entrevista que todo el mundo busca», subrayaron.

La relación de las periodistas del programa de Mediaset con el único condenado por los asesinatos de Alcàsser se prolongó hasta bien entrado el sábado. La Policía estuvo al corriente en todo momento de su localización por el protocolo de Interior. Cuando salió de la cárcel, Ricart sólo llevaba 200 euros y se desconoce si la productora se hizo cargo de su alojamiento en sus primeras horas en Madrid.

El interés de los medios por hacerse con la exclusiva trastocó los planes que diseñó la Policía para su liberación y agravó la agonía de las familias de las niñas, a las que Antena 3 mostró sin reparos su rostro actual. Las cadenas huyeron de Alcàsser increpadas por los vecinos.

Los agentes ordenaron a Ricart que siguiera una ruta para salir de la cárcel y en paralelo la Fiscalía activó un protocolo especial de localización, según apuntaron a EL MUNDO fuentes policiales. El objetivo: registrar sus movimientos y garantizar la seguridad, pues los expertos mantienen que es violento y temen que pueda reincidir.

Ricart dejó la prisión de Herrera de la Mancha pasadas las 17.00 horas de la tarde del viernes y se dirigió a la estación de Manzanares. Los investigadores le pidieron que se bajara en Jaén, pero el ex presidario optó por apearse en Linares, lo que activó la alarma por el cambio repentino de ruta. Al llegar allí, la Policía lo interrogó en calidad de detenido y alegó que bajó antes del tren por la presión de los periodistas y cámaras de televisión que le acompañaron durante el trayecto.

Al parecer, el triple violador se excusó asegurando que estaba desorientado y que no sabía adónde dirigirse. Según testigos del berlanguiano viaje en tren, durante el trayecto las televisiones estuvieron conversando y agasajando al asesino de Alcàsser con cigarrillos y comida. A ellos les dijo que era inocente, «un cabeza de turco», pese a que a otros medios mostró arrepentimiento. Ricart sigue contradiciéndose 20 años después.

Según estas fuentes, las televisiones incluso le habrían mostrado fotografías de su hija para ganarse su confianza. «Hemos hablado con ella» le dijeron. La familia de la hija ha insinuado en los últimos días que varias televisiones les han ofrecido dinero a cambio de un reencuentro con el padre. Cuarzo, por su parte, ha desmentido rotundamente que hayan sido ellos.

Así las cosas, todo apunta a que Ricart será motivo de polémica y guerra sucia durante toda la semana entre las reinas de las mañanas, Ana Rosa Quintana y Susana Griso. Es decir, los platós se volverán a convertir en tribunales de Justicia. Fuentes de ambas cadenas añadieron que las productoras llevaban contactando con él desde hacía un tiempo, probablemente mediante cartas, para seducirle. Incluso habrían empleado el juego embaucador de decirle que ellos creen que es inocente pese a que la sentencia de la Audiencia de Valencia dibuja muy bien su implicación.

La táctica empleada con Ricart no es nueva. A Isabel García, la mujer del asesino de la niña Mari Luz, Cuarzo también la tuvo recluida en un hotel, aislada de todo el mundo, vigilada por gente de la productora, como en el caso de Ricart. Ana Rosa consiguió la confesión que los jueces no lograron.

Ahora todo apunta a que también entrevistarán a Ricart. No es de extrañar. Desde prisión ya se lo avisó a un amigo por carta: «Cuando salga iré a la tele y me enchufaré al detector de mentiras».

03 Diciembre 2013

Entrevistar a los delincuentes

Víctor de la Serna Arenillas

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Tras abandonar el tren en Linares y subirse al coche de las que testigos presenciales dijeron ser productoras de televisión, el asesino de Alcàsser, Miguel Ricart, pernoctó –pese a ir casi sin dinero– en un hotel de cuatro estrellas en Madrid antes de pasar, según noticias publicadas ayer, a una pensión más modesta. ¿Será eso una señal de que la supuesta aparición retribuida de Ricart en un programa de televisión se cancelaba y ya no le pagaban el hotel? ¿Significaba la nota de Mediaset indicando que Ricart nunca aparecerá «en el plató» que, ante las protestas, se ha modificado tan sólo el formato de su comparecencia y ésta se hará a través de una entrevista grabada?

Mientras seguía la incertidumbre, se iba haciendo más patente que la rápida reacción de medios como EL MUNDO y el alud de protestas en las redes sociales habían hecho recapacitar a las cadenas privadas. Pero, no nos engañemos, no por un brusco acceso de vergüenza periodística, sino porque sigue presente el recuerdo del boicot de anunciantes a La Noria de Jordi González por entrevistar a la madre de un participante en un asesinato, que acabó en la cancelación de ese programa. Las cadenas no están hoy –como tampoco ningún medio de información– para jugar con el dinero.

De nuevo nos encontramos con el problema televisivo que tanto daño está haciendo en un país cada día un poco menos culto, con menos criterio, con menos capacidad de encarar las responsabilidades cívicas (y así salen nuestras elecciones y nuestros dirigentes): unos programas que son puro espectáculo y puro morbo, los talk shows de las diferentes cadenas, se han convertido en el único sucedáneo de la información que conocen millones de españoles. Es significativo que se refieran a lo que hacen Ana Rosa Quintana o el Gran Wyoming como «periodismo». ¡Y no lo es! ¡Es puro show business! Y cuanto más escandaloso –porque la plebe moderna que va al circo electrónico sigue exigiendo ver el degüelle del gladiador–, más rentable.

Sólo cuando el morbo sobrepasa todos los límites de la decencia llega a reaccionar una parte de la sociedad. Sucedió con la madre de El Cuco y ahora con Ricart. No estaría mal que, para evitar nuevos escándalos, los responsables de la televisión empezasen a introducir elementos de verdadero periodismo –y, por tanto, de ética periodística– en esos talk shows que hasta ahora de ello sólo tienen la apariencia. Pero no nos engañemos. No se ha logrado en países de mejor formación ciudadana, como Estados Unidos, y aquí sería como pedir peras al olmo.

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