25 marzo 2014

Su nombramiento en 2014 tiene menos simbolismo que el que tuvo en 2005 puesto que entonces era obispo en Bilbao y ahora lo es de Valladolid

El obispo Ricardo Blázquez vuelve a la Presidencia de la Conferencia Episcopal Española seis años después

Hechos

En marzo de 2014 la Conferencia Episcopal Española eligió a monseñor D. Ricardo Blázquez, obispo de Valladolid, nuevo Presidente.

Lecturas

En marzo de 2014 la Conferencia Episcopal Española eligió a monseñor D. Ricardo Blázquez, obispo de Valladolid, nuevo Presidente sustituyendo a D. Antonio María Rouco Varela, cuyo segundo mandato comenzó en marzo de 2008. 

De esta manera D. Ricardo Blázquez vuelve a ocupar el cargo para el que ya fue designado en 2005 y que ocupó durante tres años (2005-2008) y al que ahora retorna siendo el segundo presidente de la Conferencia Episcopal que ocupa la presidencia en dos periodos diferentes (el anterior fue el propio Sr. Rouco Varela).

Este segundo mandato del Sr. Blázquez durará hasta marzo de 2020.  

PRINCIPALES MEDIOS DE COMUNICACIÓN CONTROLADOS POR LA CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA:

A pesar de que doctrinalmente la Conferencia Episcopal Española no tiene especial poder ejecutivo, puesto que este reside en cada arzobispados, sigue siendo el titular del capital de medios de comunicación en España.

buruaga_merlos La cadena de emisoras de radio COPE cuyo programa estrella es ‘La Mañana’ de D. Ernesto Sáenz de Buruaga.

antonio_jimenez13 El canal de televisión 13TV cuyo programa estrella es ‘El Cascabel’ de D. Antonio Jiménez.

13 Marzo 2014

Blázquez, elegido para el cambio

Juan Rubio

Leer
El director de VIDA NUEVA considera que monseñor Blázquez huriá del presidencialismo

Una elección de presidente de la Conferencia Episcopal Española con 60 votos es algo insólito en estos comicios; e interesante y significativo, sin duda. Es una muestra del profundo deseo de comunión que los obispos españoles vienen desde hace tiempo teniendo y por el que vienen trabajando, con no pocas dificultades. Siempre hubo ese deseo, pero faltó finezza, y se escenificó demasiado en la opinión publicada la divergencia, que no la desunión.

Y no es porque el papa Francisco no se lo haya pedido; también los anteriores pontífices lo pedían insistentemente. Pero es que, en el fondo, está esa costumbre tan hispana de enredarlo todo. Alejo Carpentier, en El siglo de las luces, recordaba cómo, ya con Colón, llegaron a América las peleas entre iguales y esa permanente manía de pelearse por cualquier cosa.

Se han dado cuenta de que no es hora de trincheras, ni banderías; ni son horas de discutir si son galgos o podencos, sino de arremangarse para evangelizar desde la propuesta, y no desde el varapalo.

Es la hora de los grandes retos que han de hacer pie en la misericordia y la caricia, que sabe de carne, que sabe de risas, que sabe de lo humano; que se aleje de la terrible ideologización que tanto dolor trajo a la Iglesia. Y si a esto se le llama “nueva era”, pues ¡bienvenida sea!

Atrás queda esfuerzo meritorio, sin duda, pero también cierto ritmo anodino, no recomendable; ni mejor, ni peor, pero con la fecha ya caducada. Pasa en todas instituciones. Y todas debieran tomar nota.

Más allá de los análisis que ven en esta elección una simple rehabilitación del arzobispo de Valladolid, quien, por otra parte, ya era vicepresidente, y había sido presidente en un trienio, lo que ha quedado claro es el profundo deseo de comunión.

El cardenal Rouco y el arzobispo Blázquez son viejos amigos y colaboradores: Salamanca, Santiago de Compostela y Madrid. Al repasar la biografía se deshace ese imaginario que divide al Episcopado entre buenos y malos; progres o carcas. Leyendo sus biografías, se pudiera pensar que Rouco vuelve a echar mano de su fiel amigo. Sería demasiado llegar hasta ahí.

Las formas no dejan de ser importantes; y las maneras de aterrizar la misma eclesiología en el gobierno pastoral. Son dos estilos distintos, y hoy el perfil que necesita la Iglesia española es el de Blázquez, que volverá a hacer de la Casa de la Iglesia un taller de trabajo conjunto, alejándose del “presidencialismo” de los últimos años.

Es hora de pasar página, sin olvidar que la historia de la Iglesia se escribe sobre la piel de personas de carne y hueso, con sus fortalezas y debilidades.

El Análisis

ALGO NO CUADRA...

JF Lamata

Los medios habitualmente anticlericales parecieron ver bien el nombramiento de monseñor Ricardo Blázquez como presidente de la Conferencia Episcopal, quizá lo que veían tan bien era la salida del para ellos ‘odiado’ monseñor Antonio María Rouco Varela.

Pero hay algo que no acababa de cuadrar, al menos mediaticamente. Mientras el Sr. Blázquez era presidente de la Conferencia Episcopal Española (2005-2008) se produjeron algunas de las más relevantes manifestaciones contra el Gobierno PSOE como aquellas contra el matrimonio homosexual o Educación por la Ciudadanía. También fueron lo años de mayor crispación de la Cadena COPE donde la Conferencia Episcopal era el accionista mayoritario.

Por tanto… ¿realmente había diferencia entre el Sr. Blázquez o el Sr. Rouco? Cambiará en todo caso la forma de transmitir el mensaje, pero el mensaje, indudablemente será el último y tiene que serlo.

J. F. Lamata