18 enero 1944

La Unión Soviética dio el visto bueno para la expulsión de uno de los principales líderes del comunismo español durante la Guerra Civil por considerarle alineado con las tesis desviacionistas de Tito

El PCE de Dolores Ibarruri ‘La Pasionaria’ expulsa a Jesús Hernández acusándolo de ‘traidor’ y ‘titoista’

Hechos

En 1944 fue expulsado del PCE D. Jesús Hernández, ex ministro en el Gobierno del Frente Popular durante la Guerra Civil.

Lecturas

El destacado dirigente del PCE y también de la Internacional Comunista, D. Jesús Hernández fue expulsado del partido por acusación de realizar “trabajo fraccional y actividades anti-soviéticas”. Lo cierto es que los criterios de D. Jesús Hernández se habían enfrentado a los de la Secretaria General del PCE, Dña. Dolores Ibarruri, su marido y también D. Vicente Uribe. El Sr. Hernández no es partidario del intento de Stalin de “controlar” todos los países comunistas hermanos que se van formando en el Este y defendía el “modelo Tito” de que cada país comunista se gobierne independientemente. D. Jesús Hernández acabará trasladándose a Yugoslavia, protegido por el gobierno de Tito.

libro_jesus_hernandez Tras su expulsión D. Jesús Hernández publicaría sus memorias donde relataría su desengaño con respecto a la dictadura de la Unión Soviética.

«En 1943 logré pisar la libre y hospitalaria tierra de México. Una imponente muchedumbre de enardecidos camaradas me dio la bienvenida en la capital. Proveniendo de Moscú, todos presentían que yo era el hombre del futuro. Informé de cuanto había sucedido  y visto en la URSS, de las penalidades y sufrimiento de nuestra emigración. Mezele a Pasionaria y Stalin».

«Ungidos y aconsejados por Moscú, me condenaron por ambicioso y antisoviético, por arribista y trotskista. Mi ruptura se hizo inevitable, mi expulsión también. En México aquellos viejos camaradas que tan entusiasmados me habían recibido con vitores y aclamaciones en la estación, me miraban con odio salvaje. No sabían por qué, pero les habían dado órdenes de odiarme y me odiaban hasta los entresijos de su alma».