30 octubre 2005

Arremete contra Jiménez Losantos ('La Mañana'), César Vidal ('La Linterna') e Ignacio Villa ('La Palestra')

EL PERIÓDICO de Catalunya (Grupo Zeta) publica un amplio reportaje contra los locutores de la Cadena COPE y sus anuciantes

Hechos

  • En diciembre de 2005 el diario EL PERIÓDICO de Catalunya del Grupo Zeta – dirigido por D. Antonio Franco – publicó un reportaje crítico contra los principales locutores de la Cadena COPE y citando a todos sus anunciantes.

Lecturas

El 30 de octubre de 2005 El Periódico de Catalunya publica un editorial y un reportaje de cuatro páginas contra la Cadena COPE, su presidente Bernardo Herráez Rubio, sus accionistas, sus principales anunciantes y sus tres locutores estrellas: D. Federico Jiménez Losantos, César Vidal Manzanares e Ignacio Villa Calleja, los tres vinculados a Libertad Digital. El día 31 de octubre de 2005 D. Federico Jiménez Losantos desde su programa calificará de ‘nazi’ y ‘panfleto asqueroso’ a El Periódico, así como descalificará a su director Antonio Franco Estadella. Desde La Razón el columnista Tomás Cuesta Franco publicará el 1 de noviembre de 2005 un artículo a favor de la COPE y en contra de El Periódico (Tomás Cuesta Franco también es colaborador de El Periódico).

EL DIARIO DEL GRUPO ZETA ARREMETE CONTRA JIMÉNEZ LOSANTOS, CÉSARVIDAL E IGNACIO VILLA

losantos_vidal_villa El reportaje incluía un perfil muy crítico de los tres principales locutores de la COPE: el director de’La Mañana’ D. Federico Jiménez Losantos (acusado de tener’La mala fe del converso’), el director de ‘La Linterna’ D. César Vidal (definido como ‘El foco ultra sobre Carrillo’) y el director de Informativos de la COPE y presentador de’La Palestra’, D. Ignacio Villa (presentado como ‘Polemista de trazo grueso y ariete del PP’). Se daba la circunstancia de que los tres periodistasde la COPE pertenecían al medio LIBERTAD DIGITAL.

El reportaje también señalaba a los accionistas de la Cadena COPE y también a sus principales anunciantes, entre los que, ironicamente, estaba Gas Natural (propiedad de La Caixa, caja de ahorros de Catalunya).

30 Octubre 2005

La COPE, esa inquisición

Editorial (Director: Antonio Franco)

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La Iglesia católica está detrás de la COPE. Deja hacer esas cosas y el culpable. Merece un desprecio activo.

Quienes no vivieron el encono dialéctico que precedió a la guerra civil tienen ahora, a través de la COPE, la oportunidad de escuchar en vivo y en directo el tono de unas soflamas parecidas a las de aquella época. Se debe creer que la COPE no busca un conflicto así, pero desgraciadamente lo parece.

¿Qué hace la COPE? Con frecuencia, insulta y descalifica groseramente a quienes no piensan como ella; le falta al respeto hasta a Rajoy cuando el locutor considera que afloja. Con frecuencia, manipula la verdad; sin ir más lejos, esta misma semana ha relacionado a Montilla con los crímenes del GAL. Con frecuencia, azuza los peores instintos; sus jocosidades sobre el boicot anticatalán son intolerables. No ejerce la libertad de expresión: escupe.

La Iglesia católica está detrás de la COPE. Deja hacer esas cosas y el culpable. Merece un desprecio activo. En este tema refleja las contradicciones que van vaciando los templos y estimula a que la gente se acuerde de la COPE al rellenar la declaración de la renta. Porque desde esta emisora, los obispos ejercen una versión moderna de aquella inquisición que nosotros nunca consideramos santa, y aplican tormento, ahora mediático, a los presuntos herejes.

Es necesaria una reacción ética y un gran gesto de dignidad de la Iglesia con la emisora de los obispos.

01 Noviembre 2005

La conjura de los necios

Tomás Cuesta

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Este domingo EL PERIÓDICO de Catalunya promovía, desde su editorial, una campaña de menyspreu actiu hacia la Iglesia a fin de conseguir que los obispos le pongan la mordaza a la Cadena COPE y silencien la voz de sus estrellas. Eso del menyspreu actiu como el buen sentido del lector habrá colegido inmediatamente no es otra cosa que el desprecio activo, pero la sonoridad ancestral del catalán le presta una dimensión romántica y medievalesca, EL PERIÓDICO – no sé si lo saben, pero, por si las moscas, se lo cuento – tiene dos ediciones: una en castellano, que es la que se vende, y otra en la lengua de Riba y de Carner para chupar del bote de las ayudas oficiales y sacudirse su complejo de charnegos.

El que suscribe suele leer lengua catalana, porque es la que no quiere nadie en el Puente Aéreo y porque el original está tan mal escrito, es tan sucio de expresión y de concepto, que la traducción, en este caso, lo adecenta.

Pero lo de anteayer, sin embargo, no era un crimen más contra la corrección sintáctica perpetrado por unos cuantos juntaletras; lo de ayer era una bomba fétida. Que un medio de comunicación corrompa su sustnacia hasta poner la libertad de expresión en almoneda es la constatación más evidente en que vivimos – o viven – en una sociedad enferma. En un caldo social aguachirlado en el que medran los analfabetos. Porque analfabetismo es, por ejemplo, colocarle al conductor de ‘La Mañana’ – Federico Jiménez Losantos – el infame sambenito de converso (de converso de mala fe, de judaizante, de amoriscado, de chueta) y exhibir el fantoche de la Inquisición al mismo tiempo. ¡Pero si el principal objetivo de la Inquisción eran, justamente, los conversos! Bien se ve el sectarismo y las lecturas vienen a ser como el agua y el aceite. A estos progres de huera pacotilla que son la reencarnación del maestro Ciruela – que no sabía leer y puso escuela – habría que colgarles en el salvapantallas la rotunda inscripción que campeaba en la Unviersidad de Cervera: Lejos de nosotros la funesta manía de pensar.

Porque lo suyo sí es un desprecio activo, cerril y cotidiano hacia la inteligencia. Ahora queda que Mariano Rajoy cumpla su palabra de luchar contra el boicot y profese de tertuliano habitual o bien en ‘La Mañana’, bien en ‘La Linterna’. ¿O es que el espumoso, por ventura, tiene más entidad que el humilde de valdepeñas? El desafío chulesco de EL PERIÓDICO no deja campo para las medias tintas ni para los paños calientes. Y no se trata de echar los pies por altos, ni de cavar trincheras, sino de recordar a los que no quieren saberlo que no hay democracia que arraigue en el silencio. Por cierto, hablando de silencios, ¿saben el Sr. Franco [Antonio Franco Estadella] y sus adláteres que el primero que predicó la Inquisición en castellanas tierras fue Vicente Ferrer y no precisamente en el roman paladino de Berceo? Hablaba en catalán o valenciano (doctores tiene la Iglesia a ese respecto), pero los habitantes de los burgos mesetarios sabían que ’cremar’ no significaba nada bueno.

Tomás Cuesta