El presidente del Real Madrid, Ramón Mendoza, nombra a Jorge Valdano como su nuevo entrenador

Jorge Valdano está en cabeza del pelotón. Dado que a Ramón Mendoza, presidente del Real Madrid, le gustan más los caballos que las biciletas habría que decir que el entrenador del Tenerife gana por dos cuerpos en la carrera hacia el banquillo. El portugués Artur Jorge parece que ha descolgado y el colombiano Pacho Maturana está perdiendo gas.

Valdano tiene las de ganar. En primer lugar ya fue tentado en una ocasión por Ramón Mendoza y al presidente del Real Madrid no le gusta que le digan no para siempre. A veces se empecina hasta conseguir lo que se propone. Valdano es hombre de la casa y en la junta directiva cuenta con el apoyo de la mayoría de los miembros. Las reticencias son cada vez menos y no tiene oposiciones frontales.

Valdano ya ha triunfado en el Tenerife. Lo salvó del descenso el primer año, lo colocó para jugar la Copa de la UEFA el segundo, y lo proyectó en Europa con buen nombre. El Tenerife no ha hecho el ridículo en competición continental y en la nacional, con altibajos, está muy por encima de otros con mayor tradición y superiores presupuestos.

Valdano tiene una condición básica para ser entrenador del Madrid; es elegante. Lo es en el porte y en el comportamiento. Y lo es con la palabra. En el mundo del fútbol no tiene clamor popular simplemente porque, sin querer, se distingue de la mayoría. Quienes tratan de descalificarlo con apelativos como filósofo o poeta no hacen más que enaltecerlo.

Dentro del Real Madrid, se ha dicho alguna vez, que no contaba con todas las bendiciones porque algunos grupos lo consideran culpable de las dos derrotas ligueras. Lo mejor que puede decirse de su actitud es que fue honrado y que no vendió su alma al diablo cuando enfrente estaba el club que más quiere y admira. Si hubiera sido capaz de malversar su honor es ahora cuando estaría incapacitado para ser entrenador del Madrid.

Quienes están en contra de Valdano son, fundamentalmente, algunos ultramontanos. A ambos los puede convencer rápidamente. Un directivo, defensor de la candidatura de Valdano, recordaba recientemente que el jugador más odiado por el madridismo baloncestista en los últimos años fue el croata Drazen Petrovic y en cuanto se puso la camiseta del Real Madrid pasó a ser adorado. Lo que importa de Valdano no es que haya hecho del Tenerife un adversario destestable para el madridismo, sino que proporcione al Madrid, en el futuro, un estilo diferente al cansino y triste que ahora padece.

Valdano es una buena opción y Mendoza la estudia cada vez más. El presidente del Madrid tiene prisa por anunciar el nombre del nuevo entrenador. Este tiene que estar en condiciones de entregarse rápidamente a la labor, lo que no es el caso de Maturana, comrpometido con su selección en el Mundial de Estados Unidos. El anuncio urgente de Valdano sólo tiene el inconveniente de que el propio interesado preferiría aguardar a un momento más idóneo y no cuando aún está la competición liguera y en juego.

Julián García Candau

El Madridismo confía en que la cosecha Mendoza 94-95 sea bastante mejor que la de los últimos años. De momento, el club blanco ha fichado a Jorge Valdano que ha demostrado tener un buen paladar futbolístico, como todo aquel que haya jugado en una selección argentina campeona del mundo y al lado de Maradona. Pero la contratación de Valdano es más que nada un ejercicio de fe, algo tan necesario en estos momentos en el Bernabéu como un goleador, porque su currículo, con pruebas contrastadas de poseer talla para entrenar al Real Madrid, aún está por hacer. Y pienso que ha sido esa fe la que ha movido al club a poner en manos de Valdano el próximo futuro histórico de la entidad, confiando en que los apuntes de sabiduría que mostró en el Tenerife cuajen aquí, en el estadio Bernabéu. Porque, paradójicamente, las mayores condecoraciones que luce en la solapa son las que le prendió el Barcelona  por los dos triunfos canarios sobre el Real, en los dos finales de Liga más negros de la historia blanca, y que les dieron el título a los azulgrana. Dos triunfos que, por el entusiasmo con que los aderezaron los canarios, hirieron profundamente el corazón de muchos madridistas, directivos incluidos, que se oponían a su fichaje. Pero cuando se trataba de un asunto de tan alto nivel profesional, como era la contratación de un técnico para un club de 7.000 millones de presupuesto, había que olvidarse de las cicatrices pasadas y centrarse únicamente en una actualidad que, por todo, reclamada al argentino para ejecutar la gran revolución madridista pendiente. Si Valdano interesaba, pues interesaba y santas pascuas.

Otra cosa será que consiga trufar con títulos el bello fútbol que le gusta practicar. Pero como eso es algo que ni Valdano ni nadie pueden garantizar, recomendamos al madridismo seguir haciendo prácticas de fe.

Rienzi

Recuerdo cuando llegué a España, en enero de 1987 y el Barcelona era un mal impostor de un equipo campeón que tenía problemas no sólo en el campo, sino también en los despachos, viviendo a la sobra del Real Madrid.

La respuesta del presidente Núñez fue fichar a Johan Cruyff, y en el primer año no tuvo éxito. Se equivocó en los fichajes y creó más de una división de opinones: el público pidió la cabeza del holandés y la Junta estaba más que dividida. No obstante, Núñez le apoyó, casi en solitario, porque no tuvo más remedio, ya que su destitución hubiera sido demasiada pérdida de credibilidad para el presidente.

Núñez tuvo paciencia con Cruyff, no le asustaron las extravagancias de un visionario y dejó el fútbol en manos de un profesional. Lo demás es historia. Cruyff y su equipo han escrito una nueva página en la historia del fútbol.

Con la llegada de Valdano al Real Madrid, Mendoza ha apostado por un visionario que es amante de un fútbol muy específico, ofensivo. Para Jorge, el fútbol es una manta corta que cuando le tapa los pies asoma la cabeza, y viceversa.

Valdano ¡ataca! Puede que el Real Madrid pierda algunos partidos en los inicios de la era Valdano. No obstante, creo que con fe y paciencia es muy posible que Jorge le devuelva al Madrid lo que le ha quitado pero con intereses incluidos. Y sobre todo, con clase. Suerte Jorge.

Michael Robinson