3 mayo 1994

Fin de la era de Ruud Lubbers, que ha gobernado desde 1982 en 'la gran coalición' de socialdemócratas y democristianos

Elecciones Holanda 1994 – Un socialdemócrata, Wim Kok, asumirá el cargo de primer ministro tras décadas de ‘premiers’ democristianos

Hechos

En mayo de 1994 se celebraron elecciones legislativas en Holanda.

03 Mayo 1994

Se perfila un nuevo gobierno tricolor bajo el liderazgo de los socialdemócratas del PVDA

Marisa Cruz

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Más de once millones de holandeses acuden hoy a las urnas sumidos en la confusión y dominados por el miedo a perder las cómodas prestaciones sociales que hasta ahora les han destacado como paradigma del «estado de bienestar» en el mapa europeo. Todas las encuestas apuntan hacia el descalabro de los democristianos que lideran el poder desde hace 40 años. Las medidas para congelar las pensiones y la retirada del primer ministro, Ruud Lubbers, han cavado la tumba del CDA (democristianos).

Hasta 20 escaños podría perder, según señalan las últimas encuestas, el partido que ha encabezado el Gobierno holandés desde hace cuatro décadas y que desde 1982 ha estado dirigido por el primer ministro Ruud Lubbers. De los 54 escaños ocupados hasta ahora, el CDA puede descender hasta situarse en apenas 32, lo que implicará ceder el lugar predominante en la futura coalición gubernamental a los socialdemócratas (PVDA) que, de acuerdo con las encuestas, oscilarán entre 36 y 38 escaños.

Sin embargo, la gran novedad radicará en el hecho de que después de decenios, el próximo ejecutivo estará integrado por tres partidos y no sólo por dos. Para formar Gobierno es necesario reunir 76 de los 150 asientos del arco parlamentario y todo parece indicar que esto es inalcanzable para sólo dos fuerzas políticas.

El tercer pedazo de la tarta del poder se disputará entre los liberales progresistas (D-66) a los que se pronostican 28 escaños y los liberales conservadores (VVD), a quienes se ha llegado a vaticinar 29 diputados. Los analistas avanzan incluso que si, a la hora de la verdad, estos números varían ligeramente, los «eternos» democristianos podrían salir definitivamente de la coalición gubernamental en la que con puesto de «segundos» originariamente y de «líderes indiscutibles» después, han estado presentes desde 1918.

El descalabro del CDA se debe esencialmente a las medidas, puramente ortodoxas, que han ofertado para combatir el desempleo y salir de la crisis económica, así como a la retirada de su líder, el primer ministro Ruud Lubbers, que desea optar a la Presidencia de la Comisión Europea. La campaña electoral ha demostrado la popularidad exclusivamente personal de Lubbers hasta el punto de que las encuestas han mostrado que el 40% de los holandeses estaría dispuesto a reiterar su confianza en los democristianos si el hasta ahora primer ministro siguiera al frente der sus filas.

La población estaría dispuesta, en ese caso, a pasar por las temidas medidas anticrisis propuestas por el CDA y que incluyen la congelación de las pensiones, la reducción de las prestaciones sociales durante los próximos cinco años y la moderación salarial. Este programa, ampliamente rechazado por los holandeses que están acostumbrados a vivir en un verdadero «estado de bienestar», está además representado por un hombre sin carisma, Elco Brinkman, que ha desempeñado durante los últimos años el puesto de portavoz parlamentario de los democristianos.

Entre las otras tres personalidades en liza el más «seductor» es el jefe del D-66, Hans Van Mierlo, que ha dado el golpe proponiendo una disminución del IVA para todas las actividades que requieran mano de obra masiva como fórmula para reducir el desempleo, y además ha sido de los pocos que han asumido una de las mayores preocupaciones sociales del momento: el incremento del flujo de inmigrantes. En este punto plantean severas sanciones contra las empresas que contraten mano de obra ilegal.

Por su parte, el jefe de filas de los liberales conservadores (VVD), Frits Bolkstein, incide en la fórmula de la austeridad drástica para contener la crisis y defiende el recorte del seguro de desempleo hasta el 60% del salario mínimo. En el ámbito social, considera imprescindible contener el flujo de inmigrantes y propone cerrar fronteras a todos los que no sean comunitarios.

El tercer hombre, el que encabeza a los socialdemócratas (PVA), la formación política que según todos los sondeos se consagrará como líder del futuro Gobierno, es el actual titular de Finanzas, Wim Kok, quien señala como principal objetivo de su campaña la creación de empleo y propone para ello una reducción de la semana laboral a 32 horas, la ampliación de los horarios comerciales y el descenso del impuesto sobre la renta compensándolo con mayores tasas sobre el consumo de energía.