24 enero 2003

Hundimiento de la Lista Pim Fortuyn

Elecciones Holanda 2003 – La repetición electoral ratifican el triunfo de Balkenende y la recuperación de los socialdemócratas con

Hechos

En enero de 2003 se celebraron elecciones legislativas en Holanda.

Lecturas

LÍDERES POLÍTICOS HOLANDESES

 El primer ministro Balkenende (del democristiano CDA) ha vuelto a ganar con 44 escaños realizará un nuevo gobierno de coalición con la formación de centro-izquierda D66 y los liberales del VVD.

 Wouter Bos, líder del partido socialdemócrata (PVDA) ha logrado una importante recuperación para su partido que volverá a ser segunda fuerza con 42 escaños.

 Uno de los fichajes estrella de los liberales (Partido Popular por la Libertad y la Democracia, VVD) ha sido la candidata a diputada Ayaan Hirsi Ali, de origen somalí, con un discurso anti-islámico. El VVD ha logrado 28 escaños.

 Mat Herven intentó liderar la Lista Pim Fortuyn (LPF) tras el asesinato del carismático Fortuyn, durante su mandato no pudo contener las luchas internas que al final forzaron la repetición de las elecciones y el hundimiento del partido que pasó de 26 escaños a 8.

24 Enero 2003

Pluralidad holandesa

LA VANGUARDIA (Director: José Antich)

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El primer ministro en funciones de Holanda, Jan Peter Balkenende, se ganó el derecho a seguir desempeñando el cargo tras las elecciones generales celebradas el pasado miércoles en su país, las segundas en menos de ocho meses. Su partido, la Democracia Cristiana (DCA), fue de nuevo la lista más votada e incluso ganó un escaño. Sin embargo, la gran pluralidad política holandesa – una decena de partidos o coaliciones ha alcanzado representación parlamentaria – hace que el partido más votado no llegue ni a un tercio de los diputados electos (44 sobre 150).

Por lo tanto y como es habitual en los Países Bajos, Balkenende deberá gobernar en coalición. Dada la desalentadora experiencia reciente, cuando las discrepancias internas de los populistas de la Lista Pim Fortuyn provocaron la caída del Ejecutivo, el primer ministro mantiene serías dudas sobre la conveniencia de repetir la alianza con ese partido y los liberales conservadores (VVD). Las primeras encuestas revelan que un amplio porcentaje de los ciudadanos – un 70% – favorece una alianza entre los dos partidos más votados, los democristianos y los laboralistas (PVDA), que fueron los otros grandes triunfadores de la jornada del miércoles.

Vistas en perspectiva, las elecciones de mayo del año pasado fueron una anomalía, propiciada por el asesinato unos días antes de los comicios del líder populista Pim Fortuyn. Los laboristas sufrieron entonces una severa derrota, de la que en estas elecciones, ayudados por un nuevo y carismático líder – Wouter Bos – se han rehecho ampliamente.

Salvando las distancias, no hay más remedio que recordar la experiencia austriaca. El cansancio suscitado por los partidos tradicionales, junto a la inquietud relacionada con el fenómeno inmigratorio, provocó en las elecciones de 1998 el alza inopinada del xenófobo Jörg Haider. Cuatro años después, las aguas volvieron a su cauce. En Holanda sólo han hecho falta ocho meses para el regreso a la normalidad.

El resultado electoral holandés es una buena noticia, en la medida en que afianza en Europa el tradicional protagonismo democristiano, liberal y socialdemócrata.