6 julio 1994

La quiebra de la esperada cooperativa que iba a dar viviendas a muchos trabajadores que invirtieron en vano sus ahorros a destrozado la imagen del sindicato socialista

Encarcelado el ex secretario de finanzas de la UGT, Paulino Barrabes, por el ‘caso PSV’ de cuya consejo era responsable

Hechos

  • El juez de delitos monetarios, D. Miguel Moreiras decretó el 5.07.1994 a última hora de tarde, la prisión provisional y sin fianza de D. Paulino Barrabés, el presidente de la cooperativa de viviendas PSV y ex secretario de finanzas del sindicato, UGT responsable de dicha cooperativa.

07 Julio 1994

Detrás de Barrantes

Federico Jiménez Losantos

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El encarcelamiento de Paulino Barrantes es, en mi opinión, el primero de alcance propiamente político que tiene lugar en España, si descontamos lo que de político tuvo el de Naseiro a manos del tristemente célebre juez Manglano. Rubio, De la Concha, Carlos Sotos, al margen del mayor o menor rigor judicial de su captura – extremadamente irregular en el caso de Rubio, comparativamente injusta en el de De la Concha – han sido encarcelados en función de presuntos delitos, por así decirlo, contantes y sonantes. Barrabés, que es responsable al menos de tres grandes escándalo: Enatcar, PSV y Sodipro, cumplía en la cooperativa estafadora de UGT la tarea de presidente, como quien dice de poncio de Redondo. No era gestor, como Sotos, no estaba al día de los tejemanejes concretos del dinero, pero presidía el invento, garantizaba en nombre del centenario sindicato socialista la rectitud de intenciones de la empresa y tenía la obligación de saber lo que allí se cocía. Sólo faltaría que si un Banco estafa a sus clientes fuera a la cárcel el cajero y no el presidente del Consejo de Administración.

Dejo de lado el carácter reincidente de Barrabés, el que haya aparecido ya en tres escándalos consecutivos, lo que ciertamente no amerita su perspicacia ni su inocencia. Voy al hecho político de que lo han metido en la cárcel como presidente de una trama delictiva en la que figuraba y era legalmente responsable, aunque no desarrollara tareas ejecutivas. No sé lo que será de Reyna, y, sobre todo, no sé lo que será de Redondo, pero si Barrabés ha declarado que informaba puntualmente a su superior jerárquico de la marcha del PSV, es decir, de la estafa, negro o a rayas veo el inmediato porvenir de don Nicolás, si es que el juez le aplica los mismos criterios que a los demás inculpados. Ahora bien, por la misma razón que Barrabés se ha convertido en huésped de Carabanchel, pupilo de la madrastra carne de mako y de Alcalá-Meco, podemos imaginar la suerte de los implicados en otro gran escándalo de la familia socialista: Filesa.

Que en Filesa se han cometido delitos, nadie lo duda. Sólo el juez Barbero, que por lo visto aspira a jubilarse sin concluir su faena, viene dilatando la constatación de lo archisabido. El propio partido socialista ha reconocido el carácter como ellos dicen irregular del asunto al echar a Galeote. Que, lo que son las cosas, viene a ser el mismo cargo que en UGT ocupaba Barrabés. Pero Galeote no presidía el partido que se dedicaba a la extorsión de bancos y empresas a través de la trama Filesa. El secretario general del partido filesio es, desde hace más de veinte años, un señor de Sevilla conocido como Felipe González Márquez, que según creo lleva además una docena de años al frente del Gobierno.

FIlesa es una empresa dedicada al delito y sin duda lo es en mayor medida que la PSV porque en ésta por lo menos existía la fachada, ilusión y coartada de unas viviendas sociales. En Filesa nadie posaba de nada. Simplemente, se visitaba a don Alfonso Escámez y se le pedían doscientos millones a cambio de dos folios de aire. Con esta técnica, Aída Álvarez acarreaba los millones en bolsas del Corte Inglés por las calles de Madrid, pobrecilla, y en el cuarto de las fotocopias de Ferraz, Galeote, Fali Delgado y compañía, a la sombra benéfico de Alfonso Guerra, con quien semanalmente despachaba Aída, metían como podían los fajos de billetes en bolsas de deporte. Y es que no hay como lograr una tecnología avanzada para conquistar nuevos mercados y forrarse.

Pero resulta que hoy o mañana Alfonso Escámez comparece en calidad de inculpado, como Barrabés en lo de PSV, por el caso Filesa, y ya ha dicho don Alfonso que él no tenía que pagar ni un duro en agradecimiento al PSOE, aunque pagó cuatro millones de duros. ¿Van a meter en la cárcel a Escámez y no van a llamar siquiera a declarar al que presidía el partido creador de Filesa? ¿Por qué va a la cárcel un presidente de una empresa atracadora si se llama Paulino y no va el jefe de otra empresa atracadora si se llama Felipe?

06 Julio 1994

Barrabés

Pablo Sebastián

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Paulino Barrabés, destacado dirigente de UGT e influyente militante del PSOE, próximo a Felipe González, ingresó ayer en prisión como alto responsable de la gran estafa de la cooperativa de viviendas PSV. Su encarcelamiento, tras la entrada días atrás en Carabanchel del administrador de PSV, Carlos Sotos, se produce en plena crisis de la UGT y a pocos días de la llegada de Nicolás Redondo ante el mismo juez de la Audiencia Nacional Miguel Moreiras.

Hechos todos estos que se suman a la crónica negra de la vida política española donde el desgobierno de la nación crece a raudales, mientras los ministros y el presidente juegan presuntuosos, y ajenos al deterioro español, al gato y al ratón de la eventual e inventada por ellos sustitución por González de Jacques Delors. Una fatua quimera felipista que ayer deshizo Helmut Kohl descartando a González como candidato.

¿Se imaginan lo que habría pasado en la Comisión Europea si hubieran nombrado presidente a Bettino Craxi meses atrás? Pues algo parecido a la situación de Craxi le puede pasar a González si las cosas siguen como van. Su amigo Barrabés, componedor de la crisis del PSOE en las Navas del Marqués, no está por nada en la cárcel. Y puede que sólo por una parte de todo lo que sabe y es responsable, dada su implicación en la financiación ilegal de la UGT y ya veremos si también de la del PSOE.

En todo caso la detención de Barrabés ha caído como una bomba en el PSOE y no digamos en la UGT donde todos miran a Nicolás Redondo temiendo lo peor. Y, mientras tanto, el Gobierno y el presidente permanecen atónitos ante el cúmulo de escándalos y noticias de corrupción como la que ayer aumentó el desprestigio del Banco de España -por el tráfico de información privilegiada del consejero Tomás Ramón Fernández-, cuyo Consejo debería ser renovado en su totalidad y aquí incluido el actual gobernador, el hombre de confianza de Mariano Rubio y ex-cliente de Ibercorp, Luis Angel Rojo.

El Gobierno atónito ante todos estos casos que se reproducen permanentemente y sin solución. Como está incapaz ante el fuego que asola la costa mediterránea española, sin que se hayan tomado medidas preventivas, ni movilizado las fuerzas suficientes para detener una catástrofe que se repite todos los años y que ha costado doce vidas.

¿A qué espera el presidente del Gobierno para dimitir y convocar elecciones generales? ¿Cómo insiste Jordi Pujol, manchando al nacionalismo catalán, en sostener a este Gobierno de incapaces, dueño y señor de la corrupción? Pujol insiste por las ventajas que le ofrece González a costa de la soberanía nacional -presupuestos en bandeja servidos por Pedro Solbes y por sus propios casos de corrupción, Casinos, Planasdemunt y Tibigardens.

Y mientras Pujol aguante González seguirá impertérrito ante el derrumbe de su régimen felipista. Y todavía desde su partido, donde se mantiene la lucha entre renovadores y guerristas, Joaquín Almunia tiene la desfachatez de pedir explicaciones a Julio Anguita por su pacto con el PP en el nuevo parlamento andaluz. ¿Con quién quería Almunia que pactasen los dirigentes de IU? ¿Soñaban en Ferraz un pacto de Anguita con la corrupción y el paro del PSOE en Andalucía, que encarnan Guerra y Chaves al alimón, mientras ellos adoran a Pujol?

Y todavía dicen en Moncloa que si Aznar sigue criticando a González -¿dónde está la moción de censura del PP?- el presidente no lo invitará a una nueva escena del sofá. Da la impresión de que esa escena, a estas alturas, sólo puede ser la última, la del traspaso de poderes. Algo que se insinuó con la visita de Aznar a la JUJEM, tras la audiencia real y su victoria electoral. Hechos que no parecen aislados y que señalan la alternativa por llegar.