14 marzo 2003

Éxito de audiencia del concurso reality de famosos de Gestmusic ‘Hotel Glamour’ (‘Hotel Glam’) emitido por TELECINCO

Hechos

El 6.03.2003 el canal TELECINCO estrenó el concurso ‘Hotel Glam’ (inicialmente ‘Hotel Glamour’) presentado por D. Jesús Vázquez, y producido por Gestmusic.

Lecturas

El programa ‘Hotel Glam’ ideado por D. Joan Ramón Mainat, de la productora Gestmusic, consistía en un equivalente a la casa de ‘Gran Hermano’, pero en vez de con concursantes anónimos con famosos personajes de la televisión. Para convivieran en una ‘casa’ (el ‘Hotel Glam’) y luego una vez a la semana comentaran en un plató junto a sus partidarios, las broncas ocurridas durante la semana.

Entre los concursantes de ‘Hotel Glam’ estaban ‘Yola Berrocal’,  ‘Pocholo Martínez Bordiú’, ‘Malena Gracia’,  ‘Dinio García’,  Juan Miguel Martínez ‘Tamara Seisdedos’ o la vidente ‘Aramís Fuster’. El programa fue un éxito de audiencia, pero también muy criticado por sus constantes discusiones e insultos.

Principales concursantes de ‘Hotel Glam’:

HG_yola  Yola Berrocal

HG_pocholo Pocholo Martínez Bordiú

HG_rubia Malena Gracia

HG_dinio ‘Dinio’

juanmi_mtnez Juan Miguel Martínez

HG_tamara ‘Tamara Seisdedos’

SINERGIA CON ‘CRÓNICAS MARCIANAS’

El programa ‘Crónicas Marcianas’ de Javier Sardá producido también por Gestmusic, dedicó mucho espacio a hablar de ‘Hotel Glam’ e incluso llegó a conectar en alguna ocasión con la casa de ‘Hotel Glam’ en directo.

sarda D. Xavier Sardá con el imitador de D. Carlos Latre ataviado como Juan Miguel Martínez.

12 Marzo 2003

Glamour al desnudo

Ferrán Monegal

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Con gran enfado personal dijo Sardà, la madrugada de ayer, al comenzar sus Crónicas Marcianas (TELECINCO): «Yo sostengo y afirmo que hay una injusticia. ¡Esta noche no se ha visto todo de la gran Aramis!». Y pasó a corregir la falta de sensibilidad que habían tenido poco antes, en el programa ‘Hotel Glamour’, y nos enseñó las delicadas imágenes que nos habían hurtado: las de Aramis Fuster entrando y saliendo de la sandwichera de los rayos UVA, con toda su carnal hermosura al aire. ¡Ah! Cómo disfrutaban en Marte. Gritaban: «¡Maravillosa, maravillosa!», y nosotros en casa, reunidos entorno al aparato, mudos, contritos y espatarrados, comprendimos de golpe, de sólo un vistazo, el reconfortante significado del glamour televisado.

15 Marzo 2003

Bragueta en autocar

Ferrán Monegal

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El tono muscular del Hotel Glamour (TELECINCO) sigue deparándonos momentos de gran belleza. El miércoles se los llevaron a esquiar a Font Romeu. Fue una excelente idea. Ya advertimos desde aquí que, con este tipo de criaturas, más que tenerlos encerrados en una pensión, lo que hay que hacer es dejarlos sueltos. Con selva por delante es cuando dan lo mejor de sí. Gracias a esta escapada el programa ha podido especular con un posible masaje braguetero de Yola a Dinio en el autocar. ¡Ah! Es un tema meditable el de los viajes en autocar. Pueden llegar a ser fatales si no se hace algo. La monotonía que genera un trayecto largo es francamente insoportable. Y al parecer, y con muy buen criterio, decidieron remediarlo. Y su trabajo ha tenido tanto éxito, tanta resonancia, que está superando limpiamente la expectación que generó Clinton con su becaria. Interrogado el cubano, respondió: «Es que este día yo estaba alterado de ahí abajo. ¡Que le voy a hacer si soy de carne y hueso!». Sí señor. Y le contestó Encarni desternillándose: «Más que hueso, carne, Dinio, ¡carne!».

Esta señora, doña Encarni, tiene un garbo muy disfrutable. El otro día, por ejemplo, vimos a Pocholo llamado a la puerta de su alcoba. Le entregó un ramo de flores que acababa de afanar de un florero del hotel. Un detalle muy romántico. Nos quedó la duda, no obstante, de si quería algo a cambio. Y al día siguiente, como es natural, llamó el marido de Encarni, preocupado. La forma en que resolvió ella tan delicado trance fue admirable. Le dijo: «Nada, Luis, tú no te preocupes, que yo de noche echo la llave». Descubrámonos ante el argumento de la llave. Entronca con las más vigorosas páginas de la historia medieval, llena de cinturones de castidad cerrados con candado. En aquel tiempo la llave la guardaban los maridos. Que hoy la guardaban la propia esposa, o sea, la Encarni, es una muestra de progreso feminista incuestionable.

02 Abril 2003

Encarnis y caceroladal

Ferrán Monegal

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El lunes por la noche, a eso de las diez, tuvimos un problema en casa. A esa hora, normalmente, solemos salir al balcón a practicar la cacerolada. Pero había comenzado Hotel Glamour, en Tele 5. Tremenda du da existencial. No sabíamos qué hacer. Fuera, nuestros vecinos de Gràcia repicaban sus cacharros en contra de la masacre. Dentro, Aramis Fuster y la Encarni se pegaban un meneo letal. Decía Encarni, encendida, barriobajera, ácida: «¡Estoy de Aramis hasta el coññño! Su madre está enferma, ¡pero lo está desde que ella entró aquí!». Contestaba Aramis, más venenosa si cabe: «Eres una muerta de hambre. Te echarán del hotel y no podrás pagar la hipoteca. ¡Gorda!». Llegó un momento en que la hiel de la refriega adquirió tintes salvajes. Temí que se agarrasen por los pelos y quedase el humilde parquet de casa manchado de Farma tint y sangre. ¡Ah!, qué trabajo el de los guionistas de la productora Gestmusic. Qué olfato el de Cruz & Mainat, [Toni Cruz – Josép María Mainat] los amos del tinglado [Gestmusic].

Mientras la República de Gràcia golpeaba cacerolas en pro testa por la guerra, los progres de antaño conseguían mermar la cacelorada atrayéndonos hacia su aquelarre. Frente al No a la guerra, contraatacaban con la batalla de las Encarnis. Si los generales aliados fuesen listos, y en lugar de lanzar bombas lanzasen el Hotel Glamour en Irak, la guerra ya habría acabado. Quedaría, eso sí, un país irrecuperable: todos los edificios en pie, pero ni un cerebro sano.

15 Abril 2003

Tamara sufre

Ferrán Monegal

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Reina un ambiente espesísimo. Incluso han llamado a Santiago Segura para que les despeje grabándoles un videoclip. Hablamos del ‘Hotel Glam’ de TELECINCO. Hagamos resumen. La vamp Malena Gracia ha declarado que necesita un meneo sexual al día. Como mínimo. Y lo que es más duro: dice que su novio se ha tomado unas pastillas para los músculos y, ¡ay! el único músculo que a ella le gusta resulta que declina. También es mala pata, sí señora.

Pocholo se ha acercado a Estíbaliz. El resultado ha sido triste: el exceso de violencia del pollastre ha provocado el rechazo de la palomita.

Dinio entra y sale, como un huracán del Caribe. Compagina su ardor por su actual novia, Elianne, con la calentura por las que en el hotel habitan. O sea, a ritmo de autocar, la noche le confunde. La tremenda Encarni, aún expulsada, va haciéndoles visitas. Se acompaña de su marido. Se esfuerza por demostrar que entre ellos aún caben noches de alegría.

Fran Francés sigue impasible en su papel de maniquí de cartón piedra.

La bruja Aramís pernocta en casa porque su mamá está enferma. Pero visita la pensión y mantiene el tono televisivo para que su negocio de adivinación telefónica persista.

Jorge ‘Quién me pone la pierna encima’ vive un trajín: va de las galas el hostal a ‘Crónicas Marcianas’ a toda pastilla. Lleva el parte, como aquellos antiguos motoristas.

Yola sobrevive en el yacuzi haciendo posturitas.

Y en este engrudo de criaturas, Tamara, sufre. Llora. Se ensimisma. No la comprende nadie en absoluto. El otro día el peluquero Juan Miguel, alias Karino, con muy buen criterio, la puso en el mundo: le pegó un beso de tornillo que duró más de un minuto. Tamara disfrutó del bocadillo. Pero ayer llamó doña Margarita [Margarita Seisdedos] la programa ‘A Tu Lado’ y dijo que aquello era insufrible: «Mi hija es una princesita, y él demasiado viejo» y colgó el teléfono con mucha furia. Tememos por la salud de Juan Miguel. Podrían arrearle con un ladrillo.

21 Mayo 2003

El psiquiatra del Glam

Ferrán Monegal

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En el Hotel Glam (Tele 5) ha contratado a un psiquiatra para que asista al personal allí alberga do. Es una de las pocas buenas ideas que ha tenido este programa. Se trata del doctor Romeu. Dispone de un pequeño despacho por el que van pasando los despendolados pensionistas, y el doctor les atiende con una paciencia bárbara. El otro día le pidió Jesús Vázquez que hiciera un breve diagnóstico acerca de la personalidad de las criaturas allí ingresadas. La prudencia del psiquiatra fue exquisita. No sólo no reclamó la necesidad de comprar algunas camisas de fuerza, sino que, señalando a Yola Berrocal, dijo: «Aunque Oscar Wilde decía que toda mujer es una esfinge sin misterio, la verdad es que Yola es una esfinge misteriosa». ¡Ah!, Yola quedó encantada. Lloraba de agra decido placer. Y nosotros en casa llegamos a la conclusión de que el doctor Romeu, además de psicoanalista, es un santo. Lo que debería hacer ahora este programa es ponernos un psiquiatra a nosotros, a la audiencia. Tras dos meses y me dio soportando ese asunto del meneo braguetero entre Yola y Dinio en el autocar, nos invade una cirrosis neuronal considerable. Jamás se había visto que un recalentón de autobús durase tanto.