4 diciembre 2013

La Junta de Andalucía calcula en 1,8 millones de euros el desvío irregular de fondos para un destino diferente para el que fueron destinados

Francisco Fernández Sevilla, segundo jefe de la UGT de Andalucía que tiene que dimitir por el caso ‘Cursos de Formación’

Hechos

El 5.12.2013 D. Francisco Fernández Sevilla presentó su dimisión como secretario general del sindicato Unión General de Trabajadores (UGT) en Andalucía.

Lecturas

El 29 de noviembre de 2013 el secretario general del sindicato UGT en Andalucía, D. Francisco Fernández Sevilla, anuncia su dimisión. Desde el pasado 30 de julio de 2013 la prensa en general y en particular el periódico El Mundo han estado difundiendo una serie de reportajes sobre uso indebido de dinero público por parte de UGT. Dando a entender que fondos que debían ir destinados a ayuda a los parados eran desviados para otros menesteres, incluso les acusaba de haber realizado facturas falsas. El Sr. Fernández Sevilla sólo ha permanecido siete meses al frente de UGT de Andalucía, su antecesor D. Manuel Pastrana, también tuvo que dimitir por los escándalos de UGT. Desde los medios se pide la retirada del propio secretario general de UGT, D. Cándido Méndez.

26 Noviembre 2013

UGT le cargó a la Junta 700 maletines falsificados en Asia

Silvia Moreno / Manuel María Becerro

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La federación andaluza de la Unión General de Trabajadores (UGT) repartió 700 maletines de piel idénticos a los de una conocida marca, aunque sin el logotipo de la firma, y 1.000 bolígrafos de Francis Montesinos entre los delegados que asistieron a su IX Congreso, celebrado en septiembre de 2009 en Sevilla, en el que Manuel Pastrana salió reelegido como secretario general andaluz. El colmo del regalo es que la factura de los maletines de piel presuntamente falsificados en fábricas de Asia y de los bolígrafos de marca, que ascendió a 100.238,73 euros, la cargó a cuatro subvenciones diferentes de la Junta de Andalucía que contaban con fondos de la UE. Para camuflarlo, UGT presentó cinco facturas presuntamente falsas que le hizo el proveedor de las maletas y los bolígrafos. Los regalos a los sindicalistas se cargaron a subvenciones que debían ir a la «publicidad» de los planes formativos supuestamente destinados a desempleados, a través del programa Forman XXI, a otras ayudas para planes de mujer, juventud y el programa Perseo.

EL MUNDO ha tenido acceso a nuevas pruebas contables y correos electrónicos que certifican otro episodio más de desvío de fondos públicos a través de facturas presuntamente falsas en la federación andaluza de UGT, esta vez agravado con un posible delito contra la propiedad intelectual, por las supuestas falsificaciones de los maletines de marca.

UGT compró en Sevilla un maletín original de la marca Salvador Bachiller, idéntico al que se reproduce en esta página, y se lo entregó a uno de sus proveedores habituales, especializado en artículos publicitarios de empresa y materiales para la formación, para que le hiciera 700 copias.

Esta empresa envió el maletín de marca a una fábrica de «Oriente», como refleja la nota de entrega del material que el proveedor sirvió «directamente» al congreso celebrado en Sevilla en 2009. «Bolso de viaje, modelo Salvador Bachiller, fabricada en Oriente con funda para el ordenador portátil, grabación a láser CO2» del logo de UGT, recoge la nota reproducida en esta página.

Además de este documento, las fuentes consultadas por este diario confirmaron que, en efecto, UGT adquirió el maletín de marca, que luego fue enviado a una fábrica de Asia para que lo copiaran de la manera más fiel posible; paradójicamente, en unas condiciones laborales que distan mucho de las que la central sindical defiende. Sin embargo, la explotación laboral que se sufre en estos países no fue ningún freno para el pedido de UGT.

Como anécdota, el maletín original, adquirido por Federico Fresneda, ex secretario de Administración de UGT-A, se extravió en su viaje a «Oriente» y, pese a los intentos de los responsables del sindicato para recuperarlo, fue totalmente imposible, según las fuentes consultadas.

Los 700 maletines confeccionados en fábricas de Asia costaron 81.031,45 euros. Cada unidad presuntamente falsificada salió por 115,75 euros. En la web de Salvador Bachiller hay modelos similares, cuyos precios oscilan entre los 375 euros y los 525 euros del modelo «cartera de ministro».

El precio de los 1.000 bolígrafos auténticos «con funda de piel Francis Montesinos con grabación láser» fue de 19.207,27 euros. En total, los 100.238,73 euros mencionados anteriormente. De esa cantidad, UGT le endosó a la Junta la mayor parte. Presentó cinco facturas presuntamente falsas que suman 91.944,46 euros sobre cuatro programas subvencionados con fondos públicos.

Dos pruebas en poder de este diario vinculan las cinco facturas con los maletines y los bolígrafos que UGT regaló a sus delegados en el congreso: los correos electrónicos que se cruzaron los departamentos de contabilidad del sindicato y de su proveedor y la hoja de Excel donde se detallan todos los gastos del noveno congreso de UGT de Andalucía de 2009.

La factura presuntamente falsa de mayor importe es la número 2911040 por 51.236,69 euros correspondientes a la Publicidad del programa Forman XXI. Expediente 98/2008/J244. El programa Forman XXI, con fondos de la Junta y la UE, incluye cursos de formación para desempleados. La factura de 51.236,69 euros que UGT cargó a la Junta de Andalucía por los regalos de su congreso era sólo por la publicidad de los planes formativos supuestamente destinados a desempleados andaluces.

Al programa Perseo, que se nutre también de fondos comunitarios y de la Junta sobre Difusión del mercado de trabajo, cargó dos facturas: la 2902048 por el material publicitario de este plan por importe de 12.231,80 euros; y la 2902049 por la Reedición del libro ‘El cuidado principal’, sobre la dependencia y los empleos que genera, por valor de 3.549,69 euros. Ambas facturas llevan el sello «documento original en justificación de subvención» que estampó el Departamento de Contabilidad de UGT para avisar de que los originales están en la Administración para justificar las ayudas públicas.

UGT también dispuso de fondos que las administraciones reservan para políticas de juventud y de la mujer para pagar los maletines y los bolígrafos. La factura número 2901022 por la Difusión del servicio de defensa legal 2008, folletos, carteles, diseño y carpetas, por importe de 10.200 euros, es un ejemplo. Este programa de defensa legal es para las mujeres. A las subvenciones de juventud cargó 14.726,28 euros, como queda reflejado en la factura número 2901021 del mismo proveedor.

El congreso se celebró en Sevilla del 10 al 12 de septiembre. En él salió reelegido Pastrana con su número dos, Francisco Fernández Sevilla. De aquella Ejecutiva también formó parte José Carlos Mestre, famoso por su foto bailando en la Feria de Abril durante la cena con barra libre de 2009 que se cargó a la Junta.

El sindicato eludió responder a las reiteradas llamadas de este periódico para conocer su versión sobre este nuevo desvío de fondos públicos.

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«La reforma laboral lleva a China»

Las condiciones laborales en algunos países asiáticos no son precisamente las envidiadas por UGT. Todo lo contrario. De hecho, Cándido Méndez ha recurrido en alguna ocasión a dicha explotación en horas de trabajo y en sueldos irrisorios para utilizarla como arma arrojadiza contra el Gobierno. Como ocurrió el 26 abril de 2012 contra la reforma laboral del PP. «No es que la reforma no nos asimile al resto de Europa; es que ya hemos saltado el Atlántico y el Pacífico y vamos a China», criticó.

El sindicato, al igual que otras asociaciones, encabezó una campaña en 2008 que denunciaba el patrocinio del equipo olímpico español por la compañía china Li Ning, por fabricar ropa deportiva con personas explotadas. Un movimiento similar al que hubo en 2004, donde se instaba a los deportistas de élite a rebelarse contra las marcas que producen así. En ese acto, el líder de UGT tachó las fábricas de «verdaderos campos de trabajo» y dijo: «Las grandes multinacionales deben ser coherentes y acreditar que realmente están comprometidas con la tan traída responsabilidad social corporativa y que es algo más que una estrategia de ‘marketing’».

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«FABRICADA EN ORIENTE». A la izquierda, la nota del proveedor detalla el concepto real del pedido hecho por UGT para su congreso: maletines modelo Salvador Bachiller fabricados en Oriente. Y en el documento de la derecha, el recibo enviado a la Junta de Andalucía donde se disfraza como «Publicidad programa Forman XXI» por un importe de 51.236,69 euros. Cantidad que fue satisfecha con dinero público.

26 Noviembre 2013

Cuando el dinero para parados crea empleo... en Asia

EL MUNDO (Director: Pedro J. Ramírez)

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EL DESTINO que UGT ha dado a los fondos de formación en Andalucía ha sido, en muchas ocasiones, desviado para beneficio del propio sindicato, en lo que constituye un fraude continuado a la Administración y a los propios ciudadanos. Hemos publicado en estas páginas que pagó maletas con ruedas, bolígrafos, pancartas, comilonas, anuncios convocando a la huelga, dietas… Pero nunca hasta ahora nos habíamos encontrado ante una práctica que va frontalmente en contra de los valores que son la razón de ser de cualquier sindicato.

Tal y como hoy desvelamos, UGT le cobró a la Junta 700 carteras falsificadas en Asia con 100.000 euros destinados a «publicidad» para planes formativos de parados. En esta operación, el primer paso lo dio el propio secretario de Administración del sindicato. Compró un modelo en una tienda de Salvador Bachiller y le pidió a uno de sus proveedores habituales que le hiciera las copias del original, lo que serviría para abaratar la factura. El trabajo se encargó a un país oriental, donde las condiciones precarias de sus operarios son de sobra conocidas y permiten rebajar los precios.

Cabe imaginar qué pensarán hoy los trabajadores de la compañía española, una firma de tradición familiar, con solera y con tiendas en las principales ciudades del país, cuando sepan que UGT les estafó copiando su diseño y encargándolo al extranjero. A simple vista, la única diferencia entre ambos complementos es algún acabado y la desaparición del logotipo de Salvador Bachiller, que ha sido sustituido en un lateral por el anagrama del sindicato. Las carteras fueron el obsequio que UGT entregó a los asistentes a su IX Congreso en Andalucía.

La forma de actuar del sindicato no es desde luego una anécdota, ni por la cuantía de los fondos defraudados ni por lo que significa. Lo que viene a demostrar esa maniobra es que, a la hora de manejar el dinero, UGT funciona peor que aquellas empresas a las que critica porque maximizan los beneficios y anteponen la rentabilidad a cualquier otra consideración. En su caso, el sindicato incluye además la falsificación y el recurso a productos pirata.

Cuando UGT reclama ahora que se dé marcha atrás para que los barcos que Gas Natural ha encargado a astilleros asiáticos los haga Navantia, su credibilidad queda por los suelos. Si Cándido Méndez decía el domingo que se había planteado dimitir por las irregularidades denunciadas por EL MUNDO, ahora aportamos nuevas razones para que medite acerca de su continuidad. Lo sorprendente es que, a estas alturas, no haya depurado ninguna responsabilidad.

Ahora sabemos que el cinismo de algunos de los sindicalistas llega al punto de promover la ruina de empresas nacionales a través de la copia asiática, de manera que mientras contribuyen a destruir puestos de trabajo aquí, crean subempleo fuera, usando fondos públicos que la Administración había destinado para reducir el paro en España.

27 Noviembre 2013

Los del maletín

Manuel Jabois

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EN GALICIA hace años había un caballero de gran tradición conservadora, promotor del macarthismo sexual, que nunca se separaba de su maletín. Se le llamaba, entre vecinos, «el del maletín». Tanto se aferraba a él que por momentos parecía esposado a una de sus asas. Como siempre ocurre, con los maletines y los amores desaforados, en cuanto tuvo un descuido se lo levantaron. Y efectivamente: las esposas estaban dentro. Fue cerrado el maletín con discreción, encogiéndosele a los presentes el alma, y se dieron por concluidas las investigaciones. El apodo fue cambiado con urgencia.

Una de las prácticas que UGT utilizó para cargar a fondos públicos sus actividades privadas tiene que ver con 700 maletines. EL MUNDO procuró exhibirlos por fuera, pero lo interesante hubiera sido saber qué había dentro. Es probable que esos maletines hechos en una fábrica asiática estuviesen llenos de argumentarios con los que atacar la reforma laboral porque con ella, como bien avisó Cándido Méndez, «nos vamos a China». Ocurre que si hubiésemos de situar a UGT en Gomorra, cuando en un pueblo de Nápoles se hizo para las mafias chinas el traje de Dolce&Gabanna de Angelina Jolie en los Oscar por 600 euros al mes, lo haríamos sin dudarlo en el cuartucho del costurero Pasquale, no en la alfombra roja.

Todo lo que se denuncia dentro del maletín, se encuentra en su propia superficie. Desde la deslocalización hasta el desvío de dinero de cursos para parados, llegando a los gastos de representación en convenio colectivo que cargó UGT a la Junta: 12.000 euros en gambas, jamón, cerveza y rebujito como si los hermanos Quintero hubieran reescrito Germinal de Zola.

En todos los países los servicios secretos tratan de matar a su presidente. Lo hacen en actos oficiales de importancia para reunirse después y saber si alguno consiguió tenerlo a tiro; detectan así agujeros en la seguridad. En UGT un grupo de élite decidió aplicar tácticas de la patronal para saber si está preparado el sindicato para defenderse con todos sus recursos. Pero al atisbar los fallos del sistema, en lugar de irse corriendo a subsanarlos se han puesto a apretar el gatillo como locos. Tan metidos en el papel que, pillados, han pedido prestados los tics del poder en caso de crisis, incluida la famosa cortina de humo. Esperemos que no haya juicio y condena, porque sólo faltaría, para hundirlos, que se les indulte.

27 Abril 2023

Las maletas falsas

Salvador Sostres

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Las maletas de la UGT son falsas, como sus facturas, como su ideología, como la protección que dicen ofrecer al obrero. El sindicalismo es la mayor falsedad, el más escandaloso fraude desde la recuperación de la democracia. Sus maletas son tan falsas como su supuesta preocupación social. Su solidaridad es falsa y un monumental engaño para quedarse con el dinero de los demás. Sus huelgas son falsas y no tienen el menor escrúpulo para hacer el fantasma. ¿Por qué hay que regalar maletas en un congreso sindical? Hay algo incluso más hortera que un nuevo rico y es el que alardea con dinero que no es suyo. Los que tienen que protegernos los derechos roban a empresas españolas encargando falsificaciones asiáticas donde, según sus propias denuncias, se abusa de los niños haciéndoles trabajar a cambio de casi ningún salario. Su cinismo es ilimitado. Las maletas falsas son la metáfora perfecta de su condición sindical y de su forma de actuar.

El sindicalismo destruye puestos de trabajo porque sus recetas fracasadas son contrarias a la creación de riqueza y sólo dejan atraso y miseria. Enfrentar a patrón y empleado no da nunca ningún buen resultado, salvo lo que cobra el presidente del comité de empresa por intermediar, lo que constituye una flagrante extorsión y un monumental chantaje. Los convenios colectivos penalizan al buen trabajador y blindan al holgazán.

El sindicalismo en España es una trama de corrupción y trapicheo. El gran parche de la Unión Europea ha sido comprar a los sindicatos con las subvenciones para cursos de formación que todo el mundo sabe dónde acaban. El tren de vida de Cándido Méndez es deslumbrante.

España no será un país libre mientras los sindicatos estén subvencionados, los comités de empresa sean obligatorios y los piquetes sean considerados informativos en lugar de una forma de intimidación y de agresión intolerable. Los empleados no tomarán conciencia de su poder ni de sus posibilidades mientras se dejen chulear por los sindicatos y gasten sus fuerzas en la queja en lugar de trabajar más y mejor para poder resultar más útiles, y cobrar más, y poder algún día –si así lo desean– fundar su negocio.

Los sindicatos son lo que nos queda de tiniebla y atraso. Sus maletas son falsas pero su estafa es auténtica. Sus facturas son falsas pero los obstáculos con que entorpecen la creación de puestos de trabajo son ciertos, y trágicos.

Cuando hicimos la Transición para despojarnos del franquismo estábamos tan acomplejados que cedimos del modo más increíble al otro totalitarismo, al que por suerte perdió la guerra y no nos pudo destrozar la vida. Que Franco no fuera un demócrata no significa que su oposición no fuera mucho más totalitaria; y que su dictadura no fuera deseable no significa tampoco que entrar en el Pacto de Varsovia y en la Segunda Guerra Mundial, que es lo que nos esperaba con los rojos, no fuera nuestro peor destino imaginable.

Necesitamos una segunda Transición para despojarnos de la dictadura sindical que ha permanecido todo este tiempo incrustada en nuestras vidas, lastrándonos el progreso y menoscabándonos la dignidad. La última batalla por la libertad tenemos que librarla contra la izquierda saqueadora y su mafia sindical.

27 Noviembre 2023

Los nuevos bandoleros de Sierra Morena

Victoria Prego

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No basta con lamentarse. No basta con decir que está sufriendo personalmente ante las noticias publicadas. Y mucho menos basta con decir que UGT está muy descentralizada y que se deberían asumir responsabilidades en la federación andaluza.

Cándido Méndez es el secretario general de UGT, su cabeza visible y el representante del sindicato ante las instituciones, ante los afiliados y ante los ciudadanos. Por lo tanto, suya es también la responsabilidad de lo que ha sucedido en Andalucía durante todos estos años de trampas, de engaños y de abusos manifiestos del dinero de los contribuyentes que estaba destinado, o eso se suponía, a la ayuda a los parados y a las mujeres discriminadas. No puede ponerse de perfil y pretender que éste es un problema que afecta a sus compañeros andaluces en exclusiva. Entre otras cosas, porque la sospecha de que las actuaciones de los andaluces se han repetido en el resto de España está dejando el prestigio de UGT por los suelos, y en esas condiciones va a ser muy difícil que el sindicato pueda levantar la voz en cualquier asunto que afecte a los derechos de los trabajadores.

Méndez tiene que actuar, pedir perentoriamente explicaciones en clave interna y tomar las medidas necesarias para que los responsables de tantos desmanes, que son una burla a los ciudadanos y al mismo papel que la Constitución atribuye a los sindicatos, paguen las consecuencias. Porque Méndez procede del sindicato andaluz, al que conoce muy a fondo y cuyos líderes son gente suya. No puede decir que él no sabía y, sobre todo, no puede seguir sin hacer nada más que esperar. Cuanto más tiempo deje pasar sin destituir a la cúpula, sin constituir una gestora, sin aclarar los manejos de sus compañeros, en definitiva, sin tomar cartas en el asunto, más se complicará su propia posición al frente del sindicato.

De lo publicado se deduce que la UGT de Andalucía es una organización dedicada a estafar a la Junta, no sabemos aún si con su consentimiento o sin él, para su propio beneficio y sus diferentes fastos. Eso se demuestra con lo que EL MUNDO cuenta en la página anterior: un congreso de la federación que costó la friolera de 563.00 euros, la mayor parte de los cuales se endosó a la Junta pasándole a cobro facturas falsas, como la de los 700 maletines falsificados.

No es de recibo que un sindicato gaste de esa manera desmedida y encima lo haga robando el dinero de los ciudadanos. Y es una burla que, a los tímidos intentos de Méndez de que en Andalucía se den explicaciones, se haya seguido el más absoluto de los silencios. Esa es una desautorización en toda regla al secretario general por parte de quienes se están comportando desde hace demasiado tiempo ya como una partida de bandoleros de Sierra Morena.

29 Noviembre 2013

UGT tiene que actuar

EL PAÍS (Director: Javier Moreno)

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Los sindicatos, como cualquier institución que recibe fondos públicos, deben regirse por unos criterios de transparencia que prácticamente no han existido hasta la fecha. Un manto de relativo silencio ha protegido su funcionamiento económico, pero esa situación resulta cada vez más insostenible no solo frente a políticos o empresarios, sino, también, de cara a los sectores sociales afectados por la crisis. Cándido Méndez y el equipo que le rodea tienen que poner todo su peso orgánico al servicio de una rápida y completa clarificación, en vez de envolverse en “la historia de la organización y de las generaciones de sindicalistas que han dedicado su vida a la defensa de la clase trabajadora”, como hizo ayer el Comité Confederal de UGT, o de esgrimir la paupérrima excusa de que se le ha abierto una “causa general”.

Las informaciones apuntan principalmente a la federación andaluza de UGT, sospechosa de haber endosado facturas falsas o infladas a la Junta de Andalucía, sean para financiar a la organización, pagar actividades del día a día o costear simples caprichos u obsequios a los participantes en un congreso. La Administración andaluza ha abierto 17 expedientes para revisar ayudas al sindicato por 7,5 millones de euros. Tras examinar dos de esos expedientes, la Junta estudia reclamar 1,8 millones por dos ayudas utilizadas de forma irregular. De confirmarse, tales conductas constituyen un abuso del dinero público y la central sindical debe reintegrar lo recibido de manera irregular o injustificable.

Por el momento, la dirección andaluza de UGT pretende enfriar el escándalo. No facilita los resultados de su investigación interna y se toma con demasiada calma las aclaraciones y exigencia de responsabilidades, aplazando seis semanas (hasta el 9 de enero) las explicaciones de la dirección regional, encabezada por Francisco Fernández Sevilla como secretario general de la UGT andaluza.

Cándido Méndez, que ha dado muestras de preocupación, no debe conformarse con paños calientes. Porque las sospechas más documentadas afectan a la federación andaluza, pero la organización ugetista en su conjunto difícilmente escapará al impacto. La juez Alaya investiga las facturas falsas de la UGT andaluza, mientras la Fiscalía Anticorrupción sopesa una denuncia del seudosindicato Manos Limpias contra UGT por presunta desviación de fondos destinados a la formación para el empleo.

Las siglas no tienen la culpa de nada, pero sí las personas que hacen lo que no deben al amparo de aquellas, y cuyas andanzas sirven de pretexto a los que desean el hundimiento de las estructuras sindicales como resortes de una resistencia social identificable y a cara descubierta. La dependencia de los sindicatos respecto de la financiación pública les hace vulnerables y puede haberles acomodado a corruptelas o prácticas ilegales. El crédito de UGT como organización sindical depende de que afronte este asunto con rigor y arroje luz sobre sus cuentas.

30 Noviembre 2013

UGT: dimisión necesaria pero muy insuficiente

EL MUNDO (Director: Pedro J. Ramírez)

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TRAS convocar un comité extraordinario para dentro de cinco semanas y asegurar hace 48 horas que no tenía intención alguna de dimitir, Francisco Fernández Sevilla, secretario general de UGT Andalucía, renunció ayer a su cargo.

La decisión fue adoptada después de que Cándido Méndez reclamara al líder andaluz la asunción de responsabilidades como consecuencia de las revelaciones de El MUNDO, las últimas de ellas referidas al pedido de 700 bolsos falsificados en Asia y al cobro a la Junta de una cena de los piquetes del sindicato como gastos de «negociación colectiva».

Fernández Sevilla declaró ayer que se va por «un ejercicio de responsabilidad» y que no ha sido presionado por nadie, lo cual es inverosímil. El desarrollo de los acontecimientos demuestra que Méndez le ha obligado a dimitir como cortafuegos de un escándalo que ha ido creciendo hasta causar un gravísimo daño a la imagen del sindicato.

Fernández Sevilla había sustituido solamente hace siete meses a Manuel Pastrana al frente de la organización. Intentó restar importancia a las primeras revelaciones de EL MUNDO en julio, achacándolas a una campaña de la «prensa de derechas» e incluso llegó a asegurar que la contabilidad de UGT Andalucía era «un modelo» tras un simulacro de investigación interna que, en realidad, pretendía descubrir a los filtradores. Pero ha tenido que renunciar al cargo pese a que todas las irregularidades denunciadas por este periódico se produjeron en la etapa de Pastrana, que hasta ahora se ha salvado de rendir cuentas.

Méndez, que había comparecido anteayer ante los medios para reafirmar «la honorabilidad» del sindicato, no tenía probablemente otro remedio que forzar la renuncia de Fernández Sevilla, dado que buena parte de lo publicado por este periódico afectaba a UGT Andalucía.

Ayer mismo, el consejero de Presidencia de la Junta cuantificó en 1,7 millones de euros la cantidad defraudada por UGT Andalucía mediante «el bote» y facturas falsas que encubrían fiestas, regalos y comidas que eran endosados como gastos de formación o negociación colectiva, como nuestro periódico ha ido informando entrega tras entrega.

Pero los indicios de financiación irregular no sólo se centran en la federación andaluza, ya que EL MUNDO reveló también que el sindicato se quedaba en toda España con un margen del 19% en los cursos de formación a través de su fundación IFES y de una red de empresas que hace negocio con esta actividad. Y aquí estamos hablando de muchos millones de euros.

Todo ello está por investigar y aclarar a la opinión pública, que desconoce a estas alturas cómo se financia UGT, cuáles son sus ingresos y cuáles son los sueldos de sus directivos, algo insólito en una institución que recibe cuantiosos fondos públicos de subvención. Por tanto, la dimisión de Fernández Sevilla no basta. Era necesaria pero es insuficiente. Méndez debería ordenar una auditoría interna de las cuentas de UGT, hacerla pública y establecer todos los controles necesarios para garantizar el buen uso del dinero que administra el sindicato.

Si, como afirma, UGT es una organización honorable, debe demostrarlo con una transparencia que hasta la fecha no ha existido.