14 noviembre 1993

El columnista se hartó de las cartas de lectores de ABC poniéndole a caldo, por lo que opta por dejar el diario dirigido por Luis María Anson y volver con Pedro J. Ramírez

Francisco Umbral rompe con ABC tras apenas dos meses, harto de los lectores derechistas, y regresa a las páginas de EL MUNDO

Hechos

El 12.11.1993 el diario EL MUNDO anunció que D. Francisco Umbral abandonaba el ABC para volver a escribir en su periódico. El 27.11.1993 el veterano columnista explicaba los motivos de su marcha en una entrevista en LA NUEVA ESPAÑA.

28 Octubre 1993

Francisco Umbral, en Telecinco

ABC (Director: Luis María Anson)

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Francisco Umbral se ha incorporado a la cadena privada de televisión TELECINCO para hacer comentarios de actualidad, lo que le impide mantener con asiduidad la colaboración con el periódico. Deseamos al gran escritor, cuyos artículos son especialmente apreciados por los lectores de ABC, la mayor suerte en su tarea intelectual. Mañana, viernes, en ABC Cultural el lector encontrará el artículo habitual de Umbral en su espléndida serie ‘Los iluminados’.

03 Noviembre 1993

UMBRAL Y ABC

Alfonso Ussía

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Entiendo que algún lector, desconocedor de la trayectoria, siempre libre de ABC, haya manifestado su disgusto al descubrir, entre sus páginas la firma de 'ese jodío rojo'. Un periódico, y en concreto el ABC, es más que un mundo. Si ABC es un lujo de la opinión libre, Francisco Umbral es un lujo del ABC.

La llegada de Francisco Umbral al ABC fue el resultado de tres actitudes valientes. La empresarial, la profesial y la individual. La empresa fue valiente al aprobar la idea del director del periódico: el director del periódico fue valiente al contratar a un extraordinario columnista, aún a sabiendas de las tradicionales hostilidades que un sector de los lectores harían patente tras su contratación, y Francisco Umbral fue valiente al aceptar un reto difícil cuando su camino estaba asegurado de facilidades. Los que escribimos en ABC somos también constantes y apasionados lectores de sus páginas, y en mi caso particular, como lector a secas, la inesperada presencia de Umbral me ensutiasmó. Creo que fue Julio Cerón, el grandísimo y cachondo discípulo de Dadá, quien atribuyó al columnismo español de ahora el valor de su época más dorada. A ello ha contribuido e forma fundamental el talento, la gracia, la calidad, la belleza y la independencia que se unen en la prosa de Francisco Umbral. Las páginas de este periódico siempre han permanecido abiertas a las opiniones libres, a la inteligencia discrepante y al talento no acomodaticio. Todos los grandes escritores del siglo han dejado en ABC sus huellas, y muchos de ellos, antiguos adversarios de su único principio intalterable, recuperaron su identidad literaria gracias a la llamada de ABC.

La serie sobre ‘Los iluminados que escribe Umbral para el suplemento cultural de los viernes, es un verdadero prodigio. Pero sus columnas en el periódico han desaparecido y parece que la causa de ello ha sido un reciente compromiso adquirido con una cadena privada de televisión. Creo que todo es compatible, y que el esfuerzo de esas tres valentías antes aludidas no debe desmoronarse. Entieno que no es cómodo escuchar gritos de intolerancia; entiendo que en algunos profesionales se haya cumplido el susceptible tributo del agravio comparativo. Entiendo que algún lector, desconocedor de la trayectoria, siempre libre de ABC, haya manifestado su disgusto al descubrir, entre sus páginas la firma de ‘ese jodío rojo’. Un periódico, y en concreto el ABC, es más que un mundo.

Un mundo apasionado y libre en el que sus lectores antiguos y jóvenes forman parte activa y permanente. Pero también un mundo sujeta a pequeñas complicaciones que deben superarse con la paciencia y la verdad de cada uno de los que somos parte, más o menos establecida. Yo mismo, que me identifico plenamente con el ánimo de esta Casa y que mantengo una colaboración fija  – y creo que leída desde hace años en sus páginas de Opinión, soy sistemáticamente silenciado en algunas ediciones de ABC, y no por este motivo me sugestiono de desalientos. Todo lo contrario.

Si ABC es un lujo de la opinión libre, Francisco Umbral es un lujo del ABC. Agustín Foxa no tiene que ser siempre conservador, entre otras razones porque no siempre lo fue. En Umbral están Larra, y Cavia, y Foxá, y Wenceslao y hasta el mismo Pemán. Están en su prosa, que él renueva y enriquece cada día con su estilo mágico y luminoso. Jaime Campmany y Francisco Umbral, con todo mi respeto para la larga relación de grandísimos escritores que llenan de literatura los periódicos, son los actuales maestros del columnismo de hoy. Contar con ambas firmas, tan distintas y distantes en el mismo medio es algo fabuloso. Los columnistas no obligamos a los lectores a leernos. Nos sometemos a su libertad de eleción y estamos ahí, por si acaso somos elgidos.

ABC y Umbral tienen que seguir juntos. Su lectura no es obligada, pero sí recomendable, al menos desde mi punto de vista. Las valentía exigen una continuidad. ‘Ese jodío rojo’ ya no tiene colores para los lectores jóvenes de ABC, que son multitud. Y los que aún persisten en sus diferencias cromáticas, no pueden negar que escribe como los ángeles.

Bienvenido, pues. Bien leído, además, y paz para todos.

Alfonso Ussía

12 Noviembre 1993

UMBRAL, EL GRAN ESCRITOR, EL INTELECTUAL COMPROMETIDO, VUELVE A EL MUNDO

Editorial (Director: Pedro J. Ramírez)

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Fundador de EL MUNDO, accionista de EL MUNDO, inspirador intelectual de EL MUNDO, para la inmensa mayoría de nuestros lectores Francisco Umbral ha sido siempre un santo y seña de este periódico, casi tan indisociable de él como la bola verde de su logotipo. Lo que tiene que ser tiene que ser y además es inevitable: a partir de hoy, Francisco Umbral retorna su columna diaria «Los placeres y los días» en las páginas de EL MUNDO. Ha habido de por medio 54 días de vacación. De melancólica vacación, que nuestros lectores han sentido -y no han dejado de decirlo- y que también la Redacción ha sentido, y mucho más de cerca. Demasiado poco tiempo, de todos modos, como para justificar ahora un «Como decíamos ayer» a lo Fray Luis. Entre otras cosas, porque Umbral va a decir a partir de ahora más que lo que decía ayer: las páginas del nuevo MAGAZINE de EL MUNDO lo constatarán en breve. Lázaro Carreter afirmó hace breves fechas que Umbral es uno de los cuatro o cinco grandes escritores que España ha tenido en este siglo. El mandamás de la Academia de la Lengua se limitó a recoger un sentir generalizado. Incluso quienes a veces no están de acuerdo con lo que Umbral dice se rinden ante la brillantez con que lo dice. Pero Umbral no es sólo un excelentísimo escritor; es también un insuperable periodista, un intelectual comprometido y un fino analista de la realidad política y social, como vuelve a demostrar hoy en su columna «El polvito», en la que ironiza sobre las nuevas relaciones de cordialidad que se han montado entre González y Aznar. Tras darse un garbeo por otros horizontes -cosa de ver cómo está el mundo fuera de EL MUNDO-, Umbral regresa hoy a casa. Una casa que tiene nuevo vecindario, con Aurora Pavón, Martín Prieto y Antonio Burgos en el patio. Felicitémosle. Felicitémonos.

27 Noviembre 1993

"Estaba escribiendo para un público que no era el mío"

Francisco Umbral

Entrevista

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¿Cómo acogieron los lectores de ABC su incorporación al diario que dirige Luis María Anson?

Bueno, tuve cartas muy violentas, amenazantes, a casa y al periódico. También llamadas telefónicas. Esto lo mantuve durante un mes, desde que empecé a mediados de septiembre hasta mediados de octubre. En ese momento, sin decirle nada a Anson, me cansé de aguantar y le dije claramente lo que estaba pasando y que no podía seguir. Yo nunca he tenido estas reacciones del público y eso que he escrito en todos los periódicos de Madrid y, a través de agencias, en todos los de España. He tenido mi público, adicto y coherente con mi pensamiento, con mis cosas. De pronto me he metido en una bolsa de… Se me dirá que no serán así todos los lectores del ABC, pero basta con que haya uno y me lo encuentre un día por la calle para que me parta las gafasy que me dé dos hostias.

Por lo tanto, no le compensaba lo que hacía comparado con el miedo a toparse con un psicópata intransigente con sus opiniones ¿verdad?

No. Lo que no me compensaba era estar escribiendo para un público que yo veía que no era el mío, que no tenía la acogida que he tenido en todos los periódicos desde EL PAÍS hasta EL MUNDO por hablar de los últimos. Como contrapartida, en el ABC no tuve ninguna carta favorable.

El Análisis

Director acomplejado, pero lectores no acomplejados

JF Lamata

Sólo dos meses pasaron desde que ABC anunció el fichaje del Sr. Umbral a que este rompiera con el periódico. Que el diario derechista ABC fichara al izquierdista Sr. Umbral era muy complejo y raro sería que el viejo franquista D. Torcuato Luca de Tena no diera un bote al enterarse. Pero sin necesidad de retroceder a Don Torcuato. ¿No era el ABC del Sr. Anson el que había cargado tanto contra el Sr. Umbral tachándole como ‘el autodidacta’, ‘el depurador’ y similares en sus polémicas con los Sres CampmanyOsborne, Mingote oAguinaga, recogidas por ABC del Sr. Anson. Y ahora era el mismo ABC del Sr. Anson el que recibía con todos los honores al mismo columnista.

Podría ser un buen ejemplo del complejo de inferioridad habitual de la derecha politica o mediática, que se meten con los izquierdistas, pero no parece hacerles disfrutar más que tener a izquierdistas en sus filas. Pero hay un problema en el que no cayó el Sr. Anson, que quizá el sus coleguis fueron de esa ‘derecha acomplejada’ con ganas de presumir de tener a izquierdosos en sus filas, pero no tuvo en cuenta que los lectores de ABC no tenían esa misma visión acomplejada, eran desde viejos lectores franquistas o lectores democrátas anti-rojos que reaccionaron con ira al fichaje de un Sr. Umbral que no tardó en hartarse de recibir cartas de lectores poniéndole a parir. De nada sirvió el artículo del Sr. Ussía apoyándole, tan sólo unos días después de que este saliera, el Sr. Umbral anunció que abandonaba ABC y volvía a EL MUNDO. El diario de D. Pedro J. Ramírez, que para ese momento, ya se estaba convirtiendo en el diario más próximo al PP aznarista y, por tanto, derechismo acomplejado puro, donde nadie criticaría la presencia del Sr. Umbral.

Claro que a lo mejor estoy soltando un rollo sobre complejismo derechil y resulta que toda la historia era que el Sr. Umbral quería fichar como comentarista de TELECINCO y el ABC no le admitió la compatibilidad y EL MUNDO sí.

J. F. Lamata