3 febrero 1982

Madrid y Barcelona se 'plantan' negándose a aceptar convocatorias hasta que no les suban un 12% sus salarios.

Huelga del Doblaje 1982: Los actores de doblaje vuelven a convocar una huelga para lograr otra subida de sueldos 3 años después

Hechos

En febrero de 1982 la prensa se hizo eco de la negativa de los actores de doblaje de Madrid y Barcelona a aceptar convocatorias si no mejoraban sus salarios.

Lecturas

La llamada huelga o plante ha sido convocada por el sindicato APADEMA, que en realidad es una asociación, Asociación Profesional de Actores de Doblaje de Madrid, cuyo Secretario es D. Emilio Menéndez y agrupa a los 200 profesionales que ejercen la profesión en Madrid.

LOS ESTUDIOS REPLICAN: «LOS DIRECTORES COBRAN 600.000 PESETAS AL MES»

Los estudios de doblaje crearon una asociación para interlocutar con los actores, la asociación AEDYS, que mientras durante la primera huelga de 1979 mantuvo silencio de cara a los medios, durante la huelga de 1982 pasó a la contraofensiva aclarando que quien decide quien trabaja o no en el sector del doblaje, quienes hacen los repartos, son los propios actores, en especial los actores que ocupan el cargo de director y que son los principales líderes del sindicato APADEMA. Según AEDYS estos actores que simultanean el cargo de ‘director’, ‘ajustador’ y ‘actor’ protagonistas ganan aproximadamente 600.000 pesetas al mes.

La asociación AEDYS es en la que se han agrupado los principales estudios de doblaje de Madrid (principalmente TECNISON, SINCRONÍA, CINEARTE, ARCOFÓN y EXA) y por los estudios de Barcelona (principalmente SONOBLOK y LA VOZ DE ESPAÑA).

 Sr. Pedrós, dueño del estudio Sonoblok.

 Sr. Arias, dueño del estudio Arcofón.

 Sr. Arbona, dueño del estudio Tecnison.

 Sr. Salamanca, dueño del estudio CineArte.

 Sra. Manso de Zúñiga, dueña del estudio Sincronía.

El Análisis

¿Aquí quien manda?

JF Lamata

En teoría el trabajador que se atreve a desafiar a su empresa por defender sus derechos y se pone de huelga debería merecer el respeto y la admiración de todos los trabajadores que respetan el esfuerzo se supone desafíar a los señores que mandan, porque son los que deciden quien trabaja y quien no.

¿Pero quién decide en doblaje que actores trabajan y cuáles no? No son los que pagan, curiosamente, son los propios actores, concretamente los actores que ocupan el rango de directores realizan los repartos bajo su criterio. Seguramente lo hacen exclusivamente por criterios artísticos (aunque la coincidencia de apellido en más de una ocasión haya dado pie a habladurías).  Por tanto cuando los actores/directores de doblaje de APADEMA ordenan una huelga, parece bastante lógico los actores – todos ellos, 200 en total, dependientes de esos actores/actores para seguir siendo convocados – les obedezcan.

No tiene nada malo, dado que tras la huelga lograron una subida de salarios, pero más que un David contra Goliat, las huelgas de doblaje para un Goliat contra otro Goliat. Señores con poder contra otros señores con poder.

Federico García Jiménez