15 septiembre 1966

El polémico director es apartado del cargo tras sólo seis meses en el cargo después de su polémica con los bonzos

Ignacio Agustí es despedido como Director de TELE/EXPRES y reemplazado por Carlos Sentís

Hechos

El 15 de septiembre de 1966 D. Ignacio Agustí fue reemplazado como director del diario TELE/EXPRES de Barcelona por D. Carlos Sentís.

Lecturas

El director del periódico privado Tele/eXpres, Ignacio Agustí Peypoch es reemplazado tras apenas cuatro meses en el cargo por el presidente de la Agencia Efe, Carlos Sentís Anfruns. Entre los motivos de su relevo acordado por los propietarios del periódico, Carlos Godó Valls y Jaime Castell estaba la publicación de un artículo contra los frailes que se manifestaban contra la dictadura franquista publicado en Tele/eXpres el 13 de mayo de 1966.

15 Septiembre 1966

BREVE SALUDO

Carlos Sentís

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Ayer saludó  a los redactores de TELE / EXPRES. Unos, son compañeros y amigos de muchos años. A otros no los conocía personalmente. La mayoría son jóvenes, jovencísimos incluso.

Hoy pienso que los redactores que ayer tenía frente a mí vendrán a ser algo así como un microcosmos de los lectores de TELE / EXPRES a los cuales hoy debo también mi saludo. La población española es joven en su mayoría nos dicen las estadísticas. El optimismo va de par con la juventud y nuestro país tiene, en esta ola vital, la mejor de sus garantías.

Un tercer año inicia hoy este diario que quiere ser ante todo un reflejo de su tiempo y lugar. Un espejo en el camino de nuestro vivir y convivir. Y un órgano de expresión para el público, especialmente aquel que más carece de voz para poder hacerse oír. Dos años constituyen una edad juvenil en cualquier caso. Los diarios, sin embargo, pasan pronto la pubertad y el nuestro ha crecido tan rápidamente, que incluso tiene ya un hijo, el semanario Tele-Estel, que nos ha salido hablando en catalán al revés de lo que les ocurre con alguna sorpresa, con sus niños, a algunas familias barcelonesas.

Mi tono hoy, al saludarles, porque es optimista es también ligero. Dosaños no dan para el tono campanudo ni para poner paño al púlpito. No somos aquí engolados ni pedantes. Y además creemos, con León Daudet, que el periodismo es, ante todo, un deporte, el único deporte intelectual que existe.

Ningún deporte, sin embargo, evita la breve angustia que asalta a todo escritor, mejor o peor, en el momento de enfrentarse con la cuartilla siempre espectralmente blanca.

Este desazón la siento más que otras veces, aunque lo intente disimular, porque a la responsabilidad personal se añade, desde hoy la de este entero periódico.

El periodismo es un deporte difícil y algunos muchachos de los que conocí ayer en esta redacción quizá no lo saben todavía lo bastante. A la dura labor hay que ponerle encima y todos los días su granito de imaginación. Tiene sin embargo una compensación inmensa: estar al servicio auténtico de nuestros semejantes de nuestra gente. Sobre estas páginas de su aparición. Pero hoy lo hago con una entrega más amplia y muy particular para los lectores que nos han probado su amistad, día tras día.

Carlos Sentís