3 febrero 2000

La presentadora Isabel San Sebastián, defendió a la compañía propietaria de su cadena ante el dirigente socialista

Bronca en ‘El Primer Café’ (ANTENA 3) por ataques de Alfonso Guerra a Telefónica, accionista del canal en que se emitía el programa

Hechos

El 4.02.2000 en el programa ‘El Primer Café’ del canal ANTENA 3 TV, se entrevistó al diputado del PSOE y ex vicepresidente, D. Alfonso Guerra, que aludió reiteradamente a la compañía Telefónica, accionista del citado canal.

Lecturas

Las stock options (u opciones de compra preferentes) se convirtió en la práctica en la manera mediante el cual los directivos de Telefónica en la etapa de D. Juan Villalonga para cobrar gratificaciones millonarias en compensación por su buena gestión. Aunque los cobros eran legales, el hecho de que Telefónica fuera hasta poco antes una empresa pública, con fondos del Estado, hacía crecer la imagen de que un destacado número de directivos de la compañía se estaba ‘forrando’.

En principio parecía lógico que los medios de comunicación que eran propiedad de Telefónica – el canal ANTENA 3 TV, la radio ONDA CERO y la plataforma VÍA DIGITAL – no tocaran especialmente el tema de las stock options, pero no pudieron evitarlo mucho tiempo. El encargado de sacar el tema fue el diputado del PSOE, D. Alfonso Guerra. Invitado en el programa ‘El Primer Café’ de ANTENA 3 TV, presentado por Dña. Isabel San Sebastián, el ex Vicepresidente del Gobierno no dudó en sacar el tema y acusar a los directivos de Telefónica de estar ‘dando atracos’.

zap_2000_cafe3 El detonante de la polémica lo desató el periodista del Grupo PRISA, D. Miguel Ángel Aguilar, al sacar el tema de las ‘Stock Options’ los sobre-sueldos que obtenían los directivos de Telefónica) al preguntar irónicamente al político si no podían aplicarse cláusulas similares en políticos para evitar transfuguismo. Es llamativo que el Sr. Aguilar sacara un tema incómodo para Telefónica, teniendo en cuenta que hablaba ante las cámaras de ANTENA 3 TV y cobrando de ANTENA 3 TV, y que ANTENA 3 TV era propiedad de Telefónica.

zap_2000_cafe2El diputado del PSOE y ex Vicepresidente del Gobierno no dudó en referirse al accionista mayoritario de ANTENA 3 TV, el presidente de Telefónica D. Juan Villalonga y tras haberle comparado con un atracador, dijo a modo de burla mirando a cámara: «¡Un saludo para el Sr. Villalonga, por si acaso!».

TRANSCRIPCIÓN DE LA DISCUSIÓN

  • Alfonso Guerra (AG). Lo de la fidelización es una gran hipocresía, porque a los que expulsan les dan las stock options, o sea en Telefónica largan a un vicepresidente y le dan cuatro mil millones y lo habían fidelizado. ¿Cómo que lo han fidelizado? Hoy parece que hay otro que sacan de Terra [en alusión al consejero delegado Juan Perea], no sé cuánto se va a llevar, pero se lleva seguro. (…) En la etapa socialista hubo privatizaciones en una etapa en la que yo estuve, y hubo privatizaciones en una etapa en la que yo no estuve. Yo estuve muy de acuerdo en muchas privatizaciones y en algunas no estuve de acuerdo, no me parecía que fueran sectores que hubiera que privatizar, pero de todas maneras se privatizaban y salían desde luego las gentes de dinero a comprarlas, pero no se entregaba para hacer un grupo gubernamental privado, que es lo que se ha hecho. Aquí se ha hecho un sistema de privatizaciones que no es privatizaciones, es apropiación indebida, se lo han quedado una serie de gente que…
  •  Isabel San Sebastián (I.S). Señor Guerra, eso habría que denunciarlo ante un juzgado porque claro, cuando una empresa sale a bolsa y usted dice que eso es apropiación indebida, es un delito. Debería ir usted a un juzgado y denunciarlo. Usted sabe perfectamente la diferencia entre una privatización con salida a Bolsa y una apropiación indebida.
  •  A.G. Se parece usted mucho a un ministro que hubo una vez en España que hizo la misma cosa, ¡pues vaya usted a los tribunales! Fuimos y todavía se están arrepintiendo.
  •  I. S. ¿Sí?
  •  A. G. O sea, que…
  •  I. S. Pues vaya usted, vaya usted, yo le desafío, vaya.
  •  A. G. Si usted tiene ganas vamos a ver..
  •  I. S. Hombre, es que acusar de un delito es acusar de un delito y los delitos se denuncian en los juzgados.
  •  A. G. Mire usted, si se reparten muchos miles, 75.000 millones de pesetas entre un grupo de dirigentes de una sociedad que ha privatizado antes, lo han puesto desde el punto de vista [de] que era el Gobierno quien podía hacerlo, y luego se ha mantenido. Eso es cambiar el trabuco por el ordenador, es irse a la serranía a dar atracos.
  •  I. S. Pues yo le digo, váyase usted al juzgado y denúncielo.
  • A. G. Pues si está ya…Si está ya en el juzgado.
  • I. S. No está en el juzgado. Que no está en el juzgado. No está y usted lo sabe. No hay ninguna demanda planteada en ningún juzgado.
  • A. G. Sí señor, a Telefónica.
  • I. S. No señor.
  • A. G. Sí señor.
  • I. S. ¿Dónde? ¿Desde cuándo? ¿La ha presentado usted?
  • A. G. Por las stock options.
  • I. S. No hay ninguna demanda en ningún juzgado, eso es perfectamente legal.
  • A. G. Hay una demanda
  • I. S. Sí, la ha presentado usted.
  • A. G. No, ¿Es que sólo yo tengo atribuciones para presentarla?
  • I. S. No lo sé, pero es una medida perfectamente legal.
  • A. G. Pero, hombre… ¡compórtese usted como directora de un programa de televisión, no como defensora de Telefónica!
  • I. S. Es que no puedo permitir que se impute un delito a una empresa cuando no hay ningún delito y cuando está cumpliendo con toda legalidad.
  • A. G. Mire usted, todos los españoles saben que se lo llevan, 75.000 millones, una serie de personajes que fueron los compañeretes, lo sabe todo el mundo.
  • I. S. Lo sabe todo el mundo.
  • A.G. Lo que pasa es que han dicho:ya no pagamos antes de febrero porque hay elecciones.

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«¡UN SALUDO AL SEÑOR VILLALONGA, POR SI ACASO!»

D. Alfonso Guerra quiso dejar claro que no tenía ningún medio al presidente de la empresa propietaria de ANTENA 3 TV, a pesar de estar hablando desde sus cámaras y le aludió directamente. Y la Sra. San Sebastián optó por atacarle por donde más le podía doler, aunque fuera por obra y gracia de los espectadores.

  • I. S. Nos tenemos que ir señor Guerra
  • A. G. Pues que pensa
  • I. S. Nos tenemos que ir porque se nos termina el tiempo, no por otra cosa.
  • A. G. Hombre, supongo que no será porque el de Telefónica que manda aquí ha llamado. Sería una vergüenza, ya, deje que me levanto yo, un saludo para don Juan Villalonga, por si acaso.
  • I. S. Tenía muchas preguntas de los telespectadores. Mire usted, Augusto Sánchez de Sevilla: «¿Qué clase de progreso es el que quiere el PSOE, el de Roldán, el de Filesa o el progreso del caso Lasa y Zabala ?» Pedro Aguilar de Baena, Jaén: «Felipe González y usted deberían estar en la misma situación que Helmut Kohl». Jesús Jiménez, de Pontevedra: «Usted debería estar callado por lo que pasó con su hermano». Así que hay algunos telespectadores que piensan otra cosa…
  • A. G. ¿Me dice usted que el cien por cien de los espectadores han dicho eso o alguien ha seleccionado?
  • I. S. Pues mire, las preguntas…
  • A. G. No, Pero dígamela toda, dígamela toda.
  • I. S. Nos marchamos, el lunes volvemos.
  • A. G. Ay, amigo mío, trampas no , trampas, ni una. El señor Villalonga sigue mandando, queda claro.
  • I. S. Nos marchamos, que tengan ustedes un buen fin de semana, hasta el lunes.
  • A. G. ¡Joder! Me va a contar historias…

Generalmente, es imposible aludir en un programa de televisión a los accionistas de ese canal de televisión, sin que haya algo de tensión.

El Análisis

"¡COMPÓRTESE COMO UNA PERIODISTA, NO COMO UNA EMPLEADA DE TELEFÓNICA!"

JF Lamata

Si hay algo que puede molestar a un periodista es que le digan que es poco menos que un mero esbirro de su jefe o del propietario de su dueño. Quizá molesta, porque es la pura realidad. Los medios de comunicación privados existen gracias a que empresarios se juegan su dinero en el tema y, parece lógica, que cada empresario quiera que sus periodistas le traten un poco mejor que el resto de medios, que tienen sus respectivos empresarios. La única alternativa a este modelo es la prensa pública – en España limitada a TVE, RNE y EFE – en la que en vez de mandar el empresario, manda el político.

En el caso concreto de Dña. Isabel San Sebastián tiene su gracia que en aquel momento el Sr. Guerra la acusara de ser una mera empleada de Telefónica, habida cuenta de que años después sería una periodista que haría bastante más daño a la imagen de Telefónica que lo que pudiera hacer Guerra en aquel momento, aunque la responsabilidad de aquello fue de Telefónica. Y es que aunque entre 1999 y febrero del año 2000 el diario EL MUNDO se dedicó a defender al Sr. Villalonga frente a todos los ataques que le disparaban desde PRISA o el PSOE, tan sólo unos meses después sería EL MUNDO el que daría la estocada a aquel presidente. Y cuando a lo de la Sra. San Sebastián, ocurriría dos años después, cuando le tocó escoger entre los amigos de EL MUNDO o los amigos de Telefónica y optó por los primeros, aunque su sueldo lo pagaban los segundos.

J. F. Lamata