6 febrero 2016

"¡Sandro Rosell es un bocazas y una persona miserable!"

Jaume Roures (Mediapro) se querella contra Sandro Rosell y el Fútbol Clun Barcelona por espionaje industrial

Hechos

El 6.02.2016 se hizo público que D. Jaume Roures, fundador de Mediapro, se había querellado contra D. Sandro Rosell.

Lecturas

El 5 de febrero de 2016 el productor D. Jaume Roures Llop, fundador de Mediapro, comparece en rueda de prensa para anunciar que se querellaba contra el expresidente del Fútbol Club Barcelona, D. Alexandre Rosell Feliu [Sandro Rosell] al que acusa de haberle espiado.

La querella también incluye a D. Joan Carles Raventós Farrás (director general de las secciones del Barça) y D. Robert Cama Benedí.
Según su acusción el Sr. Rosell ‘compró’ a D. Robert Cama Benedí cuando era director de Tecnologías de la Información de Mediapro para tener acceso al correo electrónico del Sr. Roures Llop para poder acceder a sus correos en el periodo 2009-2011. Actualmente D. Robert Cama es director de Tecnologías de la Información del Fútbol Club Barcelona.
Durante la rueda de prensa le califica de ‘bocazas’ y de ser ‘una persona realmente miserable’.

06 Febrero 2007

Roures se querella contra Rosell y el Barça por espionaje

Jordi Quixano - Nadia Tronchoni

Leer
El directivo de Mediapro denuncia al expresidente azulgrana, a la entidad y a dos de sus trabajadores por fisgonear de forma ilícita y durante tres años en su correo electrónico

Desde 2009 a octubre de 2011, el expresidente del Barcelona Sandro Rosell espió el correo electrónico de Jaume Roures, directivo del Grupo Mediapro. Así lo explicó el propio Roures, que ayer por la mañana hizo pública la querella criminal que interpuso y presentó el pasado jueves —queda ser admitida a trámite— ante los Juzgados de Instrucción de Barcelona. La denuncia por espionaje industrial se hizo extensiva a Joan Carles Raventós, director de las secciones del Barça que trabajó durante años en Mediapro, a Bonus Sports Marketing (empresa de Rosell), al responsable del área informática azulgrana Robert Cama y a su empresa Socktel Servicios Informáticos, además de al Barcelona. “Presentamos una querella por tres delitos: uno contra la intimidad personal, el otro por revelación de secretos y el tercero por hurto agravado”, expuso Roures.

Cama es un viejo conocido de Roures porque fue de los primeros informáticos que entró en Mediapro, hace ya muchos años, también responsable del IT de la empresa. Por lo que podría ser que tuviera las claves de acceso al mail del directivo. Pero cama también mantenía contactos con Sandro Rosell —supuestamente por haber trabajado en alguna ocasión juntos—, hasta el punto de que cuando se convirtió en el presidente del Barcelona [el 13 de junio de 2010, el día que exclamó “no us fallaré!”] tras recabar más votos que ningún otro en la historia, le pidió refuerzos para la sección informática del club y, de paso, limpiar la herencia laportista como en el resto de las áreas de la entidad. Un puente entre los dos que ahora, cuatro años después, ha explotado. Roures alega que quería cerrar los litigios de la denominada Guerra del Fútbol de los derechos televisivos con PRISA [el Barça no renovó el contrato con Mediapro y firmó por Telefónica]. Y añadió: “Nos hemos comido esta mierda cuatro años porque primero están las 4.000 personas que trabajan y cobran en esta casa”.

“Un poco bocazas”

Denunció Roures que se accedió a su cuenta de correo, tanto de los mensajes enviados como recibidos, y que Cama remitió “la práctica totalidad” a Rosell y Raventós, “retribuyéndolo por sus servicios inicialmente a través de Bonus Sport Marketing y directamente a través del Barça cuando alcanzó la presidencia”. No se sabe, sin embargo, qué intereses tenía Rosell en las conversaciones, del mismo modo que tampoco descifró Roures cómo descubrió el asunto, más allá de que empezó a “tener constancia porque Sandro era un poco bocazas y presumía que sabía esto y lo otro. Y pasaban cosas raras en mi correo. Por suerte, no le encargamos que tirara del hilo a nuestro responsable de informática”.

Se supone que Cama entraba en el correo de Roures y remitía los mensajes o los capturaba de alguna manera. Algo que no deja huella a no ser que se mire en el disco duro, que ya ha sido intervenido y revisado por Mediapro bajo control notarial. “Esperamos que los jueces y la policía estudien bien los discos duros —acusó a otros dos trabajadores, aunque a ellos no les alcanzó la demanda—, saquen lo que hay dentro y entonces empecemos a hablar de las responsabilidades que eso implicará para las personas y las instituciones involucradas”, resolvió Roures, que señaló de nuevo a Cama: “Vendió información interna a terceros, nos espió los correos electrónicos y los reenvió a gente de fuera de la casa, comercializó material informático del que disponía a otras empresas y particulares (hablamos de decenas de miles de euros), utilizaba nuestra red para hacer circular material pornográfico y un largo etcétera”.

Conocido el espionaje, Roures despidió a Cama —con el que este diario ha intentado hablar sin éxito— y a los otros dos trabajadores, uno de los cuales se fue al Barça. Tiempo después, Roures se presentó en el despacho de Rosell, donde también estaba Raventós, para pedir explicaciones. “Me dijeron que sí que recibían correos, pero que tal como llegaban, los borraban. Eso durante tres años. Debería haberles salido un callo en el dedo”, expuso el directivo de Mediapro. Y reveló: “Sandro me dijo: ‘Debemos arreglarlo a la catalana’. Supongo que se refería a eso de hoy por ti y mañana por mí. Le respondí que yo soy catalán profundo, pero poco gilipollas, que eso no quedaría así”. Los correos, según Roures, hablaban de “la Guerra del Fútbol, negociaciones con la junta del Barça, con el Banc Sabadell, renovaciones de Guardiola y Vilanova, correspondencia con Laporta con cosas tan interesantes como que un decodificador de Gol T no le iba, y conversaciones con Ferran Soriano, Marc Ingla o su cuñado y hasta con Andreu Buenafuente para llevar a Woody Allen a su programa…”.

“Una actitud miserable”

“Para nosotros no tiene nada que ver con negocios, ni audiovisuales ni nada, sino que es una cuestión mezquina”, explicó Roures, focalizado en Rosell; “hablamos de alguien que se ha pasado tiempo hablando de ser víctima de espionaje y era él quien espiaba a los demás sistemáticamente”. Y ahondó: “Quiero subrayar que es una actitud miserable y una falta de respeto. Se ha visto que un club puede llegar a ser dirigido por cualquier miserable que tenga labia”. Dijo Roures desconocer si había más gente que lo supiera, aunque matizó que “Josep Maria Bartomeu y Xavier Faus —exvicepresidente económico— lo sabían porque me lo comentaron”.

El directivo de Mediapro hizo extensivo su enfado hacia el club: “El Barcelona mantiene el nombre de un chorizo (Núñez) en el museo, un chorizo condenado por sobornar a funcionarios”. Y aclaró por qué incluye al club azulgrana en la demanda. “Es víctima y debería personarse en la causa porque Rosell espiaba al entrenador, al director general, al presidente… Además, fue espiado por Sandro sobre nuestras relaciones contractuales o las que tenían que ver con la construcción del museo”. Y luego añadió: “Pero el Barcelona también es coautor porque contrató a un señor que estaba trabajando en esta casa con un contrato de exclusividad y le pagó por una actividad que era la de espiarme”.

Desde el club, que ha encargado un informe a la dirección general “para averiguar la realidad de los hechos”, se replicó con un comunicado oficial. “El Barcelona es totalmente ajeno a la querella y por eso comparecerá en el procedimiento para solicitar el archivo del caso”, expuso, al tiempo que pidió respeto para el expresidente y los trabajadores, y añadió: “El club se pone a disposición de la justicia para ayudar a la aclaración de los hechos que han motivado la querella”. Rosell, que ayer estaba de viaje, no se pronunció al respecto.

EL EXPRESIDENTE Y LOS BANQUILLOS

En Brasil es investigado por negocios ilegales junto a Ricardo Teixeira, expresidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF).

Presentó una demanda de acción de responsabilidad social contra la directiva de Joan Laporta, que luego fue desestimada.

Está imputando por delito fiscal como consecuencia del fichaje de Neymar.

Cuando era presidente del Barça, la FIFA sancionó al club por irregularidades en la contratación de menores.

06 Febrero 2016

Barça en los juzgados, Barça en el campo

Alfredo Relaño

Leer

Esta misma semana, Bartomeu y Rosell, presidente y expresidente del Barça, han pasado por la Audiencia Nacional. Y después de ellos, Neymar. Mascherano cerró su caso no hace mucho aceptando una pena de cárcel (corta, que no cumplirá) y a su vez Messi aún está pendiente de juicio para la frontera de mayo y junio. Casos todos ellos relacionados con dinero, en los que se pueden distinguir las caras: simulaciones en el contrato de Neymar o diversos modos de fraude a Hacienda. Además están pendientes los casos de las esteladas, los pitos al Himno y al Rey y el de los niños con la FIFA.

Y ahora llega la querella de Mediapro, asunto realmente feo. Un informático de Mediapro habría estado pasando ‘mails’ de Jaume Roures, cabeza de la compañía, a Rosell cuando este presidía el Barça. Descubierto, fue despedido… y le contrató el Barça. Roures animó a que las otras partes en aquellos correos (entre los que están Guardiola, Laporta, el Banco de Sabadell y Garrigues, entre otros) se sumen a la querella como perjudicados. Es la segunda guerra de espías en el Barça en poco tiempo: Laporta aún tiene un juicio pendiente por espiar en su día a cuatro de sus vicepresidentes.

A todo esto, salió hace poco de prisión el hombre que presidió el club durante 22 años. Se diría que una casa metida en tales líos no puede funcionar bien. Y sin embargo, aquello para lo que está en el mundo, que es poner un buen equipo de fútbol entre cuatro rayas de cal, lo hace de maravilla. El Barça acaba de marcar siete goles al Valencia en la semana de líos, ha ganado cinco títulos el último curso y se apresta a luchar de nuevo por seis. Arrastrado por los juzgados, deslumbrante sobre el campo. Es el gran contraste del Barça de estos días. Una confirmación más de que todo orden deriva de un caos previo.

09 Febrero 2016

Roures, Rosell y la corrupción en la FIFA

Pere Rusiñol

Leer
El magnate ha denunciado al expresidente del Barça por espiarle hace cuatro años. ¿Por qué ahora? La investigación por la corrupción en la FIFA cerca a Mediapro

Jaume Roures, fundador de Mediapro, ha agitado las ya muy revueltas aguas catalanas y del FC Barcelona anunciando una querella contra el expresidente del club Sandro Rosell por supuesto espionaje de sus correos electrónicos entre 2009 y 2011. Se trata de un nuevo remolino -¿o tsunami?- en el Barça, donde, como se ha puesto de manifiesto en el juzgado número 24 de Barcelona, operó una auténtica trama de espionaje durante los últimos años de Joan Laporta, que entonces presidía una junta que era carne y uña con Roures y Mediapro.

Esta trama de la época de Laporta espió, según muestra el abundante material aportado al juzgado, a rivales del entonces presidente en el club -empezando por Sandro Rosell y Oriol Giralt, promotor de la moción de censura de 2008-, pero también a compañeros de la Junta Directiva, a empleados, a políticos, a jueces, a periodistas y hasta a amantes del ex presidente y compinches de farras nocturnas.

Ahora Roures acusa a Rosell, que inició en el Barça los esfuerzos para reducir la dependencia de Mediapro que luego ha consolidado Josep Maria Bartomeu, de haberle espiado. Debe de contar con pruebas contundentes. Además, claro está, de su propia palabra: si lo dice Roures, lo más probable es que sea “verdad” en sentido estricto.

La palabra de Roures la descubrí en una de las asambleas de trabajadores durante el cierre de la edición en papel del diario Público, cuando le escuché proclamar: “¡Mi patrimonio es cero!”. Luego, muy poco tiempo después, los carísimos abogados de Garrigues nos estrujaban con la reforma laboral de Mariano Rajoy, y el magnate y su compadre y socio Tatxo Benet aparecían entre los inversores del grupo que recompró la cabecera del diario sin pagar lo adeudado a los trabajadores, colaboradores y la Seguridad Social. E inmediatamente, montó un restaurante de lujo en Barcelona con el extraordinario chef Fermí Puig.

La participación de Roures y Benet en la recompra de Público fue a través de las sociedades Mediacable y Multiax Invera, accionistas a su vez de Display Connector’s, y la inversión en el restaurante fue mediante la sociedad Gastronomia i Restauració SL. En realidad, Roures está vinculado a un centenar de sociedades mercantiles, varias de ellas con la matriz en Holanda y bajo la supervisión de laboutique TMF, especializada en “optimización fiscal”: una es propietaria del casoplón de vacaciones en el Empordà, otra de los yates, otra de la colección de coches de lujo, otra de la colección de obras de arte, que va desde Antonio López a Warhol, etcétera. De esta forma, es estrictamente verdad que el patrimonio personal a nombre de Roures es literalmente “cero”. Otra cosa es el de las empresas que administra.

Partiendo de la base, pues, de que las acusaciones que Roures ha lanzado sobre Rosell pueden ser “verdad” -al menos, en el mismo sentido estricto de que su patrimonio es “cero”-, la gran pregunta es: ¿Por qué lo denuncia ahora, cuatro años después de enterarse?

Roures ha dado una razón para ello, que también puede que sea “verdad”: es el momento ideal, dice, porque se ha puesto punto y final a la guerra del fútbol. Sin embargo, el movimiento se da también en un contexto muy particular y especialmente difícil para el magnate y para Mediapro. Imagina: la empresa está en el ojo del huracán de la investigación dirigida por el Departamento de Justicia de EEUU contra la corrupción en la FIFA.

El cerco sobre Mediapro y sus socios se ha ido estrechando desde que, a finales del año pasado, el FBI registró en Miami la sede de Media World, la filial estadounidense de Imagina, y desde que se ha divulgado el extenso documento oficial que sintetiza la investigación sobre el pago de comisiones a los mandamases del fútbol norteamericano y latinoamericano por parte de conglomerados que explotan los derechos televisivos.

Según el documento del Departamento de Justicia dirigido por la fiscal general, Loretta Lynch, Media World es una de las empresas que pagaba comisiones y por ello ha imputado a dos altos directivos, que ya han confesado todo y están colaborando con la justicia. Además, toda la investigación se origina a partir de la confesión del fundador de la empresa brasileña Traffic, con la que la filial estadounidense de Mediapro tenía un acuerdo de sindicación, que ha explicado con pelos y señales el operativo de la trama. Y otra de las empresas señaladas, la argentina FullPlay, es también socia del conglomeado de Roures en Buenos Aires, a través de PromTV.

El informe de la Justicia de EEUU sostiene, además, que Media World no operaba por su cuenta, sino en coordinación con un altísimo ejecutivo (y socio) de Imagina en España, al que se refiere en numerosas ocasiones con el nombre de “Co-Conspirador 5”, que no sólo supuestamente bendecía los sobornos, sino que también preparaba el dispositivo para camuflarlos utilizando otras empresas del conglomerado en España, siempre según la investigación.

La revista Mongolia contaba en enero los detalles de esta investigación a partir del demoledor informe elaborado por el Departamento de Justicia, en el que sale también muy mal parado Ricardo Teixeira, ex mandamás del fútbol brasileño e íntimo de Sandro Rosell. Este documento oficial está fechado el pasado 25 de noviembre. Es el segundo -el primero fue en mayo de 2015- y con toda seguridad habrá, más pronto que tarde, un tercero, que muy probablemente desvelará ya el nombre de “Co-Conspirador 5”.

Todos los admiradores de Cruyff saben que la mejor defensa es un buen ataque. Y más importante aún: que la clave del éxito es tener siempre el control del balón.

13 Noviembre 2020

Comunicado de Jaume Roures

Jaume Roures

Leer

Ante el comunicado de prensa difundido por los abogados defensores de Sandro Rosell quiero puntualizar:

– La Audiencia Provincial de Barcelona, en contra del criterio del juzgado de instrucción de nº 8 de Barcelona ha «acordado el sobreseimiento provisional» de las actuaciones respecto a Sandro Rosell en el marco de la investigación por el espionaje que sufrí durante más de tres años. Si en algún momento aparecen nuevos indicios o hechos que determinen la vinculación de Sandro Rosell, podría reabrirse el procedimiento contra el Sr. Rosell.

– La propia Audiencia Provincial reconoce que los empleados de Sandro Rosell y el FC Barcelona, Robert Cama y Juan Carlos Raventós me espiaron y se hicieron con centenares (o miles) de mis emails personales y de trabajo, que compartieron con Sandro Rosell, al que  la Audiencia Provincial considera mero receptor pasivo, a falta de más indicios sobre su participación en el apoderamiento y difusión de mis emails.

– Respeto aunque no comparto el criterio de la Audiencia Provincial pero reitero mi convencimiento de que Sandro Rosell era el instigador de las conductas que van a ser enjuiciadas. Si no las instigó, ¿por qué no las denunció durante los más de 3 años en los que según consta estuvieron recibiendo los correos robados por Robert Cama? ¿Y por qué razón Robert Cama fue posteriormente contratado por el FC Barcelona?

– Quiero recordar que la actitud del Sr. Rosell de eludir sus responsabilidades, descargándolas en subordinados no es nueva. Un ejemplo claro es su actuación en la investigación y condena por fraude fiscal en el fichaje de Neymar. A pesar de ser Presidente del FC Barcelona, y por tanto, responsable de su gestión, eludió toda responsabilidad penal dejando que ésta recayera únicamente en el club.

– Sigo pensando, y así lo seguiré manifestando, que Sandro Rosell es el responsable del espionaje al que fui sometido durante, al menos 3 años y, que por tanto, no solo no rectificaré mis declaraciones sino que me reafirmo en ellas.

Jaume Roures