4 septiembre 2013

Sospechas sobre si Alicia Sánchez Camacho fue cómplice de los espionajes de la agencia de detectives a Victoria Álvarez

José Zaragoza dimite del Comité Federal del PSOE tras saberse que contrató los servicios de la agencia de espionaje ‘Método 3’

Hechos

El 4.09.2013 D. José Zaragoza dimitió como miembro del Comité Ejecutivo Federal del PSOE.

Lecturas

El 4 de septiembre de 2013 D. José Zaragoza Alonso dimite como miembro de la Ejecutiva del PSOE donde estaba representando al PSC, tras perder el respaldo del secretario general del partido D. Alfredo Pérez Rubalcaba.

D José Zaragoza Alonso, que fue secretario de organización del PSC durante el mandato de D. José Mantilla Aguilar, ha tenido que dimitir después de que se aparecieran facturas y mails a su nombre a la agencia de detectives catalana Método 3 [de D. Francisco Marco Fernández], en la que se le señalaba como alguien que ordenó seguimientos al alcalde de Badalona D. Xavier García Albiol (PP) y la grabación de la comida de Dña. Alicia Sánchez Camacho y Dña. Victoria Álvarez en La Camarga.

LOS ‘ESPIADOS’

albiol El alcalde de Badalona, del PP, Sr. García Albiol, habría sido espiado por la agencia ‘Método 3’ por indicación del Sr. Zaragoza.

Victoria_Álvarez La ex novia de D. Jordi Pujol Ferrusola, Dña. Victoria Álvarez, habría sido espiada igualmente por la agencia ‘Método 3’ durante un almuerzo con la dirigente del PP Dña. Alicia Sánchez Camacho en el que revelaba supuestos delitos fiscales de este.

¿SÁNCHEZ CAMACHO, CÓMPLICE DEL ESPIONAJE?

Sanchez_Camacho La presidenta del Partido Popular de Catalunya, Dña. Alicia Sánchez Camacho, fue muy cuestionada por los espionajes de la agencia ‘Método 3’, ante las sospechas de que, al menos en el caso de las grabaciones a Dña. Victoria Álvarez ella era ‘cómplice’ de las grabaciones buscando que las informaciones que revelara la Sra. Álvarez pudieran perjudicar a CiU.

05 Septiembre 2013

Zaragoza no puede seguir en el Congreso

EL MUNDO (Director: Pedro J. Ramírez)

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AUNQUE PROCLAMÓ su inocencia al surgir las revelaciones de EL MUNDO sobre su implicación en el espionaje de Método 3 a dirigentes del PP, José Zaragoza, ex número dos del PSC, dimitió ayer como miembro de la Ejecutiva del PSOE. Sin embargo, no renunció a su escaño en el Parlamento. La decisión se produce al día siguiente de la filtración de un informe policial que revela que Zaragoza era informado por Método 3 del espionaje a Xavier García Albiol, actual alcalde de Badalona. Ello es «repugnante», como el propio Rubalcaba subrayó ayer. Para ser consecuente, el PSOE debería exigir a Zaragoza la renuncia al acta de diputado y suspenderle cautelarmente como militante. Una persona que se comporta así no debería seguir en la actividad política.

06 Septiembre 2013

La ley de la navaja

Salvador Sostres

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David Madí, el hombre fuerte de Artur Mas hasta que éste llegó a presidente y se echó a perder, escribió en su libro Democracia a sangre fría un minucioso y descorazonador retrato de la clase política catalana. Una estampa tan deprimente que abandonó la política cuando por fin su candidato alcanzó el poder.

Una de las figuras del paisaje era José Zaragoza, al que Madí definió como un «quinqui del Baix Llobregat», y el concepto fue tan preciso que enseguida hizo fortuna y hoy está perfectamente instalado en el imaginario catalán. Los socialistas acusaron a Madí de xenófobo por lo del «Baix Llobregat», pero más que xenofobia en Madí, había resentimiento social y trauma en los que siempre se han avergonzado de sus orígenes.

Zaragoza se comportó como un quinqui espiando al hoy alcalde de Badalona, Xavier García Albiol, y se comporta como tal haciéndose el íntegro dimitiendo de su cargo en el PSOE, del que no cobra, y aferrándose mezquinamente a su remunerada acta de diputado. ¿A quién cree que engaña?

Zaragoza se comportó como un quinqui hostigando a periodistas, haciéndose el amigo del director de La Vanguardia para ganarse su favor, que, por cierto, nunca obtuvo a pesar de las considerables sumas de dinero que desvió de la Generalitat para intentar comprar a su reciente amigo.

Del mismo modo, él fue el autor intelectual, y material, del linchamiento que en Cataluña sufrió el Partido Popular durante la era del tripartito. Él creó el cordón político para excluirle de cualquier pacto, para demonizarle, para agitar el odio y culparle de cualquier calamidad, atentado de Atocha incluido. «Si encara estàs indecís, escolta la Cope cada matí» fue uno de sus lemas electorales. Federico le contestó con maestría: «Si encara estás indecís, Filesa, Chacón, Narcís».

Pero los quinquis –y cualquiera que conozca a uno se habrá dado cuenta de ello– son especialmente descarnados con los suyos, especialmente despreciables y violentos. A José Zaragoza se le recordará para siempre por la manera que tuvo de acosar y derribar al entonces presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall.

El brillante alcalde olímpico fue sin duda un presidente grotesco, y aceptó gobernar cuando sabía que no estaba en condiciones de hacerlo. Pero la humillación a la que fue sometido en público y en privado no la merece nadie. Zaragoza empezó a filtrar a los medios de comunicación que Maragall sufría demencia senil. Al principio en tono jocoso, y luego diciendo además que era un egoísta que se negaba a dejar paso. Siempre cruel, siempre para hacer daño.

Al final amenazó a Maragall y a su esposa, Diana Garrigosa, con hacer pública su enfermedad si él mismo no anunciaba que se retiraba. Zaragoza había tenido acceso al historial clínico de Maragall. Una vez más, de un modo muy poco claro.

La política es dura y hay que ganar. Nadie espera cortesías de los secretarios de Organización ni de los directores de campaña. Pero hay una humanidad de mínimos que nos define y una decencia de guardia a la que tendrían que recurrir hasta los más desesperados. Para los quinquis del Baix sólo existe la ley de la navaja, siempre por la espalda.

Zaragoza pinchaba en la política catalana.