10 mayo 2008

Telefónica abandona por sorpresa vendiendo todas sus acciones y forzando al Grupo PRISA a comprar el 100%

Jugada de riesgo del Grupo PRISA: OPA para adquirir la mayoría de Sogecable (CUATRO, CNN+ y DIGITAL PLUS) ¿Paso previo para una venta?

Hechos

  • El 21.12.2007 D. Juan Luis Cebrián anunció la presentación de una Oferta Pública de Adquisición sobre el 100% de Sogecable.
  • El 10.05.2008 Se hizo público que Telefónica abandonaba el capital Sogecable pasando su 16,70% al Grupo PRISA que pasaba a poseer el 95%.

Lecturas

La compañía Telefónica ha decidido, por sorpresa, seguir los pasos de la francesa Vivendi y aprovechar la OPA y la ampliación de capital del Grupo PRISA a Sogecable para vender todas sus acciones. Eso ha provocado que una OPA presentada por la compañía dirigida por D. Juan Luis Cebrián y D. Ignacio Polanco para tener la mayoría de las acciones les ha forzado a adquirir el total de las acciones, en una operación que puede superar la capacidad económica del grupo, dado que para comprar esa totalidad han tenido que recurrir a unos créditos bancarios, en especial al HSBC Bank, que les dejan en una posición de endeudamiento.

Los principales activos del operador de televisión Sogecable son el canal de televisión analógica en abierto CUATRO, sus señales de televisión digitales en abierto (de nuevo CUATRO y el canal de noticias CNN+) y la plataforma de televisión de pago DIGITAL PLUS.

Aunque Sogecable ha estado controlada desde el principio de su creación como operador de televisión (1989) por el Grupo PRISA, el grupo de D. Juan Luis Cebrián ha tenido que compartir su gestión con otras empresas dispares que han formado parte del capital como los bancos Bankinter o el BBVA, El Corte Inglés (a través de la sociedad Eventos) y en especial Telefónica, que es su socio desde la paz digital firmada en 2002 y que colocó en la presidencia de Sogecable al ex ministro D. Rodolfo Martín Villa.

Ahora el Grupo PRISA, amparándose en que la ley lo permite, quiere el control total de su brazo audiovisual intentando alcanzar hasta el 90% del Sogecable, aislando a Telefónica con un mero 10%, salvo que Telefónica presente su propia oferta por las acciones para intentar ser ellos los que alcancen un porcentaje mayor.

OPA

Gregorio Marañón Beltrán de Lis

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Jesús sucumbió ante las reiteradas tentaciones de los bancos decidió endeudar a PRISA para hacer en la bolsa una OPA de exclusión de Sogecable, con el fin de quedarse con la totalidad de su capital. Su planteamiento, muy sencillo, consistía en venderle después a Telefónica el 100% de Sogecable, esto es, la televisión de pago, devolver todos los créditos y quedarse con la cadena Cuatro, dejando la sociedad con un balance sin deudas. Su visión, siempre clara, le hacía percibir que la televisión de pago excedía, por razones financieras, las posibilidades de PRISA, pero que constituía un excelente negocio, por sus contenidos, para Telefónica.

El 21 de julio murió Jesús, y la operación se hizo en diciembre de ese año. En plena OPA, me llamó César Alierta, presidente que Telefónica, comunicándome su decisión de no vender siempre que se le garantizase formalmente que, si posteriormente no se alcanzaba otro acuerdo, PRISA compraría la participación de Telefónica al mismo precio del resultante de la OPA. Así se lo transmití a Juan Luis, quien, tras la muerte de Jesús, era consejero delegado.

Para mi asombro, Juan Luis no aceptó ese ofrecimiento, que implicaba de partida un menor endeudamiento, y facilitaba posteriormente, la negociación de la venta de Sogecable a Telefónica. Como consecuencia de ello, PRISA tuvo que endeudarse más para adquirir ese paquete de acciones. Los ecos del injustificable enfado de Juan Luis cuando le confirmaron que Telefónica iba a la OPA aún resuenan en PRISA. Tuvo a su alcance la razonable propuesta de Alierta, pero no se dignó considerarla. Meses después, se iniciaron las negociaciones con Telefónica según el guión que había previsto Jesús, pero para mi sorpresa, en vez de llevarlas el propio Juan Luis las delegó en Javier Díez Polanco, CEO de Sogecable, a quien Jesús había desplazado de su sucesión cuando repartió sus funciones entre la presidencia de su hijo Nacho y Juan Luis como consejero delegado.

Javier rompió las conversaciones con Telefónica sin alcanzar ningún acuerdo. Poco después, César Alierta me contó que PRISA había rechazado una oferta de 5.500 millones de euros, levantándose Javier de la mesa de negociaciones mientras Nacho y Juan Luis permanecían impasibles en sus despachos, ajenos a los que esta ruptura iba a significar. El exceso de deuda de PRISA, al no venderse Sogecable, determinó fatalmente su futuro. Con aquella operación se habría cumplido el objetivo de Jesús y se habría evitado que, en 2017, cuando yo aún era consejero, PRISA mantuviera un endeudamiento inabordable desde su cuenta de resultados, pese a que, tarde y mal, el Grupo había vendido Sogecable a Telefónica, y, además, la Cuatro, el 15% de Santillana, el 20% de la SER y todos sus edificioes a otros compradores. Como no era suficiente, hubo que hacer sucesivas ampliaciones de capital que diluyeron el valor de la acción de PRISA en términos ruinosos para sus accionistas.