18 marzo 1921

El dictador polaco necesitó ayuda internacional para sobrevivir a las tropas de Trotsky y Stalin

La Guerra entre Polonia y la Unión Soviética: los deseos expansionistas tanto de Stalin como de Pilsudski acaban en tablas

Hechos

El 18 de marzo de 1921 el Tratado de Riga puso fin a la guerra entre Polonia y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.

Lecturas

Durante la Primera Guerra Mundial el territorio polaco estaba dividido en trozos entre Alemania, El Imperio Austro-Húngaro y, en especial, Rusia.

Los alemanes lograron el apoyo de tropas polacas para ‘recuperar polonia’ a cambio de vencer a Rusia. Pero al vislumbrarse la derrota alemana, los polacos acercaron sus posiciones a Reino Unido y Francia. Acabada la Primera Guerra Mundial, ingleses y franceses querían ‘castigar’ a los países perdedores (Alemania y Austria) y también a la Rusia comunista (ahora Unión de Repúblicas Socialistas Soviética, URSS), para ello apoyaron la proclamación de independencia de la República de Polonia con Pilsudski como Jefe del Estado.

Francia y Reino Unido ayudaron a los polacos a crear un ejército con la cuál estos intentarían recuperar las fronteras de Polonia que estaban en Bielorrusaria, Letonia y Ucrania (Repúblicas de la URSS) lo que desató la guerra entre Polonia y la Unión Soviética.

EL MILAGRO DE VISTULA

Cuando todo el país daba por segura la derrota de Polonia, dado que una contraofensiva soviética estaba a punto de tomar Varsovia, una nueva réplica de los polacos (con la ayuda de Francia) logró frenar a los rusos y acabar en tablas.