17 abril 1991

La organización de los ciegos alcanza el cenit de su poder mediático al adquirir un diario de ámbito nacional

La ONCE de Miguel Durán compra el diario EL INDEPENDIENTE y Pablo Sebastián rompe con el periódico

Hechos

  • El 17.04.1991 se anunció la compra de la mayoría accionarial por Ediobseb S. A.  – editora del diario EL INDEPENDIENTE por parte de la ONCE y el nombramiento del Sr. Soriano como nuevo director en sustitución de D. Pablo Sebastián.

Lecturas

El 16 de abril de 1991 Ediobser S. A., empresa editora del periódico El Independiente cerró su ampliación de capital mediante la cual la Organización Nacional de Ciegos de España (ONCE), tras sumar las acciones de José Osinalde a las que ya tenía pasa a controlar el 70% de Ediobser lo que da el control absoluto del periódico. Luis González Seara seguirá siendo el presidente del Consejo de Administración, pero Pablo Sebastián Bueno será reemplazado como Director de El Independiente por el hasta ahora Director adjunto, Manuel Soriano Navarro. Pablo Sebastián pasaría a ser columnista del diario ABC bajo el seudónimo ‘Aurora Pavón’.

El Independiente no llegará a tener suficiente tirada como para estar sometido al OJD, pero el EGM le adjudicará una tirada de 152.000 ejemplares.

LA ONCE YA ES UN IMPERIO DE PERIÓDICOS

oncprensa3 Junto a su condición de accionista de referencia de la emisora de radio ONDA CERO, de la agencia de noticias Servimedia y de principal accionista español de la cadena TELECINCO, la ONCE controla ya cuatro periódicos: EL INDEPENDIENTE, de ámbito nacional, DIARI DE BARCELONA en Catalunya, y los periódicos gaditanos EL PERIÓDICO DE GUADALETE de Jerez y EL PERIÓDICO DE GUADALETE de Bahía de Cádiz.

 

13 Abril 1991

EL INDEPENDIENTE, vendido

EL MUNDO (Director: Pedro J. Ramírez)

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Dos diarios madrileños han sufrido importantes cambios durante esta semana: El Sol cambia de director y El Independiente, de dueño. Las acciones del constructor donostiarra José Osinalde, que ha tenido serios problemas de salud, pasarán -por una cifra que no se ha especificado- a manos del nuevo gran «holding» informativo español, la Organización Nacional de Ciegos. Esta entidad, que poseía una participación ligeramente inferior al 10%, superará así, según algunas fuentes, el 70% de las acciones cuando se cierre la actual ampliación de capital, por valor de 2.500 millones. «Aunque nosotros nos habíamos planteado mantener nuestra participación actual en torno al 8%, hemos recibido algunas sugerencias por parte de Ediobser para ampliarla», aseguró Miguel Durán a EL MUNDO recientemente, sin querer desmentir la posibilidad de un aumento de la participación de la ONCE en El Independiente. Con el control de este diario, además de sus otras participaciones minoritarias en Prensa escrita, la ONCE completa una fortísima presencia en el sector de la comunicación, que incluye también la cadena de radio Onda Cero y la cuarta parte de la cadena privada de televisión Tele 5. La ONCE ha conseguido por la vía de la asociación lo que se le negó por la vía de la adjudicación. Con sólo tres emisoras concedidas en 1989, Onda Cero cuenta ahora con 160, entre ellas las adquiridas al «holding» Radio Blanca. Blas Herrero, que posee el 80% de las acciones de Radio Blanca, ha sido uno de los adjudicatarios más criticados por su afinidad al Gobierno. Según cifras oficiosas que manejan los analistas del sector, El Independiente, que hace menos de dos años pasó de semanario a diario, no ha logrado sobrepasar una difusión de 20.000 ejemplares. No existen controles de la Oficina de la Justificación de la Difusión al respecto. El diario, con una línea editorial crítica hacia el actual Gobierno, marcada y defendida por su director, Pablo Sebastián, pasa a ser propiedad de una institución que mantiene relaciones orgánicas con el Ministerio de Asuntos Sociales como es la ONCE. Por otra parte, El Sol, propiedad de Germán Sánchez Ruipérez, suma ya su cuarto director (segundo en funciones) en once meses de existencia. Sin explicación, ayer aparecía en ese cargo José Angel Hernández en sustitución de Eduardo San Martín. Las discrepancias de éste sobre la línea editorial con el editor y vicepresidente, el socialista Pedro de Vega, son según fuentes del diario la causa de la fulminante decisión de Sánchez. Hernández, jefe del gabinete de este último, es un profesional con experiencia en la confección y el diseño, en el Grupo Moll antes que en El Sol. El nuevo director en funciones aseguró que Sánchez Ruipérez nombrará antes de dos semanas un director definitivo para este diario, en sustitución del cesado Eduardo San Martín, que no será ninguno de los que hasta ahora se habían barajado. El Sol, que el próximo mes cumplirá un año desde su fundación, ha tenido hasta ahora tres directores: José Antonio Martínez Soler (entre octubre y julio del pasado año), Miguel Angel Aguilar (entre julio del pasado año y enero de 1991) y Eduardo San Martín (entre enero y abril de este año), quien ejerció como director en funciones en los anteriores cambios.

18 Abril 1991

Compromiso con los lectores

EL INDEPENDIENTE (Director: Manuel Soriano)

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Cuando EL INDEPENDIENTE semanario de papel sábana salió a la calla el 20 de junio de 1987 se leía en el editorial: ‘Estamos comprometidos en la busqueda de la luz en los grandes temas de interés social, donde a menudo alguien se ocupa de que reine la oscuridad. Somos independientes porque estamos abiertos a todas las opiniones y por ello tenemos como lema la frase ‘nuestra libertad está en tus manos’. El 4 de julio de 1989, en el primer número como diario EL INDEPENDIENTE decía ‘Gozar de la libertad, pero firmemente comprometidos con ella sin pactos que apaguen la luz de la información o que proyecten sombras en aras de unos intereses partidarios con cualquier clase de poder político, financiero o confesional’. Hoy seguimos diciendo lo mismo.

En la nueva etapa de gran relanzamiento empresarial de este periódico, la línea informativa y editorial – radical, de progreso y de independencia – está apoyada por 50.000 lectores que lo compran diariamente y por una entidad social, la ONCE, que ha emergido con el sacrificio y el trabajo de uno de los sectores más explotados y marginados de la sociedad. Desde ‘El lazarillo de Tormes’ a ‘Luces de boehia’, el ciego ha sido cantador de coplas, trovador y mendigo. La sociedad lo apostaba en las esquinas del lumpen y no tenía más protección que la caridad, que es enemiga de la justicia. Cuando se impone un modelo neoliberal se sacraliza el mercado y el enriquecimiento, y crecen las capas desfavorecidas, la sociedad de los dos tercios, las bolsas de marginación, de paro y de pobreza; es preciso alzar cada día la voz en favor de una democracia social y de derecho como dice la Constitución.

EL INDEPENDIENTE, sin aspirar a ser un contrapoder ni a suplantar a la oposición política, se siente obligado con los ciudadanos a ejercer la razón crítica a favor de una sociedad del futuro más pluralista, igualitaria, democrática, culta y moderna.

Recordamos la idea de Tomas Jefferson, que definió la independencia como ‘el derecho de todo hombre o grupo de hombres en la Tierra a gobernarse a sí mismo’.

 

 

20 Abril 1991

La toma de EL INDEPENDIENTE

Víctor de la Serna Arenillas / Cristina Frade

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EL acceso de la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE) a la propiedad de El Independiente se ha producido por un camino rápido, jalonado de indemnización millonaria al director, magras compensaciones a los accionistas anteriores, una inversión total que va a superar los 3.000 millones de pesetas y unos planes de viabilidad en los que la «publicidad institucional» – a la que, generan los organismos publicos- desempeña un papel fundamental y debe garantizar «muy rapidamentela rentabilidad de un periódico que ha perdido miles de millones durante su breve vida. La ONCE, una- corporación de Derecho Público, bajo el «Moteetorada» del Ministerio de Asuntos Sociales y dedicada a la mejora social de los deficientes visuales y otros minusválidos, es la nueva dueña de un periódico, El Independiente, nacido con la vocación de justificar su nombre a través de una postura, editorial alejada de todo compromiso político o económico, y que siempre ha sido severamente critica con el Gobierno de su nueva «protectora», la ministra Matilde Fernández. La ONCE es una entidad, además de benéfica, beneficiada -a diferencia de cualquier otro organismo similar, ya sea de enfermos crónicos o de viudas de militares- por una lotería, el famoso «cupón», en régimen de monopolio y que le otorga enormes ingresos de entre 200.000 y 300.000 millones de pesetas anuales. Bajo el mandato, durante el último lustro, del dinámico director general Miguel Durán, la ONCE ha emprendido la vía de la diversificación de sus fuentes de financiación y se ha convertido en poderoso «holding» en el campo de los medios informativos. Sin embargo la rápida formación de una poderosa cadena de radio, Onda Cero, y la adquisición de una fuerte mayoría en El Independiente han introducido elementos nuevos en ese «holding». Ya no se trata de una presencia minoritaria, justificada a la vez como inversión financiera y como medio de avanzar los intereses sociales de los invidentes. Ahora se busca la mayoría accionarial en los medios, y eso puede afectar su línea editorial. En el caso de El Independiente, los portavoces cualificados de la ONCE han explicado su cambio de opinión sobre la participación en una ampliación del capital por razones «humanitarias» y por «defender puestos de trabajo». La ONCE, ya propietaria de un 8%, declinaba hace mes y medio acudir a la ampliación. Una vez que el principal accionista, el constructor donostiarra José Osinalde, sufrió una crisis cardiaca, se produjo el cambio humanitario de postura y la ONCE le ofreció, a él y a otros accionistas minoritarios, la compra de sus paquetes.

Según fuentes cercanas al diario, la ONCE ha adquirido por 600 millones de pesetas acciones cuyo valor nominal era de 3.000 millones (de ellas, unos dos tercios correspondían a Osinalde). Es decir, qué los inversores anteriores han recuperado la quinta parte de su dinero, devorado por las pérdidas. La ONCE, simultáneamente, y según las mismas fuentes, ha inyectado 600 millones de pesetas en el diario. Y en un tercer paso, acudirá a la ampliación con «cerca de» 2.000 millones de pesetas. Su desembolso total, pues, ascenderá a unos 3.200 millones. Algunas fuentes han señalado que el diario tiene gastos muy elevados y han cifrado en hasta 100.000 pesetas el precio de cada uno de los artículos que diariamente publica el Premio Nobel Camilo José Cela en la última página. Por otra parte, diversas fuentes han evaluado entre 50 y 100 millones la indemnización concedida al destituido director, Pablo Sebastián. Este ha aceptado proseguir en un puesto -remunerádo- en el consejo editorial del periódico. Como, con las acciones de Osinalde y de los demás accionistas, la participación de la ONCE es muy ampliamente mayoritaria, se da por descontado en medios de la empresa Ediobser que la organización presidida por Durán intentará colocar entre otros inversores una parte de ese paquete. EL MUNDO ya ha revelado el pacto entre Durán y el empresario italiano Silvio Berlusconi, con lo que la presencia de éste en el capital de El Independiente está asegurada. La difusión de El lndependiente no está certificada por la Oficina de Justificación de la Difusión (OJD), pero estudios del sector han señalado que sus promedios no han superado una cifra, modesta en el marco de la Prensa editada en Madrid, de 20.000 periódicos vendidos cada día. En el propio diario, sin embargo, se insiste en que la subida de ventas que ha coincidido con la guerra del Golfo le ha permitido «picos» de 40.000 ejemplares. El plan de desarrollo del diario, a partir de ahora, es sencillo, aseguran las citadas fuentes, la ONCE ha hecho saber que espera un «influjo fortísimo» de publicidad institucional que permitiría la rentabilidad «de inmediato». Es una aseveración que ha causado cierta sorpresa en medios profesionales. Ni una buena dosis de publicidad oficial suele bastar para cubrir pérdidas, aparte de que un trato de favor en cuanto a publicidad institucional ratificaría la temida pérdida de autonomía del periódico. La ONCE esgrime últimamente el Real Decreto del 15 de marzo pasado, por el que «reordenó» la organización, como muestra de su mayor autonomía. En particular, se ha suprimido la autorización previa por el Consejo del Protectorado del Estado -el órgano de control oficial de la ONCE, con mayoría de miembros representantes del Gobierno- de las inversiones que la organización decida. Ya sólo tiene que «ser informado» de ellas. Pero, al mismo tiempo, crece el control «a posteriori» a través de auditorías, y se estipula que el consejo velará por «la coordinación más idónea con la Administración del Estado». Y el propio texto habla de «mayor autonomía de decisión», pero apostilla «sin perjuicio del necesario control de su actividad económica y social a través del Consejo de Protectorado».

La compra por un organismo de estas características de un periódico independiente ha suscitado en medios profesionales dudas y reservas. Así, Miguel Larrea, director de Ya, decía: «Me parece preocupante porque la ONCE es una organización benéfica, que no es privada, que cuenta con fondos semipúblicos, que depende de un Ministerio, que tiene privilegios fiscales y no está controlada por el Parlamento. En esta tesitura su implicación cada vez más amplia en los medios de comunicación: puede restar la pluralidad al medio, en concreto, a El Independiente. Y además, no está claro que se, haga por motivos de rentabilidad, como evidencia el hecho de que las partipaciones en medios de comunicación de la ONCE no han sido hasta ahora rentables». Por su parte, Luis , presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid, ha apuntado: «El problema no está en la entrada en El Independiente, ni en las demás inversiones que realice. En una economía de libre mercado una empresa puede acudir a comprar lo que quiera. El problema consiste en las relaciones de la ONCE con el Gobierno, con éste o con cualquier otro». Para Julián Lago, director de Tribuna, «la actuación de un grupo multimedia supone una concentración de medios con carácter de oligopolio y resulta muy peligroso que el poder de la Prensa se plantee como poder estrictamente económico». Según Narcís Vázquez, diputado de Izquierda Unida, su grupo estudia la posibilidad de pedir también la comparecencia de la ministra de Asuntos Sociales o aprovechar la solicitud del Partido Popular: «Sorprende un poco la penetración de la ONCE en los medios y su intención de crear una gran multimedia. Parece poco coherente con los principios de la ONCE como corporación de derecho público, con carácter social y bajo protectorado del estado. La explicación que da la ONCE es la necesidad de diversificar sus inversiones y garantizar su imagen en losmedios de comunicación. Sin embargo, sin estar en contra de dicha diversificación, nos preocupa que se ponga en peligro su patrimonioy la pluralidad de los medios».

27 Abril 1991

El bastón informativo de PSOE

Federico Jiménez Losantos

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El martes pasado, en «El primero de la mañana», hacía yo una crítica razonablemente dura de la estrategia de la ONCE, o, para ser exactos, de Miguel Durán. Y el presidente, jefe o secretario general de la Organización de Ciegos me puso en el mismo programa como hoja de perejil. Esto es lo que tienen los medios de comunicación independientes: que hay debate, y donde las dan, las toman. Mi crítica se basaba en dos extremos: la privilegiada situación de la ONCE, que le lleva a compartir el monopolio de loterías del Estado a cambio de su dependencia del Gobierno, y la actuación de la ONCE como fuerza de choque del felipismo en los más diversos sectores de la vida pública española, desde las fusiones bancarias al control de los medios de comunicación. Durán me acusó de muchas cosas en la radio, entre otras, de «indocumentado». Cierto que es difícil encontrar documentos que avalen la teoría de que la ONCE es un ariete del PSOE y no una organización de beneficencia: No hay documentos que prueben que «El Cuponazo» se llevó a cabo en contra de las indicaciones de Hacienda, por motivos fiscales. No hay documentos que prueben la intención de crear una cadena de radio fiel al PSOE comprando, por muchos miles de millones, la cadena Rato, las emisoras dela «Cadena Blanca» y otras concesiones radiofónicas a personajes próximos al PSOE y alejados del mundo de la comunicación. No hay documentos que puedan probar la connivencia de Durán con el poder socialista en Tele 5, ni tampoco puede haber documentos que demuestren que la verdadera intención de la ONCE al comprar «El Independiente» es o cerrar un periódico hostil al felipismo o reconvertirlo arrimándolo al Sol que más calienta. Pero que no haya pruebas no quiere decir que no existan evidencias. Y el análisis político se basa en evidencias razonables. Sucede que en países trufados por métodos mafiosos es bastante corriente que las evidencias se conviertan en pruebas, y así ha sucedido con la conversación de Benegas, en la que se demuestra de modo inequívoco que el PSOE estaba detrás, o delante, de una operación a tres bandas de la ONCE, Berlusconi y el Grupo Zeta, fallida porque Antonio Asensio, «el otro catalán», se negó a las condiciones del apaño. ¿Qué pinta Benegas en los negocios de la ONCE? ¿Qué pinta Miguel Durán hablando con Benegas de sus proyectos en los medios de comunicación? ¿Es que este medio empresarial tan difícil es el que puede asegurar el bienestar presente y futuro de los invidentes españoles, más que, por ejemplo, las letras del Tesoro? ¿Acaso invertir en «El Independiente» es un negocio indiscutible? ¿Puede considerarse una formidable inversión el crear una gran cadena de emisoras de radio sin tener la menor idea de lo que es la radio comercial, arriesgando muchos miles de millones sin una línea clara en lo informativo, lo divulgativo o lo divertido, salvo la de no molestar al poder? ¿Es lógico que Miguel Durán sea el financiero de «¡Ay, qué calor!»? Pues no. No, no y no. Estamos ante una auténtica aberración empresarial, ante una perversión de los fines de una organización benéfica, ante un caso palmario de competencia desleal y ante una discriminación fiscal que sólo se justifica por motivos políticos. No había documentos que probaran esto, decía Miguel Durán. Había evidencias obvias, añado yo; pero, además, ahora hay una prueba documental: la conversación de Benegas en la que se delata la connivencia del Partido del Gobierno con Durán. Ya no hay la menor duda, si alguien la tenía aún, de que la ONCE es un bastón para apoyarse, para tantear y para medirle las costillas al disidente. ¿Hasta cuándo durará este oficio de tinieblas? ¿Qué explicaciones puede dar ahora Durán?

06 Mayo 1991

Durán I, el dependiente

Javier Arce

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«Ahí estamos con el deseo de que se incorporen otros accionistas – al periódico EL INDEPENDIENTE – para que nosotros volvamos a nuestra postura de socio minoritario. No ha sido nunca nuestra intención esa mayoría que ha estado motivada por la crisis económica del periódico que podían dejar sin trabajo a 28 familias». Ya ven, antes, cuando peligraba el empleo se recurría al INI. Ahora, por lo visto, hay que llamar a la ONCE.

Dicen que Miguel Durán, el director general del emporio, es un hombre inteligente. Probablemente. Pero que la ceguera pueda agudizar la inteligencia no implica que la visión conduzca directamente a la idiotez, no necesariamente. Y las declaraciones de Durán a propósito de la compra de EL INDEPENDIENTE son un insulto a la inteligencia, con esa alusión al mantenimiento del empleo… como en Rumasa.

La compra del periódico y el cambio de director – con sustanciosa indemnización – han sido interpretados como un pequeño favor de la ONCE al Gobierno, tras la firma el pasado 8 de marzo de un protocolo entre ambas partes por el cual los ciegos se integraban en la Seguridad Social – poniendo 70.000 millones encima de la mesa – recibían autorización para su nuevo cuponazo, obtenían autonomía de gestión, el reconocimiento de su grupo empresarial.

PERFILES, la revista de la ONCE ha explicado que el acuerdo «viene a reforzar la idea de que tanto ONCE como Administración pueden y deben convivir en un clima de colaboración, entendimiento y ayuda mutua». Nadie lo duda. Allá dónde no pueda o deba llegar el Gobierno, o el partido, o la comunidad, o el ayuntamiento, o… allí llegará la ONCE.

Que la ONCE controle una televisión parece broma, pero bueno. Que se aproveche de un régimen fiscal privilegiado para montar un imperio tentacular es discutible, pero admisible. Que quiera estar a bien con el Gobierno es comprensible. Pero que nos tome a todos por idiotas no es ni bueno ni admisible. Y uqe se pase el día diciendo que cosecha críticas porque ha osado ir más allá del cupón es indecente.

11 Mayo 1991

Osinalde pidió la mediación del PSOE

EL MUNDO

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EL empresario vasco José Osinalde, accionista mayoritario del diario El Independiente hasta hace un mes, solicitó la ayuda de destacados dirigentes del PSOE -José María Benegas, entre ellos- para reflotar el periódico, antes de tomar la decisión de vendérselo a la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE). Según ha podido saber EL MUNDO en fuentes de toda solvencia, José Osinalde intentó que los miembros de la dirección socialista intercedieran ante la Administración para conseguir una fuerte inyección de ingresos a través de la publicidad institucional. Ante la reiterada negativa de los dirigentes del PSOE a acceder a sus demandas, Osinalde sugirió entonces la posibilidad de que le facilitaran una entrevista con el director general de la ONCE, Miguel Durán. Finalmente, José María énegas accedió a poner a ambos en contacto, pero les advirtió que el partido quedaba al margen de cualquier futura operación.. Las fuentes consultadas por este diario aseguraron que en Ferraz, sede federal de los socialistas, ha causado un profundo malestar la versión aparecida en algunos medios de comunicación, según la cual el partido está detrás de la compra de El Independiente por parte de la ONCE. Los dirigentes del PSOE están convencidos, según los medios citados, de que se trata de una venganza del propio José Osinalde al haber tenido que vender «por cuatro duros» el diario, tras ver frustrado su intento de permanecer como accionista mayoritario, con el apoyo financiero de la Administración socialista. Fuentes del rotativo madrileño han confirmado que la ONCE adquirió por seiscientos millones de pesetas acciones cuyo valor nominal era de 3.000 millones. De éstos, aproximadamente 2.000 pertenecían a Osinalde. Los interlocutores de EL MUNDO explicaron que el primer contacto entre el empresario vasco y un miembro de la ejecutiva socialista se produjo a finales del mes de octubre.

Osinalde coincidió fuera de Madrid con el «número tres» de la Ejecutiva, José María Benegas, a quien explicó las dificultades económicas por las que atravesaba el rotativo y sus planes para relanzar él producto. El proyecto, que incluía la aparición de nuevos suplementos y coleccionables, sólo podría ser viable -vino a decir- con una fuerte inyección de dinero, cuyo origen podría ser la publicidad institucional. El empresario vasco insinuó la posibilidad de que el PSOE «le echara una mano» para lograr su objetivo. Al parecer, Benegas le expresó la sorpresa que le causaba su propuesta, no sólo por venir del propietario de un periódico cuya línea editorial era radicalmente crítica con el Gobierno, sino también porque le pedía una mediación, cuando menos, irregular. Osinalde no volvió a hablar con el dirigente socialista hasta el mes de diciembre, pero antes hizo gestiones con otro destacado dirigente del partido, en fechas inmediatamente posteriores al 32 Congreso federal del PSOE. En su encuentro con este dirigente, insistió en la posibilidad de recibir apoyo de la Administración, mediante publicidad institucional, para salvar la delicada situación financiera que amenazaba el futuro de El Independiente. Posteriormente, se produjo la segunda conversación del empresario vasco con José María Benegas. Este le explicó que no había ninguna posibilidad de que el partido mediara para que el diario recibiera más publicidad institucional. Osinalde comentó, entonces, que la ONCE era propietaria de un pequeño paquete de acciones del diario -en torno al 8%- y preguntó a Benegas si le podía facilitar una entrevista con el director general, Miguel Durán, para conocer su disposición a incrementar la participación enEdiobser, la empresa editora del periódico. Los medios citados confirmaron que Benegas realizó esta gestión, no sin antes advertir que el Partido Socialista no deseaba estar implicado en las operaciones que pudiera emprender Osinalde con osin la ONCE:

Cuando en el mes de abril se materializó la compra de El Independiente por parte de la organización que dirige Miguel. Durán, hasta la sede de Ferraz llegó la versión de que el PSOE había impuesto a Osinalde tres condiciones para reflotar el periódico con publicidad institucional: la entrada de la ONCE como socio mayoritario, la destitución de Pablo Sebastián como director del diario y el cambio en la línea editorial. Las fuentes consultadas por EL MUNDO aseguraron que en el Partido Socialista se valoró la posibilidad de desmentir públicamente la implicación que se le atribuía en esta operación. Sita embargo, las disputas internas entre el ministro de Economía, Carlos Solchaga y el secretario de organización del PSOE, José María Benegas a propósito del plan de viviendas y la posterior difusión en la cadena Ser de dos conversaciones telefónicas de éste último, relegaron a un segundo plano esta cuestión.

27 Mayo 1991

La nacionalización de la ONCE

José Luis Gutiérrez

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La ONCE, la celebérrima organización que dirige el inteligente y sagaz Miguel Durán, va de escándalo en escándalo, desde que iniciara su imparable ofensiva en el campo de la comunicación.

Posteriormente serían las cintas con las conversaciones telefónicas de Txiki Benegas, que demostraron la vinculación y conexión de la ONCE con el aparato del Partido Socialista que controla Alfonso Guerra. A ello se ha venido a sumar la creciente contestación sindical protagonizada por CCOO y UGT – con el escándalo añadido del espionaje, con filmaciones incluidas, a los ciegos que participaron en recientes manifestaciones de protesta – y, finalmente, el enfrentamiento de Miguel Durán con el ministro de Economía, Solchaga, que desautorizó la venta del abono-cupón semanal desautorización que no ha impedido que la ONCE desafiara al ministro y lo pusiera a la venta.

Ciertamente, los más importantes diarios europeos y americanos que siguen con atención los movimientos económicos de nuestro país, siempre han reaccionado con estupor ante este curioso fenómeno de la ONCE, organización teóricamente asistencial que, gracias a un monopolio concedido por el Gobierno que le permite obtener abundantísimos beneficios anuales, limpios de impuestos, polvo y paja, se ha lanzado a una desenfrenada estrategia inversora, cuyo extremo más inquietante es la penetración de la organización de los ciegos en el mundo de la comunicación.

Es, en verdad, muy meritoria la labor asistencial que realiza la ONCE, no solamente con los ciegos; también con los minusválidos acogidos bajo su protección institucional. Lo que ya resulta, en verdad, extraño, es su condición de empresario de la comunicación, contestada y cuestionada por las instituciones y sectores más variados de la sociedad española. Si se consolida la idea sugerida por Txiki Benegas de formar un supergrupo multimedia – que, de hecho, ya existe, al tener un diario, EL INDEPENDIENTE, una fuerte participación y la presidencia de TELECINCO y una red de emisoras de radio, ONDA CERO – estaríamos ante un extravagante fenómeno más propio de países tercermundistas que de los civilizados ámbitos europeos en los que estamos situados y que tendría peligrosos puntos de coincidencia con la Prensa del Movimiento del régimen de Franco.

Entre otras cosas, porque los principios de defensa de la competitividad que imperan en la Comunidad Europea quedan visiblemente lesionados por la competencia con ventaja de la ONCE respecto a los empresarios privados. La protesta de la AEDE, la asociación que agrupa a los editores de diarios españoles, en este sentido, impecable.

Así las cosas, la ONCE se está convirtiendo en un grave problema y ya se escuchan voces que apuntan a una posible nacionalización por parte del Gobierno. Desde luego, el reto lanzado por Durán contra el ministro de Economía, desoyendo su prohibición de venta del abono-cupón semanal, tiene todas las características de un desafío similar al que Ruiz-Mateos le lanzó al primer Gobierno de Felipe González.

Por su parte, los sindicatos UGT y CCOO, que han tenido serios problemas con la dirección de la ONCE – que ha montado su propio sindicato – ya han apoyado el ministro Solchaga en su rechazo del abono-cupón, al tiempo que preparan movilizaciones de protesta en toda España. La idea de la nacionalizacion tampoco les desagradaría, que la ONCE pasara a convertirse en una especie de segunda dirección general de loterías, alejada de esas extrañas veleidades inversoras.

José Luis Gutiérrez

Banesto le retiró su apoyo a El Independiente

Luis Herrero-Tejedor

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Felipe González llamó Mario Conde y le dijo que si quería las exenciones fiscales que necesitaba para sacar a bolsa la Corporación Banesto “ya sabía lo que tenía que hacer”. Y Conde lo hizo. Llamó a Pablo Sebastián, el director del diario, y con flemático desparpajo dijo digo donde antes había dicho diego.

“El Gobierno me culpa a mí de todo lo que publicáis en el periódico, Pablo. No puedo estar en guerra permanente con ellos. Si quieres dinero para comprar la rotativa tienes que nombrar director del periódico a Enrique Arias y quedarte tú en la presidencia del grupo editorial”.

Enrique Arias era uno de los lugartenientes de Antonio Asensio, dueño del Grupo Zeta. Pablo Sebastián no aceptó el trato y Conde no puso el dinero prometido. EL INDEPENDIENTE quedó, desde entonces, condenado a muerte.

El Análisis

PABLO SEBASTIÁN VS MIGUEL DURÁN

JF Lamata

En un cambio de propiedad siempre se producen distintas versiones de las que es imposible concluir al 100% nada. Pero a la hora de hacer hipótesis, algunas parecen más creíbles que otras:

– ¿Es posible, como dice el Sr. Sebastián, que el PSOE quisiera aplastar a EL INDEPENDIENTE con la ayuda de la ONCE y que D. Pablo Sebastián al oler la operación optara por abandonar el barco (eso sí, esperando cuatro meses para denunciar la operación)? Es posible.

– ¿Es posible, como dice el Sr. Durán, que D. Pablo Sebastián quisiera el apoyo de la ONCE, que lo que es dinero tenían un rato, para levantar EL INDEPNDIENTE y – de repente, sufrió un ataque de arrepentimiento que le llevó a romper con el diario y pasarse al ABC? Es posible (aunque algo raro)

– ¿Es posible que D. Pablo Sebastián quisiera el apoyo económico de la ONCE para salvar el periódico ante sus gigantescas deudas, que la ONCE de D. Miguel Durán aceptara, pero, a cambio de ese apoyo se negara a dejar ‘manos libres’ al Sr. Sebastián y exigiera, en atención al dinero que iban a poner, mandar a ellos, y eso causara la marcha del Sr. Sebastián que aspiraba a mandar él. Pues es más posible.

J. F. Lamata