10 junio 1992

El tercer miembro de la nueva cúpula, 'Mobutu' logró escapar del cerco policial

La policía desarticula a la nueva cúpula de ETA, Rosario Picabea e Iñaki de Lemona, dos meses despues de la caída de ‘Artapalo’

Hechos

En junio de 1992 fueron detenidos por la policía francesa Rosario Picabea e Ignacio Bilbao ‘Iñaki de Lemona’.

03 Junio 1992

Sin santuario

EL PAÍS (Director: Joaquín Estefanía)

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Para acabar con ETA se precisan medidas políticas. Ahora bien, ninguna lo es tanto como la de terminar con el mito de la invulnerabilidad de sus jefes o la de la reproducción espontánea de sus miembros. Ni santuario francés ni hidra de siete cabezas: un grupo de fanáticos cuya notoriedad depende de su falta de escrúpulos para matar o mandar que otros maten. Por ello, la captura de Artapalo y las que ahora han abortado el intento de recomposición de la cúpula terrorista suponen el método más seguro para ayudar a desengancharse de la violencia a esos miles de simpatizantes y votantes de Herri Batasuna (HB) que constituyen la cantera del terrorismo.Ello no significa que haya que desdeñar otras posibles medidas destinadas a dar una salida, tras la desaparición de ETA, a quienes han quedado apresados en la trampa de la violencia. Pero sin caer en la que tienden los que contraponen medidas políticas y policiales: como si la detención de quienes intentan recomponer las redes terroristas no fuera la más eficaz de las medidas políticas imaginables. Incluso pensando en ese día después. Desde hace años, el principal factor de identificación con ETA ha sido su imagen de omnipotencia: la de quienes se consideran con derecho a decidir sobre la vida de los demás sin sometimiento a norma moral alguna. Para combatir esa forma de adhesión es preciso demostrar a los adolescentes tentados de tomar el relevo que la eficacia de sus ídolos sólo se manifiesta a la hora de ordenar matanzas, no a la de escapar de la justicia.

02 Junio 1992

ETA: La hidra pierde las cabezas de repuesto

EL MUNDO (Director: Pedro J. Ramírez)

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Los resultados de la última operación de la Policía gala contra ETA han puesto de relieve la creciente debilidad de la organización terrorista, cada vez más cercada y con menos dirigentes de peso. Con la detención de Iñaki Bilbao Beaskoetxea «Iñaki de Lemona», considerado como sucesor de «Pakito» y de Rosario Pikabea «Errota», sustituto de «Fiti», ETA pierde a una parte de la cúpula de repuesto improvisada por la banda armada tras el desmantelamiento de la anterior dirección, encabezada por Múgica, con la operación de Bidart. No van quedando en la cantera sino meros segundones, tales como Estanislao Villanueva «Txapu» y Felipe San Epifanio «Pipe» para hacerse con el timón de la nave. Es el momento idóneo para buscar una solución política global antes de que a la hidra le crezcan nuevas y más peligrosas cabezas. Por otro lado, la policía francesa investiga la posible pertenencia al Movimiento de Izquierda Revolucionaria del tercer detenido, Bernardo Mella (inicialmente confundido con «Mobutu»). Una pista que puede arrojar nuevos datos sobre la conexión chilena de ETA.