30 marzo 2000

La serie será estrenada por Fox Kids por satélite, pero TVE a adquirido los derechos para emitirlo en abierto por La 2

La serie de animación ‘Digimon’ llega a España para competir con ‘Pokemon’ con un doblaje dirigido por Chema Carrero

Hechos

El 30.03.2000 se estrenó en La 2 de TVE de España dentro del espacio TPH la serie ‘Digimon’.

Lecturas

El Director de la versión castellana de la serie

ChemaCarrero D. José María Carrero ‘Chema Carrero’ será el encargado de dirigir el reparto de la serie de los digimons, todos cuyos nombres acaban con el sufijo ‘mon’. La historia narra las andanzas de siete niños (a los que luego se unirá una octava) que son transportados a un mundo mágico que está en peligro y cada uno de los ocho niños va acompañado por un digimon, por lo que se da el total de 16 voces protagonistas en la serie, dado que al contrario que los monstruitos de ‘Pokemon’, que no hablan, ocho ‘Digimons’ protagonistas son igual de parlanchines que los ocho niños protagonistas. Para responder a este reto, el reparto diseñado por el Sr. Carrero aprovechará la versatilidad de muchos de los actores presentes para que hagan tanto a niños como a digimons: el propio Sr. Carrero doblará por un lado a Joe, el niño de más edad del grupo, pero también el más prudente y miedica, al tiempo que dobla al digimon Tentomón, un insecto muy sabiondo.

Marta Sainz hará a la sensata Sora y la superviviente Gatomon

Marta Sainz Dña. Marta Sainz – apodada en algunos foros otaku como ‘la grandiosa’, que ya tiene experiencia protagonizando series de anime como la célebre ‘Reena’ en ‘Reena y Gaudy’, será la encargada de poner voz a la principal figura femenina de la serie: Sora. Una chica que va siempre con un gorro y que, al contrario que el imprudente Tai – niño protagonista de Digimon – intenta dar un punto sensato a la comitiva. Además, la Sra. Sainz interpretará también a uno de los digimons protagonistas, ‘Gatomon’, un digimon femenino gato, que ha tenido que sobrevivir durante años al servicio de seres malignos hasta encontrar que su lugar estaba con los buenos.

La cantante Diana Torres se encargará de T. K. y Piyomon

Diana Torres Dña. Diana Torres, que combina su condición de cantante profesional con la de actriz de doblaje, será la encargada de poner voz al más pequeño de los niños que compone la comitiva de la tropa ‘Digimon’: T. K. A pesar de su joven edad y su pequeña estatura, el pequeño T. K. no se quedará por detrás de sus compañeros en la lucha de ‘los niños elegidos’ (que así se llaman los ocho protagonistas de la serie) para salvar al mundo de los digimons malignos. Paralelamente, la Sra. Torres, mostrando una gran capacidad de modular su voz, a la vez que hace la voz del pequeño T. K. pone voz a la digomon ‘Piyomon’, que es la digimon femenina que acompaña siempre a Sora.

 

17 Mayo 2000

El ocaso de los Pokemon

Quim Monzó

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Dudo que haya por ahí algún padre de preadolescene que a estas alturas no haya sucumbido a la fiebre de los Pokemon. Pero, si hubiese alguno, que sepa que ahora es el momento de resistir con más empeño que nunca. Porque los Pokemon tienen los meses contados y, probablemente, morirán a manos de una nueva pandilla de monstruos que responde al nombre de Digimon.

A pesar del ninguneo con el que Nintendo, creadora de los Pokemon, ha acogido a los recién llegados, hay dos datos que aconsejan no menospreciarlos. El primero es que los fabrica Bandai, que cuenta en su haber con los Power Rangers y los Tamagotchi. Con tales cartas de presentación no es para tomárselo a broma. El segundo dato es que, en estos momentos, en Estados Unidos, los Digimon ya han apartado a los Pokemon del número uno de la lista de éxitos de la industria del juguete.

Si los Pokemon son 150, los Digimon son 279. Se comercializarán como muñequitos de plástico y de peluche, como juegos de ordenador y de consola. Y en forma de aparatitos portátiles (estilo Tamagotchi pero evolucionados) interconectables por medios de cables. Hay tantos modelos de aparatitos como de personajes: Greymon, un dinosaurio con cuernos que hace estallar novas; Kabuterimon, un insectoide que electrocuta a sus enemigos (al estilo del pokemon Pikachu, por cierto) y tiene cuatro patas con zarpas, tres ristras de dientes y un cuerno navaja; Togemon, un cactus con guantes de boxeo que se mueve a la velocidad de la luz y que bombardea a sus contrincantes con pinchos… Así hasta 279 bichos.

El primer lote de dibujos animados ya se puede ver por parabólica. El argumento narra las aventuras de siete niños que van de colonias y acaban en una isla fantástica en la que habitan los Digimon. Para encontrar el camino de vuelta a casa, los niños tendrán que colaborar con los Digimon, que, a su vez, para poder ayudar al os niños tendrán que evolucionar de monstruitos a monstruos gigantescos y bondadosos. Como se ve, el trabajo en equipo es parte importante del asunto y ello – se supone – los hace más atractivo para las niñas, un factor que puede ser decisivo en la gran batalla entre Pokemon y Digimon, que en Europa tendrá lugar en diciembre, con las compras de Navidad y Reyes.

Una vez más nos encontramos en uno de esos momentos cruciales de la vida, cuandos e hace evidente que el bombardeo al que uno se ha apuntado será pronto sustituido por otro. Los productos tecnológicos (reproductores de imágenes o sonido, por ejemplo) suelen esperar unos cuantos años, entre diez y quince, para, cuando ya todo el mundo seh a pasado al nuevo producto, presentar uno aún más nuevo que viene a sustituirlo. Pero los fabricantes de juguetes no pueden esperar tanto, porque los niños crecen rápido y hay que exprimir su inocencia gregaria antes de que lleguen a la adolescencia y la exprima otro tipo de empresas.

He ahí la nueva prueba a la que se enfrentan ahora los padres: continuar comprando el ‘merchandising’ Pokemon que os niños piden, a sabiendas de que, de aquí a pocos meses, no quedarán más remedio que arrinconarlo porque el ‘merchandising’ que entonces pedirán será el de los Digimon. Hércules lo tuvo más fácil.

13 Julio 2000

La invasión de los Digimon

Chano Montelongo

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Agazapados en los rincones más oscuros de sus transportes, Greymon, Tentomon, Gabumon y una legión de aberrantes seres salidos de un mundo de pesadilla esperaban el momento propicio para salir de su escondite e invadir Madrid. Sin embargo, el ataque no pasó desapercibido para los agentes de Vigilancia Aduanera y consiguieron detener la invasión de un verdadero ejército de monstruos digitales creados en alguna base secreta situada en el corazón de China.

Funcionarios de Aduanas del aeropuerto madrileño de Barajas intervinieron hace una semana un cargamento de 36.000 productos Digimon falsos, según confirmaron ayer fuentes de la Agencia Tributaria.

Este ejército de bichos digitales llegó a Madrid por vía aérea muy bien camuflado en el interior de numerosas cajas. Sin embargo, no contó con la inteligencia artificial de la Agencia Tributaria, a la que pocas cosas se le escapan.

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Análisis de riesgo

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Como es imposible revisar uno por uno todos los envíos que pasan diariamente por la Aduana de Barajas, la Agencia Tributaria posee un sistema informático de análisis de riesgo que analiza diversas variables de la mercancía y decide qué cajas hay que abrir y cuáles no. Es decir, se procesan datos como el importador, la mercancía declarada, el origen, el peso, etcétera, y si todos concuerdan (por ejemplo, si son espárragos, vienen de China, el importador se dedica a este negocio y el peso es el que debería), el ordenador da el código verde y pasa el control. En el caso de los Digimon, algo no cuadraba y saltó la alarma en los chips del ordenador. Las cajas se abrieron y se descubrió el fraude.

Miles de peluches de Talmon (una especie de híbrido entre una rana con ojos saltones, un renacuajo con garras y un cactus con guantes de boxeo), juegos de cartas de Gomanon (indescriptible), y un sinfín de muñecos de esta serie de dibujos animados, versión light de los conocidos Pokemon, que tienen comido el coco a los niños españoles, se amontonaban en numerosas cajas de mercancías. Todos los juguetes eran iguales que los dibujos de la televisión, pero, en realidad, eran más falsos que el beso de Judas. Digimon es una marca registrada en España por la firma Bandai, pero estos juguetes no han sido fabricados por sus verdaderos propietarios, sino que proceden de alguna fábrica clandestina ubicada en China.

Al parecer, el destino de estas bestias digitales era una empresa de Madrid dedicada a la importación y exportación de productos procedentes de China. El destino final de esta mercancía eran las populares tiendas de 20 duros, donde es muy habitual encontrar imitaciones de objetos a precios muy bajos.

Los agentes de Aduanas, dependientes de la Agencia Tributaria, tras descubrir la mercancía en la terminal de Aduanas de Barajas, se pusieron en contacto con la firma Bandai para poner en su conocimiento la existencia de estas imitaciones de sus productos.

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Denunciado

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Fuentes de esta empresa indicaron ayer a este periódico que Bandai ya ha interpuesto una denuncia ante los juzgados de instrucción de Madrid por la falsedad de estos objetos.

Los 36.000 productos Digimon intervenidos siguen aún retenidos por la Administración de Aduanas a la espera de una resolución judicial que disponga que hacer con la mercancía.

La serie de dibujos animados Digimon está causando auténtico furor entre los niños españoles. En la primera quincena de junio esta serie alcanzó una cuota de pantalla del 50,28% en su emisión diaria y del 30% los fines de semana, lo que convierte a estos monstruos digitales en los favoritos de los más pequeños, según informó el gabinete de comunicación de Bandai.