19 marzo 1986

Se prevee que reemplace a Pablo Garnica como Presidente al año siguiente

El ex ministro López de Letona toma el control del banco Banesto asumiendo los cargos de Vicepresidente y Consejero Delegado

Hechos

El 19.03.1986 D. José María López de Letona asumió el cargo de Vicepresidente y Consejero Delegado del banco Banesto.

Lecturas

El 19 de marzo de 1986 el exgobernado del Banco de España, D. José María López de Letona Núñez del Pino es nombrado vicepresidente y consejero delegado del Banco Español de Crédito (Banco Banesto).

Dado que el presidente del Banco, D. Pablo Garnica Mansi, tiene 77 años y está prevista su jubilación para diciembre de 1987, se da por supuesto que a partir de esa fecha el Sr. López de Letona Núñez del Pino será el primer ejecutivo de esta entidad bancaria.

Los accionistas de referencia del Banco Banesto son la familia Garnica y la familia Argüelles representadas por sus dos directores generales D. Jacobo Argüelles Salaverría y D. Pablo Garnica Gutiérrez.

El mismo 19 de marzo de 1986 se hace público el nombramiento por parte del Banco Central de D. Luis Coronel de Palma (también ex gobernador del Banco de España) como vicepresidente de esa entidad y de D Adrián Piera como consejero del Banco de Fomento, entidad perteneciente al Banco Central

EL APOYO DEL GOBERNADOR

mariano_rubio D. Mariano Rubio

La tradicional pugna entre las familias Argüelles y Garnica da paso a un control en la gestión por parte de D. José María López de Letona, que cuenta con el visto bueno del Gobernador del Banco de España, D. Mariano Rubio.

20 Marzo 1986

De parte de la autoridad

DIARIO16 (Pedro J. Ramírez)

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De todas las unanimidades producidas en el consejo de administración del Banco para encomendar a López de Letona el máximo cargo ejecutivo de la entidad, la más destacable es la de Banco de España, obviamente ausente de la reunión.

La eterna duda sobre el equilibrio de poderes dentro del banco español con más tradición aristocrática y de abolengo familiar está hoy despejada sólo a medias. El Banesto no se entiende bien con las autoridades, hay un problema de comunicación que viene de atrás y la búsqueda de un interlocutor interno ha podido desembocar en una persona de dentro de la casa, no de toda la vida, pero sí de hace ya varios años, una persona con experiencia bancaria y con capacidad de entendimiento político. El perfil encaja con López de Letona.

Desde la acera de enfrente, la búsqueda de un interlocutor ha sido, al parecer, siempre difícil. López de Letona era gobernador cuando a Mariano Rubio le puso el Gobierno de Suárez (con Fuentes Quintana como promotor de la idea) de segundo de a bordo del Banco de España. López de Letona y Mariano Rubio se conocen de antiguo.

López de Letona encomendó en diversas ocasiones a Mariano Rubio misiones delicadas: puesta en marcha de Enagás, dirección de Interholding. Con López de Letona en calidad de interlocutor desde el Banesto la vida se simplifica posiblemente para ambas partes. López de Letona siempre ha mantenido excelentes relaciones con la rama moderada y socialdemócrata del Partido Socialista: puso al frente del Servicio de Estudios del INI, en 1970, a un chico recién llegado de la clandestinidad, Juan Manuel Kindelán, destacado integrante de la ASU, a la que también perteneció Mariano Rubio, y de segundo de dicho gabinete de estudios a Miguel Boyer. La relaciones no se han roto. El diálogo continúa.

Lo más difícil de descifrar es el carácter ejecutivo del nuevo vicepresidente y consejero-delegado de Banesto. Todo el consejo de administración está lleno de apellidos cuya segunda generación ostenta los cargos de máxima responsabilidad en la segunda línea directiva del banco. Entre el consejo, en donde están los mayores, y la dirección de los departamentos de la casa, en donde están los hijos o los sobrinos, sólo hay una frontera, López de Letona. Su papel no será ciertamente sencillo. Las incrustaciones externas en la cúpula de Banesto se cuentan con los dedos de la mano. La de López de Letona es la primera con carácter ejecutivo del más alto nivel. Es una experiencia nueva.

21 Marzo 1986

Bancos y Banqueros

CINCO DÍAS (Director: Francisco Mora del Río)

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Las dos primeras instituciones bancarias españolas han anunciado simultáneamente el nombramiento de sendos vicepresidentes en las personas de José María López de Letona y de Luis Coronel de Palma. Los dos son ‘hombres del sector’, con un lugar común en su biografía: haber sido gobernadores del Banco de España.

Sorprende de sus nombramientos no sólo la coincidencia temporal. En Banesto, López de Letona asume la vicepresidencia emparejada al cargo de consejero-delegado, que se sustrae a la presidencia. En consecuencia cabe hablar de mayor reparto de poder en el sentido funcional del término.

El Central, por su parte, ha cubierto la vicepresidencia vacante con un hombre de la casa. La estructura de estas dos entidades no es igual y sólo en el Central quedan consejero-delegado y presidente en la misma persona.

A la luz de los nombramientos no se puede evitar una referencia a la figura del delfinato bancario que, aunque tenga connotaciones negativas, también ha servido a la imagen de estabilidad y continuidad que tanto conviene tratándose de instituciones financieras.

Otra referencia inevitable es la de la larga sombra del Banco de España sobre este tipo de nombramientos. El banco emisor asume un papel de seleccionador de personal a la hora de la provisión de puestos de responsabilidad en los consejos de administración y en los cargos ejecutivos de los bancos. Este rol, del que nunca existe certeza plena y siempre sospecha fundada, podría entrar en causa si se considera que los bancos españoles han superado una durísima crisis en los últimos años y han dado muestra suficiente de racionalidad y capacidad como para seguir precisando todavía de muletas.

El próximo lunes, los banqueros celebran su asamblea anual. En ella deberán tratar cuestiones muy importantes referidas al mercado bancario, al nuevo marco de referencia comunitario, a sus servicios al cliente y a sus servicios a la sociedad en su conjunto. No sería ajeno a esta asamblea plantearse un nuevo modelo de relaciones con las instituciones del Estado en un régimen de libertad y de cooperación.

Estaría justificado por los argumentos que anteceden y porque también la continuidad en la presidencia de la Asociación Española de la Banca de Rafael Termes ha estado rodeada por la sombra mediatizadora de la autoridad financiera.

Para que haya libertad en el mercado, incluido el bancario, es necesario el ejercicio de todas las libertades, y las grandes sociedades anónimas bancarias son sujeto de ese derecho como cualesquiera otras.