21 enero 1939

La cabecera - que pasará a denominarse 'LA VANGUARDIA española', tendrá a Josep Pla como subdirector y apoyará al bando nacional en la Guerra Civil

El franquismo toma el control de la prensa de Catalunya: Carlos Godó y Manuel Aznar Zubigaray asumen los cargos de editor y director de LA VANGUARDIA, ahora rebautizada como ‘La Vanguardia Española’

Hechos

El 21.01.1939 el diario LA VANGUARDIA reapareció con el titular  «Barcelona para la España invicta de Franco».

Lecturas

El 17 de enero de 1939 coincidiendo con la toma de Tarragona por las tropas franquistas se funda el periódico Diario Español, como órgano del falangismo en esa provincia.

El 27 de enero 1939 el periódico La Vanguardia deja de ser un periódico incautado por los partidarios del Dr. Negrín y pasó a ser un periódico adicto al alzamiento con Manuel Aznar Zubigaray como director y con Josep Pla Casadevall como Subdirector y vuelve a colocar el nombre de sus fundadores bajo su cabecera. El día 28 el periódico modifica su cabecera que pasa a ser La Vanguardia Española. El día 17 de febrero Carlos Sentís Anfruns publica el artículo ‘¿Finis Cataloniae?’ celebrando el fin de la ‘Cataluña de Companys y Negrín’ para el retorno de ‘la Cataluña real’.

El 14 de febrero de 1939 Solidaridad Nacional periódico falangista de Cataluña que ocupa el lugar que hasta ese momento había ocupado el anarquista Solidaridad Obrera. (órgano de la CNT). Los activos de los periódicos catalanes Las Noticias y Veu de Catalunya, que también son cerrados, son igualmente usados para Solidaridad Nacional.

Ese mismo día reaparece el periódico carlista El Correo Catalán, que estará dirigido por Diego Ramírez Pastor y Diario de Barcelona como los periódicos matutinos de Barcelona junta a La Vanguardia Española, así como vuelve El Noticiero Universal de la familia Peris Mencheta como periódico privado catalán de la tarde.

ADIÓS A LA VANGUARDIA ‘NEGRINISTA’

 Al estallar la guerra civil el diario LA VANGUARDIA fue incautado por la Generalitat de Catalunya, sin embargo no fue la Generalitat, sino, a partir de 1937, el socialista Dr. Juan Negrín, quien se hizo con el control político del periódico hasta el punto de que el dirigente socialista D. Indalecio Prieto le echó en cara haber convertido LA VANGUARDIA en un órgano ‘escandalosamente’ personal suyo y financiado con el erario público en perjuicio del diario EL SOCIALISTA.

En su número del 27.01.1939 D. Carlos Godó, conde de Godó, recuperó el control de su periódico LA VANGUARDIA. Alineado el Sr. Godó con el bando franquista en al Guerra Civil Española, era una consecuencia de la toma de Barcelona por los franquistas. El nuevo Director del periódico sería D. Manuel Aznar Zubigaray, con el prestigioso escritor catalán D. Josep Pla como subdirector, adictos ambos a la causa franquista durante la Guerra Civil.

 D. Josep Pla.

El periódico publicó en portada el siguiente letrero informando del cambio editorial-

Todas las ciudades sometidas aún a la tiranía roja, una a una, han ido incorporándose a la España imperial del Caudillo, gracias al genio militar del Generalísimo. (LA VANGUARDIA, 2-4-1939)

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27 Enero 1939

En este momento histórico LA VANGUARDIA dice "¡Presente!"

LA VANGUARDIA (Director: Manuel Aznar Zubigaray)

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LA VANGUARDIA reanuda hoy su publicación recuperando el ritmo perdido hace dos años y medio. La grandeza histórica del momento en que vivimos no es clima propicio a exaltaciones desmesuradas. El glorioso Ejército liberador del Generalísimo, que con tan natural heroísmo ha llevado a cabo la gesta ingente de nuestra liberación, ha de darnos la tónica. Simplemente la actitud de LA VANGUARDIA liberada ha de ser esta, por hoy: decir «¡Presente!». Aquí está de nuevo el veterano diario para defender los postulados que han sido carne de su carne y entraña de su entraña, los añejos ideales eclipsados por esa ola de locura que lo ha envuelto todo durante los últimos treinta meses, por esa pesadilla horrenda de la que acaba de sacarnos con sin igual heroísmo el Ejército salvador de Franco.

Tiempo habrá para volver sobre el pasado ignominioso. Ahora sólo cabe en nuestros pechos el júbilo de la liberación y el deseo ardiente de servir a España, a la España inmortal, a la España eterna, simbolizada por esa invicta bandera bicolor que ayer, con lágrimas en los ojos, vimos ondear los barceloneses sobre nuestras cabezas abatidas por tantos infortunios.

Salimos a la calle como podemos. Una de las últimas gestas de los fugitivos fue destrozar nuestra maquinaria. Jefes del glorioso Ejército Nacional y corresponsales de Prensa al servicio de España han podido comprobar por sus propios ojos, en la visita con que nos honraron anoche, esta última muestra de cultura, de amor al obrero y a los instrumentos de trabajo que han dado en su huida los representantes de la autoridad roja. Y no se crea tibia nuestra reacción. Es que hace mucho tiempo hemos agotado la capacidad de indignaros, y sabemos dar por bien sufrido todo lo sufrido si ello sirvió para conducirnos a este glorioso renacer que estamos viviendo.

Por hoy, borremos el pasado. Es la hora del júbilo primero y la hora de incorporarnos, con la máxima buena voluntad, a la obra ingente de reconstrucción que lleva a cabo el glorioso Ejército Nacional. A su servicio estamos, como un soldado más, dispuestos a ocupar el puesto que se nos designe.

¡Viva España! ¡Arriba España! ¡Viva el Generalísimo Franco!

LA VANGUARDIA

17 Febrero 1939

¿FINIS CATALONIAE?

Carlos Sentís

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Entre la neblina que el sol de este domingo de febrero deshilvana, se ha abierto el eco del último cañonazo sobre la tierra catalana.

Ante la serenidad inmutable de un Canigó enteramente blanco y un Cabo de Creus extendido perezosamente sobre un mar espumoso, han cesado las últimas escenas guerreras que ha presenciado este Pirineo tan conocedor de ejércitos y de batallas.

Esta vez el Pirineo se ha limitado a funciones de Portero Mayor. Quizá el pobre viejo está ya tan cansado de presenciar luchas, que ha preferido contemplar un mero desfile. Una sencilla distracción o pasatiempo para el que ha visto pasar todo el Ejército de Aníbal.

Sí; porque por los mismos sitios y pisando las mismas piedras ha pasado el ejército rojo con sus grandes camiones e incluso con sus tanques, que son modalidad moderna de los elefantes que componían las fuerzas de asalto de los cartagineses. Pero, que el lector me perdone, aquí acabo con las comparaciones. No queda ya otra. El pasado de los ejércitos es, de tan distinto, opuesto. Unos iban, los otros corrían. Los primeros atacaban, los segundos escapaban.

El paso del ejército rojo se puede explicar o comentar de muchas maneras. De todas, menos en forma de cantar de gesta. Verdaguer no podía jamás prever que un día tendría lugar esta parodia del ‘Paso de los Pirineos’ que él cantó. ¿Recordáis los versos de la epopeya?

  • I avall, onades d´homes a onades succeeixen,
  • Ones de ferro a onades d´acer sense parar,
  • Com mai encara en surten al cim, i ja cobreixen
  • El pla, les del Massana seguint cap a la mar,
  • Mostrant al sol s´escata d´argent que lluenteja
  • Apar serpente enorme que corre i anguileja
  • Des de Banyuls a Salces, de Salces fins Osseja,
  • Podent dues vegades el Rosselló faixar.

¡Dios mío! ¡Dios mío! ¡Y qué monótona es la Historia! Exacto, matemáticamente exacto, se podría hoy así describir esta serpiente de ‘material y hombres que por Port-Boy y El Perthus sale precisamente para Banyuls y Osseja, respectivamente. Dice Verdaguer que aquellas huestes podían fajar en doble vuelta al Rosellón. Esta nueva columna de hombres, de hielo y de acero ‘oleadas de hombres a oleadas se suceden, olas de hierro a oleadas de acero sin parar – se extendía días pasados de Gorona a la frontera. Más de una compañía – concretamente el 32 batallón de infanteria – creyendo que por todas partes cuecen habas (lentejas en este caso) se negaba a desarmar y algunos puros pistoleros de las fuerzas del Goubernmenet ya se habían escondido en los ejes de lo vagones de la estación de Perpiñán, con sus bolsillos repletos de bombas de mano y sus pistolas-ametralladoras bajo el brazo… Pobrecillos… del primer puñetazo les han cerrado la boca del estómago… Infelices. Ellos desconocen el francés o, algunos, ni leer el periódico saben para enterarse que ya hoy en Francia son también los marxistas, los marxistas presuntuosos, traducido literalmente de un periódico de izquierdas.

Los rojos, al volar los puentes, nos han causado un perjuicio real y tremendo, Real y tremendo a mí y a mi amigo, este audaz operador de Cinematrografía nacional que parece arrancado de un film americano. Pero a las Divisiones Navarras o Marroquíes, al Ejército en general, estas voladuras han sido tan ridículas como echar gravilla para impedir el paso de una apisonadora.

¡Como se ha parecido esta Revolución (en Cataluña) a una inmensa película de ‘gangsters! ¡Que copla tan siniestra de esa producción standard con la cual la judía Hollywood invade el mundo… Todos recordamos que las primeras manifestación de la revolución en Barcelona fueron los grandes coches aristados de ‘Parabellums’ y ‘Hammerless’ derrapando por el asfalto de la calle Balmes con los neumáticos chirriantes y enloquecidos.

El propio periodista francés me da el último ejemplar del ‘Cándide’, semanario amigo de la España nacional. En su primera página de lee: ‘Los últimos días de Cataluña’. Finis Cataloniae.

Pero, ¡por Dios!… Estos periodistas franceses no curarán nunca. Tras lo pintoresco, tras el afán de dramatizarlo todo, caen en el folletín más falso.

Señores, un poco de reflexión: Bueno, sí: ‘Los últimos días de Cataluña’… la de Durruti… ‘Las últimas horas de Cataluña’… la de Companys… la de Negrín… ¡Perfecto! Pero Cataluña es algo más y algo más eterno que eso. Eso no ha sido más que ‘The End’, el cartelito de ‘Fin’ de esa gigantesca ampliación de ‘Scarface’ o de ‘El Imperio del Crimen’.

Aquella Cataluña acabó: pero la Cataluña real, que diría vuestro y nuestro caro Charles Maurras, hoy, precisamente, empieza a amanecer.

Carlos Sentís