19 marzo 1986

Luis Coronel de Palma nombrado Vicepresidente del Banco Central

Hechos

En marzo de 1986 el Presidente del Banco Central, D. Alfonso Escamez nombró a D. Luis Coronel de Palma Vicepresidente.

Lecturas

En septiembre de 1985 había dimitido D. Alfonso Fierro como Vicepresidente del Banco Central. En marzo se supo el nombre su sucesor, el presidente de la Confederación de las Cajas de Ahorro, D. Luis Coronel de Palma.

21 Marzo 1986

Bancos y Banqueros

CINCO DÍAS (Director: Francisco Mora del Río)

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Las dos primeras instituciones bancarias españolas han anunciado simultáneamente el nombramiento de sendos vicepresidentes en las personas de José María López de Letona y de Luis Coronel de Palma. Los dos son ‘hombres del sector’, con un lugar común en su biografía: haber sido gobernadores del Banco de España.

Sorprende de sus nombramientos no sólo la coincidencia temporal. En Banesto, López de Letona asume la vicepresidencia emparejada al cargo de consejero-delegado, que se sustrae a la presidencia. En consecuencia cabe hablar de mayor reparto de poder en el sentido funcional del término.

El Central, por su parte, ha cubierto la vicepresidencia vacante con un hombre de la casa. La estructura de estas dos entidades no es igual y sólo en el Central quedan consejero-delegado y presidente en la misma persona.

A la luz de los nombramientos no se puede evitar una referencia a la figura del delfinato bancario que, aunque tenga connotaciones negativas, también ha servido a la imagen de estabilidad y continuidad que tanto conviene tratándose de instituciones financieras.

Otra referencia inevitable es la de la larga sombra del Banco de España sobre este tipo de nombramientos. El banco emisor asume un papel de seleccionador de personal a la hora de la provisión de puestos de responsabilidad en los consejos de administración y en los cargos ejecutivos de los bancos. Este rol, del que nunca existe certeza plena y siempre sospecha fundada, podría entrar en causa si se considera que los bancos españoles han superado una durísima crisis en los últimos años y han dado muestra suficiente de racionalidad y capacidad como para seguir precisando todavía de muletas.

El próximo lunes, los banqueros celebran su asamblea anual. En ella deberán tratar cuestiones muy importantes referidas al mercado bancario, al nuevo marco de referencia comunitario, a sus servicios al cliente y a sus servicios a la sociedad en su conjunto. No sería ajeno a esta asamblea plantearse un nuevo modelo de relaciones con las instituciones del Estado en un régimen de libertad y de cooperación.

Estaría justificado por los argumentos que anteceden y porque también la continuidad en la presidencia de la Asociación Española de la Banca de Rafael Termes ha estado rodeada por la sombra mediatizadora de la autoridad financiera.

Para que haya libertad en el mercado, incluido el bancario, es necesario el ejercicio de todas las libertades, y las grandes sociedades anónimas bancarias son sujeto de ese derecho como cualesquiera otras.