6 abril 1934

Las formaciones de izquierda buscan unirse para recuperar el poder

Azaña funda el nuevo partido Izquierda Republicana, fruto de la fusión entra Acción Republicana, los Radical-Socialistas y la ORGA

Hechos

  • El 3.04.1934 se celebró la asamblea constitutiva del nuevo partido Izquierda Republicana, en el que se fundieron los grupos Acción Republicana (de D. Manuel Azaña), el Partido Radical-Socialista (de D. Marcelino Domingo) y la ORGA (del Sr. Casares Quiroga).

Lecturas

El 3 de abril de 1934 se celebró la asamblea constituyente del nuevo partido Izquierda Republicana, en la que se fusionan Acción Republicana, el partido de D. Manuel Azaña Díaz, el Partido Republicano Radical Socialista de D. Álvaro de Albornoz y D. Marcelino Domingo Sanjuán y la ORGA de D. Santiago Casares Quiroga.

El Consejo Nacional de Izquierda Republicana queda formado por las siguientes personas:

  • Presidente – D. Manuel Azaña Díaz.
  • Vicepresidente – D. Marcelino Domingo Sanjuán.
  • Secretario general – D. José Salmerón.
  • Vocales – D. Santiago Casares Quiroga y los Sres. Pi y Suñer, Sánchez Covisa, Sevilla, Seijas, G. Becerr, Viguri, Cremades, Díaz, Palanco, Martín Hernández, Bell, Muñoz, Andrés, Álvarez Sexteira, Artal, Pérez Carballo y Ruiz Funes.

03 Abril 1934

La Izquierda de la República

AHORA (Director: Luis Montiel)

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El nuevo partido de izquierda republicana comparece con talante muy brioso ante el país. Cosa natural nos parece este entusiasmo en una organización política naciente que espera con impaciencia la hora del combate. El entusiasmo acredita si no vitalidad pujante al menos apetencia de vida. Pero conviene que no se engañen las fuerzas integrantes del nuevo partido. La flamante nave en que aquellas se han embarcado ha sido construída con materiales viejos. La tripulación se ha formado con elementos dispersos de un naufragio. Los grupos que vienen a nutrir la Izquierda Republicana han buscado asidero y defensa en una unión fraguada bajo el signo de los reveses comunes. Si aciertan a tener presente la enseñanza que se deriva del descalabro sufrido en las últimas elecciones, su actuación futura podrá encontrar el ascenso del país en aquella parcela de opinión adscrita a la extrema izquierda del régimen.

Desde nuestro punto de vista, esencialmente conservador, no puede desplacernos la constitución de un partido republicano que venga a canalizar las actividades y las aspiraciones de sectores de la izquierda. La vida normal del régimen exige fuertes apoyos capaces de garantizar una estabilidad perdurable de las nuevas instituciones. La República ha forjado un instrumento de Gobierno con orientación conservadora. Hace falta otro núcleo vigoroso que sirva de contrapeso para mantener el equilibrio político del país. La República no tenía hasta ahora a su izquierda otra fuerza organizada que aquella que condicionalmente brindaba el partido socialista. Onerosos a todas luces han resultado el auxilio y la cooperación de la falange marxista, que, a la postre, se considera desligada de toda solidaridad con los republicanos. El nuevo partido de izquierdas llegará a alcanzar extensión y pujanza en la medida justa en que acierte a mantenerse emancipado de la tutela socialista. El retorno a los antiguos pactos y colaboraciones con el socialismo determinaría de nuevo la ruina – quizá definitiva – de la izquierda republicana.

Paralelamente a la constitución de este nuevo partido han tomado cuerpo algunas veleidades políticas de determinado sector situado a la derecha del régimen. El discurso pronunciado en Sevilla por el Sr. Martínez Barrio pretende reivindicar una significación de izquierdas en divorcio flagrante con el sentir de la opinión general del partido a que pertenece el lugarteniente del Sr. Lerroux. La conducta actual del político sevillano podrá justificarse tal vez invocando rancios antecedentes del Partido Radical en sus tiempos de proselitismo callejero. No es, sin embargo, la que corresponde a la tónica del partido en los días presentes ni la más congruente con la actuación del señor Martínez Barrio en los días recientes todavía de su paso por el Poder. A trueque de buscar una plataforma personal – en previsión de posibles avatares políticos, calculados con miras al provecho pronto – no ha vacilado el ex presidente del Consejo en provocar el desasosiego, ya que no la escisión en la familia radical. Sus repentinos fervores izquierdistas no dejarán de causar asombro a los grupos de derechas que con él tuvieron algún contacto durante el periodo electoral.
No apetecemos, ciertamente, desde nuestra posición de derechas, la formación de núcleos izquierdistas cuyo criterio avanzado desemboque en actitudes de sentido demagógico. Pero entendemos que todo partido político deben mantenerse fiel a su propia significación. Izquierda neta en el partido que acaban de constituir Acción Republicana, ORGA y radicales-socialistas. ¿Qué izquierda desvahida y fluctuante es, en cambio, esa cuya nebulosa aparece bajo los auspicios del Sr. Martínez Barrio? Parece evidente que el Sr. Martínez Barrio se propone predicar la doctrina del adversario sin abandonar el regazo acogedor de los correligionarios con los cuales se halla en abierta discrepancia. Equívoco poco edificante que no tardará en esclarecerse. En atención a la salud del régimen, vemos complacidos la constitución de un partido de izquierdas que pueda prestar en el futuro estimabels servicios a la República. Faltan en él hombres nuevos, capacitados para vigorizar y prestigiar la nueva empresa. El partido de Izquierda Republicana, presidido por un político de la talla del señor Azaña, no hanace acéfalo ciertamente; pero no basta la cabeza; los brazos son necesarios también. Convencidos de la conveniencia de que el régimen cuente con instrumentos aptos a uno y otro lado, estimamos útil la formación de un partido de izquierdas, en oposición al cual habremos de exponer con frecuencia nuestro pensamiento. Una izquierda definida se hace acreedora de nuestro respeto de adversarios. Pero volvemos a preguntarnos: ¿Qué extraña izquierda es esa que se debate las impaciencias del Sr. Martínez Barrio.