28 febrero 1916

Su director se hizo célebre por su etapa al frente de la publicación EL MENTIDERO

Manuel Delgado Barreto funda el periódico LA ACCIÓN para defender a los conservadores frente a la prensa progresista

Hechos

El 28.02.1916 se publicó el primer número del periódico LA ACCIÓN.

Lecturas

El 28.02.1916 se publicó el primer número del periódico LA ACCIÓN. Su director propietario es Manuel Delgado Barreto.

Propósitos

LA ACCIÓN (Director: Manuel Delgado Barreto)

28-02-1916

Leer

Queremos que estas primeras líneas de saludación al público reflejen la sinceridad que nos anima y la sencillez con que hemos de actuar en la vida española.

Los programas en nuestro país tienen el sello de la hipocresía y del engaño. Hacen programas los que no saben hacer otra cosa. Trazar una norma de conducta es fácil, tanto más fácil el trazarlo cuanto más complejo sea el propósito que se anuncia. Si el derroche intelectual que han hecho en España los políticos para coordinar frases deslumbradoras y promesas efectistas se hubieran invertido en actos, seríamos el país más fecundo de Europa en todos los aspectos de la actividad.

España es un país pletórico de deseos, transformarlos en acción es el ideal. Falta acción en la política, en el comercio, en la industria, en las artes; acción que dé eficacia al concepto de ciudadanía, acción que centuplique los productos de la industria, acción que transforma en realidades las teorías pedagógicas, acción de gobernantes que impongan criterio, acción de gobernados que lo acepten o que lo rechacen. El problema nacional es un problema de acción, de voluntad vibrante.

Porque así lo creemos sinceramente bautizamos con el nombre de LA ACCIÓN a este periódico, que nace rodeado de dificultades – por eso nace modesto – a la hora misma en que la labor de los gobernantes ha hecho creer al os españoles que la inacción es un remedio. Nosotros opinamos lo contrario y decimos que sí, en vez de cloroformizar a la opinión de sus representaciones más visibles, los hombres que cayeron del Poder en Diciembre hubieran estimulado la actividad española desde los comienzos de la guerra a estas horas España sería un pueblo en comienzos re reconstitución, con la perspectiva de no sentirse en lo futuro tribulario del Extranjero.

No se ha estimulado ni el vigor espiritual ni la potencialidad producida. Seguramente no volveremos a encontrar en el curso de la historia momento más favorable para un resurgir potente y glorioso. ¡Malditos quienes lo impidieron si causaron el daño a sabiendas! Compadezcámoslos si la determinante de su poder fue la ignorancia.

No queremos decir lo que será LA ACCIÓN en lo futuro, porque las circunstancias actuales no permiten en ningún orden de la actividad, sentar afirmaciones para el porvenir. La guerra lo ha desquiciado todo y motivará una completa transformación de procedimientos, de sistemas y de organizaciónes. Pero hay algo que no puede sufrir modificaciones por el empuje arrollador de los ejércitos ni por las habilidades de las cancillerías:: la Verdad. Y ese es nuestro programa único. Nacemos, pura y simplemente para decir la verdad, no sujeta a modificaciones del criterio individual, sino arrancada a los hechos, tal y como se produzca.

En LA ACCIÓN relataremos todo lo que llegue a nuestros oídos, incluso lo que no se puede decir, según reza el estribillo popular, porque sostenemos la teoría de que todo se puede y se debe decir, sin otras limitaciones que las del público decoro y las del respeto debido al honor ajeno.

Así nace LA ACCIÓN – monárquica, católica y con alto sentido patriótico – en momentos difíciles para la Prensa y claro es que no intenta asombrar al público con innovaciones deslumbrantes, ni con la adaptación de iniciativas ajenas. Se ha hecho ya tanto en materia del periodismo, que a nosotros nos parece más oportuno informar modestamente algunas novedades en la manera de informar y de fiscalizar que en los detalles de presentación.

Para esa labor no creemos necesarias sino dos condiciones: voluntad, que nos mantenga siempre en el propósito concebido; libertad, no coartada nunca por compromisos políticos ni por entrelazamientos con intereses particulares.

He aquí la base del capital aportado a la empresa de LA ACCIÓN.

Lo demás lo esperamos del público, que será nuestro banquero cuando acreditemos nuestra solvencia.