1 agosto 1990

Con la decisión de Germán Sánchez Ruipérez de defenestrar al directivo de Anaya, Pedro Higuera, y de ascender del 'guerrista' Pedro de Vega, el director fundador de EL SOL estaba condenado

Crisis en el diario EL SOL a mes y medio de su nacimiento: Martínez Soler reemplazado de la dirección por Miguel Ángel Aguilar

Hechos

El 1.08.1990 D. Miguel Ángel Aguilar fue nombrado director del periódico EL SOL, editado por el grupo Anaya.

Lecturas

No habían pasado dos meses desde el nacimiento del periódico, cuando la inestabilidad en CECISA se hizo pública con la destitución de Pedro Higuera como consejero delegado, la supresión de ese cargo y la creación del cargo de vicepresidente de CECISA que ocuparía Pedro de Vega, catedrático y miembro de la Junta Electoral Central a propuesta del PSOE. Aquellos cambios fueron desvelados por El Mundo el 7 de julio de 1990. El periódico de Unidad Editorial no solo citaba lo que pasaba, sino que consideraba que era por influencia del Gobierno de socialista, de ahí que titulara el reportaje “En la órbita socialista, nubes sobre El Sol. En él se presentaba a Pedro de Vega como un hombre cercano al vicepresidente del Gobierno de, Alfonso Guerra, que lideraba el llamado

«sector guerrista», con gran influencia en el Comité Ejecutivo del PSOE. Una semana después a la destitución de Pedro Higuera, seguía su camino Martínez Soler, despedido como director a los 53 días del nacimiento del periódico. El nuevo director sería Miguel Ángel Aguilar Tremoya, que volvía así a dirigir un periódico de ámbito nacional desde que, en 1980, fuera destituido de Diario16.

El Sol no llegará a tener suficiente tirada como para contabilizar en el OJD pero el EGM le adjudicó una tirada de 115.000 ejemplares.

titular_AguilarSol El diario EL SOL dio amplia información del nuevo director D. Miguel Ángel Aguilar, pero evitó a hacer cualquier referencia al Sr. Martínez Soler y a los motivos por los que había sido despedido como Director.

07 Julio 1990

Nubes sobre EL SOL: En la órbita socialista

EL MUNDO (Director: Pedro J. Ramírez)

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Una lucha por el poder en el seno de la empresa editora del nuevo diario El Sol ha acabado, a las seis semanas de su aparición, en la defenestración de su consejero delegado y el encumbramiento a una vicepresidencia con amplios poderes de un personaje próximo al PSOE y al guerrismo. La destitución de Pedro Higuera y el ascenso de Pedro de Vega pueden, según fuentes del sector, acarrear consecuencias trascendentales para la línea editorial del nuevo periódico. EL SOL -que fue inicialmente definido por ABC como un «diario de izquierdas no gubernamental»-tuvo una excelente recepción por parte del poder político (cinco ministros asistieron a su fiesta inaugural) y destacó pronto por su postura inicial -luego, parcialmente rectificada- cuando el periodista José María García fue condenado en el Tribunal Constitucional por «desacato», condena que el diario minimizó mientras alguno de sus responsables la ensalzaba. Pese a que no existen cifras oficiales, los datos de difusión de EL SOL que se manejan en el sector no son boyantes, y pueden guardar relación con la repentina crisis. Fuentes cercanas a un importante grupo editor afirmaban hace días que El Sol vendía «de lunes a viernes entre 7.000 y 8.000 ejemplares en Madrid», con lo que su difusión global no sobrepasaría los 20.000. Otras fuentes elevan esa cifra total a los 30.000. En esas circunstancias, el pasado martes por la noche Pedro Higuera era destituido de su cargo de consejero delegado de la Compañía Europea de Comunicación e Información, S.A. (CECISA), empresa editora del diario EL SOL y propiedad al 100% de Germán Sánchez Ruipérez, también socio mayoritario de la Editorial Anaya. Esta destitución ha traído consigo una reestructuración en la cúpula de CECISA, en virtud de la cual desaparece la figura del consejero delegado y se nombra a Pedro de Vega vicepresidente de la empresa y editor del periódico, además de concederle las «facultades delegadas» del consejo. Anteriormente, De Vega era tan sólo consejero editor.

La nueva «mano derecha» de Sánchez Ruipérez en CECISA es catedrático de Derecho Constitucional en la Complutense de Madrid y está considerado como un «hombre del PSOE». Su condición de persona vinculada a la universidad y que nunca ha asumido responsabilidades de gestión empresarial ha sido destacada como un «handicap» de De Vega para desempeñar las más extensas funciones que se le han concedido. Pedro de Vega -a quien una persona próxima al proceso ha situado «en las sombras del guerrismo»- es miembro de la Junta Electoral Central con el apoyo del PSOE dentro del cupo de los cinco vocales que, según la Ley Orgánica de Régimen Electoral General, han de ser catedráticos de Derecho en activo. Estos se designan «a propuesta conjunta» de los partidos, coaliciones o agrupaciones de electores con representación en el Congreso de los Diputados. La razón esgrimida para explicar la destitución de Higuera, y la redefinición de funciones de De Vega, es que el presidente de la firma, Sánchez Ruipérez, habría «perdido la confianza» en el ex consejero delegado, según fuentes cercanas a EL SOL.

El proceso de «pérdida de confianza» ha tenido algunas peculiaridades. Según ha podido saberse, el viernes de la semana pasada Pedro Higuera despachó con Germán Sánchez Ruipérez, quien le manifestó estar conforme con su gestión y anunció que partía para descansar dos semanas en Ibiza. Cuatro días después volvió a Madrid, recabó la presencia de Higuera en su despacho y le anunció la mencionada «pérdida de confianza». Según fuentes próxi mas a la empresa, el origen del conflicto se encuentra en el momento en el que Pedro de Vega planteó en el consejo de administración de CECISA la conveniencia de ser nombrado vicepresidente de la empresa. Además del nombramiento, requirió una ampliación de sus atribuciones, tanto en el área administrativa como en el ámbito profesional. En concreto, solicitó que el consejo le reconociera capacidad suficiente para destituir y nombrar a miembros de la Redacción. Estas mismas fuentes afirmaron que estuvieron en contra de esta propuesta dos consejeros, Alberto Monreal Luque y Pedro Higuera, que adoptó una postura de oposición más radical. El gabinete de la presidencia de CECISA, por su parte, aseguró a este periódico que «nunca jamás en ninguna reunión del consejo de administración ni Pedro de Vega ni nadie ha planteado semejante debate». El recién nombrado vicepresidente de CECISA aclaró que el relevo responde a «razones de funcionalidad interna de la empresa», y que, por tanto, «no tiene ninguna importancia, ni, por supuesto, la relevancia suficiente para convertirse en noticia. Por ello no le hemos dado en el periódico mayor espacio que un simple suelto». Desde el gabinete del presidente se señaló que el nombramiento de Pedro de Vega responde al hecho de que Germán Sánchez Ruipérez, como propietario de Anaya, es titular de un centenar de empresas, muchas de ellas con sede en el extranjero. Ello le obliga a viajar constantemente, por lo que necesita «alguien de absoluta confianza que le sustituya a la hora de tomar determinadas decisiones». La persona elegida ha sido De Vega, quien declaró que «por supuesto, en esta empresa las decisiones las toma su propietario, Germán Sánchez Ruipérez». También se ha señalado que, desde el primer momento, la responsabilidad editorial del diario había estado en manos de Pedro de Vega por su condición de consejero editor, cargo que implica «velar por la línea editorial del periódico». Según fuentes de la presidencia, la destitución de Pedro Higuera estaría relacionada con la firme voluntad de la empresa editora de «retomar los principios ideológicos fundacionales que El Sol publicó en su número uno y con los que esta empresa se comprometió ante el público». En este sentido, ha causado sor presa en medios periodísticos que, tratándose de un aspecto de índole editorial, haya sido destituido el consejero delegado, cargo de carácter administrativo y de gestión. De Vega señaló que los cambios realizados «no afectan para nada a la estructura de la redacción del periódico, que funciona hoy igual que ayer». De acuerdo con esto, fuentes de la presidencia de CECISA aseguraron que «José Antonio Martínez Soler está confirmado en su puesto de director del periódico y cuenta con toda la confianza del consejo de administración». EL MUNDO intentó numerosas veces ponerse en contacto con Martínez Soler con el fin de conocer su opinión acerca de la reestructuración, pero resultó imposible hablar con él. Para otras fuentes, en cambio, lo que Pedro de Vega ha calificado de «simple baile de nombres para mejorar la funcionalidad de la empresa» ha sido la conclusión de un proceso de enfrentamientos entre De Vega y Pedro Higuera. De acuerdo con estas fuentes, De Vega habría manifestado su interés en entrar a fondo en todo lo relacionado con el área de Redacción, e Higuera se habría opuesto a ello. El argumento de Higuera habría sido que el contrato suscrito con Martínez Soler incluía una serie de claúsulas que le convertían en responsable único y absoluto del periódico. Fuentes próximas a la dirección de la editora de El Sol han puesto de manifiesto que la crisis se había generado hace tiempo. Según estas fuentes, el entorno íntimo de Sánchez Ruipérez nunca comprendió el proyecto de poner en la calle un diario, objetivo en el que Higuera ha tenido un gran protagonismo. En cualquier caso, fuentes de CECISA han negado que la reestructuración esté en absoluto relacionada con la marcha del periódico, a la que califican de «buena».

De hecho, el nacimiento del diario tuvo una componente traumática, puesto que estuvo vinculado a la ruptura de la editorial Anaya con el proyecto televisivo de TELECINCO. En un principio, la composición accionarial de EL SOL incluía una participación del 18% por parte de la ONCE y un 20% estaba en manos del grupo Mondadori, cuyo control ha perdido recientemente Silvio Berlusconi. Los tres socios de EL SOL coincidían también como propietarios mayoritarios -con un 25% cada uno- de TELECINCO, canal de televisión que fue la primera iniciativa de Sánchez Ruipérez en los medios de comunicación. El pasado mes de febrero se rompió la triple alianza, la ONCE y Berlusconi salían de EL SOL -que compró Sán chez Ruipérez-, y éste puso a la venta su 25% de TELECINCO. El propietario de Anaya obtuvo, con la reciente venta de estas acciones, unas plusvalía próximas al 400%, y logró con ello una liquidez que ha contribuido en buena medida al lanzamiento de EL SOL. Estas acciones han sido adquiridas por el financiero Javier de la Rosa.

14 Julio 1990

Los momentos de la crisis

EL MUNDO (Director: Pedro J. Ramírez)

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El periodista Miguel Angel Aguilar fue designado ayer director del diario El Sol en sustitución de José Antonio Martínez Soler. Así lo comunicó personalmente a los miembros del «staff» del periódico Germán Sánchez Ruipérez, presidente y propietario de CECISA, titular de la cabecera. Aguilar asumirá el cargo «en los próximos días», según el comunicado emitido por el gabinete de la presidencia de la empresa. Según declaró Miguel Angel Aguilar, «falta tan sólo concretar mis funciones -que no serán otras que las propias del director de un medio-, y analizar los objetivos que en cuanto a ventas, penetración, etcétera, se propone este periódico». Se trata, según Aguilar, de «evitar sobreentendidos para evitar malentendidos».

Sánchez Ruipérez, al comunicar el nombramiento, insistió, según fuentes de la redacción, en la buena marcha de la publicación y en que estaba muy contento con el producto. Pese a ello, el doble relevo en los cargos directivos más importantes del periódico ha resultado significativo y, sustancialmente, inexplicado. Miguel Angel Aguilar (Madrid, 1943) es licenciado en Ciencias Físicas y graduado en la Escuela Oficial de Periodismo. Fue fundador, en 1971, de la sociedad de redactores del diario Madrid, director de Diario 16 entre 1977 y 1980, y corresponsal diplomático de El País. En 1986 fue nombrado director de información de la agencia Efe, cargo del que fue destituido en 1990. Aguilar ha sido también asesor de la Presidencia del Gobierno para temas informativos. Aguilar está vinculado a El Sol desde el momento de su aparición como miembro del Consejo Editorial del diario. Sánchez Ruipérez aseguró que todos los cargos de la Redacción están confirmados en sus puestos, al igual que ha venido haciendo en cada uno de los episodios de la crisis. Según pudo saber este periódico, también se habló de la posibilidad de que fuera Eduardo San Martín quien asumiera la dirección de El Sol. Este no aceptó y prefirió continuar como director adjunto, el mismo cargo que desempeñaba con Martínez Soler. Según fuentes conocedoras del entramado empresarial que dirige Sánchez Ruipérez, la reestructuración en El Sol -«incomprensible» para estas fuentes tan sólo ocho semanas después de estar en los kioscos- se produce al mismo tiempo que, en la Editorial Anaya, también propiedad de Germán Sánchez Ruipérez, habría comenzado la batalla por la sucesión en la que participarían dos facciones claramente enfrentadas. Uno de los grupos en liza estaría formado por Juan José Losada, Pedro de Vega y Fernando Lázaro Carreter. El primero es vicepresidente del grupo Anaya y ha asumido las labores de gerencia en CECISA. Pedro de Vega, uno de los triunfadores en la crisis de El Sol, es vicepresidente y editor del periódico «con funciones delegadas del Consejo de Administración», y tiene una buena y antigua relación personal con Sánchez Ruipérez. El académico Fernando Lázaro Carreter tiene también una vieja amistad con el presidente de Anaya y, al igual que De Vega, es, miembro del consejo editorial de El Sol. El hecho de que Lázaro Carreter tenga además un puesto en el Consejo de Administración de CECISA marcó el inicio de los enfrentamientos que han culmina do con las destituciones de Martínez Soler y Pedro Higuera, el consejero delegado. Ambos consideraban que la simultaneidad de cargos -en el consejo editorial y en el de Administración- se traducía en una injerencia permanente de la empresa en el trabajo de la redacción.

Algunos observadores señalan la «extraña» alianza de Pedro de Vega y Lázaro Carreter. El primero es un hombre próximo al PSOE, partido que le aupó a la Junta Electoral Central. Fernando Lázaro Carreter tiene una sensibilidad más conservadora. Según fuentes de la redacción de El Sol, el periódico «no gustaba a ninguno de los dos. A uno porque nos hemos mostrado críticos con el Gobierno socialista; al otro porque consideraba que tratar temas como el SIDA o las drogas no era oportuno». El segundo grupo que estaría implicado en la lucha por la sucesión en la editorial Anaya estaría representado por Maribel de Andrés, casada con el hermano de Ofelia Grande, esposa de Germán Sánchez Ruipérez. En la actualidad, Maribel de Andrés es vicepresidenta ejecutiva de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez. La lucha por el poder en el grupo Anaya parece estar aún abierta. Por el contrario, la presidencia de CECISA ha presentado la designación de Miguel Angel Aguilar como director de El Sol como el final de una reestructuración con la que la empresa editora «pretende reforzar los objetivos de calidad que orientaron la creación del diario».

Según fuentes de la redacción, los enfrentamientos entre Pedro Higuera y José Antonio Martínez Soler, por un lado, y Pedro de Vega y Fernando Lázaro Carreter, por el otro, tienen una historia tan larga como la del mismo diario. Desde el primer momento, Lázaro Carreter y De Vega consideraron que el «periódico no es serio». Con ello justificaban su interés en participar más activamente en lo relacionado con el área de Redacción. Pedro Higuera fue destituido en los primeros días de julio. Entonces, De Vega aseguró a este periódico que Martínez Soler contaba «con la confianza del Consejo de Administración». Una semana después de esta declaración, el pasado jueves, Martínez Soler conocía su cese. Ayer mismo, Germán Sánchez Ruipérez anunciaba la designación de Miguel Angel Aguilar. Este es el último episodio de la crisis -rápidamente resuelta- que ha vivido el más joven de los diarios de difusión nacional. Lleva en los kioscos ocho semanas y ha experimentado la defenestración de su responsable administrativo y de gestión, Higuera, y de su director, Martínez Soler.

Sobre EL SOL de Germán Sánchez Ruipérez

Miguel Ángel Aguilar

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Semanas antes de mi nombramiento como director, que cobró efecto el 1 de agosto de 1990, había sido incorporado al consejo editorial donde tenían asiento Pedro de Vega y Fernando Lázaro Carreter, quienes trataban a Germán Sánchez Ruipérez desde los tiempos de Salamanca  y la librería Cervantes de su familia e incluso antes. También estaban en el consejo, por ejemplo, César Alonso de los Ríos, Pedro Altares, Rafael Conte y Carlos Berzosa. En el lapso de tiempo en que fui director, el dueño ivno en dos ocasiones al a reunión del consejo. En la primera, quiso marcar territorio e insistió en que él era el amo de la burra. Habían transcurridos ya un par de meses desde mi incorporación y le dije a Germán que la notable mejora del periódico le permitía decir ya que era el amo del caballo. No le gustó nada esa acotación. En la segunda oportunidad se mostró aún más rotundo al afirmar: “Yo donde pago, cago”.