6 junio 1966

La alianza entre las familias Ybarra por un lado y Echevarría-Bergareche por otro es la que forjó el segundo periódico más importante de Bilbao después del religioso LA GACETA DEL NORTE

Muere Alejandro Echevarría Zorrozúa, ‘padre’ de la empresa editora de EL CORREO ESPAÑOL de Bilbao y EL DIARIO VASCO

Hechos

El 6.06.1966 falleció D. Alejandro Echevarría Zorrozua.

07 Junio 1966

UN CRISTIANO EJEMPLAR

Javier Ybarra Bergé

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Cuando la muerte se ha llevado al querido amigo en lo mejor de su vida, en plena madurez y en el momento en que tantas ilusiones teníamos cifradas en él, serán muchos los que le rindan homenaje de admiración, gratitud o recuerdo, destacando unas u otras cualidades, que tan sobresalientemente concurrían en él.

La inteligencia, la bondad, la cordialidad, las excepcionales dotes de mando, de organizador…, todo ello y mucho más se recordará por cuantos conocieron y trataron a Alejandro Echevarría Zorrozua, ahora que la voluntad de Dios ha dispuesto dejarnos huérfanos de su afecto, de su comprensión para con todos y de tanto como aún esperábamos de él.

Los compañeros de la infancia en Bilbao, los de la adolescencia en el Colegio de los Marianistas de Vitoria y los universitarios de Deusto, donde cursó la carrera de Derecho, saben muy bien que a Alejandro había que aplicarle el mejor calificativo por su talento, deportividad y amistad.

Luego se inició en la vida de trabajo, pasando por toda la escala de puestos, desde el más modesto de los directivos en EL NOTICIERO BILBAINO diario que fundara su abuelo, don Manuel Echevarría, cuando se reanudó la paz después de la última guerra carlista, y también en el periódico de los suyos obtuvo Alejandro el afecto de todos y el reconocimiento a sus méritos.

En la Guerra de Liberación cumplió como buen patriota con la Patria, luchando en el frente de combate y colaborando así a lograr la paz que venimos disfrutando hace cerca de treinta años y en la que, siguiendo el ejemplo de su abuelo, se dispuso a laborar desde la Prensa diaria.

Primero fue redactor jefe del periódico de la tarde de HIERRO y después, desde la fusión de las empresas EL NOTICIERO BILBAÍNO y EL PUEBLO VASCO, de Bilbao refundidas en Bilbao Editorial, fue consejero gerente de ésta y Director después de EL CORREO ESPAÑOL – EL PUEBLO VASCO, editado por ella.

Todo el aprecio que hasta entonces había obtenido Alejandro Echevarría, fue el fundamento del prestigio que logró en Bilbao por su gestión en EL CORREO ESPAÑOL – EL PUEBLO VASCO no sólo transformándolo en uno de los mejores periódicos españoles, que con la organización del a Vuelta Ciclista a España lo popularizó en toda la nación, sino que, además, expansionó la empresa periodística con su presencia en EL DIARIO VASCO de San Sebastián y en INFORMACIONES de Madrid.

Otras actividades requirieron también la colaboración de Alejandro Echevarría, que en los últimos años había adquirido un nombre muy respetado y querido en el campo de la automoción como consejero director general de Imosa, que fabrica en Vitoria las furgonetas DKW y se halla conectada con Wolswagen y Mercedes.

Pero cuanto ha de destacase de las cualidades y de la labor realizada por el querido amigo, se halla superado por algo que es menos conocido, por ser más íntimo y por ocultarlo su modestia y su desinterés. Me refiero a su vida de piedad, como ejemplar caballero cristiano, que a la hora de la muerte le ha proporcionado la satisfacción de aceptarla con resignación y así nos decía hace unos días a dos amigos que fuimos a visitarle: “No quiero que os llevéis un recuerdo triste. Y acepto la voluntad de Dios y le agradezco la resignación y tranquilidad que me ha dado en estos momentos”.

Verdaderamente que salimos confortados de aquella visita y pensando que el auténtico espíritu cristiano depara satisfacciones aun en momentos de tanta aflicción.

El ejemplo de Alejandro Echevarría como periodista, como gerente de empresa, como organizador de tantos afanes, irá siempre unido a sus relevantes cualidades humanas, pero también, a lo menos para quienes más íntimamente le conocíamos y nos honrábamos con su amistad, ese recuerdo llevará parejo al hombre bueno, cristiano, de vida interior. Adorador Nocturno y que, por ello, y habiendo frecuentado los Sacramentos y consuelos de la Santa Madre Iglesia, ha recibido ahora el mejor premio, aquí la muerte del justo y en la otra vida la gloria eterna.

Javier Ybarra Bergé