21 enero 1924

Durante la enfermedad de Lenin el poder ha estado en un triunvirato formado por Kamenev, Stalin y Zinoviev

Muere el Dictador de Rusia, Lenin, abriendo una lucha por el poder en el Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS)

Hechos

El 21.01.1924 falleció Vladimir Ilich Ulianov ‘Lenin’, presidente del Consejo de Comisarios del Pueblo de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y secretario general del Partido Comunista de la Unión Soviética.

Lecturas

El pionero del comunismo en Rusia / Unión Soviética falleció el 21 de enero de 1924 de un ataque de apoplejía: Vladimir Ilich Lenin había apostado por el liderazgo único del Partido Comunista en la variante del marxismo que lleva su nombre.

Karl Radek expresó el pensamiento de muchos de sus compañeros al afirmar en la necrología que redactó con motivo del fallecimiento del líder del partido que la grandeza de Lenin se manifestaba en ‘haber sido la primera persona que no consideró la revolución algo abstracto, sino algo que podía conseguirse de forma concreta en el presente’. Los adversarios de Lenin, en cambio, criticaban su concepción del comunismo como un marxismo liberado, según sus propias palabras, ‘de sus estupideces liberales y democráticas’. Las fuerzas y también la debilidad de Lenin residía en que casi todo estaba, según él, permitido cuando se trataba de conseguir la victoria del socialismo. Enseñó a sus seguidores que todos los medios, incluso la violencia y la mentira se justificaban si estaban al servicio de la ‘buena causa’. Lenin estaba convencido de que todo mejoraría una vez hubiera triunfado la revolución.

Después de la revolución de febrero de 1917 los bolcheviques que se habían quedado en Rusia pretendieron unirse con los mencheviques y colaborar con el gobierno provisional. El regreso de Lenin del exilio dio por concluida esta política de cooperación. En su tesis de abril afirmó que la revolución burquesa había acabado y que había que pasar en seguida a la revolución socialista, con lo cual sólo cosechó burlas. Le preguntaron con cuántos obreros rusos había hablado y él contestó: «Con uno, en el tren de Helsingfor a Petrogrado», para acto seguido añadir que eso era suficiente por cuanto sus análisis eran los correctos y adecuados a la situación política del país. Tres días más tarde el diario PRAVDA dirigido por Josef V. Stalin hacía este lacónico comentario: «El proyecto global elaborado por el camarada Lenin nos parece inaceptable». Pronto, sin embargo, la autoridad de Lenin se hizo indiscutible en el partido.

Precisamente el distanciamiento de Lenin de la realidad rusa debido al exilio le permitió – mediante su implacable insistencia en asumir ‘todo el poder’ – convertir el pequeño partido de cuadros, que apenas contaba con 20.000 miembros, en el movimiento político más pujante de la Rusia revolucionaria. En septiembre logró la mayoría en las elecciones al soviet de Petrogrado y pronto la consiguió también en otras ciudades. Partiendo de esta base, los bolcheviques conquistaron en el mes de octubre, en sólo dos días todo el poder reclamado por Vladimir I. Lenin.

Tras el éxito de la revolución Lenin ocupó el cargo de presidente de los comisarios del pueblo y fundó en 1922 la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).

En política exterior dio por concluida la Primera Guerra Mundial con Alemania al girmar el Tratado de Paz de Brest-Litovsk en marzo de 1918, con lo que aseguró la supervivencia de la revolución por cuanto así eliminaba la carga que el conflicto bélico suponía para el país. Más tarde se inició el periodo de terror revolucionario con el fin de liquidar los vestigios de la oposición antibolchevique. Con la prohibición de las fracciones, Lenin zanjó también cualquier discusión abierta y disputa teórica dentro del partido.

LOS SECTORES ENFRENTADOS 

TROTSKY

Trotsky_2 León Trotsky, partidario de extender lo más pronto posible la revolución comunista por todo el mundo estaba considerado el hombre más poderoso de la URSS después de Lenin. No obstante su papel parece haber quedado relegado durante la enfermedad de Stalin.

EL TRIUNVIRATO DE KAMENEV

zinoviev_kamenev_stalin Durante la enfermedad de Lenin, la jefatura del Gobierno había pasado a depender de un triunvirato formado por los camaradas Stalin, Zinoviev y Kamenev. La prensa española ha considerado a este último como el hombre fuerte del grupo. En el diario EL SOL se decía «A Lenin se le lleva la muerte. A Trotsky, la preponderancia cada día mayor de Kamenev». Aunque el que ocupa desde hace un año el importante cargo de ‘secretario general del PCUS’, jefe del partido, desde hace un año.

EL JEFE DEL ESTADO

Kalinin Kalinin, a pesar de su escasa popularidad como Presidente del Presidium Soviet Supremo es el Jefe de Estado de la Unión Soviética, aunque siempre fue visto como un cargo menor en comparación al poder que tenía Lenin desde el consejo de comisarios del pueblo y el PCUS. Aparentemente seguirá ocupando el cargo, pero seguirá estando considerando como un político dependiente de aquellos dos organismos.

EL NUEVO JEFE DE GOBIERNO

Rykov Akexei Rikov será el nuevo Presidente del Consejo de Comisarios del Pueblo (Jefe de Gobierno de la URSS) reemplazando a Lenin, pero es poco probable que vaya a asumir los poderes dictatoriales que tenía este, dado que deberá obedecer a la autoridad del partido único, el PCUS, que controlan Stalin y Kamenev.

EN LA PRENSA ESPAÑOLA

El tratamiento informativo en España y Europa en general a todos los sucesos de la Rusia bolchevique es confusa, escasa y, en ocasiones, errónea. El ABC llegó a informar en una ocasión que Trotsky había dado un golpe de estado derribando a Lenin (o Lenine, como lo llamaban inicialmente). EL SOL se definía como un diario independiente pero, al igual que su principal columnista el señor Ortega y Gasset, iría cojeando hacia posiciones de izquierda republicana. Eso no impide que el director de EL SOL, don Manuel Aznar, al igual don Torcuato Luca de Tena en el ABC se refiera a la muerte de Lenin como “el dictador ruso” en su biografía.

No fue fácil la cimentación de este régimen y para vencer a los que trataban de derribarle (…) tuvo que echar mano de una terrible represión, durante la cual fueron fusilados innumerable número de no conformistas (…). Durante este régimen de terror fue asesinada la familia imperial. (EL SOL, 22-1-1923)

A pesar de las diferencias infranqueables que nos separan de Lenin, reconocemos que Rusia pierde en él a un gran estadista. (…) A partir del año 1921 Lenin renunció a implantar por el terror la totalidad del programa bolchevique y preconizó la NEP (…) La NEP que preconizó Lenin restableció la normalidad pero provocó la oposición de los comunistas puros (ABC, 22- 1-1923).

Los elogios del ABC hacia Lenin contrastarán más tarde con la dura definición que este periódico hará de su sucesor Stalin, personaje que por aquel tiempo el ABC parece desconocer totalmente, en los artículos que publica el periódico sobre la situación de Rusia durante todo aquel mes no hay ni una sola referencia a él como posible sucesor de Lenin. Si aparece mencionado en EL SOL.

La sombra de Lenin seguía gobernando en Rusia a través del triunvirato formado por Kameneff, Stalin y Sinovieff (…) Es curioso observar que la muerte del pensador coincide con el viaje al sur de Rusia de Trotsky, su brazo derecho. A Lenin se le lleva la muerte, a Trotsky, la preponderancia cada día mayor de Kameneff. (EL SOL, 22-1-1923)

EL SOL acierta plenamente al señalar que Trotsky ha perdido su preponderancia y también en otro fragmento en el que señala a Stalin como adversario de Trotsky, pero se equivoca al señalar a Kamenev como sucesor, pues será el mencionado Stalin el nuevo amo y señor de todas las rusias llevándose por delante tanto a Trotsky como a Kamenev (como a bastantes otros más).

El 12 de septiembre de 1930 el ABC publica un reportaje criticando las similitudes que hay entre los nacional-socialistas y los comunistas “Los extremos se tocan” y en 1932 durante las elecciones presidenciales alemanas el ABC apoya la candidatura del general Hindemburg frente a la de Hitler al que asegura que votan los comunistas. Las críticas del ABC al fascismo y de EL SOL al comunismo resultan harto interesantes en comparación a lo que publicarán los dos diarios sobre esas ideologías en la guerra civil.

23 Enero 1924

El lunes ha fallecido Lenin en Moscú

Editorial (Director: Félix Lorenzo)

Leer

Cuando los amigos íntimos de Lenin empezaban a confiar en una importante mejoría, la muerte ha venido a arrancárselo a Rusia. La noticia se ha divulgado en Berlín durante las primeras horas de la tarde, causando en todas partes hondísima impresión. A una pregunta nuestra por teléfono, la Embajada de los Soviets contestó confirmándola

Incluso en los meses que pasó peor, desde que cayó enfermo, la sombra de Lenin seguía gobernando Rusia a través del Triunvirato formado por Kamenev, Stalin y Zinoviev. Aunque la desaparición de Lenin deja en Rusia un vacío irreparable, no creemos que tenga consecuencia inmediata alguna sobre el régimen actual, que cuenta ya con fuerza suficiente para poder prescindir de su creador; pero a la larga se dejará sentir la ausencia de una voluntad tan fuerte.

Lenin murió ayer a las seis de la tarde en su posesión rural llamada Gorki, cerca de Moscú a la edad de cincuenta y cuatro años. Su cadáver ha sido trasladado a Moscú, donde se le prepara un funeral magno. El entierro se verificará el sábado. La enfermedad de Lenin se ha desarrollado siempre en medio de gran misterio; pero parece ser que el factor decisivo que le ha impedido restablecerse ha sido la bala que le disparó Dora Kaplan.

Los soviets han publicado un comunicado diciendo: “El comunismo internacional ha perdido a su jefe venerado. El proletariado internacional llorará la más terrible pérdida sufrida desde la muerte de Carlos Marx. Nosotros continuaremos trabajando, animados por el espíritu de Lenin”.

Se cree que Trotsky, aprovechándose de la oportunidad actual, emprenderá una campaña que le dé la jefatura de Rusia.

Si Trotsky se decide a luchar por ella tendrá el apoyo de Rodek y Zinoviev, quienes piensan continuar con el jefe del Ejército rojo la propaganda comunista en el extranjero.

Como adversarios de Trotsky figuran Chicherin, Stalin y Krassin, los cuales no apoyan las ideas de Trotsky y Zinoviev por no perder las relaciones internacionales.

No fue fácil la cimentación de este régimen y para vencer al os que trataban de derribarle, revolucionarios a su vez y antiguos soldados del Zar a las órdenes de Wrangel, tuvo que echar mano de una terrible represión, durante la cual fueron fusilados innumerable número de no conformistas y de sospechosos de afecto al régimen imperial. Durante este régimen de terror fue asesinada la familia imperial, asesinato contra el que el Consejo de comisarios del pueblo aparentó protestar enérgicamente.

Después del primer periodo de constitución y afirmación del régimen comunista empezó Lenin una acción internacional, que culminó en las negociaciones con Inglaterra, para llegar a un convenio comercial, y en la Conferencia de Génova.

Desde 1922 la salud de Lenin fue debilitándose de tal manera que en el mes de junio tuvo que abandonar toda actividad; pero la convalecencia fue rápida, y el 3 de octubre volvió a la actividad política con demasiada energía seguramente, puesto que a mediados de diciembre se vio obligado de nuevo a renunciar a la gestión gubernamental. A fines de febrero se le permitió asistir a los Consejos de los comisarios, y parecía que su salud andaba por buen camino, hasta que en la noche del 12 de marzo fue víctima de un ataque de hemiplejia.

Desde entonces Lenin no ha tomado parte muy activa en las funciones de gobierno. Era el jefe supremo de la revolución, y fue mantenido en su puesto por Kamenev, Trotsky y Zinoviev, pero coincidiendo con su enfermedad, comenzaba a dibujarse en el partido comunista una tendencia más inclinada a un régimen de contextura más democrática que la dictadura en la forma rígida que aún impera.

La divergencia en el partido se ha ido acentuando poco a poco, y tal es la situación de completo apartamiento de Lenin, que su muerte no acarrea ningún conflicto al bolchevismo ruso. Con Lenin o sin Lenin, la crisis está planteada. Es curioso observar que la muerte del pensador coincide con el viaje al sur de Rusia de Trotsky, su brazo derecho. A Lenin se le lleva la muerte. A Trotsky, la preponderancia cada día mayor de Kamenev.

24 Enero 1924

Ulianov - Lenin

Editorial (Torcuato Luca de Tena Álvarez Ossorio)

Leer

A pesar de las diferencias infranqueables que nos separan de Lenin, reconocemos que Rusia pierde en él a un gran estadista, sobre todo en estos momentos en que resultaría tan necesaria su actividad para empujar a su país siempre adelante por el camino de la reconstrucción. Porque el gran talento de Lenin comprendió rápidamente los errores del comunismo intransigente, y la imposibilidad de implantar el régimen bolchevique en un país de cien millones de campesinos, que no se preocupan de teorías sociales ni políticas, sino que anhelan únicamente la posesión individual de su tierra. A partir del año 1921, Lenin renunció, pues, a implantar por el terror la totalidad del programa bolchevique, y preconizó la NEP, o sea la ‘nueva política económica’, que resulta una especie de socialismo de Estado, que monopoliza las riquezas del subsuelo, las comunicaciones, la industria metalúrgica y el comercio exterior; pero que en el resto de la industria, de la agricultura y del comercio deja campo libre a la iniciativa privada. La NEP que preconizó Lenin, restableció hasta cierto punto la normalidad de la vida; pero provocó la oposición de los comunistas puros. El inmenso prestigio de que gozó Lenin entre sus correligionarios consiguió demorar el estallido del conflicto entre las dos alas del partido, y existen temores de que el fallecimiento del dictador tenga como consecuencia una escisión entre los comunistas.

En un libro inglés titulado Six Weeks in Russia,y publicado en 1919, el publicista Arturo Ransome traza de Lenin la siguiente semblanza:

“Este hombrecillo calvo, con la cara arrugada, que se bambolea en una silla, riéndose de cualquier cosa, dispuesto en todo momento a dar su opinión a quien le interrumpa para pedirle un consejero – y sus opiniones son siempre tan razonables que más bien parecen órdenes categóricas – es un hombre que siente la alegría de la vida. Creo que se debe atribuir este aspecto del carácter de Lenin al hecho de que es el primer gran leader que descuida completamente el valor de su personalidad. No tiene ambición alguna. Además, por ser marxista, cree en el movimiento de las masas, que progresará necesariamente con él o sin él. No cree que ningún hombre pueda hacer o detener las revoluciones. Por consiguiente, Lenin goza de una perfecta libertad de espíritu que no he conocido jamás en ningún gran hombre”.

También resultan interesantes, precisamente en estos momentos, las declaraciones que hizo Lenin ante Ransome respecto a Mac Donald. Cuando la comisión de Berna se preparó para visitar a Rusia, Lenin declaró:

“Estoy contento de que venga Mac Donald, en vez de Henderson (se trata del nuevo ministro de Interior inglés). Cierto que Mac Donald no es en absoluto marxista; pero por lo menos se interesa por la teoría; podemos estar seguros de que hará lo posible para comprender lo que ocurre aquí. Resulta interesante la coincidencia de la muerte del jefe obrero reformista, que en vez de recurrir a la violencia intenta realizar las reivindicaciones obreras por medio de la acción legal y parlamentaria ¿Podemos esperar que la extraña coincidencia equivaldrá a un símbolo, a un presagio?

Para terminar notaremos que, a pesar de la creencia general, Lenin no fue jefe del Estado, sino “presidente del Soviet de los comisarios del pueblo”, o sea: presidente del Consejo de los ministros. El jefe del Estado ruso (“Presidente del Comité central ejecutivo”) es un campesino llamado Kalinin y poco conocido en el extranjero.