2 junio 1999

Fue apartado del periódico en 1978 por su rechazo a la Transición y la Constitución del 78

Muere Torcuato Luca de Tena Brunet, académico, dramaturgo y director de ABC en su etapa franquista

Hechos

El 2.06.1999 la prensa informó del fallecimiento de D. Torcuato Luca de Tena y Brunet.

02 Junio 1999

Torcuato y la cena de los nueve

Leopoldo Calvo Sotelo

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Me resisto a escribir para ABC sobre Torcuato muerto. No es el estupor de la noticia esperada, ni el miedo a mirar hacia atrás, a mirar conmovidamente hacia un tiempo que ya está cerrado. Para mí Torcuato y ABC fueron la misma cosa durante muchos años, los ya muy lejanos de nuestra amistad más estrecha y algo oscuro y entrañable a la vez, que no acierto a iluminar en mí, enreda mis palabras cuando intento hacer hoy la semblanza de Torcuato, precisamente en ABC.

Recuerdo ahora nítidamente a Torcuato en el trance de leer unas coplas dedicadas con humor a sus comensales y amigos en la ‘Cena de los Nueve’ tal vez en el mismo año 1958 de los fanales de Machado.

Era ‘la Cena de los Nueve’ una institución notable por su estabilidad y su brillantez. Nos reuníamos nueve amigos (Torcuato, Florentino, Gonzalo, Alfonso, Federico, José María, Jesús, Fermín y yo mismo) con frecuencia mensual y vocación de permanencia. Torcuato aportaba el peso de ABC, su información privilegiada, su optimismo, su generosidad, apreciadora del ingenio. (…)Cenábamos esa noche en casa de José María Ruiz Gallardón.

Dos de los Nueve iban a ser ministros de Franco, otros dos los seríamos del Rey, todos veíamos en la Monarquía la salida inteligente y neesaria de la Dictadura, pero cuando llegamos al Rubicón de 1975, unos decidimos slatarlo resueltamente y otros se detuvieron para pescar en él desde la orilla vieja, o para analizar mejor la situación real. Un Rubicón marca la necesidad urgente de encarnar la idea en la acción, la idea – siempre revisable – en la acción casi siempre irrevocable, irreversible. La Cena de los Nueve había sido una tertulia pacífica, aunque vibrante y el Rubicón la cruzó por el medio partiéndola en dos.

13 Julio 1999

Los nueve miembros

Juana Fernández Silva

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Con ocasión de la reciente muerte de don Torcuato Luca de Tena, el señor Calvo Sotelo ha escrito en ABC un artículo sobre un cenáculo de nuevo miembros de los que únicamente citaba con nombre y apellidos al fallecido, a José María Ruiz Gallardón, y así mismo. Los seis restantes aparecían en la penumbra, sólo aludidos por sus nombres de bautismo. El misterio me ha incitado a hacer averiguaciones y creo haber resuelto la adivinanza propuesta. Esas personas son las de Gonzalo Fernández de la Mora, Jesús Fueyo, Alfonso Osorio, Florentino Pérez-Embid, Federico Silva y Fermín Zelada. Sólo dos de estos ilustres españoles están todavía felizmente entre nosotros, el primero de ellos sin cesar de dar libros a la imprenta. Espero que la publicación de esta carta responda a la obvia pregunta que se habrán hecho los lectores del citado artículo.

Juana Fernández Silva

02 Junio 1999

Periodista, escritor, monárquico, emigrante

Víctor de la Serna Arenillas

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Académico, político, autor literario con auténticos éxitos de masas en los años 50, 60 y 70, Torcuato Luca de Tena fue ante todo un periodista vocacional, marcado por su condición de nieto del fundador de ABC e hijo de otro gran director del diario monárquico madrileño. Luca de Tena fallecía ayer, a los 75 años, tras larga enfermedad.

Sus dos últimos sucesores a la cabeza de la Redacción del periódico, Luis María Anson y Francisco Giménez-Alemán, resaltan que, de la biografía compleja de Luca de Tena, destaca ante todo su condición de periodista. Giménez-Alemán decía ayer: «Llevaba en sus genes la condición de periodista por encima de cualquier otra cosa a la que se dedicó».

Pero si siempre le acompañó el éxito literario -que lo llevó hasta la Real Academia Española cuando tenía 49 años-, su carrera periodística se vio sometida a sobresaltos y polémicas. Y su paso por la política dejó el recuerdo contradictorio de un consejero directo de Don Juan de Borbón y juanista convencido que, a partir de su oposición a la designación por Franco de Don Juan Carlos como sucesor en la jefatura del Estado, se acabó oponiendo a la reforma política.

Extrovertido y enfático, apasionado por la oratoria, Luca de Tena no dejaba a nadie indiferente. Fue uno de los protagonistas de la vida pública española con mayor personalidad de su tiempo.

El joven Luca de Tena había conocido muy pronto la zozobra del exilio, en Francia: tenía 13 años cuando se iniciaba la Guerra Civil y el periódico fundado por su abuelo y homónimo era definitivamente -ya lo había sido temporalmente- confiscado. Su padre, Juan Ignacio Luca de Tena, fue detenido en varias ocasiones.

Nada más terminar la contienda, su padre -directamente implicado en la rebelión militar y en la llegada de Franco a la península tres años antes- fue nombrado embajador de España en Chile. El joven Torcuato cursó en Santiago los tres primeros años de la carrera de Derecho. En Chile, justamente, publicó su primer libro, un volumen de poesía titulado Arbor (1941). De vuelta a España en 1943, terminaría sus estudios en la Universidad de Madrid. Tras su servicio militar empezó inmediatamente a trabajar en el diario familiar.

En ABC, Torcuato Luca de Tena hizo un completo recorrido profesional. Empezó creando el Archivo redaccional, y ya en 1945 ocupaba su primer puesto de corresponsal, en Londres. Esos dos años en la capital británica duramente golpeada por la II Guerra Mundial le sirvieron de base para su libro El Londres de la posguerra. Continuó su periplo por Cercano Oriente y estados Unidos. Allí puso en marcha la edición aérea de ABC, embrión de lo que años más tarde sería su más ambicioso proyecto internacional, el ABC de las Américas.

Con 29 años, Luca de Tena era nombrado por primera vez director del periódico. Duró unos meses. Llegó con el ímpetu rompedor que caracterizó gran parte de su carrera, y dio al veterano ABC una viveza informativa poco común en aquellos años de posguerra y de censura. El Gobierno, como entonces permitían sus leyes, le destituyó, tras incoarle una riada de expedientes, en septiembre de 1953.

De nuevo reportero en activo, Torcuato Luca de Tena acompañaba en el buque Semíramis a los últimos miembros de la División Azul liberados tras un decenio de durísimo cautiverio en la Unión Soviética. Su libro Embajador en el infierno, que narraba esa odisea a través del testimonio del famoso e indomable capitán Palacios Cueto, sería una de sus mejores obras, a la vez periodísticas y literarias, con un estilo de inmersión total en la historia que narraba, sin duda antecesor del nuevo periodismo que Tom Wolfe encumbraría 20 años más tarde.

Tras cubrir la revolución húngara y resucitar (en 1957) la revista Blanco y Negro, regresó a la dirección de ABC de 1962 a 1975. Fue ésta una etapa de gran producción literaria, y sobre todo novelística, en la que publicó su primer gran éxito editorial, Edad prohibida (1958). Más tarde, La mujer de otro (1961) y Los renglones torcidos de Dios (1978) alcanzarían éxitos similares. Otros libros recordados son La otra vida del capitán Contreras, Señor ex ministro, Escrito sobre las olas, o Primer y último amor. Activo hasta el final, hace apenas un mes que presentaba su última obra, Mercedes, Mercedes.

El secretario general de la Academia, Domingo Ynduráin, afirmaba ayer que sus novelas de éxito «conectaban perfectamente con las preocupaciones de una sociedad en evolución [y] sabía captarlo de forma clara y directa».

En 1975 llegó a debutar como actor teatral, sustituyendo sobre la marcha a José Bódalo, enfermo, en su obra Una visita inmoral o la hija de los embajadores, en el Infanta Isabel de Madrid.

Durante la misma época (1964-77) fue procurador en las Cortes por designación del jefe del Estado. Tras oponerse, por convicciones legitimistas, a que Don Juan Carlos -y no su padre- fuese declarado sucesor, se encastilló en una postura crecientemente negativa ante la incipiente transición. Votó en contra de la Ley de Reforma Política. El diario reflejó ese giro de su director, sobre todo tras la muerte de Franco. A su vez, la aventura del ABC de las Américas, dirigido por Víctor Salmador desde Nueva York, se convertía en una rémora económica.

En 1977, Luca de Tena dimitía de las Cortes en protesta por la legalización del PCE. (Ese mismo año sería candidato -derrotado- de Alianza Popular al Senado, en las primeras elecciones democráticas). Tras abandonar el mando de ABC y vender sus acciones en Prensa Española, que quedaba bajo el control de su hermano Guillermo, Luca de Tena emigró de nuevo: esta vez, a México, donde residiría durante gran parte del resto de su vida, escribiendo sin cesar -y acumulando premios literarios como el Espejo de España y el Fastenrath- a la vez que ejercía, una vez más, la corresponsalía de ABC.

Le sobreviven su viuda, Blanca Benjumea, y dos de sus tres hijos.