28 septiembre 1984

Pedro J. Ramírez salva su puesto de director de DIARIO16 con un amplio rediseño del periódico

Hechos

El 28.09.1984 el periódico DIARIO16 anuncio el inicio de una nueva etapa del periódico.

30 Septiembre 1984

POR QUÉ CAMBIA DIARIO16

Juan Tomás de Salas

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DIARIO16 amaneció hace dos días con traje nuevo, diagramación renovada, macheta reinventada, diferentes tipos de letra y ancho de columnas, reorganización de la redacción, cambio de énfasis en las diversas secciones y un renacido espíritu de servir a nuestros lectores y clientes en esta nueva etapa. Seguiremos siendo el diario de siempre, pero, eso sí, mejorado.

Los cambios de un periódico deben ser siempre resultado de un amplio debate sobre lo que quieren sus lectores y la mejor manera de proporcionárselo. Como no nos contentamos con ser uno de los dos o tres mayores diarios nacionales, permanentemente estamos discutiendo modos y maneras de informar mejor y servir más a la sociedad que compra nuestros servicios.

Largos debates iniciados ya en 1983 culminaron a principios de 1984 en una serie de estudios de mercado de lectores y anunciantes que, en el fondo, confirmaron nuestras intuiciones de que la sociedad española requería ahora de nosotros distintos servicios y maneras de hacer. Resumiendo exageradamente el resultado de estudios y discusiones, lo que apareció claro es que la sociedad hispana ha entrado ya,  está entrando aceleradamente, en una nueva etapa histórica; la transición ha terminado o, al menos una gran mayoría de ciudadanos la da por terminada ya.

Uno puede disentir de tal diagnóstico, puede incluso aducir pruebas irrebatibles de que la democracia española no se ha consolidado aún; historiadores y politólogos  pueden argumentar ad nauseam que un régimen tan perfecto como la democracia pluralista no se afianza en diez años después de siglo y tres cuartos de inestabilidad y guerras civiles. Pero nada de eso importa.

Lo que importa es que una enorme mayoría de españoles piensa, siente en su conciencia y actúa como si la libertad y la democracia se hubieran instalado ya con normalidad. Eso es lo que importa. El franquismo y la tentación totalitaria se esfuman vertiginosamente, se vuelven hechos del pasado tan relevantes y tan antiguos como el descubrimiento de América o las victorias de Bolívar. La modernidad está aquí, al alcance de la mano, ya somos Europa.

Este sentimiento de la abrumadora mayoría de españoles – equivocado o no – se vuelve además motor y guía principal de nuestra historia e impone su regla a partidos, Gobierno, instituciones y, como no, a la misma Prensa. Quien quiera vivir en las barricadas en la España de 1984 se condena al ostracismo. Con la excepción del País Vasco, donde una minoría considerable se empeña en vivir en Nicaragua, el resto del país y de los vascos quiere vivir, y por tanto vive, en la modernidad.

A esta nueva etapa acabamos de llegar; el final subjetivo de la transición ha ocurrido en algún momento posterior a las elecciones de fines de 1982, y sigue ocurriendo aceleradamente ahora. Por muchos que sean los sobresaltos y dificultades que nos depare el futuro próximo, los españoles hemos decidido mayoritariamente que aquí no existe marcha atrás.

Ante esta decisión y este ambiente social, quienes hacemos DIARIO16 no tenemos otro remedio que adaptarnos – y con qué alegría -. Hicimos examen de conciencia, revisamos detalladamente nuestra historia hacia atrás, desmenuzamos uno a uno titulares, secciones, actitudes, y llegamos a la conclusión de que nuestro DIARIO16 mostraba demasiado a las claras los trazos de su historia, incluso las cicatrices de aquellas batallas antiguas (aunque bien recientes en el tiempo) en las que la Prensa, y especialmente DIARIO16, desempeñaba un papel desorbitado de guía y valedera de nuestra precaria libertad. Aún se nos notaba mucho el tono y actitud propios de las barricadas.

Implacablemente, el origen combativo del periódico en 1976 imponía su lógica hasta los últimos rincones de nuestro DIARIOO16 de 1984. Aquellos jubilosos y gigantescos titulares de ‘Adiós, dictadura adiós’ y tantos otros de otros tantos días enormes que jalonaron nuestra marcha hacia la libertad pesaban como losas nuestro periódico. Pero la sociedad española había cambiado y nosotros debíamos cambiar con ella. Eso es exactamente lo que tratamos de hacer en esta nueva etapa.

Hemos cambiado la mancheta conservando su espíritu, per aligerándola, limitando su peso de cartel. Al hacerlo hemos podido disminuir el tamaño de los titulares de primera, sin perjuicio de su peso y viabilidad. Ello a su vez nos ha permitido romper la tendencia de la noticia por página, bajando así la intensidad de los mensajes concretos en beneficio de la multiplicidad de las noticias. Todo lo importante tiene que salir en nuestro periódico, aunque sea a costa de un menor tamaño. El cambio de seis a cinco columnas ha permitido además una mayor serenidad gráfica, muy acorde con la etapa actual.

Estos cambios formales, como es natural, implican cambios de fondo paralelos. Vamos a fortalecer las grandes secciones tradicionales – Nacional, Internacional, Economía y Cultura – para competir de frente en el terreno de los llamados periódicos de calidad. Aunque no por ello vamos a sacrificar la vitalidad de DIARIO16 en áreas de espectáculos y vida cotidiana, donde tantos éxitos hemos cosechado.

Al mismo tiempo vamos a añadir dos suplementos semanales – de Economía y Ciencia y Tecnología – a nuestros suplementos actuales de Deportes, Toros, Hogar, Guía Fin de Semana y Disidencias. Con ello, DIARIO16 incluirá cada día un suplemento diferente para mejor servicio a nuestros lectores.

Todo esto y muchas cosas más menos notables está incluido en el DIARIO16 de esta nueva etapa, que empezó hace escasos días. Una redacción joven y de gran calidad, que perfeccionaremos aún más en cuanto lectores y anunciantes lo exijan, se lanza ilusionada a la nueva etapa. DIARIO16 aspira a ser el primer periódico de calidad de este país. Ni el segundo ni el tercer puestos nos contentan y a ellos vamos a dedicar, la empresa y los trabajadores todos, nuestros mejores esfuerzos. Lectores y anunciantes tienen ahora la palabra. La ilusión y el esfuerzo los pondremos nosotros.

Por lo demás, y en cuanto a lema, DIARIO16 tiene una ventaja indudable. Fuimos periódico de combate y barricadas cuando este país se jugaba el ser o no ser de su libertad y modernidad. Ahora, cuando la normalidad se ha establecido, lo que aseguramos a nuestros lectores es que no nos casaremos jamás con nadie, con ningún Gobierno, ningún poder social exorbitante, ningún partido más o menos vicioso.

Lo que nos parezca bueno para el país recibirá nuestro aplauso, sea quien sea su autor o protagonista, sea quien sea su autor o protagonista. Y lo que nos parezca malo recibirá nuestras críticas tajantes, aunque su autor disponga del poder político, del dinero o de las armas.

Nuestra papel es servir informando a la sociedad de los hispanos y nada nos hará ocultar una noticia que interese a este país, aunque surja el poder y amenace, como ahora, con represalias. Para terminar, querido lector, espero de verdad que le guste nuestro nuevo DIARIO16. Le aseguro que vamos a rompernos codos, corazón y cabeza hasta llegar a ser los primeros. Eso requiere tiempo y requiere de usted.

Juan Tomás de Salas