Pepe Navarro estrena su ‘Sonrisa del Pelícano’ en ANTENA 3 TV con una entrevista a Mario Conde y especulaciones sobre la muerte de Lady Di con Perote

Pepe Navarro apareció el lunes por la noche todo vestido de azul, hizo una alusión comedida a las páginas amarillas de Telefónica «mi libro de cabecera», dijo, y se anunció con un pájaro enigmático que tenía la sonrisa pintada de rojo. Los tres colores del logotipo de Antena 3 TV, la cadena que lo ha fichado para que, con las debidas precauciones, pelee con los marcianos de Sardá y sea capaz de mantener a la gente en pie dos horas calculando los riesgos de perder el contrato o la audiencia.

Pepe Navarro está obligado a jugar hasta el límite, pero no traspasarlo como hizo con el caso Alcàsser. Su estilo es el del escéptico y, a veces, amoral, pero ahora el estilo no lo marca sólo él sino también una audiencia que, en los últimos meses ha demostrado su afición para deslizarse por la pendiente sentimental-morbosa. Esa es la razón de que un personaje que tiene tics de malvado y mucha gente en contra, haya virado en esta etapa hacia un rosa fuerte que ya veremos si mantiene a la vista de los datos de la audiencia.

De sus personajes anteriores mantiene a Krispín el rosa y sus chistes no demasiado ingeniosos, pero con cierto éxito popular. No tuvo empacho en volver sobre un tema tan trillado como el accidente de Lady Di y presentó su entrevista estelar con Mario Conde como si quisiera hacer de él un hombre preocupado por la música, la familia y la edad. El primer día ya se sabe que es de tanteo, así que habrá que esperar que encuentre en las páginas amarillas un buen montón de gente que le llene la agenda.

El público, va a tener que ser su fuente de disparatar, ya que él se ha puesto serio, y su mejor coartada para deslizarse hacia territorios extravagantes y escabrosos. Hace ya tiempo que la televisión está empeñada en demostrar lo malo y bueno que puede ser el humano y en esto parece que tiene bastante aprendido Pepe Navarro.

La sonrisa del pelícano es, de momento, una incógnita, su despegue tuvo tanto de juego de ocultación como de enseñar las vergüenzas. En lo primero Pepe Navarro se llevó el premio, pues nadie sabe a ciencia cierta cómo es. Carmen Maura dijo que le daba ternura y hasta es posible que sea un papá estupendo. Ahora, en lo de enseñarlo todo, tuvo al impagable Jesulín que nos enseñó un amasijo sanguinolento para que no faltara un poquito de sangre y vísceras antes de dormir.

Ya tenemos marcianos y pájaros llenando la noche, más futurólogos y una continua alusión al cielo y al infierno que, de momento, nos tiene en el limbo. Esto de la religión parece que va a convertirse en el «parque temático» de una noche que tiene tantos ángeles como demonios.

A pesar del cambio de cadena y de título, Pepe Navarro ha vuelto con lo mismo (La sonrisa del Pelícano, ANTENA 3 TV). El decorado es un cónico que aquel que había en TELECINCO. Alguna novedad en el terreno de la animación virtual, pongamos cuatro efectos digitales – fantasma incluido – pero básicamente se trata del Mississippi. O sea, decíamos ayer. No es malo que la gente se acomode en el negocio del que vive. El problema de este chico es que se envicia. No sabemos si, como Crispín Klander, también va a ser Mario Conde una de sus criaturas fijas. Lo cierto es que lo volvió a sacar. Una hora casi de arrumacos y de arrullos. Acabaron cantando los dos juntillos aquella melodía, Lola, de Los Brincos. ¡Ah! La atracción que siente Pepe por el ex banquero sigue siendo irresistible. Se comprende: Mario Conde, a pesar de haber enterrado tres fortunas en abogados, fianzas y litigios, sigue destilando ese perfume inconfundible de dinero y de poder. Es un mago, un portentoso Merlín. Y Pepe cae rendido. La entrevista de ayer fue una delicia. Le preguntó por la familia, el amor, los sueños, la intimidad, la ternura… Y al final cuando Conde dijo: “Esto no es ninguna película, Pepe. Esto ha sido, y está siendo, muy duro”, yo creo que el disc jockey lloró un poquito. A mí no me molesta mario Conde. En absoluto. Es más: no dudo de lque lo está pasanod morrocotudo. Lo que me molesta es que, creyendo ser pelícano, el pato Pepe babee ante la causa del dinero; y ante el chorizo, el niño prostituido, el trasvesti-prostituto o el último quinqui, use el sarcasmo, la dávida perversa, simulando salvarles salva la vida.