18 diciembre 2011

De todos los aspirantes a liderar el PSC, Navarro era el único que no defendía separar 'parlamentariamente' al PSC del PSOE en el Congreso

Pere Navarro elegido nuevo Primer Secretario del PSC tras la retirada en el último momento de Ángel Ros

Hechos

El XII Congreso del PSC clausurado el 18.12.2011 eligió a D. Pere Navarro nuevo Primer Secretario del PSC.

Lecturas

El 17 de diciembre de 2011 se celebra el congreso del Partido de los Socialistas Catlaanes (PSC) con la misión de escoger al sucesor de D. José Montilla como primer secretario. Aunque inicialmente se presentan tres candidatos: D. Pere Navarro Morera, alcalde de Tarrasa (segunda generación de ‘los capitanes’), D. Ángel Ros Domingo, alcalde de Lleida y D. Joan Ignasi Elena (líder del sector ‘obiolsista’, de D. José María Obiols Germá ‘Raimon, que perdió el mando del PSC en 1996).

El alcalde de Lleida era respaldado por el sector más nacionalista catalán del PSC, partidario del soberanismo y la autodeterminación que representan D. Ernest Maragall Mira o Dña. Marina Geli Fàbrega, pero el día antes del congreso el Sr. Ros Domingo anuncia que retira su candidatura.
La votación da el siguiente resultado:

⦁ D. Pere Navarro Morera – 73% de los votos.
⦁ D. Joan Ignasi Elena García – 25% de los votos.

De esta manera D. Pere Navarro Morera es el nuevo primer secretario del PSC.
Los delegados del PSC planean respaldar en bloque a Dña. Carme Chacón Piqueras como nuevo líder del PSOE.

LAS CARAS DEL CONGRESO

angelros ÁNGEL ROS RETIRÓ SU CANDIDATURA

El principal adversario de D. Pere Navarro por el cargo de Primer Secretario, el alcalde de Lleida, D. Ángel Ros, partidario de un PSC más alejado del PSOE, decidió retirar su candidatura en el último momento. Logró un puesto en la ejecutiva.

Joan_Ignaci_Elena JOAN IGNACI ELENA, ÚNICO RIVAL DE NAVARRO

El  radical D. Joan Ignaci Elena no retiró su candidatura y logró el apoyo de 187 compromisarios frente a los 545 de D. Pere Navarro.

montserrat_tura  MONTSERRAT TURA, FUERA DE LA EJECUTIVA

Una de las grandes cabecillas del sector independentista del PSC, Doña Montserrat Tura, se vio apartada de la ejecutiva del partido.

josep_maria_sala SALA, EL INCOMBUSTIBLE

El ex senador del PSC-PSOE, condenado y encarcelado en su día por el ‘caso Filesa’, consigue aguantar en la ejecutiva del PSC una etapa más y con un  Primer Secretario diferente.

19 Diciembre 2011

PSC en transición

EL PAÍS (Director: Javier Moreno)

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Los socialistas catalanes aprueban en su congreso la celebración de primarias abiertas

El Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) concluyó ayer su 12º congreso con una solución de compromiso entre las distintas familias, en el primer cónclave socialista posterior a la derrota electoral del 20 de noviembre. La elección del alcalde de Terrassa, Pere Navarro, como primer secretario y la constitución de un directorio -dentro de la ejecutiva- guiarán una travesía del desierto que se augura larga. La nueva cúpula representa todas las sensibilidades del socialismo catalán y trata de expresar la voluntad de unidad.

Esa diversidad muestra la grandeza y la debilidad de un partido federado con el PSOE, en una relación no exenta de tensiones. El congreso del PSC ha desterrado la creación de un grupo parlamentario propio, que ya existió al inicio de la democracia y desapareció en 1981, víctima indirecta del fallido golpe de Estado de Tejero de 1981. Mientras los socialistas catalanes contaron con grupo propio, votaron disciplinadamente con el PSOE. Ahora el proceso del Estatuto catalán, iniciado en 2004, ha abierto algunas heridas entre ambas familias socialistas.

En los últimos meses, el PSC ha llegado a votar de forma distinta en el Parlamento catalán y en el Congreso de los Diputados. Eso ha sucedido con el preámbulo del Estatuto y con la petición al Gobierno de Zapatero del fondo de competitividad para Cataluña. Así las cosas, el congreso del PSC del pasado fin de semana ha buscado la fórmula de compromiso para que, cada vez que haya una situación susceptible de conflicto con el PSOE, una comisión mixta institucional se encargue de encontrar soluciones y, en caso de no hallarlas, que los diputados catalanes puedan decidir el sentido de su voto.

Esta era la única propuesta de compromiso que el PSC podía adoptar sin violentar a las distintas familias que acoge. Es de prever que, estando en la oposición, no resultará difícil encontrar una solución de convergencia de intereses. En todo caso, los socialistas catalanes deben ser conscientes de que ahora en Cataluña, con el crecimiento del sentimiento independentista, son el único puente sólido que queda con el resto de España. La posibilidad de barajar con éxito el mestizaje de sentimientos catalán y español es una habilidad que no se da en ningún otro partido. Por eso se hace un flaco favor a ese entendimiento si se cuestiona que un socialista catalán pueda llegar a liderar el PSOE. Hasta ahora Cataluña ha sido un fiel granero de votos socialista gracias precisamente a que esa complejidad ha sabido vadearse con inteligencia.

El congreso del PSC ha sabido superar esa delicada situación y, aunque abra una etapa de transición, ha aprobado la propuesta de celebrar unas primarias abiertas, al estilo del Partido Socialista francés, para que la ciudadanía decida quién será el candidato a la presidencia de la Generalitat. Habrá probablemente que esperar a esa cita para saber con exactitud quién va a liderar el PSC.

20 Diciembre 2011

La cobardía de Àngel Ros

Toni Bolaño

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¿Alguien puede pensar en dirigir Cataluña cuando renuncia a dirigir el PSC? La respuesta la conocimos ayer en el congreso del PSC. Y tiene nombre, Àngel Ros. A algunos les cuesta perder. No les gusta verse rechazados. Están en posesión de la verdad y no aceptan que la mayoría les lleve la contraria. Piensan que no hay mejor victoria que no tener una derrota. Por eso, disfrazan su retirada de sacrificio personal en aras de sumar. Esto es lo que ha hecho Àngel Ros. El flamante candidato que defendía una amplia renovación del PSC, que apostaba por la voz propia del socialismo catalán, ha optado por poner sordina a la voz de los delegados socialistas y esconderse tras otro candidato, Joan Ignasi Elena. Eso en román paladino tiene nombre: cobardía.

Ayer comentábamos  que Pere Navarro había robado la cartera a los otros dos candidatos. La retirada de Ros es la prueba del algodón de esta afirmación. El alcalde de Lérida aspira a ser candidato socialista a la presidencia de la Generalitat. Aspira a serlo ganando unas primarias. Sin embargo, ha negado al congreso socialista el derecho a decidir. El apoyo de los militantes  parece no interesarle. Seguramente porque se auguraba su derrota. Su retirada le deja en evidencia. El candidato nonato Ros, que se calificaba como el hombre de la renovación y de la participación, ha menospreciado a los delegados socialistas.

En cambio, Elena se ha reafirmado como un líder emergente. El viernes le presionaron hasta la saciedad para que retirara su candidatura a favor de Ros. Al final, su tesón le ha hecho subir enteros, al margen incluso del resultado. Un resultado que ha dado una mayoría sólida a Pere Navarro. Ahora le toca  hacer una candidatura de integración para iniciar una nueva etapa. Tendrá que rodearse de los mejores y llevar adelante una renovación que no puede dejar al margen a personas con experiencia como Miquel Iceta o nuevos valores forjados en el mundo municipal como el alcalde de Cornellà, Antonio Balmón.

Toni Bolaño

18 Diciembre 2011

¿Será capaz el PSC de desmarcarse del nacionalismo?

EL MUNDO (Director: Pedro J. Ramírez)

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UN AÑO después de su debacle en las elecciones autonómicas, el PSC ha celebrado por fin su Congreso en el que ha elegido como primer secretario a Pere Navarro, el alcalde de Tarrasa. Aunque en el periodo precongresual llegaron a postularse hasta tres candidatos más, al final los delegados sólo tuvieron que optar entre él y Joan Ignasi Elena -del sector de Obiols-, tras la retirada de Àngel Ros, el aspirante más próximo al nacionalismo catalán que había sido respaldado por Maragall y Castells. Navarro fue elegido por una amplia mayoría: hasta el 73% de los votos.

El alcalde de Tarrasa, un hombre conciliador y responsable pero poco conocido fuera de su ciudad, tiene ante sí la titánica tarea de reconstruir un partido que, a pesar de haber «tocado fondo» -en expresión del ex president Montilla-, ha renunciado en este Congreso a realizar una auténtica catarsis con el fin de redefinir sus postulados ideológicos y estratégicos. En el transcurso de año y medio, el PSC ha pasado de gobernar las instituciones más importantes de Cataluña -la Generalitat, las diputaciones y los ayuntamientos más importantes- a convertirse en una fuerza política casi irrelevante. La sangría de votos del PSC en las últimas convocatorias electorales -autonómicas, municipales y generales- tiene pocos precedentes. La penosa gestión del Gobierno tripartito encabezado por Montilla ha herido de muerte el prestigio de las siglas de un partido que vertebraba la política catalana, junto a CiU. El ex presidente catalán pidió «perdón» por ello a los delegados del Congreso y sufrió un castigo, ya que su informe de gestión fue aprobado por el 64,5% de los votos, cuando en ocasiones anteriores la aceptación solía llegar al 90%. El balance del liderazgo de Montilla es tan nefasto que incluso se antoja elevado el número de apoyos que consiguió.

Los socialistas catalanes han perdido su base social por iniciar una alocada carrera para ser más nacionalistas que los propios nacionalistas catalanes. La alianza con ERC en los dos gobiernos tripartitos y el empeño en situar el Estatut como su primer objetivo político han sido letales para los socialistas catalanes. Los ciudadanos siempre optan por el original y rechazan la copia. Los primeros pasos del nuevo primer secretario parecen querer dar un giro a esa estrategia -en su discurso tras ser elegido puso el acento sobre todo en cuestiones sociales, obviando las veleidades soberanistas-. Pero la propuesta aprobada por el Congreso de que el PSC tenga voz propia en el Parlamento al margen del PSOE -aunque se volvió a rechazar formar grupo propio- no augura nada bueno.

19 Diciembre 2011

PSC, el fin de algo

Alex Salmon

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EL APELLIDO QUE tiene que llevar al nuevo PSC hacia el futuro es Navarro. Hasta ahora ha sido sólo un buen alcalde de Terrassa, pero desde ayer comienza para él una nueva tarea. Debería ser el inicio del verdadero cambio para el socialismo catalán. De momento esta expresión atronadora y tan resultona para un eslogan político sólo son palabras vacías de contenido. La música la pondrá la nueva ejecutiva, que tiene que demostrar que las diversas personalidades que la conducen están dispuestas a impregnar su partido de aquello que defienden en privado pero, de momento, no en público. Sus rostros no han cambiado tanto respecto a la anterior. Sin embargo, tienen la responsabilidad en los próximos ocho años de volver a gobernar. Algo parecido le ocurrió a CiU. Daban por muerto político a Artur Mas y a su coalición. Pero la base estaba en el pujolismo que se había sedimentado durante 23 años en Cataluña. Eso es difícil borrarlo sólo con intenciones. Y, a pesar de que no faltó quien auguraba la desaparición del CiU tras la marcha de Pujol, ocho años después gobiernan casi con mayoría. A los socialistas les ocurre lo mismo. Han gobernado en las cuatro capitales de provincia, la Generalitat y la Diputación. Su antigua presencia en la sociedad es difícil que desaparezca aunque tienen que dedicarse a fondo. Han dado su veredicto y el futuro del PSC debería ser menos nacionalista. Aunque en esa casa no hay quien se aclare.

El Análisis

UN RESPIRO PARA FERRAZ

JF Lamata

El triunfo de la candidatura del Sr. Pere Navarro era un respiro para Ferraz, de los tres candidatos que presentaban, Sres. Elena, Ros y Navarro, este último era el único que no pedía abiertamente la separación parlamentaria con el PSOE en el Congerso. La dirección nacional del PSOE había ganado un poco más de tiempo.

J. F. Lamata